Amanecía en la finca y con ello varios de los empleados empezaban sus tareas. En la habitación se encontraba un castaño enredado en las sabanas y a su lado dormía su mascota. Tsuna no había podido conciliar el sueño hasta altas horas de la noche, las ansias de la cita no dejaban su mente tranquila.

Unas horas después sonó la alarma de su celular, lo que causo un brinco por parte del menor, el que quedo sentado en su cama en un segundo con los ojos bien abiertos.

-Debo alistarme- murmuro somnoliento.

A paso lento se dirigió al baño y al terminar quedo mirando su closet, quería verse bien pero que no se notara que se había esforzado en arreglarse.

Después de una larga cesión de ponerse y sacarse ropa, encontró algo que lo hacía sentir cómodo. Camino por los pasillos de madera oscura hacia el comedor para poder desayunar con su abuelo, el cual estaba feliz que su nieto empezara a sonreír y mostrar la alegría característica de él.

El azabache se encontraba conduciendo a la búsqueda de su castaño, su vista estaba clavada en la carretera, pero en su mente repasaba todo lo que había planeado para ese día. Quería que Tsunayoshi se sintiera a gusto a su lado, sonriera y disfrutara de las maravillas del lugar.

Llego a la casa de su amigo Timoteo, se bajo del auto y camino hacia la puerta donde fue recibido por el mayordomo, el cual lo guió hasta el comedor.

-Buenos días- saludo cordialmente a los dos presentes.

-Hola Reborn- dijo el castaño con una sonrisa mientras sus miradas se cruzaron.

-¿Cómo estás?- pregunto el anciano intuyendo lo que pasaba con su nieto y su amigo, se alegro internamente.

Mientras los amigos conversaban sobre varios temas pendientes, el menos fue a buscar sus cosas a su habitación.

-¿Estas listo?- pregunto el azabache esperando al castaño recostado en su vehículo con las manos en los bolsillos de su pantalón.

-Si- respondió este con cierto nerviosismo.

El día estaba parcialmente despejado, algunos rayos del sol daban calidez al rostro del menor mientras apreciaba el amplio océano. De apoco empezaron a aparecer algunas casas ubicadas mirando el mar, al girar en una curva el pueblo quedo al descubierto.

Estaba escondido entre los verdes arboles, las casas estaban esparcidas por el lugar, pero se concentraban alrededor de la playa, dando al reflejo de las aguas sus diferentes y alegres colores.

-Es hermoso- comento el castaño con una gran sonrisa.

-Me alegro que te guste- sonrió el mayor.

Estacionaron el auto en la costanera, en donde se podían ver varios veleros en las cristalinas aguas y en la playa de arena clara, a familias y parejas pasear por el lugar.

Tsunayoshi quedo mirando entusiasmado su alrededor, mientras que Reborn lo observaba. Sin esperar el mayor tomo la mano ajena, sacando un sonrojo del menor, pero este no aparto su mano solo sonrió mirando el piso.

Caminaron por varios puestos comerciales de la localidad, apreciando cada pequeño detalle de la cultura que yacía ahí. Entraron a una librería, en donde Tsunayoshi fue directo a los libros de romance, mientras este leía la sinopsis de las historias, el mayor hablaba con la dependienta del lugar, la cual era una anciana que conocía hace años.

-¿Te ha gustado algo? -pregunto el azabache a las espaldas del menor.

-Este libro -dijo mostrándoselo.

-Lo llevamos entonces -hablo Reborn tomándolo y dirigiéndose a pagarlo.

-¿Qué haces? -pregunto su antiguo pupilo- Puedo pagarlo yo.

-Estas muy equivocado si crees que te dejare pagarlo -acerco su rostro al del menor- Déjame consentirte- le dio un beso en la frente y camino a pagar el libro dejando a un sonrojado castaño a sus espaldas.

Ya fuera del lugar, caminaron hacia un restaurante para servirse la comida tradicional del lugar. Entre conversación, risas y sonrojos por parte del castaño, la tarde paso rápidamente.

Tsunayoshi se sentía maravillado por todo a su alrededor, parecía un paisaje de los libros que tanto le gustaban leer, mas aun su compañía. Reborn era atento con él, lo trataba como lo más preciado que tenia, le dedicaba toda su atención sin importar las miradas y coqueteo de algunas mujeres. Se sentía especial y su corazón palpitaba más rápido por eso.

Sentía los rayos del sol en su rostro, caminaban por las orilla de la playa conversando de cualquier tema que se les viniera a la mente, hasta que el azabache se detuvo y sostuvo la mano ajena.

-Tsuna -nombro mirando los ojos canelas.

-¿Qué sucede? -pregunto inquieto.

-¿Podrás algún día amarme con todo tu corazón? -pregunto acariciando la mejilla ajena.

-Reborn -murmuro aceptando la caricia- He pasado algo que nunca creí que me pasaría, confié y ame a alguien que solo me mintió, pero aunque eso me lastimo ahora estoy aquí frente a ti y acepte darte la oportunidad de conquistar mi corazón -toco el rostro de su antiguo tutor y sonrió- Porque yo igual siento cosas por ti.

-Tsuna -nombro el contrario acercándose al rostro del menor.

Sus rostros se aproximaban lentamente, sus respiraciones eran sentidas por el contrario y sus ojos se conectaron. Reborn tomo con ambas manos el rostro de Tsunayoshi, quería sentir los labios del menor contra los suyos.

Justo a unos centímetros de sellar sus labios, un fuerte trueno se sintió encima de sus cabezas y a los segundos una espesa lluvia cayó sobre ellos. Ambos rostros miraron al cielo y se rieron.

El mayor tomo nuevamente la mano del castaño y corrieron para resguardarse de la lluvia bajo un techo de una tienda frente a la costanera del lugar.

Tsunayoshi empezó a reírse por lo cómico de la situación, parecía una escena salida de alguna película.

-¿De qué te ríes?- pregunto Reborn pasándose una mano por el cabello húmedo.

-Solo me pareció graciosa la situación- comento el castaño sonriendo.

Ahí yacían viendo la lluvia caer tomados de la mano, giraron sus cabezas hasta conectar la mirada oscura y la canela. Reborn se acerco al castaño y tiro de su mano para que este quedara pegado a su pecho.

Con una sonrisa victoriosa toco la mejilla ajena sacando algunas gotas de lluvia de esta, miro nuevamente los ojos que tanto le atraían y se acerco su rostro al del menor.

Tsuna a ver la intención del azabache, acerco un poco su rostro y cerro sus ojos, hasta sentir los cálidos labios de su antiguo tutor contra los suyos, su mano desocupada de apoyo en el torso ajeno y apretó la oscura camisa de Reborn.

Sin importar de la gente que corría para resguardarse de la sorpresiva lluvia, ellos solo están pendientes de la persona que tenían en frente, nadie los sacarías del especial momento que estaban viviendo.

Al separar sus labios ambos juntaron sus frentes y sonrieron, mientras algunos rayos del sol salían de las espesas nubes formando un hermoso arcoíris.

Continuara...

Buenas noches a todos !!! les traigo el cap dos días antes de lo previsto ajjajaj parece que me llego la inspiración :D >3<

espero que les guste <3 y gracias a todos por sus comentarios :333

Nos vemos en una semanita :333 <3 bye bye