Veintiséis
Termino de colocarme el overol azul que Jungkook me obsequió hace unos días, riendo ante el recuerdo de los hechos que nunca podré olvidar. Salgo finalmente del baño después de haberme aplicado un poco de brillo labial y asegurarme de que mi cabello esté bien peinado.
Para mi grata sorpresa, Jungkook se encuentra de pie observándose en el espejo de la habitación, me sonríe a través de este cuando nuestras miradas se conectan y se da cuenta de mi presencia.
— ¿Cómo luzco? — Pregunto mientras hago una pose exagerada.
— ¿Siquiera es necesario preguntar? Eres hermosa incluso si no te esfuerzas en serlo.
Me apresuro en abandonar la habitación antes de que pueda percibir mi sonrojo, supongo que debo atenerme a las consecuencias en conllevan intentar bromear con él, aun cuando sé que responderá de manera coqueta.
Al llegar a la sala de estar me encuentro con los miembros de la familia Suidae siendo secados por ambos veterinarios luego de haber recibido un baño por parte de estos mismos.
— ¿Dónde será el bautizo? — Pregunto con curiosidad mientras me acerco a acariciar a los pequeños.
— Jungkook aún no quiere decirnos. — Suelta Yoongi en un suspiro cansado. — Dice que todo resulta mejor cuando se trata de una sorpresa.
— Estando a su lado he aprendido que esas sorpresas pueden ser resultar para bien o para mal de igual manera.
— No me sorprendería si termina diciendo que la celebración será en un viaje en globo aerostático. — Yoongi y yo reaccionamos con pánico ante las palabras de Seokjin. — ¡No me miren así! Es solo una suposición...
— ¿Qué están haciendo? — Pregunta Jungkook al bajar por las escaleras.
— ¡No le des ideas! — Me apresuro a detener a Seokjin cuando se encuentra a punto de hablar. — Esperemos mejor a ver lo que tiene preparado.
— Estábamos hablando de ti. — Confiesa Yoongi.
— ¿En serio? Espero que hayan sido cosas buenas.
— Créeme, no fue así ni en lo más mínimo.
— ¿No han llegado los demás? — Pregunta ignorando el comentario de su amigo. — La reservación es para dentro de una hora.
Junto en ese momento, tal y como si Jungkook los hubiera invocado, Taehyung y Jimin entran por la puerta mientras sostienen unas cajas entre sus manos.
Jungkook se acerca a ellos con rapidez haciendo que su alegría se vuelva notoria, los demás nos miramos confundidos sin poder entender el porqué de su emoción.
— ¡¿Pudieron conseguirlos?! — El brillo en su mirada hace presencia.
— Fue un poco complicado, pero logramos hacerlo. — Responde Jimin con notorio cansancio.
— ¿Qué es tan importante como para tener que ir hasta el norte de Daegu? — Pregunta Taehyung con curiosidad. — ¡Tuvimos que conducir hasta Andong a una hora tan temprana!
— Eso lo sabrán hasta después de almorzar! — Ignora nuestras dudas. — ¡¿Quién está listo para esas sabrosas chuletas de cerdo?!
— ¡Jungkook! — Me acerco hasta él para cubrirle la boca. — ¡No hables tan fuerte frente a los niños!
Sin más, cada uno se retira para terminar de alistarse mientras que Jungkook se dispone a realizar otra de sus llamadas misteriosas.
⇼
— ¡¿A quién rayos se le ocurre dejar una cubeta de agua sucia justo a un lado del estacionamiento? — Pregunta Seokjin luego de haber metido un pie dentro de el. — ¡Ahora mi zapato se encuentra arruinado!
— Bueno, eso significa que debes prestar más atención al caminar. — Reprocha Yoongi mientras Seokjin se queja. — Colócate las sandalias que dejé en la cajuela y ve al baño a limpiar tu zapato.
— Claro, lo dices con tanta tranquilidad porque tú no eres el que tiene los pies mojados.
— ¿Los? — Pregunto sin entender. — Pensé que sólo había sido un pie.
Dirijo mi mirada al suelo y contengo una carcajada cuando descubro de qué se trata.
— Se me olvidó que seguía aquí y acabo de meter el otro pie también.
Esta vez nos hemos trasladado en un solo vehículo, agradezco al cielo que el auto del mondongo es realmente espacioso y no tuvimos que venir tan apretados. Los Suidae se quedaron en la veterinaria, depositamos nuestra completa confianza en los veterinarios cuando nos confirmaron que era un excelente lugar para su seguridad.
Nos encaminamos hasta la entrada del restaurante, donde se puede apreciar un enorme cartel que lleva en nombre de este.
— ¡Buenas tardes, sean bienvenidos a Chamoy y Chile Piquín! — Anuncia una chica cuando finalmente estamos adentro. — Mi nombre es Moon y seré su mesera por el día de hoy, cualquier queja que tengan pueden hacérsela saber al dueño.
— ¿Quién es el dueño? — Pregunta Seokjin, aún molesto por el incidente del estacionamiento.
— Soy yo. — Informa con una sonrisa. — También soy la cocinera, la que lava los platos y quien se encarga del aseo en general.
— ¿Acaso no tienen más empleados? — Pregunto incrédula. — ¡Debe ser un trabajo agotador!
— Los tenía, pero les di vacaciones pagadas y nunca más volvieron.
— Yo también te doy vacaciones pagadas. — Le susurra Yoongi a Seokjin, por lo que este retiene sus quejas.
La chica nos indica que tomemos asiento en la mesa que más nos guste, luego de dejar algunos menús en nuestras manos se retira a la cocina al informarnos que volverá enseguida.
Cada uno se dispone a leer el menú mientras intentamos decidirnos entre tanta variedad de delicias, cuando ya tengo mi pedido en mente levanto la mirada en busca de la chica multi-trabajos, pero me detengo mi atención en el rostro de Jungkook al verlo con una expresión desconcertada.
— ¿Por qué el restaurante se llama Chamoy y Chile Piquín si nada de esto se encuentra en el menú? — Pregunta Jungkook cuando Moon ha vuelto.
— En realidad no hay razón alguna. — Confiesa. — Simplemente quería un nombre que llamara la atención de los clientes.
— ¿Pero las chuletas sabrán bien con eso? — Pregunta esta vez Taehyung. — Nunca las he probado de esa forma.
— En realidad yo tampoco... — Trata de decir, pero es interrumpida por Jimin.
— Yo conozco a alguien que lo come de esa manera. — Informa este. — Pero no puedo opinar acerca del sabor ya que tampoco lo he probado.
Nos encontramos envueltos en una pelea en la que todos los demás discuten por el sabor de dicha combinación, mientras que nuestros amigos veterinarios y yo nos enfocamos en comer de los bocadillos que Moon ha traído consigo.
— ¿Huelen eso? — Interrumpo al sentir un olor llegar a mis fosas nasales. — Creo que algo se está quemando.
— Eso es imposible. — Afirma Moon. — Ni siquiera he encendido la estufa.
— Creo que eso no explica el por qué hay fuego en la cocina... — Menciona Yoongi mientras estira su cuello para obtener una mejor visión del lugar. — ¡QUE ALGUIEN SALVE LAS CHULETAS!
— ¡Jungkook! — Este me mira sin entender desde su lugar. — ¡Haz algo!
— ¡¿POR QUÉ YO?! — Grita asustado. — ¡NO MORIRÉ UN DÍA DESPUÉS DE HABERME GRADUADO! ¡VE TÚ SI TE ATREVES!
— ¡NO MORIRÉ EN MI CELEBRACIÓN ATRASADA DE CUMPLEAÑOS!
— ¡ENTONCES QUE VAYA TAEHYUNG!
— ¡¿ACASO NO RECUERDAN QUE HOY ES MI CUMPLEAÑOS! — Se queja este ante la orden de Jungkook. — ¡NO PONDRÉ MI VIDA EN RIEZGO POR UN PEDAZO DE CARNE!
— ¿Por qué tanto escándalo? — Pregunta Seokjin mientras se encamina hasta nosotros. — Solamente se trataba de una pequeña falla en una de las hornillas.
— ¿En qué momento te fuiste? — Pregunta Jimin con asombro. — ¡Ni siquiera te vi partir!
Seokjin se encuentra parado frente a nosotros mientras sujeta entre sus manos un pedazo de chuleta que lleva a su boca cada cuantos segundos para poder degustar de esta.
— Me retiré cuando empezaron a pelear por quién tenía más derecho a vivir. — Se encoje de hombros mientras que Moon le agradece por haber salvado su restaurante de un incendio. — A pesar de haberse quemado un poco, no se encuentra para nada estropeada. — Se dirige ahora hacia Moon. — Aunque si quieres ayuda para perfeccionar tus recetas, podría darte mi número para brindarte mi apoyo debes en cuando.
Por lo que resta de la hora, nos disponemos a probar cada cosa que Moon trae a la mesa, invitándola a sentarse con nosotros luego de unos minutos.
Nos despedimos de la chica mientras que los demás permanecen en el interior del restaurante soldando las cuentas, luego de que ellos dijeran que Taehyung, Jungkook y yo no debíamos pagar nada por ser nuestra celebración especial.
Jungkook se encuentra parado cerca del auto mientras sostiene su teléfono entre su hombro y su oreja para evitar que este se caiga, a la vez que anota algunas cosas en una pequeña libreta que sostiene sobre sus manos. Me acerco hasta su lugar cuando noto que la llamada ha finalizado.
— ¿Qué más me pidió Fer?... — Logro escucharlo decir para sí mismo.
— ¿Otra vez con una de tus llamadas misteriosas?
— ¿Llamadas misteriosas? — Se sobresalta ante mi presencia y repite mis palabras con curiosidad. — Pronto sabrás de qué se trata, solo espera unos minutos más.
— ¿Ya están listo para volver? — Interrumpe Yoongi cuando estoy a punto de pedir una pista. — ¡Quién no entre al auto en los próximos segundos tendrá que regresar por cuenta propia!
— ¡Me temo que por el momento no podré volver con ustedes! — Informa Jungkook, provocando que todos lo miremos sin comprender la razón. — ¡Llegaré en una hora, por nada del mundo abran las cajas que trajeron en la mañana!
Sin más, detiene a un taxi que se encuentra cruzando por calle y se va, dejándonos a todos desconcertados por sus palabras y acciones.
¿Qué es lo que escondes, Jeon Jungkook?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro