Primero que nada una disculpa que me he equivocado con el orden de los capítulos y por mi descuido al final tendrán 3 capítulos en eun día.

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Rápidamente la morena se levantó seguida de su esposo cada uno se colocaron a ambos lados del rizado intentando tranquilizarlo, pidiéndole que no se alterara, Anne le mostraba la manera en la que debía respirar, poco a poco el ojiverde parecía reaccionar, hasta que comenzaron a explicarle toda la situación quién era, quiénes eran ellos, donde estaba y cómo había llegado ahí, fue en ese momento que el pánico se terminó en lágrimas que comenzaron a descender una vez más como cascadas por sus mejillas al escuchar que había estado por semanas en coma que al despertar no había recordado nada pero que no se preocupara porque ellos como su familia iban a estar ahí para él, para apoyarlo en cada momento o paso que diera  en este nuevo camino para recordarle quién era y cuánto ellos lo amaban.

El hombre de mediana edad tomó la iniciativa, tomando un poco de pasta con el tenedor y miró al joven.

—Harry abre la boca por favor y come — pidió en un tono suave, dejando notar el amor a su hijo en aquella frase, Des miró los ojos de Harry recordando aquellos momentos cuando era un bebé, el rizado un poco dudoso por la acción del mayor, lo miró a los ojos de igual manera, abrió la boca y comenzó a comer.

Desmond cambió el lugar con su hija y durante toda la cena le dio de comer a su hijo en la boca, sus orbes se llenaron de lágrimas cuando su hijo sonreía marcando ese par de hoyuelos que lo hacían único.

Después de la cena, Gemma levantó la mesa y se ofreció a lavar los platos mientras ellos subían a Harry a su habitación, le enseñaron como lavarse los dientes, Anne lo ayudó a cambiarse y ponerse la pijama, el rizado volvio a sorprenderse al ver su cuerpo lleno de tinta pero no protesto en absoluto, sólo dejó que ambos lo arroparan y cantaran una canción hasta hacerlo dormir.

A su madre le dolía ver de aquella manera a su pequeño bebé, como cada noche antes de dormir lloraba y era consolada por su marido, pero en esta ocasión ambos rompieron en llanto porque todo era más difícil de lo que llegaron a imaginar, al igual que cada noche está vez aún al pie de la habitación del rizado, Des limpió las lágrimas de Anne y dejó un beso en su frente.

— Cariño, todo va a estar bien, Harry volverá a ser el Harry que conocíamos, no debemos perder la esperanza — dijo con un hilo de voz — Ya veras que nuestro chico logrará recuperar la memoria y todas la incógnitas nos serán resueltas.

— Lo sé... — apenas lograba hablar entre lágrimas — No quiero perder las esperanzas pero Des, ¿por qué ahora todos lo dejaron solo? Ahora que él necesita se sus amigos y ese chico que estoy segura era su novio, no entiendo como lo dejaron solo ahí afuera de ese bar.

— Yo tampoco lo sé, pero cariño debemos ser fuertes por él, ser pacientes, como cuando era un bebé supongo que volveremos a ayudarlo y guiarlo.

Desmond le recordó con cuidado y de la manera más senera posible cuando le enseñaron a caminar por primera vez, cuando le enseñaron a comer por su cuenta, lo mucho que se tardaron en que Harry aprendiera a escribir su nombre, con la voz esperanzada le dijo que poco a poco él recordaría, pero sería un trabajo muy duro para todos, tendrían que tenerle más paciencia que antes porque ahora estaba consciente de todo lo que debía saber y no lo sabía y hace unos años era diferente porque apenas estaba conociendo el mundo por primera vez.

Por su parte la chica rubia había vuelto a tomar el celular de su hermano y cuando los vio subir corrió a la sala a buscar el celular de su hermano y llamó nuevamente al número que se negaba a escuchar noticias de Harry; esta vez llamó desde un nuevo móvil que ella había comprado para intentar hablar con el chico esta vez esperaba obtener al menos una respuesta 1... 2... 3... el timbre sonaba una y otra vez pero este seguía sin responder hasta que contestó la operadora pidiendo que dejaran un mensaje de voz, soltó un suspiro y no muy convencida lo hizo pidiendo que le regresará la llamada, sin ánimos llegó de vuelta a la cocina, para seguir con los platos.

Desmond cada día llegaba a la hora de la comida para darle de comer a Harry y siempre le contaba que hacía eso cuando él era un bebé, al rizado le parecía un gesto lleno de amor y con el paso e los días dejó de oponerse a comer de esa manera, cuando terminó, Gemma se levantó de la mesa yendo por algo a la cocina y tomó un par de bananas la fruta favorita de su hermano menor.

—Toma Harry, para mi monito favorito — el rizado la miró sonriendo por la manera en la que lo llamaba, la rubia le entregó una banana y le explicó cómo abrirla el rizado estaba más tranquilo estas últimas semanas había vuelto a sonreír y todos intentaban mantener una nueva rutina a la hora de comer con Harry.