Veintisiete
— ¿Pudiste conseguir lo que faltaba? — Pregunta ella cuando finalmente me encuentro a su lado. — ¡Llevo esperándote desde hace más de media hora!
— Lo siento, no pensé que sería tan difícil encontrarlo.
— Es obvio es sería complicado. — Me reclama. — ¡Es casi imposible conseguir globos con formas tan inusuales de un día para otro!
— ¡¿Podrías dejar de quejarte?! — Me quejo ante sus regaños. — ¡Ni quiera me has felicitado por mi graduación!
— Lo haré cuando la decoración esté lista.
Nos encontramos caminando con rapidez con la intención de llegar a la veterinaria lo más pronto posible, retengo la respiración en mis pulmones mientras espero que hayan seguido mi orden de no abrir las cajas, por nada del mundo quiero que se arruinen la sorpresa.
— ¿Aquí es? — Pregunta ella con asombro.
— Sí, y al lado vive Taehyung. — Informo con una sonrisa socarrona para su sorpresa. — Digo, por si es de tu interés.
— ¿Podrías ya superar eso? — Responde con un sonrojo en sus mejillas. — Eso pasó hace mucho tiempo, olvídate de ello de una vez por todas.
— Créeme, podré superarlo, más no olvidarlo. — La interrumpo antes de que pueda renegar. — Sostén esto, yo te avisaré cuando el camino esté despejado para que puedas entrar sin ser vista.
Antes de que pueda quejarse de mis palabras, me apresuro a dejar las cosas que me mandó a comprar sobre sus manos y me encamino hasta la entrada de la veterinaria.
— ¡Finalmente ha llegado su graduado favorito! — Anuncio al entrar.
— ¿Podrías decirnos por qué llegaste tan tarde? — La pregunta de Seokjin me hace tragar duro. — ¡Dijiste que sólo tardarías una hora y llegaste más de veinte minutos tarde!
— Hyori se estaba muriendo de la angustia. — Dice Yoongi y la nombrada suelta un golpe en su dirección. — ¡No te atrevas a decir que estoy mintiendo!
— No puedes negarlo. — Jimin apoya a Yoongi. — ¡Pensé que ibas a desmayarte!
— ¡Ni siquiera he dicho algo! — Le dedico una sonrisa burlona al escuchar su excusa.
— ¿Me extrañaste, Yun Hyori? — Inclino mi cabeza mientras sonrío socarronamente. — Debía atender algunos asuntos primero, no tenías por qué preocuparte.
— A no ser que esos asuntos tengan nombre y apellido. — Todos volteamos a ver a Taehyung con sorpresa. — Te escuché hablar con una chica en la mañana.
Yoongi se lleva una mano a la cabeza para luego empezar a acariciar su sien. — No me digas que estás pensando en engañar a la pequeña Hyori.
— ¡¿CÓMO PUEDEN PENSAR ESO DE JUNGKOOK?! — Reclama Jimin y asiento con rapidez. — ¡ÉL SERÍA INCAPAZ DE COMETER TAL ACCIÓN!
— Siempre existe una pequeña posibilidad... — Me contengo para no soltar una de bola de insultos en dirección de Taehyung.
— Si no mal recuerdo, el chico con manías de mujeriego eres tú, no yo. — Reprocho en su dirección. — Y deberías alegrarte antes de empezar a suponer idioteces, esto también será una sorpresa para ti.
— ¿Podrían recordar que sigo aquí? — Se queja Hyori y yo me disculpo con la mirada. — ¿Por que tendría que desconfiar de él?
—¡Mejor háganme un favor y ayúdenme a vestir a los pequeños!
— ¿Vestirlos? — Preguntan todos al unísono.
Me acerco rápidamente hasta las cajas que dejamos sobre la mesa, abriéndolas finalmente para que los demás pudieran admirar lo que se encontraba en el interior de estas.
— ¡¿Dónde conseguiste un vestido con las medidas de un jabalí?! — Pregunta Hyori sin poder ocultar su emoción. — ¡Y un traje miniatura para un jabalí bebé!
— Todo es posible en esta vida cuando uno se propone alcanzar sus metas.
— ¡¿Qué estamos esperando?! — Pregunta Yoongi con notorio entusiasmo. — ¡Se verán geniales con esto puesto!
