Renjun estaba cenando con sus padres.

—Vimos que llevaste a jugar a Jaemin.

—Ah, sí. Me entro curiosidad si en verdad crecerá, va a ser como un experimento, por eso le estoy dando cariño. Aún se me hace algo estúpido.

—No digas eso cuando tenga tu edad, dice ahí que tiene 10 años.

—Sí lo leí, y también que es único, o sea no hay otro Jaemim y eso me gusta.

—Algo que no te contamos es que es difícil conseguir uno. La persona que los crea nos pidió pedirlo con mucha anticipación y sí es único, nosotros le contamos algo de tu personalidad y él lo adaptó al muñeco.

—¿En serio? ¿Qué le dijeron?

—Que no tienes amigos, eres callado, reservado, tímido, no te gusta que te molesten.

—¡Mamá!

—¡¿Qué?! Es la realidad —dijo su madre cruzandose de brazos.

Ya no puedo decir nada, es cierto.

Pensó Renjun.

Terminaron de comer y Renjun fue a su habitación, ahí estaba esperandolo Jaemin, sentado en una silla. Mirandolo con ojos color café, con ese hermoso cabello y un lindo trajesito.

—Jaemin... así te llamas y así te llamaré... Jaemin.

Renjun comenzó a escribir en su libreta de historias, pues se sentía inspirado y quería hacerlo.

Se llegó la hora de dormir y Renjun decidió dormir abrazado de Jaemin, él en serio no era cariñoso, pero quería saber si era verdad que crecería. Como lo mencionó antes, era como un experimento.

—Buenas noches, Jaemin —lo abrazó, tapó y decidió dormir.

(...)

La verdad era que Renjun le daba cariño a Jaemin, pero no era sincero, sólo lo hacía como experimento, Renjun no sentía nada por Jaemin, no lo quería. El corazón de Jaemin sentía que Renjun no le daba el cariño que le mostraba, todo era actuado y así Jaemin nunca iba a crecer.

—Ya me frustre. ¡No puedo creer que no hay cambios! En serio esto es estúpido, ¡no sirve!

Renjun susurraba y Jaemin estaba sentado lejos de él. Pero después decidió acercarse.

—¡¿Sabes algo?! No sirves, eres algo que no funciona, capaz y estás defectuoso. Te doy todo el cariño que según dices que debo darte y no logras crecer nada. Sabía que eras una perdida de tiempo.

Renjun tomó una manta blanca y cubrió a Jaemin, ya no quería verlo más. Algo que Renjun no se dio cuenta es que el corazón de Jaemin dolía al haber escuchado todas esas palabras. Jaemin comenzaba a tener sentimientos de tristeza.

Y una pequeña lágrima cayó por su ojo derecho.

Renjun después de unas horas tomó a Jaemin y volvió a meterlo en su caja, Jaemin tenía vida pero no la suficiente para moverse o decir que no quería que lo guardaran. A Renjun no le importo y tan solo lo guardó, tomó la caja y lo metió en su sótano.