Una noche loca Parte II
(...)
-Por favor, por favor papá déjame ir sólo será un rato, si por favor- suplica Elif ha Marco que está empacando sus cosas para el viaje. hoy habrá una fiesta en la casa de algún chico en especial, Elif está invitada.
-Elif- dice Marco y se nota que está irritado.
-Mamá ya me dio permiso, solo faltas tú papá, solo sera un rato Aaron podrá ir por mí.
-Elif, no, sola no quiero que vayas.
-No iré sola iré con mis amigas.
-No me basta- ella pone los ojos en blanco.
-¿Y sí Tess me acompaña?
-Convencela si puedes.
-No Elif, sabes que jamás me han gustado ese tipo de cosas además recuerda que pasó la última vez que salimos a una "fiesta"- Contestó Tess de inmediato. Elif resopla, su mirada se dirige a mí y entrecierra los ojos en mí dirección.
-¡Ah, no!- le digo.
-Papá- Lo llama Elif.
-¿Sí?.
-¿Y sí Anais me acompaña?- Marco sale de la habitación y me mira con interrogación.
-No Elif, yo- ella me mira como si fuera su única salvación parece que si quiere ir a esa fiesta- está bien te acompañaré.
-Está bien, pero a las 2 AM las quiero aquí- accede finalmente.
...
¿En qué momento me deje convencer de cometer está estupidez?... No me gustan las fiestas, no me gusta vestirme tan provocadora mente y mucho menos me gusta vestirme... ¿Cómo dijo Elif? ¡Ah sí! Sexy. Cuando vivía en California de vez en cuando salíamos, bueno tampoco es que mamá me dejara salir mucho y yo tampoco soy una persona que le guste andar de fiesta en fiesta. Suelto un suspiro, me miro en el espejo de cuerpo completo que ahí en mi habitación. Tengo unos jeans, unos crop top de tiras cruzadas, unos zapatos de plataforma negros, me enrole las puntas de mi cabello. Todo bien complementado con un maquillaje discreto. No estoy tan mal, no tengo un mal cuerpo no soy un espagueti, pero tengo piernas anchas. Eso hace que me sienta orgullosa de mi físico, mis ojos ahora están más oscuros ya no son amarillo ahora son mieles.
-Anais- me llama Elif del otro lado de la puerta- ¿ya estás lista?- pregunta, miro mi celular son las 8:00 PM.
-Sí, pasa- le contestó- Te odio.
-No me puedes odiar, me amas- yo le pongo los ojos en blanco. Juntas bajamos las escaleras, en la sala de estar están todos. Marco y Claudia con una maleta lista y Aaron y Tess en los sillones.
-Es hora de irnos Aaron- dice Elif.
-Vale, vamos.
-Que hermosas están- dice Tess.
-Adiós papá, Adiós mamá- dice Elif.
-Adiós niños, cuidense nos vemos en domingo en la noche- Marco se acercó a nosotras y nos deposita un beso a cada una. Elif sale por la puerta principal junto a Tess y Aaron, yo estaba apunto de hacer lo mismo pero siento como me toman del antebrazo. Miró por encima de mí hombro es Claudia.
-Anais mira- Claudia me da un pedazo de papel con algo escrito- es la dirección donde se está quedando tú tía no ha parada de llamar deberías darle la oportunidad y hablar con ella- tomo tomo el pedazo de papel y lo guardo en mis jeans.
-No haría eso ni aunque mi vida dependiera de ello.
-Por favor Anais, solo quiere hablar- insiste yo pongo los ojos en blanco.
-Está bien, hablaré con ella.
-Gracias, cuidate mucho- ella me da una beso en la mejilla.
No entiendo de que quiere hablar... ¿Qué mierda pretende con esto?... Subo en los asientos de atrás, no estoy de humor para una fiesta. No quiero soportar a todos los adolescentes embriagados y drogados.
...