Todos se apresuran a correr hasta el consultorio, lugar donde habíamos dejado a los pequeños para que no cometieran ninguna travesura. Antes de seguir sus pasos, se acerco hasta la puerta para darle una señal a mi amiga para que pueda completar el último paso de nuestro plan.
— ¡Mírala, se ve tan adorable! — Señala Yoongi a Nancy mientras sus ojos se llenan de lágrimas.
— ¡¿Puedes creer en lo elegante que se ve?! — Jimin sostiene a Nanzo Grabiel entre sus brazos. — ¡Me siento tan honrado de ser su padrino!
El lugar se sigue llenando de elegíos hacia la familia Suidae, Taehyung se encuentra tomando fotografía como si fuese un profesional mientras que Seokjin le ayuda a colocar distintos objetos frente a ellos.
Salgo de la habitación cuando caigo en cuenta de que Jungkook ya no se encuentra presente, tomándome por sorpresa cuando choco contra su pecho al intentar atravesar la puerta. Este se apresura a sujetarme por la cintura para que mi cuerpo no termine en el suelo a causa del inesperado impacto.
— ¿Te encuentras bien? — Pregunta con preocupación. — Lamento haberte asustado así.
— Estoy bien. — Afirmo con una sonrisa. — Simplemente quería saber dónde estabas.
— ¿Tú también crees que te estoy engañando? — Pregunta, y a pesar que sé que solo está bromeando, decido responder de la misma forma.
— Pues te escuché hablar muy a gusto con ''Fer''. — Su boca se abre del asombro y no puedo evitar soltar una carcajada que él no tarda en corresponder.
— Es momento de que descubran la verdad.
Jungkook se adentra al consultorio para llamar a los demás y pedirles que lleven a los Suidae hasta la sala de estar, camino lentamente detrás de ellos mientras que Jungkook sigue mis pasos sin soltar su agarre de mi cintura.
Cuando llegamos al lugar destinado me es imposible no soltar un suspiro de asombro, incluso abro mis ojos lo más que puedo al admirar todo lo que me rodea.
— ¡Sorpresa! — Grita Jungkook mientras nos da algunos gorros de fiesta. — ¡Bienvenidos al bautizo del pequeño Nanzo Grabiel!
— ¿Cómo hiciste para decorar todo el lugar en tan poco tiempo? — Pregunto con asombro mientras sostengo uno de los globos con forma de jabalí entre mis manos. — ¡Incluso va de acuerdo con la temática!
— Obtuve la ayuda de una amiga. — Confiesa mientras le hace una señal a alguien para que se acerque. — Chicos, ella es Fer, hija de la dueña de la tienda de decoraciones Ferchiki.
Todos nos presentamos ante ella mientras le llenamos de elogios por haber hecho un trabajo tan lindo, a excepción de una persona, que lleva varios minutos observándola como si no pudiera apartar su mirada de ella.
— ¿Fer? — Pronuncia Taehyung con asombro. — ¿Realmente eres tú?
— La misma de siempre. — Responde ella con una sonrisa tímida.
— Deberían agradecerme por el reencuentro. — Jungkook se dirige a ellos lleno de orgullo, pero ellos simplemente parecen ignorarlo.
— ¿Cómo es que estás aquí? — Pregunta Taehyung aun desconcertado. — ¡Llevo años buscándote!
— Hace unos meses empecé a ayudarle a mi madre con un negocio que se especializa en todo tipo de celebraciones. — Explica ella para su interés. — Tuve la oportunidad en encontrarme con Jungkook gracias a un evento de la facultad de música de la academia, nos contrataron para decorar el local donde se llevaría a cabo la celebración.
Taehyung se encuentra boquiabierto, inmóvil en lugar mientras intento procesar la información.
— ¡¿Obtuviste información de su paradero y no fuiste capaz de decírmelo?! — Pregunta exaltado en dirección de Jungkook.
— ¡Aún no era el momento! — Se excusa. — ¡Ya deja de quejarte de una vez por todas y agradece que la tienes cerca de nuevo!
Taehyung traga duro antes de acercase a la chica para aprisionarla fuertemente contra su pecho, contacto que ella recibe gustosa y se deja zarandear de un lado a otro entre los brazos del chico.
— ¿Qué acaba de ocurrir? — Le susurro a la persona que tengo a mi lado.
— Ella es la chica por la cual Jungkook y Taehyung pelearon cuando eran niños. — Susurra Jimin en respuesta y suelto un suspiro lleno de asombro.
— Pensé que se llamaba Eunji. — Repito el nombre que mencionaron en la graduación.
— Ese es su primer nombre.
— ¡¿Después de tanto tiempo?! — Pregunto incrédula para luego dirigir mi mirada hasta la pareja que no ha dejado su abrazo. — Dios, ellos realmente se amaban.
— Son cosas que uno debe aceptar. — El cornudo infantil se une a nuestra plática. — A veces la vida tiene otros planes.
— ¿Aun sientes algo por ella? — Pregunto burlonamente.
— Desde el día en el que te conocí, en mi corazón solo existe espacio para ti.
Contengo mi respiración mientras me rehúso a apartar la mirada. No me dejaré vencer, está vez no será así...
— ¿Cómo reaccionarías si te hiciera saber que yo opino lo mismo de ti?
Jungkook se prepara para responder, sin embargo, no hay sonido alguno que salga de su boca, por lo que finalmente retira su mirada mientras percibo los colores subir por su rostro.
Sonrío con satisfacción, celebrando que finalmente he empezado a alcanzarlo; Jungkook 1000, Hyori 1.
— Pero, ¿cómo se llevará a cabo el bautizo? — Seokjin interrumpe mi momento de victoria. — Aquí solo hay cosas para decorar.
— Para nuestra desgracia, no pude encontrar a ningún padre que fuera capaz de bautizar a un jabalí. — Responde Jungkook con aires de tristeza. — Así que le eché un poco de agua bendita mientras los bañaban.
— Ya se me hacía demasiado extraño el pensar que Jungkook no había hecho ninguna rareza durante todo el día. — Dice Yoongi al escuchar sus palabras.
— ¿Acaso no están olvidando de algo importante? — Todos los presentes enfocamos nuestras miradas en Jimin, quién nos mira con preocupación. — ¿Qué pasará con los pequeños?
— ¿A qué te refieres con qué pasará? — Pregunta Taehyung cuando finalmente soltó a la chica. — ¡Están aquí con nosotros!
— ¡No estoy hablando de eso! — Su preocupación se hace cada vez más grande. — Ninguno de nosotros podrá ocuparse de ellos adecuadamente... — Al escuchar sus palabras, todos caemos finalmente en cuenta de ese hecho. — Yoongi y Seokjin con la veterinaria, Taehyung con el taller, Jungkook con el canto y Hyori y yo con el baile...
— Pero podríamos hacer algo para dividir nuestros turnos para cuidarlos... — Jungkook intenta buscar una excusa.
— Debes recordar que los jabalíes no son animales domésticos. — Volvemos a guardar silencio cuando Jimin retoma sus palabras. — Aunque quisiéramos quedarnos con ellos para siempre, se sentirían abrumados al no tener espacio alguno del cual disfrutar.
— ¿Entonces qué sugieres? — Me atrevo a preguntar, guardando la esperanza en mi corazón de que tenga respuesta alguna.
— Si me lo permiten, los llevaré conmigo a la granja de mi familia. — Propone fiel a sus palabras. — Allí tendrán suficientes recursos para gozar de la vida que se merecen. Además, no se trata solo de una granja familiar, también existe el parque de especies protegidas. Prometo que haré todo lo posible para que se encuentren bien.
El silencio se ha apoderado del lugar, a pesar de que todos los presentes somos conscientes de la certeza en las palabras de Jimin, ninguno se atreve a aceptar dicha propuesta.
Hemos estado con ellos durante muy poco tiempo, pero eso no significa que debamos dejar de lado que gran cariño que les hemos tomado. Aunque quiera negarlo y tratar de encontrar otra solución, me resulta imposible hacerlo.
Miro a Jungkook en busca de alguna señal en su expresión por la cual guiarme, llevándome con la sorpresa de que al parecer él iba a tomar la misma acción. En el momento en el que nuestras miradas se conectan, no nos queda de otra más que asentir, dándole finalmente permiso a Jimin para que pueda llevarse a los Suidae.
Lo que aparentaba ser una alegre celebración, pasó a convertirse en una melancólica despedida de la cual todos sabíamos que la decisión tomada era la mejor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro