Después de pagar el aperitivo, continuamos caminando por la plaza principal.
—¿Donde te cabe tanto Marinette?— se que ha querido que sonara en broma pero en realidad parece sorprendido, y entiendo por que, últimamente me había comido una gran cantidad de golosinas sin mencionar el cambio tan drástico que dio mi alimentación.
—Deja de molestarme— respondo y  le propino una mordida a la banderilla que tengo en la mano.
—Solo digo que hace aproximadamente diez minutos que acabamos de comer— si mirada atrás todavía podía ver el restaurante en el que estuvimos, era imposible que aun tuviera apetito.
—Eso que importa.. solo es un antojo—  
—¿No te parecen raros estos antojos..—
—¿A que te refieres con raros?—
—Bueno.. No lo se—
La palabra embarazo me ha estado rondando la cabeza la ultima semana, buscando el mejor momento para sacarlo a relucir. Pero ahora que por fin se daba la oportunidad no tenia ni la menor idea de como hacerle saber mis sospechas..
—Seguramente mis nauseas repentinas y todo lo demás se deben al estrés al que fui sometida— o al menos eso es lo que esperaba.
—Estas segura..—
—Si..— Por supuesto que mentía no podía estar cien por ciento segura. Cada vez que decidía hacerme una prueba me echaba para atrás con la misma rapidez. Era una completa cobarde por limitarme a evadirlo todo, me sentía peor que una gallina, temblando muerta de miedo.. Presa de los escalofríos a pesar de que la temperatura era bastante cálida.
Tiro al cesto de basura más cercano el palillo de brocheta, posponiendo todo para después, si ya había logrado pasar siete días haciéndolo y bien podía sumarle unas cuantas horas mas.

La plaza Bellecour en la ciudad de Lyon estaba a reventar, tenemos que atravesar con sumo cuidado para no chocar con nadie de camino a la gran escultura en la que Adrien insiste en sacarnos una foto.
Saca el celular y ajusta el zoom para que la figura ecuestre del rey Luis XIV que posa majestuoso sobre el pedestal de concreto se logre ver bien. 
Adrien me pasa el brazo por los hombros y pongo mi mejor sonrisa cuando el Flash se dispara. 
El barullo y la belleza del lugar pronto termino por disipar todo en mi cabeza, en este época del año  el ayuntamiento ha colocado un carrusel en el a la izquierda de la plaza, Los colores del techo en forma de triángulo me recuerdan mucho a las carpas de un circo, y en la parte baja del mismo tiene imágenes que mostraban los bellos puntos turísticos que desafortunadamente aun no hemos podido visitar. Apenas nos instalamos en una pensión cerca de la estación de trenes Adrien compro un panfleto turístico, alegando que era mejor tener una guía la cual seguir. No quería que me perdiera nada y comprobara con mis propios ojos la belleza que el me había prometido mostrarme hace ya una semana atrás. 
—¿Crees que tu delicado estomago pueda soportar unas cuantas vueltas hay arriba?— me encojo de hombros pensándolo, no me atrevía a meter las manos al fuego por mi descontrolado estomago —Vamos Merinette ¿Que sentido tiene estar aquí si no vivirás todas la experiencias que te ofrecen?— 
Me abraza por la espalda y reposa su mentón en mi hombro. 
—Estoy segura que no hay nada mas  vergonzoso que vomitar encima de los caballitos de madera— 
Me estremezco cuando acaricia mi vientre, otra vez las malditas sospechas asaltan mi cabeza. Los nervios se me alteran de nuevo, los sentía a flor de piel, incapaz de encontrarles pies y cabeza, y la situación empeora cuando un puñado de niños bajaron corriendo del carrusel, entre ellos uno de cabellos rubios.. 
—Vamos ya han bajado todos..— hace amago de caminar pero yo sigo sin poder moverme, alguien debió  fundirme los pies y después pegado al asfalto. No puedo despegar la vista del pequeño niño.. como si necesitara más motivos con que alimentar mis inseguridades —Princesa te prometo que después iremos por helado de chocolate— 
—No se trata de comida Adrien... Si no de hacer el ridículo— hago un enorme esfuerzo por disfrazar mi nerviosismo que no tenía que ver nada con devolver en publico.
—Estarás bien.. Pero si algo llega a suceder pagare todo los destrozos que provoques— Aparto sus manos y me alejó fulminandolo con la mirada.
—Todo te parece una broma ¿Cierto?— explotó sin poder contenerme. Agregando otro desplante sin fundamento a mi larga lista.
—¿Entonces dime tu como debería tomarlo?— resoplo sin saber que responder —Tus cambios de humor constantes juro que no los entiendo Marinette—
El espera paciente a que el mal rato pasara sin que sus ojos verdes me perdieran de vista. Sabia que a continuación venían las disculpas, habían sido demasiadas en los últimos días que inclusive ya he perdido la cuenta. Solo esperaba que no se volviera una mala costumbre entre nosotros. 
—Si algo te ocurre tienes que decírmelo— abro la boca y la vuelvo a cerrar.
(Adrien sospecho que estoy embarazada) 
Si tan solo pudieras leerme la mente.. así todo seria mucho mas fácil.
—Nada o por lo menos todavía no..— 
—Ya he escuchado esa respuesta antes...—
—¿Podríamos olvidar el tema?— ruego y la estúpida voz en mi cabeza me grita de nuevo que soy una cobarde... 
—Esta bien.. finjamos que nada ha pasado— no suena molesto si no preocupado, se que quizás el este pensando lo mismo.. Un bebe es lo que a Marinette le ocurre... 

Intentamos retomar el paseo recorriendo las calles empedradas, observando las fachadas coloridas y rústicas. La gran mayoría eran negocios , desde cafeterías, restaurantes y tiendas de vinos y quesos. 
Una vitrina mas abajo capto mi atención, y no se debía a que estuviera decorada con luces y flores llamativas como todas las anteriores que dejábamos atrás. Esta tenia un aspecto mucho mas estéril por no decir aburrido y blanco, y no se le podía culpar por ello, no importaba en que lugar del mundo estuvieras una farmacia siempre luciría igual. 
Me suelto de la mano de Adrien y le echo un fugaz vistazo al interior para asegurarme de que sea una mujer quien atienda el mostrador.
—Adrien no tardo, entrare a comprar analgésicos para las nauseas— 
—Bien.. aprovechare para comprar algo de queso y por que no una botella de vino— sonríe de lado y continua —Hoy tengo ganas de brindar—
   Doy un paso seguido de otro antes de echarme para atrás y empujo las puertas dobles de cristal.
Aquí dentro el clima es mas frío deben tener en marcha el aire acondicionado. Me estrujo los dedos de camino al mostrador pedir una prueba de embarazo no tenía por que ser tan difícil..
Tomo unas mentas haciéndome la tonta.. 
—¿Algo mas?—
—Si ah... Mm..— la empleada arquea sus gruesas cejas a la espera de que la lengua se me destrabe —Yo me pregunto ¿si tendrá alguna prueba de embarazo?— (lo ves no era tan complicado) me digo a mi misma.
La mujer me da la espalda sin decir nada y rebusca en el estante durante un rato.. Me tallo la nariz como si eso fuera a quitar el olor a hospital de mis fosas nasales.
—Esta es la mas efectiva que hay. Te aseguro que tendrás un resultado seguro con ella— me dice mostrándome la cajita blanca con azul que tiene en las manos. Me cuesta contar el dinero y pagarlo, el tierno bebe que viene impreso en la caja abarca toda mi concentración. 
Al salir mastico las mentas y guardo la prueba en mi bolsillo lejos de los ojos de Adrien. 
Me rodea de la cintura y me muestra la botella de vino que ha elegido, si es que yo estaba embarazada tendría que brindar solo. 
—¿Lista para volver a casa?— me pregunta. 
—Si pero antes tengo otro antojo... Espera estoy segura que este te gustara — me aparta un mechón del rostro y lo pasa por detrás de mi oreja, cambiando en el proceso la expresión de fastidio a curiosidad.   
—Tengo antojo de Chat Noir— 
—Mmm.. Veré que puedo hacer— retrocede y nos oculta en un callejón donde le pide a Plagg la transformación. Recargo mis manos sobre su pecho sintiendo con mis dedos la textura de su traje, no estoy segura de si podré describir lo placentero que es.. Recorro su cabello alborotado, la punta de sus orejas de gato.. El borde del antifaz...  ¿Era posible sentir antojo de alguien? y ¿Que con solo tocarlo se saciaran por completo las ansías de tenerlo? 
—Chat.. Mmm.. ¿Podemos irnos ya?—pregunto sintiendo la peculiar punzada del deseó. Me toma de la cintura y me alza para que pueda enrollar mis piernas al rededor de su cadera. A logrado adivinar que rumbo han tomado mis pensamientos. 

Se tumba de espaldas sobre la cama con migo todavía en brazos. No estábamos muy lejos, le ha tomado solo cinco minutos llegar y escabullirse por la ventana. Nos besamos con fiereza en una lucha constante por ver quien de los dos dominaba la lengua del otro.
Casi sentí pena por el bonito saco cuando Chat lo rompió. Se podría decir que cada noche me limitaba el guardarropa. Localizo deprisa su siguiente objetivo provocando que el vello se me erizara. Me quita la blusa dejando expuesto el sostén fucsia.. 
—Ni se te ocurra contestar— le digo entre jadeos, el molesto timbre de su celular no para de sonar. 
—Puede ser importante— frunzó el entrecejo ¿Enserio creía que podía ser mas importante que esto? 
Termino de apartarme cuando toma el celular. Las quejas que planeaba soltarle se me quedan en los labios cuando noto en el piso la prueba. Aprovecho que mira la pantalla para recogerla y entrar al baño. 
Cierro de un puntapié y pongo el seguro solo por si acaso tenía la ocurrencia de espiarme.
La caja me pesa como si estuviera echa de metal en lugar de un simple cartón.
Fracaso al intentar abrirla, las manos me tiemblan y se tornan resbaladizas. Me ordeno calmarme y lo vuelvo a intentar. Prácticamente desgarre la solapa y extraje el curioso contenido. Lo sostuve por unos segundos intentando adivinar como usarlo. No se me podía culpar por no tener la ni la menor idea de como hacerlo, sobre todo teniendo en cuenta que en ningún momento lo planie de esta manera. 
Suelto por centésima vez el aire y me decidí a leer las benditas instrucciones, si quería obtener los mejores resultados mas valía que lo hiciera al pie de la letra. Me doy cuenta de que es el típico tes de orina y al parecer la minúscula pantalla sirve como indicador.
La impaciencia me devora viva mientras espero que la prueba arroje los resultados...
La sostengo con ambas manos para evitar que se me caiga y cuento en la mente el pasar de los segundos.. Uno, ¿Que haré si sale positivo? Diez, ¿Un bebe..? Treinta y cinco, ¿Como reaccionara Adrien? Sesenta, ¿Como se lo diré? 
Ciento veinte sg. Dos rayas... Un momento ¿Que significaba eso? 
(Si su resultado son dos rayas de color rosa "FELICIDADES USTED ESTA EMBARAZADA")