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"Un Oasis en medio del Desierto"


La cercanía de Adrien me pica en todo el cuerpo, al igual que si tocará un cable de alta tención y las descargas de electricidad corrieran por mis venas, dolorosas e incómodas a la vez.
—¿Estas seguro que me quieres aquí?— la parte que aún mantiene agarrada me hormiguea, es justo el epicentro donde parte la tención eléctrica que irradia.
—No preguntes tonterías y aste a la idea de que no veras por un tiempo a tu "querido Damien"—
—El no es...—
—No me interesa. Solo no me des más dolores de cabeza— me suelta y se dirige a las escaleras, antes de subir le habla al empleado para ordenar que todo esté listo.
Lo sigo escaleras arriba y me quedo en el pasillo para esperar que entre a su habitación, Tengo que hacer uso del valor que reuní durante la tarde para intentar hablar con el. 
Entro sin tocar, lo que veo dentro era justo lo que tanto temí encontrar, Botellas de vino vacías, las cortinas serradas de par en par, la cama sin hacer, pedazos de vidrio que alguna vez fueron lindos jarrones.. en pocas palabras todo vuelto un caos.
—¿Que haces aquí?— pregunta desde el piso donde se a sentado.
—No te preocupes que no pretendo demorar mucho, lo que tengo que decir será muy breve..— 
—Bien dilo entonces— 
—Abajo no tuve oportunidad de darte mi obsequio..— me mira por el rabillo del ojo sin molestarse en girar por completo el rostro —Al igual que tu no pude comprarte nada. Sin embargo tengo algo que espero te alegre, aunque sea solo un poco— del bolsillo saco la imagen mas resiente del ultrasonido, donde la carita del bebe es mas clara y nítida. Su mano vacila y tengo que esperar unos segundos para que por fin se decidiera aceptarla. Escucho como pasa saliva y fija la vista en la fotografía.
—Feliz Navidad Adrien— mis palabras sonaron torpes y forzadas pero eran ciertas, al igual que el deseaba que fuera feliz.
Tengo tantas lagrimas reprimidas que en cuanto entro a la habitación que el mayordomo me indico me hecho a llorar. Con las luces apagadas y sin importarme siquiera mirar a mi alrededor logro llegar a la cama y me acuesto, la barriga me impide hacerme un ovillo como hubiera querido y me quedo boca arriba, fingiendo que veo el techo entre la negrura. Será difícil dormir sabiendo que la persona que amo se encuentra solo a dos puertas de distancia. 

