Renjun se levantó gracias a algo que lo estaba apretando de la cintura, se sentía bien, era como si su mamá lo estuviera abrazando. Renjun decidió voltearse y abrió los ojos y se topó con Jaemin dormido, no lo soltaba.

—¿Jaemin? —llamó Renjun.

El mencionado poco a poquito fue abriendo sus ojitos y sonrió.

—Puedes moverte y escuchar, ¿o me lo estoy imaginando —Jaemin sonrió de nuevo—. Woah, es impresionante.

Renjun estaba en el piso, se había quedado dormido ahí con Jaemin. Vio su reloj y eran las 7:40.

Casi la cena.

A Renjun no le importo la hora y solo lo volvió a abrazar otra vez y cerró sus ojitos, se sentía bien, a Renjun le gustaba y... a Jaemin también.

(...)

—¡Vamos Jaemin, tú puedes!

Renjun estaba dandole animos a su amigo para que diera sus primeros pasos, pero Jaemin tenía miedo, mostraba expresiones de angustía y desesperación por no poder.

—Jaemin, sé que puedes yo sé que puedes hacerlo, no tengas miedo. Yo estoy contigo.

Renjun acarició el rostro del menor y sonrió al mismo tiempo.

—Inténtalo, ¡sé que puedes!

Jaemin estaba dispuesto a levantarse, le gustó como le habló Renjun. Jaemin movió una pierna al suelo, luego la otra e intentó pararse, pero falló pues cayó en la cama.

—Jaemin... No te preocupes, tengo fé de que podras caminar pronto. No hay que desesperarnos, todo va poco a poco. Creo que eso te costará más y también que logres hablar, pero te daré el cariño que necesites, aunque no sea bueno en eso —se rascó su nuca.

(...)

Renjun le daba mucho cariño a Jaemin, lo estaba haciendo durante muchos días, lo sacaba a pasear, le contaba cuentos, lo abrazaba, lo trataba bien, pero... no había cambios. Jaemin sólo podía mover ligeramente su cuerpo y escuchar, aún así no podía caminar o levantar los brazos por mucho tiempo. Renjun no sabía que pasaba, estaba confundido.

¿Por qué Jaemin no tenía cambios? ¿Era verdad lo que dijo Renjun?

¿Jaemin estaba defectuoso?