Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

¡Circulo Vicioso!

Narra Marinette.

Mientras Adrien me besa pienso en su propuesta. No hay nada en el mundo que desee mas que estar con el por siempre. Aunque me asuste que la única manera de cumplirlo sea fugarnos juntos.
—Marinette ¿Por que lo piensas tanto?—
—No quiero lastimar a mis padres— 
Adrien suspira es un punto en el que no puede debatir. Sabe tan bien como yo que seguramente a estas alturas ya estarán vueltos locos buscando a su atolondrada hija. 
—Debe haber una forma de avisarles que estas bien— comienza usando esa voz tan persuasiva que logra debilitar en un segundo todos mis argumentos —¿Te parece que yo mismo les lleve una nota, o quizás una llamada telefónica?. Cualquier cosa menos regresar— 
—¿Por que te gusta ponerme contra la pared?— le pregunto esquivando su mirada, tengo que mantener la mente centrada, algo que no podré lograr si me fijo en el verde tan intenso de sus ojos.
—Te aseguro que te entiendo, pero intenta  también tu ponerte en mis zapatos. ¿Tienes una idea de cuanto me preocupe pensando que no llegaría a tiempo para salvarte..?—
—Hablas como si tu padre fuera un monstruo que solo quiere acabar conmigo— Adrien se aparta y yo jalo la sabana para cubrirme y sentarme. 
—Lo es. Y aunque te parezca difícil de creer lo hará si tu le vuelves a dar la oportunidad— Puedo notar un matiz de desolación en sus voz —Ya una vez perdí a mi madre.. y si te perdiera a ti por segunda vez..—
—No lo harás..— le aseguro, no soportaba seguir mirando como el brillo se sus ojos se apagaba y una máscara de dolor le cubría el rostro. Estiro el brazo para entrelazar mi mano con la suya —De acuerdo. Nos iremos juntos— le sonrió pero no logro que el poso de tristeza abandone sus ojos. 
—Por mas que lo intento no dejo de ser egoísta. No tengo derecho a pedirte que escojas entre tu familia y yo— dice. —Lo lamento— 
—No te preocupes. Me gustan mucho los hombres egoístas— le digo para tomarle el pelo y animarlo —Sobre todo si son rubios y de ojos verdes— suelta una risita entre dientes, aligerando un poco la tensión que se había acumulado entre nosotros —¡Te Amo!— el se apoya con los codos para que su cabeza quede a la misma altura que la mía, conectando a si nuestras miradas —Solo tengo una pregunta. ¿Adonde iremos?— alza la ceja y sonríe a medias pensando en la respuesta..
Mientras espero doy rienda suelta a mis ojos. Observo la curvatura de sus pectorales fuertes y firmes, Las líneas onduladas que marcan su abdomen... La piel se me enciende al rojo vivo cuando reparo en lo erecto que esta su miembro, puedo verlo claramente por debajo de la delgada sabana y repentinamente la boca se me hace agua.. Me doy cuenta de que repase con mi dedo cada parte mientras lo pensaba. Adrien suelta un fuerte gruñido que le desgarra la garganta, y aparto la mano enseguida mirando hacía otro lado..
Jadea y yo requiero de todo mi auto control para no volver a tocarlo, sabia que esto tarde o temprano se convertiría en un circulo vicioso. Donde cada vez nos seria mas difícil permanecer vestidos.

Al cabo de unos minutos hemos logrado salir de la cama. Recojo del piso lo que una vez fue mi vestido. Literalmente estaba partido por la mitad. Aunque tuviera a la mano un estuche de costura me seria imposible volver a usarlo. 
—Pudiste ser mas amable con la tela— le digo torciendo el gesto —¿Ahora que se supone que me ponga?— le pregunto y dejo caer los pedazos de tela.
—No he sido yo, si no Chat Noir— se excusa subiéndose el bóxer negro.
—Entonces dile a Chat que me traiga algo mas que pueda usar—  
Le doy la espalda y continuo juntando las demás prendas. Mi sujetador esta sobre el viejo tocador y mis bragas junto a la puerta. Por lo menos mi ropa interior si logro sobrevivir la noche.
—Se lo diré en cuanto logre encontrar queso Camembert— responde soltando un resoplido —Por cierto ¿Plagg donde estas?— 
Una pequeña criatura negra sale del baño, tiene el ceño fruncido y se cruza de brazos mirando a Adrien.
—Te importaría elegir la próxima vez un lugar mas decente. Ese baño es un asco— se queja —¡Puaj! No se como pude contener las nauseas— Adrien se ríe de la expresión de su Kwami. Mientras que a mi se me estruja el corazón, No me había tomado el tiempo suficiente para lamentar la ausencia de Tikki.. ¿Donde estará? ¿Tendrá suficientes galletitas de chocolate que comer? y la mas importante de todas la preguntas.. ¿Quien la tiene la estará tratando bien? 
—¿Marinette te ocurre algo?— 
—Solo estoy pensando en Tikki..— 
—No te preocupes por ella. Estoy seguro que mi padre no le hara daño, la necesita sana y salva— sus palabras no me consuelan a pesar de que tiene razón —Te prometo que intentare recuperarla ¿cierto
Plagg?— 
—Desde luego— se apresura a responder. —Conozco a alguien que sabrá que hacer, solo es cuestión de contactarlo— Plagg me sonríe mostrando sus pequeños y blancos colmillos, es tan adorable que me provoca querer apretarle las mejillas. 
—¿Te refieres al maestro Fu?— 
—Si. Hace muchos años una situación muy parecida a esta se presento. Al igual que ahora un malvado villano logro apoderarse de su Miraculous..— Plagg hace una pausa para arrojarle a Adrien la camiseta —Pero afortunadamente el logro vencerlo y salir victorioso..— 
Escucho con atención la historia que Plagg me narra, sobre los antiguos portadores de los Miraculous, explayándose en detalles sobre los combates y lo poderosos que fueron algunos villanos... Me quedo absorta en el tiempo imaginando como lucirían los escenarios en los que se desarrollaban dichos encuentros...
—Plagg tenias razón el baño es horrible— dice Adrien sacándome de mis pensamientos. Se me había olvidado que a mitad de la historia se retiro al baño para ducharse.
—Princesa tu turno— por un momento me quedo perdida mirando como se pasa los dedos por el cabello mojado. Lo peina hacía tras de la misma manera que lo hizo para asistir a la fiesta del alcalde. Se veía tan relajado e insoportablemente guapo... Me recorre el rostro con la mirada cómo si se preguntara que demonios estaba esperando.
—Si tu quieres puedo ayudarte.. Soy excelente enjabonando la espalda— me guiña un ojo y sonríe con picardía.
—Apuesto a que si. Pero no gracias, aun pudo arreglarmelas sola— respondo pasando saliva, esforzándome por parecer sincera. Fracasando patéticamente en el intento. 

La sabana aterriza en el piso mojado y sucio. Sobre el techo se encuentra un tragaluz cuadro que en este momento me sirve de foco. 
Lo primero que hago es cerrar la tapa del inodoro, ahora entendía a que se refería el pobre de Plagg.
—¡Maldicion!— exclamo, la cortina plástica que cuelga hasta el piso dividiendo la ducha del resto del baño se me cae encima, cuando intento recorrerla. A juzgar por lo desteñida y desgastada que está, debía llevar hay colgada por lo menos unos cinco años sin que nadie se dignara a cambiarla. 
La hago aun lado y posteriormente abro la regadera. Retrocedo a la espera de que el agua caliente salga...
Dos minutos más tarde me digo que nunca saldrá. Si no había luz eléctrica mucho menos habría agua caliente. 
Se me escapa otra maldición al sentir lo helada que está. Me apresuro a enjabonar mi cuerpo sin prestar atención a las baldosas que alguna vez fueron blancas. ¿Que acaso nadie aseaba este lugar? 
Al terminar me arrepiento de haber dejado que la sabana se mojara. A pesar de las manchas de lodo me parecía que estaba mucho mas limpia que la toalla. Intento sacarme como puedo evitando rozar demasiado mi piel.
Y por si todo lo anterior fuera poco noto que el espejo esta estrellado. Como si alguien hubiera impactado su puño contra el, haciendo que mi reflejo se proyecte distorsionado entre las lineas de una telaraña. 
Me peino a toda prisa con los dedos y salgo con la misma rapidez.

Tomo la cobija agradecida de que ninguno de los dos este para verme. 
Aparto la cortina lo suficiente para poder mirar afuera. Ya había amanecido, el sol estaba ya en lo alto y el cielo era muy azul y despejado. Desde aquí la vista daba al estacionamiento vacío de la entrada y a la amplia carretera. En ese momento un auto paso como alma que se la lleva el diablo, provocando que los vidrios temblaran bajo mi palma.
Escucho la puerta abrirse y me giro para mirarlos.
—Solo esto pude conseguir— a primera vista lo que trae en la mano me suena a desastre —Por suerte la recepcionista me dejo saquear la caja de cosas perdidas— 
Y yo tenia todo la razón, las prendas que eligió no solo eran horrendas si no también anticuadas y viejas...
—Vamos no están tan mal..— dice y extiende una minúscula falda con estampado de animal print. 
—¿Es una broma?— le pregunto quitándole de las manos la falda —No puedo usar esto— 
—Bueno era esto o un vestido rojo cuadriculado— 
—Prefirió el vestido..—
—Marinette solo será por unas horas después buscaremos una tienda de ropa, lo juro— 

Aun no sabia como rayos me deje convencer de ponerme esto. Durante el camino no había parado de escuchar piropos cortesía de los hombres al volante. La tela se me pegaba a los muslos, entallándose a mi trasero de una manera incomoda cuando caminaba, sin mencionar que tenia que estarla bajando cada cinco segundos para evitar que se me vieran las bragas. La parte de arriba no era mucho mejor, tenia mas pinta de ser un corset negro que una blusa. Inclusive tenia encaje cerca del área del busto y unos finos listones en forma de moños adornando esa parte. 
—Me siento como una prostituta— murmuro avergonzada. Adrien me paga mas a su costado y acelera el paso, si no se le ocurrió pensarlo antes, ahora si.  
Me aparto unas gotas de sudor de la frente e intento no dar un tras pie mientras descifro el ritmo de Adrien. 
Nos toma cinco minutos mas de caminata bajo el sol llegar a la primera señal de vida. La cafetería a la que entramos es mucho mas bonita por dentro que por fuera. El lugar estaba lleno y ocupamos el único cubículo vacío a unos cuantos metros de la barra. El fuerte olor a tocino y miel de maple me despierta instantáneamente el apetito.
—Hola— El mesero me dedico una centelleante sonrisa antes de continuar  —¿Que les sirvo?— 
—Aun no hemos podido ver el menú— el tono brusco de Adrien no es suficiente para borrarle la sonrisa. Apoyo las manos sobre la mesa inclinando la cabeza hacía adelante, un gesto que a mi novio no le agrado nada.
—Si me lo permites te recomiendo el especial..— 
—No hace falta ya decidiremos después de leer el menú— los intentos de Adrien por bajarle la moral no estaban funcionando, todo lo contrario parecía estar disfrutando a lo grande causándole celos. 
—Me llamo Félix— extiende la mano y vacilo en estrecharla, sabia que Adrien no lo tomaría como una simple cortesía. De todas formas lo hago procurando no durar mas de un par de segundos que me exigían los buenos modales.
—Soy Marinette.. Mmm.. ¿podrías traernos algo de queso Camembert?— 
—Lo que quieras.. Incluso puedo llevarte a una excelente granja donde producen ese queso..—
—¡¡Basta!!— grita Adrien golpeando la mesa —¡Marinette nos vamos!— el murmullo de voces cesa de golpe. todos incluida las mecerás que atendían la barra dejan lo que están haciendo para poder observar mejor el espectáculo. Adrien empuja a Félix con el hombro y me saca a la fuerza del lugar..
—¡¡Sueltame!!.. ¡Me estas lastimando!— le grito una vez que atravesamos la puerta —Adrien puedes calmarte y explicarme ¿que te ocurre?— me suelta y me frotó el brazo con resentimiento.  
—¡Mierda!— exclama. —No me digas que eres tan estúpida como para no darte cuenta de que ese tipo descaradamente te estaba coqueteando— Jamás lo había visto tan fuera de si, ni siquiera aquella vez que Nathaniel me beso.
—Tienes razón soy lo suficientemente estúpida para pasarlo por alto y también lo soy para fingir que jamás me di cuenta de que te veías con Lila en un edificio abandonado a escondidas— Lo ultimo que quería era demostrarle lo dolida y alterada que estaba. apenas anoche había logrado convencerme de que el pasado ya no importaba y que podíamos seguir juntos a pesar de todo ¿Cuantas veces más tenía que darme de cara con la realidad?. Adrien entrecierra los ojos y me sostiene la mirada antes de responder.
—Lo mío con Lila no tiene nada que ver con esto..—
—¿Pretendes que me la crea?. ¡¿Que sus encuentros solo fueron para charlar y nada mas!?— le solté sacudida por una oleada de rabia.
—¡Si! Lila solo es una buena amiga que ha intentado ayudarnos—
—¡Oh! ¡Claro se me olvidaba que Lila es una verdadera santa!— Adrien puso los ojos en blanco y se apretó con dos dedos el caballete de la nariz.
—Seguramente a ella no le importa compartirte conmigo..—
—No seas ridícula Marinette. Sabes bien que para mi no hay nadie mas que tu— 
—¡Ja! primero estúpida y ahora ridícula.  ¿Hay algún otro insulto que quieras agregar?— pregunto y me doy media vuelta para largarme de aquí.
—¿A donde vas?— 
—Pienso desayunar algo.. y por que no ir también por el queso para Plagg..— respondo por encima del hombro.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro