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Capitulo 11: Cumpleaños.

Prov. Normal.

Marinette veía sería al doctor pero con una pequeña sonrisa. Sus padres pusieron una mano en los hombros de su hija, vieron al doctor y asintieron como señal de que también estaban de acuerdo con que operaran a su hija. El doctor, que conocía a la peli-azul desde pequeña, le dedicó una pequeña sonrisa a la familia y tomó unos papeles de su escritorio.

-Bien, si están todos seguros de hacerlo, entonces lo haremos. A partir de mañana empezaremos con tus radioterapias y te haremos una resonancia magnética del cerebro y médula espinal. Después en una semana más te internaremos en el hospital, aún que seguirás asistiendo a la escuela, así que trae suficiente ropa, te arreglaremos una habitación privaba. Veamos...también podrás recibir visitas a cualquier hora, pero nadie se puede quedar en la noche. Las enfermeras te estarán vigilando cada hora por si llegara a haber algún problema. ¿Alguna duda?

-Si, ¿más o menos cuando operaran a nuestra hija?

-Bueno Tom, primero tenemos que esperar a que las radioterapias reduzcan lo más que se pueda el tumor más grande, así que calculamos un año como máximo. A no ser que pase algo durante la espera y tengamos que operar antes de lo previsto. Pero la fecha será para... Febrero 10, esperemos que todo salga bien durante la espera. Hasta entonces, cuídate mucho Marinette, y toma esto, aquí dice lo que pude pasar con las radioterapias que recibirás.

-Muchas gracias Doctor.

-Nos vemos luego, espero que no tan rápido.

Los padres de Marinette se despidieron del doctor y después se fueron junto con su hija. Al llegar a su casa, Marinette se fue a su habitación para descansar. Puso su bolso en el pequeño sillón que tenía y después se puso una pijama para dormir. Tomó las hojas que le dio el doctor y se fue a acostar en su cama, Tikki salió del bolso de la chica y se fue a recostar con su portadora. Marinette se quedo leyendo sobre todo lo que le podría pasar con sus próximas radió terapias, de las cuales algunas eran: Enrojecimiento de la piel y labios, perdida del cabello, la piel pude empezar a pelarse o ponerse oscura y presentar picazón en la piel. Eso empezó a asustar un poco a Marinette, aún que sabía que era por su bien, pero también por su bien decidió dejar de leer esas cosas tan malas y dormir un poco. A la mañana siguiente, Marinette se despertó y como siempre se vistió para ir a clases, tomó sus cosas y después de comer su desayuno se fue. Al llegar a la escuela, decidió irse directo al salón de clases, ya que quería seguir leyendo todo sobre su radioterapia. Pasaron unos minutos sentando en su lugar hasta que Félix llego y se sentó a su lado.

-Marinette, pensé que no habías venido, pero Alya me dijo que estabas aquí.-dijo el rubio mientras se sentaba a su lado y veía a la peli-azul.

-Oh, si. Lo siento si te preocupe Félix. Es sólo que quería leer un poco más esto.-dijo la chica mostrando el folleto que tenía en manos.

-¿Que es eso?

-Es un panfleto donde dice todo lo que me pasara después y durante la radioterapia, que empieza hoy.

-¿Ya tan rápido? Es decir...bueno, no soy médico ni nada pero, ya sabes...

-No te preocupes Félix. No será tan...malo, espero.

-¿Puedo leerlo? Si no te molesta.

-Si, claro. Aún que no tienes que hacerlo.

-Creo que es necesario si es que estaré a tu lado cuando pase todo esto.

Marinette vio a Félix, el cual sonreía y tímidamente tomaba la mano de la chica, la cual ella cuidadosamente aparto, aún que si le devolvió la sonrisa. Félix se quedo un poco serio, y después de eso se puso a leer sobre la terapia de la chica que tanto le gustaba. La chica se puso un poco nerviosa por lo que le pasaría en tan sólo dos semanas, así que Félix la tranquilizo con unas dulces palabras y volviendo a tomar la mano de Marinette, todo eso sin saber que alguien los veía. Las clases empezaron y rápidamente llego el almuerzo, y como Marinette le había prometido a Adrien ir al gimnasio y seguir practicando baloncesto un poco, la peli-azul se fue con ese rubio ojos verdes, y Félix, para no molestar a su hermano menor, decidió irse como siempre a la biblioteca.

-Marinette, mira. Si doblas un poco las rodillas así, y saltas un poco podrás encestar.-decía Adrien sonriendo y tomando la mano de Marinette junto con el balón en manos de la chica. Esta se sonrojó un poco y aparto la mano del rubio, igual que hizo con su hermano.

-Lo siento Adrien. Estoy un poco distraída desde la mañana.-dijo la chica mientras iba y se sentaba.

-¿Estas bien? Si te sientes mal o algo puedo llevarte a la enfermería.-dijo el chico rubio preocupado.

-No, no es necesario. Estoy bien es sólo que...

-¿Que pasa?

-Bueno, hoy es mi primer día de radio terapia y pues...estoy un poco nerviosa por los efectos secundarios.

-O-Oh, ya veo. Bueno, no tienes de que preocuparte Lady, recuerda que yo prometí estar contigo en todo momento.-dijo Adrien sonriendo para Marinette mientras se sentaba a su lado.

Ella lo vio y le sonrió para después decirle un gracias. Siguieron hablando un poco más y después siguieron encestando un poco más, aún que Marinette no podía hacer ni una sola, era divertido pues ambos reían y se divertían. Al igual que cuando la chica estaba con Félix, alguien veía como ellos dos reía y hablaba de manera tan alegre. Ya de regreso a las clases, estas pasaron rápido para la peli-azul, pues ella estaba concentrada en su radioterapia. En la salida, Adrien, Felix, Emi, Alya, y Nino decidieron ir a acompañar a su amiga al hospital, cosa que le gusto mucho a la chica, al igual que a sus padres, quienes les sonrieron a todos de forma agradecida. Ya en el hospital, todos estaban en la habitación en la que Marinette casi siempre esta, todos hablaban para disimular los nervios hasta que una enfermera llegó.

-Vaya, parece que tienes muchos amigos Mari.-dijo la enfermera rubia sonriendo.

-Gracias Lucy.-contestó la chica sonriendo.

-Bueno linda, esto dolerá un poco, y tal vez te sientas un poco mareada después.-la enfermera se acercó a la chica con una pequeña carrera llena de bolsas de intravenosa, agujas, alcohol y algodón (gasas). Tomó un algodón y alcohol, lo frotó en el brazo izquierdo de la chica.-Bien, sentirás un pequeño pinchazo y un leve ardor.-atravesó la piel de Marinette con una aguja, introduciendola en la vena de la chica.

-Auch.

-Ya esta, ya esta.-acomodo la intravenosa y empezó a gotear el medicamento.-Listo linda. Ahora sólo espera a que se termine el medicamento habrá terminado tu primer radioterapia.

-Gracias Lucy.-dijo la chica sonriendo mientras la enfermera salía de la habitación.

La pequeña Emi se acercó a Marinette.

-Hey, ¿no te duele Mari?-dijo la castaña viendo a la peli-azul

-No, arde un poco pero es soportable. Creo que me puse nerviosa para nada.-dijo la chica en camilla sonriendo.

Los padres de la chica fueron a hablar un poco con el doctor sobre el día en el que van a internar a su hija. Todos los jóvenes estudiantes hablaron un poco, para que no hubiera ningún silencio incómodo por ver a su amiga recibiendo radioterapia por intravenosa. Adrien hablaba a la par que sus amigos, Felix trataba de hablar un poco, era un poco difícil para los dos chicos rubios ver a la chica que tanto aman, en ese estado, y más para Félix que sabía los efectos secundarios. Paso el tiempo rápido, gracias a las ocurrencias y platicas que sacaba Emi, haciendo que la espera y tratamiento de la chica fuera divertido y rápido. Todos se fueron a su respectivo hogar, Marinette se quedo un rato mas en el hospital para firmar unos papeles, así que todos se fueron. En el camino, Adrien y Félix no hablaban, no era por estar peleados ni nada, era más por la preocupación que tenían por la chica que permanece en sus corazones. Emi los veía preocupada, ella sabía los sentimientos de sus dos primos, pero no podía hacer nada, si apoyaba a uno, el otro sufría y eso era algo que la castaña no quería. De repente la chica se le ocurrió algo, una pequeña idea que tal vez alegre a ambos rubios que tiene de primos.

-¡Adrien! ¡Felix! Ustedes adelantense, yo tengo que hacer una llamada.-dijo la chica sonriendo y corriendo lejos de sus dos primos.

Los dos chicos vieron a su prima correr energéticamente, voltearon a verse.

-¿Crees que sea bueno dejarla sola?-dijo Adrien un poco confundido y preocupado por su prima.

-No, pero si decimos o hacemos algo, hará un berrinche. Mejor vamos y esperemos en casa dos horas. Si no viene la vamos a buscar.-dijo Felix caminando.

Su hermano menor asintió y siguió a su hermano hasta su casa. Emi llegó 1 hora y media después de ellos, y tenía una gran sonrisa de satisfacción y emoción. Los rubios le preguntaron que había hecho pero ella no les contestó, solo dijo "Is a secret" y se fue saltando a su habitación. A la mañana siguiente, los dos rubios hicieron lo de siempre, levantarse por gritos de su prima, desayunar e ir a clases. En el camino Emi iba muy emocionada, eso era extraño pero los chicos pensaron que tal vez comió dulces o algo con mucha azúcar. Al llegar a la escuela, Felix se fue a la biblioteca como siempre y Adrien se quedo hablado con Nino y Alya en el pasillo. En la silenciosa y grande biblioteca, Marinette esperaba a Felix, quien en cuanto la vio le sonrió mientras se acercaba a ella.

-Buenos días Marinette.-dijo el rubio sonriendo. Le gustaba mucho poder ver a la peli-azul que tanto le gusta por las mañanas.

-Buenos días Felix. Te he traído algo-contesto la chica sonriendo. Metió su mano a la mochila y sacó una caja gris con un listón rojo.-Toma, feliz cumpleaños Felix.

El chico tomó la caja, con un sonrojo que culminaba a la perfección con el listón rojo. El chico había olvidado que hoy era su cumpleaños y el de su hermano también, ya que ambos nacieron el mismo día pero con deferencia de un año.

-G-Gracias Marinette.-dijo el chico sonrojado al ver la sonrisa de la chica.

-No hay de que. Abrelo vamos, espero que te guste.-dijo la chica sonriendo.

Felix asintió y abrió el regalo que le había dado la chica que le gustaba. Al hacerlo, vio a un era una camisa blanca de mangas largas, con las iniciales F.A bordadas cuidadosamente en el pecho. Eso provocó una mirada de felicidad en el rostro del rubio, una mirada que muy pocos habían visto, casi nadie para ser más claros, este era el primer regalo que recibía de la chica que más quiere en el mundo.

-¿Te gustó?-pregunto la chica jugando con sus manos

-Claro, es muy linda. ¿tu la hiciste?

-Si. Ayer Emi me llamo y me dijo que hoy era tu cumpleaños y el de Adrien, así que me pase la noche haciendo esto para ti y otra cosa para Adrien.

-¿Emi te dijo? Ya veo, por eso se fue ayer. Bueno, muchas gracias Marinette.

La chica sonrió dulcemente sólo para el rubio, quien sonreía al ver a la chica que tanto le gusta. La biblioteca poco a poco va pasando a ser, no sólo uno de los lugares preferidos de Félix no sólo porque puede estar tranquilo, si no porque allí va pasando dulces momentos con la chica que tanto quiere, ellos hablan, se conocen mejor, pequeños momentos que permanecen en la memoria de ambos. Las clases empezaron, Félix estaba más que contento durante todo el tiempo de clases, era casi de miedo verlo sonriendo; Ya en el almuerzo, antes de ir a buscar a Adrien, Marinette le dio un pequeño almuerzo a Félix que su madre le había ayudado un poco a preparar, uno para el y otro para su hermano. Después de eso, fue a buscar al otro rubio que hacía de héroe por las noches y cuando la situación lo necesitaba, ese rubio estaba en el gimnasio. Para el, la chica había hecho una camisa negra con una garra verde y pequeña en el pecho, inspirado en su alter-ego Chat Noir, y en esa garra tenía las iniciales A.A. Marinette entró al gimnasio, el cual se encontraba sólo Adrien y nadie más.

-Hola Lady.-dijo Adrien sonriendo al ver a la chica que le gusta.

-Hola Adrien. Ven, he preparado un almuerzo para ti.-dijo Marinette devolviendole la sonrisa y sentándose en el piso, recargada en la pared.

-¿Un almuerzo? Muchas gracias Mari.-Adrien fue y se sentó junto a la chica de cabello azulado.-¡Oh! Yo también te traje algo-puso su mano en su bolsillo de su camisa y sacó un collar.-Toma, es para que sepas que yo siempre estaré contigo, My Lady.

Marinette tomó el collar, y este era un relicario, que al abrirlo tenía una foto de Ladybug y Chat Noir. Esa foto estaba en el blog de Alya y casi todo el mundo ya la había visto. Ella le sonrió al rubio y se lo puso.

-Muchas Gracias Adrien.-dijo la chica sonriendo mientras el chico le sonreía devuelta-Yo también traje algo más para ti.-saco una caja roja con un listón azul-Ten, feliz cumpleaños Adrien.

-¡C-Cielos Marinette! ¿como supiste que hoy era mi cumpleaños?-dijo el Adrien sonrojado y tomando la caja.

-Emi me lo dijo ayer. Espero que te guste, yo misma la hice.-contestó Marinette sonriendo.

Adrien abrió su regalo y vio esa camisa. Sus ojos se iluminaron, no era la primera vez que recibía algo hecho a mano por una chica, pero si la primer cosa que tenia hecha por la chica que tanto le gustaba. El rubio de ojos verdes sonrió alegre, vio a la chica con esos ojos tan iluminados y suspiro, definitivamente estaba muy enamorado, tanto como su hermano. Le agradeció y después comió el almuerzo que le trajo la chica, y esto hizo que se alegrará más, pues era una comida muy buena, y además ella había traído croassans (o como se escriba xD yo los conozco como "cuernitos") Al terminar de comer, los dos jóvenes hablaron un poco más y luego jugaron baloncesto, Marinette estaba tomando mucho interés por ese deporte. Ahora, para Adrien, estar en el gimnasio en donde pasaba gran parte de su tiempo por las prácticas de esgrima y baloncesto, se estaba transformando en un lugar único en donde podía estar con su Lady como civiles, pero nada podía alcanzar a la Torre Eiffel donde pasaban mucho más tiempo como los héroes de París, aun así, el gimnasio de su escuela se convertía en su segundo lugar favorito gracias a que este le daba tantos ratos con esta chica que le hacía latir su corazón. Ya de regreso a clases, Félix le agradeció más que contento a Marinette por el almuerzo, en esos momentos al rubio agradecía por comer solo, pues ese día tenía una sonrisa de lo más "estúpida", según el, pero valía la pena por comer algo que la chica que le gusta le preparó. Las clases pasaron rápido, y cuando llegó la hora de salida, todos los amigos se reunieron, ya que Emi había planeado una pequeña "fiesta" para sus primos, nada muy grande, solo ellos dos, Alya, Nino, Marinette y ella. Marinette preparó algo de comida, Nino llevaría la música, Alya tomaría fotos y quería hacer un álbum de fotos para todos, Emi dijo que llevaría bebidas y chucherías para comer.

Todo eso no era mucho del estilo de Felix, pero quería pasar tiempo con Marinette, además que Adrien lo convenció de ir, pues al principio no quería ir, e iba a dejar a su hermano menor ir y estar un día con la chica que ambos quieren, pero lo que Adrien quería era pasar un día divertido, no sólo con la chica que le gusta, sino también con sus amigos y su familia. Todos iban ya asia la salida para ir director al parque, donde estaban los padres de Marinette acomodando todo para los chicos, a ambos adultos les gustaba mucho ver a su hija tan feliz y alegre. De repente, Marinette se detuvo en seco.

-Ay no.-dijo la chica de cabello azulado.

-¿Que pasa Marinette?-dijo Félix, quien iba a un lado de la chica al igual que Adrien.

-Olvide mi cuaderno de ciencias en el salón. Ya vuelvo.-dijo ella mientras se dirigía a su salón, sin esperar respuesta de sus amigos.

Ellos la esperaron por unos minutos, pasaron 3, 5, 6, 15 minutos y no venía. Todos se empezaron a preocupar y cuando Félix y Adrien iban a ir a por la chica, se escuchó un estruendo, alguien cayendo y azotando en el piso, seguido por muchos estudiantes corriendo, incluidos los 5 amigos de la chica. Al llegar al lugar de donde vino el ruido, Félix y Adrien miraron preocupados e impactados a la chica de cabellos azules tirada en el piso inconsciente, había caído por las escaleras. Ellos dos rápido fueron asia la chica, la iban a mover pero vieron algo de sangre resbalar por su frente, rápido Emi tomó su celular y llamo a una ambulancia, Alya saco el suyo también y llamo a los padres de la chica. La vista de todos fue dirigida asia las escaleras, en donde se encontraban dos chicas impactadas y recibiendo miradas de odio de parte, no sólo de todos los que estaban presentes en la escena, sino también de ambos rubios.

-¡LILA!-grito Adrien furioso y asustando a la castaña

-¡BRIDGETTE!-grito Félix igual de molesto que su hermano mejor, y también asustando a la otra chica de cabello azulado.

Ellas dos...¿habían empujado a Marinette de las escaleras?

El amor puede ser capaz de muchas cosas...

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