Se que no estoy dormida y que la puerta en realidad se abrió, proyectando momentáneamente una franja de luz que me encegueció. Los pasos son quedos y sigilosos, me tranquilizo en cuanto un olor tan peculiar perfuma mi nariz.. 
—Hola.... Supongo que mi voz te sonara extraña y desconocida..— murmura con ternura tan bajito que apenas si puedo escucharlo —Tu mami me acaba de dar el mejor obsequio que te puedas imaginar. Sabes jamás pensé que vería algo mas hermoso aparte de tu madre en mi vida— siento sus manos acariciar mi estomago y tengo que morderme el labio para que mis sollozos no se escuchen y así  seguir fingiendo que estoy dormida.
—Lamentó profundamente no ser el padre que necesitas, eres tan pequeñito e indefenso que una persona destruida como yo solo te echaría a perder la vida..— aprieto la sabana y dejo caer lentamente la cabeza de lado para poder exhalar contra la almohada ya húmeda. Pronto se dará cuenta de que me tiemblan las manos y el movimiento rápido de mi pecho no se debe a que este respirando profundamente.
—Probablemente estés enfadado con migo por a verlos dejado y quiero que sepas que eso nunca significo que no te amará, simplemente no sabia de tu existencia..— entre la obscuridad puedo ver que inclina la cabeza y deposita un beso, mi pequeño pateador se remueve inquieto. Oculte la cara entre mi hombro y la almohada consiente de que en algún momento mis dientes atravesaran la carne de mi labio.
—Estoy seguro que cuidaras de tu madre a pesar de que yo no este con ustedes..— sus lágrimas mojan la tela de mi vestido y no puedo soportarlo mas.. un desgarrador llanto rompe el silencio de tajo.
—¿Te asuste?— pregunta con ansiedad, apartándose de inmediato.
—No te vallas..— lo tomo de la camisa evitando que se pare —¡Ya no lo hagas!—
Rogar y olvidar mi orgullo no estaba en mis planes,  pero que importaba ya quién de los dos diera el primer paso. Tomaré la iniciativa y me aferrare a ella con uñas y dientes.. El por su parte se queda quieto. No se suelta algo que por el momento me suena de buen augurio.
—No se suponía que oyeras nada—
—Pero lo ice y te equivocas, el te necesitara y yo también—  
 Se recuesta y me abraza, con desesperación como si temiera que fuera a desaparecer si aflojaba el agarre.
—No puedo permitir albergar ninguna esperanza sobre nosotros— parece mas una advertencia para si mismo, A mi me daba igual si después tendría que pagar con creces las esperanzas rotas.
—Es muy injusto lo que haces con tigo. Adrien no tienes por que permitir que las acciones de tu familia acaben con todo lo que soñamos.. O ¿acaso ya olvidaste todas las veces que juramos estar juntos pasara lo que pasara?—
—Tengo la cabeza muy confundida. Verte fue algo que no esperaba y lo de nuestro hijo fue la cereza que remato el pastel. Todo este tiempo pensé que nunca respondiste porque repudiabas mi situación, me repetí asta el cansancio que si te buscaba me mirarías con lastima y repulsión—
<¡Mi Amor! es tan difícil para mí>
—Solo para que lo sepas Lila tu querida y confiable amiga jamás me entrego tu carta, los motivos no me negaras que fueron ruines y desleales— lo siento tensarse y proferir un bufido entre dientes.
—Eso me confirma que no puedo confiar en nadie..— eso me explicaba su comportamiento tan arisco —... y tu deberías aprender la lección y dejar de confiar tanto en mi— 
—Deja de ser tan duro con tigo mismo e intenta olvidar y perdonar. Puedes empezar por confiar en mi— 
—Confío en ti.. pero en mi ya no— me acostumbré a la obscuridad lo suficiente para ver que me miro directamente a los ojos antes de explicarse —Queramos o no ambos cambiamos en especial yo.. Date cuanta de que soy alguien bastante voluble, e inseguro que no tiene ningún tipo de control sobre si mismo... En cualquier momento la amargura saldrá a flote..— trague saliva, ya avía podido presenciar sus desplantes y cambios de humor  —...es imposible borrar los últimos meses,  y lo sabes... No puedo hacerte el amor y olvidarnos de todo como en las anteriores ocaciones..—
—¿Por que no?— sonreí con malasia al ver la cara que a puesto —A lo que me refiero es que para eso no necesitamos desnudarnos, basta con que no me sueltes y me digas que me sigues amando. Que seamos sinceros y nos comprometamos a mandar al caño todo lo que nos hace daño— estoy casi segura de que sonrió, o es lo que quiero imaginar.
La indecisión pasa deprisa por su cara antes de plantarme un beso.. Le permito que lo haga. Todo mi ser se regocija al recibirlo tal y como lo aria un muerto de sed al descubrir un oasis en medio del desierto, feliz por saciar de una vez su enfermiza sed. 
No le doy importancia a la insignificante falta de oxigeno, Tantos meses anhelando volver a sentir sus labios que era lógico que no reparara en eso. Me desespero buscando una manera de prolongar al máximo el momento. Ojala el tiempo se detuviera y nos mantuviera suspendidos así lo que nos reste de vida...
Saboreo despacio y sin prisa del licor que impregnaba su boca..

—Lo siento pero no puedo..— me aparta, se que intento que su movimiento no fuera rudo pero tristemente no lo logro.. Me estrello de bruces al caer de la inestable nube.. —Es tarde para nosotros.. Yo..—
—Tu no puedes decidir por los dos. Deja por un momento de pensar solo en ti— 
—¿En mi?— pregunta resentido —Justo por que estoy pensando en ti es que llego a esta conclusión. Marinette el que yo salga de esto no será tarea fácil y no me gustaría que sufrieras mientras tanto— 
—¿Entonces para que rayos me besaste si estás tan convencido de que ya no hay nada que rescatar?—
Se pasa las manos por el cuello y mira al techo profiriendo un gruñido exasperado.
—Lo hice por que no pude contenerme ¿de acuerdo? Pero eso no quiere decir nada..—
—¿Te estás escuchando?—
—Marinette no compliques más las cosas— me pide irritado —Y por lo que más quieras no sigas insistiendo en que hay esperanzas..—
—Es que si las hay ¡MALDITA SEA ADRIEN! ¡DEJA DE SER TAN IDIOTA Y ARROGANTE..— me e sentado mientras gritaba para tomar su mano, intentando mientras tanto moderar el volumen de mi voz —..Mírame y di que ya no me amas.. Solo así te dejare en paz—
—No pienso responder a eso.. Ni tampoco cederé— habla con cautela, su fría indiferencia no a disminuido, lo noto en la evasiva que me dio como respuesta.
—Bien jugaré tu juego por lo que dure atrapada aquí— lo suelto y me tiendo de lado nuevamente en la cama.
Se hace un profundo silencio, por ahora la ira y el coraje mantenía a raya todo lo demás. Ya me enfrentaría a lo que viniera después..
—¿Te importa si de todas maneras paso la noche aquí?— pregunta.
—No..— (tonta, tonta.. tenías que decir que "Si") Era mi turno de echarlo. De comenzar a cuidar de mi misma, casi podía oír reclamar a mi moribundo corazon.
Se acomodo en la cama en silencio, procurando poner un margen de distancia entre nosotros, algo ridículo e innecesario teniendo en cuenta que sus palabras ya lo avían echo antes.
Escondo las manos bajo las cobijas para evitar las ganas de tocarlo. Se que la noche será larga e insoportable. 

Las horas transcurrieron con lentitud. El tick, tock del reloj de pared me mantuvo despierta.
 La cabeza me duele y tengo calambres en los brazos por mantenerlos firmemente pegados a mi pecho.
Mi mueca desaparece cuando observo lo tranquilo que luce. En algún momento durante la noche el sueño logro noquearlo, e visto como cambia costantemente de postura asta quedar muy cerca mío, su aliento rompe en mi rostro y bastaría con echar la cabeza apenas un centímetro a delante para besarlo..
Y sin darme cuenta ya lo estoy haciendo.. Sabia que lo peor que podía pasar era que despertara y me rechazara de nuevo. ¿Que mas daba un golpe mas? 
Adrien abre los ojos y sonríe. No me confió de eso estaré preparada para que pinte otra vez la línea divisora. 
—¿Desde cuando te aprovechas para besar a alguien mientras duerme?— lo a dicho sin despegar los labios de los mios. Otro punto a mi favor..
—Debes pensar que no tengo orgullo ni dignidad.. Te beso cuando debería darte una bofetada y pedirte que te vallas. Desde nuestro reencuentro no e parado de hacer exactamente todo lo contrario—
—Bonita.. Quiero pensar que es por que me sigues amando— 
—¿Y tu desde cuándo eres tan egocéntrico?— su risa es baja pero genuina.
—Marinette lo e pensado y tal vez tú ten...—
—Buenos días.. ¡Oh Lo lamento no pensé que interrumpiría algo!..— la señora Agreste se queda con un pie adentro y el otro fuera, indecisa en irse o terminar de entrar.
—Que inoportuna como siempre— murmura Adrien.
—Puedo volver después—
—No hace falta ya estás aquí— refunfuñó su hijo, se para y se va sin terminar de decir que fue lo que pensó. Esta vez sí que tenía razon. No pudo ser más inoportuna..
—¿Adrien paso con tigo la noche?— me pregunta con complicidad y se apresuro a serrar la puerta.
—Algo así— respondí taciturna.
—¡Eso es perfecto! Es la primera vez en 8 meses que Adrien duerme en una habitación que no sea la suya— exclama efusiva —Marinette ayúdame para que termine de recapacitar. Las calles tardaran unos días en ser abiertas, disponemos de ese tiempo para que lo logres— se sienta sobre el borde del colchón y deja a su lado un montón de ropa bien doblada.
—No quiero sonar pesimista pero eso mismo intente anoche, el esta convencido de que no hay vuelta de hoja. No me escuchara ni a mi, ni a nadie— 
—Solo te pido que no te rindas por favor eres mi ultima esperanza—
¿Y que hay de mi? quise preguntarle ¿Acaso no se daba cuanta que cada desaire que su hijo me hiciera durante el proceso me dolería en el alma por partida doble? 
—Mi propuesta de darte algo a cambio sigue en pie.. Encontrare la forma de devolver tu Miraculous si eso es lo que quieres—
—¿Tikki? ¿Usted sabe donde esta?— 
—No exactamente pero se que Marcus la guardo en alguna de las cajas fuertes que hay regadas por la mansión ,aún me quedan dos por revisar— su voz a ido disminuyendo asta ser un simple murmuró —Una en el despacho de Marcus y la otra en el sótano— me trago mis preguntas, y me enfoco en mis sospechas, todas eran ciertas Marcus Agreste escondía algo que iba más aya de aver tenido amoríos con la esposa de su hermano. <Plagg está con Tikki, te alegraría saber que ella está bien y te extraña mucho> eso quería decir que el Miraculos de Chat Noir también estaba hay...
—Si es preciso obligare a Marcus a entregarlo— la seguridad con la que habla no le llega a los ojos. Es claro que le teme mucho más de lo que aparenta, el ligero temblor en su labio lo dice todo..
—No hace falta que me dé nada.. Adrien es importante para mí y si está en mis manos ayudarlo lo haré—
—Te lo agradeceré toda la vida Marinette— respira aliviada, probablemente se deba a que accedí sin necesidad de llegar al enfrentamiento con su cuñado. 
—Te traje algo de ropa creí que querrías asearte y ponerte algo mas cómodo antes de bajar y desayunar— 
—Gracias-—
—Te dejare para que te prepares, pediré que tengan listo tu desayuno— 

Me ducho y me visto. La ropa es de maternidad y huele a jabón y suavizante de ropa, debió ser lo que ella uso durante sus embarazos. 
Al salir de la habitación ya tengo dos metas en la cabeza..
1: <Adrien Agreste se quedó con tigo 8 meses atras> Bien llegó el momento de la devolución..
2: Tikki está atrapada en algún lugar de aquí y yo misma seré quién la libere...

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