Quince
— Así que ustedes son quienes intentaron robar mi auto... — Habla el tipo con pinta de matón al estar al otro lado de las rejas. — ¿Acaso no son muy jóvenes como para cometer tales actos?
— No lo sé, no creo que exista una edad exacta para empezar en esto.
Me golpeo mentalmente por la respuesta de Jungkook.
— No le haga caso, señor papá de Ruddy. — Trato de encontrar una excusa. — Estamos completamente arrepentidos, mi amigo entrará a rehabilitación hoy mismo y escribirá una carta de cien páginas en modo de disculpa.
— ¡¿Por qué tienen que ser tantas?! — Se queja en un susurro. — ¡Se me podría caer la mano! Espera... ¡¿REHABILITACIÓN?!
— ¡CÁLLENSE DE UNA MALDITA VEZ Y DÉJENME HABLAR!
Jungkook y yo brincamos al mismo tiempo en nuestro lugar y nos aferramos a las rejas para luego tomar una postura firme.
Esperamos que hable durante unos segundos, pero sus palabras nunca llegan a nuestros oídos. Todo parece haberse convertido en un concurso de miradas del cual evidentemente saldré perdedora, dejando el primer lugar entre mi compañero de celda y el señor matón, quienes no han apartado la mirada del otro en ningún momento.
— ¡JA, TE GANÉ! — Celebra Jungkook cuando el otro parpadea mientras susurra groserías por su trágica derrota. — Ahora me debes un pollo.
Trago duro al ver la expresión de odio en su rostro.
— No recuerdo haber hecho ninguna apuesta contigo. — Su rostro empieza a tornarse rojo, logrando que yo tiemble en mi lugar por el miedo. — Ahora, díganme por qué razón intentaron robar mis pertenencias. — Truena sus nudillos y luego su cuello. Puedo escuchar a Jungkook tragar duro. — Tienen cinco segundos para empezar a hablar.
Mi amigo el convicto y yo compartimos miradas mientras pensamos en una explicación coherente más allá de ''Nos equivocamos de auto'', estoy por hablar cuando miro su mano levantarse en señal de que no lo haga.
— Espera Ruddy, ¿qué quieres decir con eso? — Su mirada se suaviza al dirigirse al reptil sobre su hombro, para luego acercar su cabeza.
— ¿Por qué habla con su serpiente? — Susurra Jungkook con horror. — ¿Acaso está loco?
— No lo creo. — Susurro en respuesta mientras me encojo de hombros. — Nosotros hacemos lo mismo con Nancy, supongo que es normal.
Un grito nos hace sobresaltar provocando que volvamos a ponernos firmes.
— Ruddy me acaba de informar que tiene un mensaje para ustedes... — Cambia su expresión de matón por una de asombro y orgullo. — Mi pequeña Ruddy puede predecir el futuro...
La mirada del chico a mi lado choca una vez más con la mía.
— Retiro lo dicho, creo que sí está loco.
—¡Esa es una excelente idea, Ruddy! — El loco parece ignorarnos. — ¡Oficial! Por favor, retire la denuncia del robo de auto y hágame saber cuánto debo saldar en total por las multas de estos chicos.
Trago duro de la impresión y golpeo ligeramente a Jungkook para que salga de su pequeño trance. Luego de unos minutos nos es permitido abandonar la celda que nos sirvió cómo vivienda durante esas largas horas. Un escalofrío recorre mi cuerpo anunciando así la llegada del miedo a este, sujeto la mano de Jungkook entre la mía en busca de un poco de valor y consuelo.
¿Qué haremos ahora? El tipo sigue esperándonos a las afueras de la estación y aunque queramos huir no tenemos escapatoria.
— Felicidades por su libertad. — Una risa socarrona se hace presente cuando finalmente salimos. — Suban al auto, necesito llevarlos a un lugar antes de despedirnos por completo.
— Disculpe, pero tendremos que rechazar su oferta. — Tomo el valor para decir, captando así su completa atención.
— Yun Hyori. — ¡¿Cómo sabe mi nombre?! — No se preocupen por el dinero, la sesión de adivinación con Ruddy será completamente gratuita, tómalo como un regalo de cumpleaños.
Trago duro pero sin poder pasar mi saliva, ¡¿cómo sabe qué es mi cumpleaños?!
— Lo siento mucho, señor. — Responde Jungkook al notar que tengo la garganta seca. — Pero no me parece muy coherente y correcto el hecho de subirnos al auto de un completo desconocido.
Su risa socarrona vuelve a hacerse presente, provocándome así otro escalofrío.
— Jeon Jungkook, ¿te parece correcto mentir de tal manera? — Su tono de voz va desde divertido a incrédulo sin punto medio alguno. — Aún cuando ustedes dos son prácticamente unos completos desconocidos y aun así viajan junto a la compañía del otro.
— ¡¿Cómo sabes eso?! — Soy capaz de pronunciar.
— Aún no me he presentado, mis mas sinceras disculpas por mi falta de cortesía. — Se gira en el asiento para poder observarnos bien, lo que me hace caer en razón de algo...
¡¿EN QUÉ MOMENTO INGRESAMOS AL AUTO?!
— Por cuestiones de seguridad, no puedo revelarles mi identidad de una forma tan liberada. — Introduce su mano en el bolsillo de su chaqueta de cuero y nos entrega una tarjeta de presentación. — Pero pueden llamarme ''Monsieur Mystère''
— ¡Oh, su pronunciación es muy buena! — Exclama Jungkook con asombro. — ¿Acaso es usted francés?
— No, pero mi abuelo era mitad italiano.
El auto se detiene y el Señor Misterio nos indica que debemos abandonar el vehículo, me asombro grandemente al notar que nos encontramos frente a una gran mansión.
— ¿Todo esto es suyo? — Pregunta Jungkook con asombro, quién al parecer ya agarró confianza con el matón misterioso.
— No, sólo se lo cuido a un tío. — Responde. — Mi casa está a las afueras de la ciudad, así que me era más fácil traerlos aquí.
Ahora que lo miro, no parece ser un tipo malo más allá de su fachada de matón. El Señor Misterio nos hace pasar al interior de la mansión, para luego dirigirnos a una especie de sótano.
— Bienvenidos a mi lugar secreto. — Su risa ya no me causa miedo, ahora se me hace tierna. — Aquí es dónde hago mis sesiones y las de Ruddy cuando nos encontramos en esta zona de la ciudad. Mientras Ruddy predice el futuro, yo puedo esculcar en el pasado.
— Bien, ¿entonces qué es lo que nos tienen que decir? — Cuestiona Jungkook impaciente mientras toma asiento, copio su acción y me coloco a su lado.
Misterio se sienta frente a nosotros mientras coloca una bola de cristal y unas cartas sobre la mesa. Seguido de esto se coloca una especie de gorro raro sobre su cabeza para después colocar una versión miniatura sobre la cabeza de Ruddy.
— Sean pacientes, no importa si es hoy o mañana... Pero las respuestas a sus preguntas llegarán en algún momento.
— Pero si no tengo duda alguna...
— ¡Silencio! — Misterio interrumpe a Jungkook. — La bola de cristal me está mostrando algo... Tú tienes un amigo al cuál le guardas rencor...
— ¿Al que te quitó la novia en preescolar? — Bromeo.
— ¡Es él! — Anuncia Misterio haciéndonos sobresaltar, Jungkook asiente con pena luego de unos segundos de silencio. — Dicho amigo te dará una gran sorpresa, por lo que debes olvidar las cosas del pasado y seguir hacia el futuro.
— ¿Pero de qué manera podría sorprenderme Taehyung?
Lo miro con asombro, ¿Teahyung? ¿El casi mecánico fue quién le robó a su novia en preescolar? ¿Pero cómo? Si se supone que él es mayor que Jungkook por unos años, no pudieron ir juntos al preescolar.
Jungkook parece notar mi desconcierto. — Taehyung vivió un tiempo en Busan cuando era pequeño. Yo era su compañero, pero él era su vecino. — Explica. — Me di cuenta de su engaño cuando los vi en el parque frente a su casa.
— Lo siento mucho, debió haber sido duro.
— ¡Silencio! — Interrumpe Misterio. — Estoy percibiendo algo sobre un pasado no fue lejano, pequeña Hyori. — Guardo silencio y dirijo toda mi atención hacia él. — A las personas del pasado debes olvidar, pues al final simplemente son eso, pasado. A todo aquel que te hizo daño... Su karma llegará en algún momento cercano.
El silencio llega al lugar y siento las miradas de ambos hombres sobre mí. Sin embargo, las palabras no salen de mi boca para siquiera opinar ante tal información.
— Bien... ¡Ahora es el turno de Ruddy! — Misterio rompe el silencio para bajar la bola de cristal de la mesa y en su lugar esparcir la gran cantidad de cartas. — Mi compañero señalará con su cabeza las cartas que deban ser leídas.
Sin decir nada más, coloca al réptil sobre la mesa y deja que este se arrastre por la superficie de esta. Ruddy se detiene durante breves segundos sobre algunas cartas, indicándole a Misterio cuales debe leer. Unos minutos después, Ruddy sale de la mesa y se enrolla en el cuello de Misterio.
— ¿Qué dices, Ruddy? — Pregunta Misterio con notorio asombro. — Chicos, mi compañero me informa que hay un total de tres lecturas pequeñas distintas en estas cartas. De ustedes depende el saber interpretar y captar las respuestas de la manera correcta.
Siempre me ha dado miedo cuestionar mi futuro, prefiriendo así enfocarme más en el presente... Pero supongo que para todo hay una primera vez.
— Su viaje no termina aquí, aunque el mundo los separe, sin importar la causa o razón, ustedes volverán a encontrarse en algún momento de sus vidas. Pero deben tener cuidado y fijarse muy bien en su entorno. — Jungkook y yo nos miramos asustados. — Ambos se encuentran relacionados con el arte desde el fondo del corazón... Aunque lleguen a dudar de ello, saldrán victoriosos y formarán parte de la historia. Cuando sea el momento, sepan aprovechar esa oportunidad que se les dará. — Miro a Jungkook mientras le susurro ''¿Cuál oportunidad?'', a lo que él se encoje de hombros cómo respuesta. — Se acerca un nuevo integrante a su familia, el nacimiento de un bebé inesperado que fue oculto por mucho tiempo.
— Esa última es para Nancy.
— ¡Nancy! — Exclama Misterio. — Ruddy me habló sobre ella.
No sabía que se conocían, pero prefiero no saber más.
— Bueno chicos, la consulta ha finalizado. — Misterio se levanta de su asiento dejándome con más preguntas que respuestas.
La última lectura está completamente clara, ¿Pero qué pasa con las demás?, simplemente no logro comprenderlas del todo.
Jungkook parece notar mi angustia y toma mi mano para darle un apretón.
— ¡Hey, no pienses más en eso! — Intenta animarme. — Somos amigos, ¿No?, no podría haber algo que haga que nos distanciemos.
Sonrío ante sus palabras y decido creerle.
— Debemos irnos. — Informa Misterio después de guardar sus herramientas. — Mi tío no me dará mi mesada ni se entera de que traje extraños a su casa.
Aún con miles de dudas volando por mi mente, escuché a Jungkook aceptar la propuesta de Misterio de llevarnos a la veterinaria, por lo que me resigno a seguirlos mientras pienso en las distintas posibilidades del futuro.
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