Bajo del auto junto a Elif, Aaron y Tess se despiden informándonos que ha las 2 AM pasa por nosotras. Giro en mis talones en frente de nosotras, una mansión muy grande, la música está tan alta que se escucha tres cuadras a la redonda... Aún me sigo preguntando cómo me dejé convencer de esto... Elif tiene una sonrisa radiante... Bueno todo sea por hacer feliz a mí hermana. Entramos a la gran casa, las luces son cálidas y la música me está ensordeciendo. Veo personas manoseandose, ebrios por todos lados y eso que apenas son las 8:30, drogados, personas bailando frenéticamente, más personas drogadas y lo que no podía faltar alcohol... Ge-ni-al. La luces de neón, el salón demasiado grande todos están bailando a ritmo de una electrónica. Miró ha Elif que está mirando para todas las direcciones.
-Vamos por algo de tomar- grita aunque su voz apenas es audible.
Me toma de brazo y prácticamente me arrastra a un mini-bar donde nos atiende un badman, las personas que viven aquí deben de tener demasiado dinero como para contratar un badman privado. Elif pide dos bebidas las cuales no alcanzo a escuchar su nombre pero seguramente tienen alcohol, el nos entrega nuestras bebidas.
-Salud, por una noche loca- dice ella, tronamos nuestras comas, el líquido pasa quemando mi garganta. No estoy acostumbrada a éste tipo de bebidas. Así pasamos unos cinco minutos tomando y hablando de cosas sin sentido, porque en realidad no le escucho bien ha Elif así que sólo asiento. Llevo aquí poco menos de media hora y ya la música me está aturdiendo, la electrónica y la música bailable no es lo mío. El Dj pone otra electrónica creo que se llama "believer" empiezan a sonar y Elif se vuelve loca.
-¡Oh me encanta, me encanta!- exclama con emoción- vamos bailemos.
Sin esperar una respuesta me tomó del antebrazo y me arrastra a la pista de baile, a pesar de que el salón es muy grande ahí muchas personas bailando. Y puedo asegurar que la gran mayoría están ebrios ó drogados, eso hace que se dificulte bailar libremente. No sé en que momento de nos unen dos chicas más que parece que son amigas de Elif, aunque no las conozco. Por un momento me dejo absorber por la música, sigo bailando libremente entre la multitud, a pesar de mis esfuerzos por dejarme llevar es imposible. Mi cerebro me atormenta pensando estupideces y no me deja disfrutar del rato, llevo unas cuantas copas y la verdad estoy bebiendo muy rápido (oh me están obligando a beber muy rápido). Elif las otras dos chicas y yo volvemos a la barra me siento en un taburete, miró con más atención al badman. Es un hombre apuesto, con un cuerpo marcado, unos ojos mieles que hacen relucir con la poca luz, un rostro delineado. En realidad en muy apuesto, miro a mí hermana que hablar tranquilamente con sus amigas y por lo visto se olvidó de mí.
...
Me escabulló entre la pista de baile para ir a sentarme en donde sea, han pasado más ó menos unas dos horas desde que llegamos. Mis pies no dan abasto y los tacones no ayudan mucho, me siento en un taburete y resopló con irritación, mí cabeza da vueltas muchas vueltas, la música me tiene anonadada y no pienso con claridad... Parece que los tragos están asiento efecto. Me escabulló entre ebrios, drogados, pisones y una que otras palabras grosera por haberme dicho cosas indecentes. Llegó al patio trasero, el frío de inmediato taladro mis huesos, miro el bosque no sé por que me siento atraída hacía el. Saco mi celular de mi bolso de mano y le marco ha Elif, yo ya me quiero ir el dolor de cabeza y el exceso de tragos no es una buena combinación. La muy maldita no contesta... inhala, exhala... Ya me puse de mal humor de verdad que ya me quería ir. Un escalofrío me recorre mi espina dorsal haciendo que cada bello de mí nuca se Erice. Un mal presentimiento me invade, la sensación de ser observada... Tal vez es un asesino es serie, un pedófilo ó pueden ser los mismísimos hermanos Cranwell, lo cual es peor. Nadie me está observando, sólo es mí activa imaginació. Escucho pasos provenientes del bosque, de inmediato me sobresaltó, mi respiración se vuelve agitada trago saliva y finjo estar hablando por el celular.
-Hola hermana, hasta que me contestas... Yo ya me quiero ir ¿vienes?... ¡Claro!... Estas en la puerta principal... ¡Perfecto!... Voy para allá- finjo colgar pero en ese instante suena... Adiós plan de escape del asesino en serie. Un número desconocido muerdo mi labio inferior... Éste es el momento en la que la chica de la película de terror contesta la llamada y la voz ronca del asesino le susurra que va ha morir... Tengo pulso agitado y aún no sé si contestar.
-Ho... Hola- digo finalmente contestando, se escucha un silencio.
-Yo que tú me alejaría de bosque y entraría a la fiesta- no conozco la voz... ¡Mierda!.
-¿Eh?¿quién habla?- silenció de nuevo, retiró el celular de mí oreja y ya han colgado.
Miró hacía todos lados estoy paranoica... Sólo fue una broma de mal gusto... Espero ha no haya sido Elif por que le cortó la lengua, me dispongo a volver ha la fiesta pero una canción conocida me detiene. Frunzo el ceño y vuelvo a mirar el bosque, trato de ignorarla pero es imposible, la maldita canción hace efecto en mí y ya no soy capaz de detenerme.
...
Cuando vuelvo en mí estoy en medio del bosque esperen... ¿Qué rayos paso aquí?... Miro para todos lados, trato orientarme pero no hay más que árboles y pantano... ¿Qué carajos paso aquí?¿a qué hora llegue?... Un profundo miedo comienza apoderarse de mí, el sonido de una rama moverse me ínsita a mirar a las copas de los árboles. Quedó paralizada, en shock, petrificada. Al frente de mí se visualiza la silueta de un hombre sentado de una rama, no veo su rostros porque está muy oscuro pero sus ojos rojos resaltan. Por instinto doy un paso atrás, en un movimiento rápido casi visible salta del árbol y cae al suelo sin ni siquiera doblar un poco sus rodillas, no sabía que estaba pasando, sólo sabía que en ese momento estaba en pánico tanto que había quedado shockeada.
-Al fin te tengo Anais- su voz era ronca como si se hubiera acabado de despertar.
-¿Qui... Quién eres?- preguntó, pero en un susurro pues el miedo no me deja hablar.
-Siempre las mismas preguntas ¿quién eres?¿qué quieres?¿qué eres? Bla, bla, bla que aburrido- se sigue acercando a mí y yo sigo retrocediendo, tropiezo con algo y caigo de espaldas. Busco con que defenderme pero no encuentro más que ramas y hojas secas, él se pone de cuclillas pero aún teniéndolo cerca no logro ver su rostro- tú sangre debe de ser deliciosa pues de puede oler a kilómetro de distancia- relame sus labios- he estado esperando este día por semanas y al fin te tengo aquí.
-¿Qué quieres?- apretó los párpados y una lágrima cae, no me hago a la idea de que voy ha morir.
-Tienes mucha suerte no podre divertirme contigo así que no hagas las cosas difíciles- me tomó del cabello y yo jadeo y hago una mueca.
Empieza arrastrarme de los cabellos, grito y trato de soltarme pero no lo logró, en un momento de descuido logró darle una patada en su entrepierna. En ese instante la adrenalina y el miedo lanzaron una descarga eléctrica por todo mi cuerpo, haciendo que corriera, huyera, no sabía bien porque pero lloraba tenía muchos sentimientos encontrados. Miré hacía atrás para asegurarme que no me siguiera y cuando fije de nuevo mi vista al frente choque con alguien.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro