Renjun después de agarrar a Jaemin jamás lo volvió a soltar, durmió de nuevo con él, Renjun se sentía genial de tener a un amigo a su lado.

—Aún no puedo superar todo lo que me pasó. De verdad pienso que nadie me quiere, sé que tú me escuchas pero no puedes responder. Algun día lo harás, lo sé. Yo... quiero disculparme, Jaemin, fui alguien muy insensible, tal vez no tenías vida o tal vez sí, pero... me arrepiento de lo que te hice, ahora tú me estás ayudando Jaemin —le acariciaba una mejilla.

Renjun estaba mirando fijamente a Jaemin, el Hybrid Child le dedicó una pequeña sonrisa, era cierto que no podía hablar, pero era muy buen oído y podía hacer expresiones y mover sus bracitos. El chino sólo lo abrazó con fuerza después dejando ir un suspiro, se sentía bien con él, en confianza y relajado.

(...)

—¡Mira Jaemin! Te hice este dibujo. Traté de ser detallista por eso te estaba mirando y tocando mucho el rostro. Me miraste muy raro, ¿eh? ¡Somos amigos! Mira —Renjun le mostró el dibujo que hizo para Jaemin, el chico castaño lo miró y dio una sonrisa, se sentía feliz —. Me alegra que te haya gustado, Jae... ahora vuelvo iré con mi mamá a la tienda. Tú quédate aquí.

Renjun se levantó de su cama e iba a irse, pero sintió un pequeño roce en su lado izquierdo de su abdomen, era Jaemin que logró levantar un poco su manita para detener a Renjun.

El chino volteó —. ¿Quiéres acompañarnos? —Jaemin asintió y el mayor agregó: —Te llevaré cargando.

(...)

—Me alegra que ya te estés acercando a Jaemin de nuevo, Renjun —comentó su madre mientras ya iban de regreso a casa, ya habían comprado todo el mandado para la siguiente semana —. Cuando crezca tendremos que mandarlo a una escuela también, es una persona real. De hecho me he preguntado algo...

—¿Qué cosa? —preguntó su hijo.

—Se ven tan reales que quien sabe si haya alguien que es igual y no sabemos.

—Es cierto. Pero que más da, son personas reales. No creo que ser un Hybrid Child cambie en algo, es interesante.

—Cierto —sonrió su madre.

—Te aprecio, Jaemin —Renjun lo abrazó.

Llegaron de nuevo a la casa y Renjun ayudó a su mamá con las compras mientras que Jaemin sólo observaba sentado en el coche. Cuando terminaron, Renjun cargó a Jaemin y lo llevó dentro, Renjun tendría planeado hacer una historia junto a Jaemin.

—Nos vamos a ayudar, escribí que el chico observaba a todo el mundo y los conocía, por eso sabía cuando pasó el suceso, ¿debería seguir con esa trama? ¿O no?

—S-sí.

—Bien, dijiste sí... —Renjun iba a seguir escribiendo, hasta que se dió cuenta de algo. Jaemin habló —. ¡¿A ver qué?! Hablaste —el chino se quedó muy sorprendido.

—Sí —volvió a decir con su voz suave.

—¡Hablaste! ¡Hablaste, Jaemin! —lo tomó de su cintura y elevó al aire.

—¡Yo hablé! —gritó entusiasmado.

Renjun lo abrazó con fuerza y volvieron a la escritura. Una opinión más valdría la pena.
Ahora Renjun podría decir que esa historia que estaba escribiendo la hizo junto a un amigo. Sabía que ahora que Jaemin había hablado era un avance en el híbrido.

(...)

Meses habían pasado y ahora Jaemin ya tenía la edad de Renjun, 14 años. Podría sonar que pasó muy rápido y así fue ni Renjun sabía como paso todo eso, primero aprendió a caminar, hablar y luego de alguna manera creció mucho, solo recuerda que fue muy divertido a la hora de descubrirlo.

—¡Ya voy mamá! —el mayor fue a su habitación por unas cosas antes de salir.

Al entrar a su habitación vió a un chico acostado en su cama y con ropa más pequeña a él.

—¿Jaemin?

—Yo... no sé cuando crecí así.

—Woah, eres más alto que yo —Jaemin rió levemente.

—Lo soy... me quitaré la ropa, ya me aprieta.

—¡No lo hagas frente a mis...! Ojos —tarde, Jaemin se había quitado su ropa, Renjun volteó rápidamente hacia la puerta.

En temas escolares, Renjun al haber presenciado el bullying que recibió decidieron pasarlo a otro salón. Sus padres no querían cambiarlo de escuela ya que no había otra cerca. Renjun no quería seguir ahí, no se sentía a gusto. Temía que sus antiguos compañeros lo molestaran de igual manera, pero al ser cambiado todo fue diferente. En ese salón no había personas tan presumidas o que hicieran daño a la gente. Muchos de sus compañeros leían, dibujaban, platicaban tranquilamente, y obvio no faltarían los desmadrosos. Se sentía mejor en ese salón.

¿Por qué no estuve en éste salón antes?

Se lo preguntaba a diario. Pero si hubiera estado en ese salón desde un principio, él sabía que su relación con Jaemin no habría mejorado. Jaemin seguiría ahí solo en el sucio sótano de la casa de los Huang. Un Renjun que jamás sufrió bullying no tendría un porque al querer recurrir a Jaemin. Tal vez Jaemin ya estaría muerto.