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Capítulo 2: Viaje

Estaba cansado, cansado de llorar.

¿Qué tan miserable me veré?

Junte todas mis fuerzas para poder levantarme de la cama. Al mirar alrededor del cuarto me pude dar cuenta lo destrozado que estaba, varios cuadros en el piso, maseteros, adornos y libros.

Camine a paso lento e intentando de no pisar ningún vidrio, llegue al baño. Ya frente al espejo me di cuenta que mis ojos habían perdido su brillo, estaban opacos y mi cabello era un desastre.

Poco a poco me fui desasiendo de mi ropa.

El agua de la ducha era gratificante, sentía como mis músculos se relajaban, aunque sea por un momento.

Intentaba no ponerme a llorar de nuevo, pero me era imposible, no aguante y mis lágrimas se deslizaron por mis mejillas sin ninguna retención.

¿Me merezco esto?

Seque mi cuerpo como pude y me vestí con ropa cómoda. Antes de salir de mi cuarto di una gran inspiración, no sabía si estaba preparado para enfrentar lo que venía.

En el apartamento del castaño se encontraba sus padres, Hayato y Takeshi, los cuales no se habían apartado de su amigo desde que supieron lo que había pasado por una llamada de Nana.

Escucharon como la puerta del cuarto de Tsunayoshi era abierta, lo miraron y sus corazones se apretaron.

Su amigo que siempre tenía una sonrisa cálida para ellos, la cual había sido reemplazada por una mirada de dolor y tristeza.

Sin esperar un momento, sus amigos de acercaron al castaño para abrazarlo y brindarle su apoyo.

-Gracias chicos- mencionó con lágrimas en los ojos correspondiendo la muestra de afecto.

Pasaron los minutos y la castaña tomo a su hijo de la mano, llevándolo a la cocina para que comiera, aunque sea un poco.

Por otra parte su padre miraba a su hijo y sentía impotencia. Él le había dado la bendición a Mochida para casarse con su pequeño. ¿Cómo no se había dado cuenta que tipo de persona era? Se regañaba mentalmente, aunque se felicitaba a sí mismo por haberlo ido a buscar a su oficina y haberle dado un buen golpe por haber engañado a Tsuna.

Tsunayoshi tenía entre sus manos una taza de té, estaba rodeado por sus amigos y sus padres, pero aun así se sentía solo.

El sonido del timbre los alarmo.

Iemitsu fue revisar de quien se trataba.

-¿Esta Tsunayoshi?- pregunto una señora de cabello negro.

No esperaron respuesta y solo entraron al hogar del castaño.

-Señor y Señora Mochida- dijo el castaño alarmado al verlos.

-¿Qué hacen aquí?- pregunto el peliplata ganándose al lado del castaño.

-Venimos a hablar con Tsuna- hablo el señor Mochida.

Tsunayoshi no sabía qué hacer, se sentía vulnerable y con miedo.

-¿Sobre qué?- pregunto la madre del castaño.

-Queremos que perdones a nuestro hijo- hablo la madre de Kensuke- Por favor cásate con él- lo miro con determinación.

-¿Qué?- pregunto el castaño porque no sabía si había escuchado mal.

-Que sigas a delante con el compromiso- respondió quien iba a ser su suegro.

-Ustedes están locos si creen que Tsuna se casara con un miserable como su hijo- hablo Takeshi quien siempre estaba tranquilo, pero ahora mostraba una cara de enojo.

-Eso no lo tienes que decidir tu- hablo la señora con desdén- Lo tiene que decir Tsunayoshi.

¿Podía seguir al lado de alguien como Mochida? Se preguntaba el castaño.

Absolutamente no, llego a la conclusión.

-No me cansaré con su hijo- miro a los padre de su ex prometido.

-¿Qué dijiste?- pregunto la pelinegra.

-Que no me casare con Kensuke- hablo determinado.

-¿Por qué no?- pregunto casi histérica.

-Acaso no lo ve, me engaño, durante todo este tiempo- hablo ya perdiendo la paciencia- Puede que aun sienta cosas por él, eso no lo negare, pero tengo derecho a ser feliz- dijo con lagrimas en los ojos, su madre al verlo lo tomo de la mano para darle apoyo- Su hijo me engaño, nunca me quiso, solo estaba conmigo por mi herencia, y aun así, ¿creen que volveré con el después de todo eso? Ni que fuera el último hombre del mundo- hablo ya harto de todo- Pueden entregarle esto- se saco el anillo de compromiso pasándose a la mujer y se dirigió a su habitación, seguido por su madre.

-Deberían irse de aquí- dijo Iemitsu- Antes que los saque yo mismo- amenazo.

Ya en su cuarto el castaño estaba histérico.

-¿Cómo se les ocurre venir a mi casa?- decía- Maldito sea el día en que me tenía que fijar en ese imbécil- decía con su respiración agitada- Yo lo amaba- decía mientras sus lagrimas de deslizaban por su rostro- ¿Cómo pudo?- fue lo último que dijo antes de caer desmayado.

El grito de la castaña alarmo a los demás ocupantes del apartamento, los cuales corrieron y al ver el estado de Tsunayoshi, llamaron al doctor de la familia, Shamal.

Al cabo de unos quince minutos el especialista estaba revisando al castaño, además de hacerles unas preguntas a los demás.

El menor salió de la inconsciencia y se fijo que estaba rodeado.

-¿Qué me paso?- dijo sentándose en su cama.

-Te desmayaste- respondió el doctor- Has pasado por mucho estos últimos días, además no has comido nada- dijo en tono de regaño- Te recomiendo que descanses, alejarte de todo lo que te haga mal.

Después de examinarlo Shamal se retiro y les comento que si algo le pasaba al castaño de nuevo, que no dudaran el llamarlo.

-Tsuna- dijo su padre sentándose a su lado- Hemos pensado con tu madre que deberías tomarte unas vacaciones - le tomo la mano a su pequeño.

-Puedes ir a visitar a tu abuelo a Sicilia- comento la castaña.

-Yo no lo sé- respondió bajando su mirada.

-Se que debe ser difícil para ti- hablo su madre- Pero no debes seguir llorando por alguien que no merece esas lagrimas- toco el rostro de su hijo con cariño- Piénsalo, tu abuelo estaría feliz de tenerte otra vez en su casa, como cuando tenias doce años.

-Lo pensare- respondió cansado.

Durante toda la noche medito sobre la idea de su madre, no le vendría mal estar una temporada donde su abuelo Timoteo. Le encantaba la hacienda que tenía, la casa era espaciosa, tenía un jardín delantero con una infinidad de flores que combinaban con la fachada blanca de la casa; además estaba a unos cuantos metros de una playa.

Pasaron dos días, ahora Tsunayoshi se encontraba llegando a la casa de su abuelo, el cual estaba entusiasmado por tenerlo de nuevo en su hogar.

El vuelo había sido largo y cansador, pero al ver el paisaje por la ventana del auto había valido la pena. Los imponentes arboles de un tono verde contrastaban con las aguas azules que se mecían con las olas.

Llego a la residencia que sería su hogar por un par de meses, al bajarse del auto conducido por Coyote, el secretario de su abuelo, camino hasta la entrada donde estaba el anciano esperándolo.

-Querido nieto- dijo abrazándolo.

-Abuelito- hablo este correspondiendo el gesto.

-Espero que aquí olvides todo el mal momento que pasaste- hablo mirándolo con cariño- Tendrás un auto a tu disposición y tu habitación es la misma de cuando eras pequeño.

No podía olvidar esa casa, había pasado dos años en aquel lugar.

En ese tiempo Timoteo había estado delicado de salud, por lo que su familia se vino a quedar con él mientras su padre se encargaba provisionalmente de manejar la empresa.

Camino por los pasillos, mientras varios empleados lo saludaban con una gran sonrisa.

Abrió la puerta de su cuarto y quedo impresionado.

La pequeña cama había sido reemplazada por una más grande, los tonos azules de su edredón combinaban con la madera oscura de las paredes y el piso.

Mientras desasía sus maletas, pensaba en que estaba decidido a dejar de estar triste, tenía que superar todo ese dolor que tenia dentro.

-Es un lindo día- dijo mirando por la ventana.

Recién eran las diez de la mañana, así que decidió ir a dar un paseo por la cuidad que estaba a unos veinte minutos. Camino hasta el despacho de su abuelo para pedirle las llaves del auto y este con una sonrisa se las entrego.

-Que te diviertas- le dijo antes que se fuera.

Le encantaba la arquitectura de la ciudad, era una combinación de lo antiguo y lo nuevo.

Caminaba tranquilamente por las tiendas, mirando de vez en cuando los vidrieros. Al darse vuelta para volver a transitar choco con un fuerte torso, en donde perdió el equilibrio y cayó sentado al suelo.

-Dame-Tsuna siempre será dame-Tsuna- dijo la persona con la que había chocado.

-Reborn- dijo el castaño sorprendido, solo había una persona que le decía así, su antiguo tutor.

-Ciao- pronuncio tendiéndole la mano al castaño.

Continuara...

Holooooo !!! :333 les traigo el nuevo cap que demore en escribirlo un poco jejejje :3 gomeeeeeen he estado ocupada con las cosas de la universidad ToT

Espero que les guste y gracias por leer <3

Nos vemos pronto ;)

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