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Capítulo 45 Juicio Final

Era algo jodido pensarlo hacía cinco meses mí vida era tan normal, tan patéticamente normal, vivía en un paraíso a comparación de lo que ahora estaba viviendo, critique a mí padre por su abandonó sin saber la razón. Sentí miedo cuando tenía que llenarme de valentía, lloré cuando tenía que sonreír, no aproveche el poco el poco tiempo que me quedaba, no reí cuando debía, ni le dije “Te amo” a las personas que lo merecían. En éste punto de mí vida donde estaba entre la espada y la pared era más lo poco que ganaba y mucho que perdía.

Mí madre dio la vida por mí, ahora yo debía hacer lo mismo por mis hermanos, sería bueno decir que tenía un plan, pero en realidad no lo tenía. Sólo quería devolverle la paz a mí padre, sería muy bueno decir que por primera vez quise huir de alguien ó de algún problema, como siempre lo hacia, pero no tenía vuelta atrás. Mientras se acercaba la hora de juicio final seguí admirando las estrellas que relucían en el infinito.

FLASHABACK

-Mamá ¿qué son esas puntos brillantes en el cielo?.

-Son estrellas mí cielo- contesto mientras acariciaba mí cabello.

-¿Para que sirven?.

-Son pedazos gigantes hechos de piedra, fuego y hielo que recorren la galaxia, por miles y miles de años, son libres, tan libres como el aire pero... Están condenadas a seguir un mismo camino.

FIN DEL FLASHABACK.

Solté un lágrima que cayo justo al suelo de tierra a mis pies, a está hora de la madrugada y en toda la tarde me había escondido de todos, mí tía tenía a todo su equipo buscándome, lo sabía. Limpié las lágrimas que en algún momento de la noche derrame y me arme se valor para seguir mi camino y no salir corriendo, otra en su sano juicio abría pedido ayuda pero... Sentía que debía hacer esto sola, después de todo me quería a mí, afuera de la ciudad quedaba un especie de cementerio muy viejo que no recordaba que estaba allí, justo en ese lugar se visualizaba la silueta de la mujer que más repugnaba en la tierra.

-Por un momento llegue a pensar que no vendrías- habló acercándose a mí.

-¿Dondé están mis hermanos?- pregunte, era lo único que me interesaba en ese momento.

-¿Dónde está el libro?- preguntó, apreté aún más la cuerdita que traía el bolso en mi hombro- bien, confesare que... Al perro tuvimos que darle unos cuantos golpes para que se amansara un poco- trague saliva- siempre repugne esa lealtad que tienen los lobos hacia su familia.

-Quiero verlos- exigí.

-No estas en posición de exigir nada Anais, sin embargo, te complaceré dejaré que veas a tus hermanas.

-¿Y Aaron?.

-A él lo verás luego- un hombre sumergió desde la oscuridad de las sombras del bosque, un hombre que sinceramente no lo esperaba- trae a sus hermanas- le ordeno.

-¿Vladimir?- pregunté- ¡Tú eras el traidor!- exclamé, se acerco a mí hasta quedar frente a frente- eres un maldito bastardo- sin darme cuenta el hombre me dio un puñetazo en el rostro haciendome caer.

-¡Callate perra!... Nadie te dijo que hablarás- me grito siguiendo su camino.

Mí corazón palpitaba desenfrenado, mí rostro dolía y las goteras de agua que empezaban a caer empezaron a mojar el suelo de tierra y mí cuerpo, me puse de pie mareada y Betzzaveth seguía en su misma posición, mirándome fijamente, escaneando mis movimientos. Lleve una de mis manos a mí labio inferior y sangraba, escupí la sangre en mí boca y la mire fulminandola con la mirada, escuche las exclamaciones de mis hermanas, lo gritos y las maldiciones.

Gire en mis talones y el bastardo de Vladimir y otro hombre las arrastraban hacia nosotras, sentí una ganas incontrolables de salir corriendo hacia ella, de abrazarlas, de tener superpoderes y sacarlas de aquí sanas y salvas. Habían estado cautivas por la bruja casi una semana y no quería pensar en las cosas que les hicieron pasa, ni en las torturas que le hicieron a mí hermano, la llegar a mí con mucha brusquedad ellos las tiraron al suelo, haciendo que Tessandra soltará un grito de dolor, hay supe que las habían lastimado, levantaron su mirada hacia mí y abrieron sus ojos grandemente.

-Anais- hablaron en unísono.

-Elif, Tess- quise correr hacía ellas pero algo me lo impidió, el filo de una navaja estaba en mí cuello y Betzzaveth amenazaba con enterrarmelo.

-Quieta ahí querida, primero el libro después tus hermanos- lo dude un momento, y vacilé en sacarlo- sé que lo tienes en la mochila.

Hizo que volviera a girarme hacía su lado, la mire a los ojos, que ahora eran tan negros como la noche que nos rodeaba. Con mucha lentitud retiré el bolso de mis hombros, la verdad no sabía porque lo hacía, tal vez aún tenía la esperanza de que en cualquier momento mí tía ó los hermanos Cranwel interesedieran pero hasta ahora no pasaba nada, abrí la cremallera y saque de adentro el libro. Al verlo un sanrisa se hizo presente en su rostro, sus ojos lanzaron un brillo de lujuria y malicia. Me lo arrebató de las manos y lo admiró unos segundo, parecía una niña a la cual le acaban de dar un dulce.

-Es hermoso ¿no?- hablo sin despegar su vista de él.

-Ya tienes lo que querías ahora dejanos ir- ella miro a los hombres y luego me miro a mí.

-Encierrelas en el cobertizo hasta nueva orden- ordeno.

-¿Qué?- preguntamos mis hermanas y yo en unísono.

-¡Ese no era el trato Betzzaveth!- le grite- ¡no sueltame!- un vampiro me tomo le los brazos y la cintura arrastrándome con el hacía otra dirección- ¡BETZZAVETH, BETZZAVETH!.

Sinceramente esto no me lo esperaba, maldije a mí misma por haber confiado en la bruja, mí plan consistía en no tener un plan, pero ahora me estaba arrepintiendo de no haberlo tenido, tal vez sí hubiera pedido ayuda a mí tía nada de esto estuviera pasando, ahora Betzzaveth no tendría el libro y mis hermanos y yo estaríamos lejos de aquí. La lluvia se intensificó aún más, mientras en contra de nuestra voluntad nos arrastraban hacia; la verdad no estaba muy segura, forcejeabamos y nos oponiamos pero, eran neófitos que podíamos hacer encontrar de ellos. Al llegar al cobertizo nos tiraron a las tres bruscamente adentro, Vladimir se cruzó de brazos y me miro.

-Carne fresca- habló uno de los neófitos, sus ojos se tiñeron de color rojo y sus colmillos salieron a flote.

-Será una gran cena- agregó el otro.

Mis hermanas y yo los miramos irradiando miedo puro, retrocedimos unos pasos hacía atrás, como si éste acto fuera hacer que no se atrevieran a hacernos daño, quería salvar a mis hermanos y termine secuestrada junto a ellos, vaya ironía.

-No las toquen- hablo Valdimir, lo mire confundida.

-¿Por qué no?- preguntaron- Ya Betzzaveth nos las necesita, ya tiene lo que quiere.

Él saco una pistola y apunto a los neófitos con ella, les disparo dos veces a cada uno en el cráneo, el sonido de la arma había ensordecido mis oídos, dejando en ellos un zumbido molesto. De la garganta de Tess salió un grito de terror al ver como los hombres caían al suelo sin vida, miré a Vladimir aún con más terror en mi sistema, aún que sinceramente estaba muy confundida.

-Dije que a ellas- agrego- Eres una tonta Anais- hablo guardando el arma es un estuche en su cadera- tienes suerte que sea el infiltrado de Macristen, sino estarías muerta- dijo, mí boca cayo en una perfecta “O” y la sorpresa invadió mí rostro.

-¿Eres un infiltrado?- preguntamos las tres sorprendidas.

-Sí, por cierto, siento mucho el golpe tenía que acerlo- contesto y sinceramente eso no me importaba, se acerco a mis hermanas y las desamarró- escuchen con atención, tienen cinco minutos para salir de aquí, antes de que la bruja se enteré- se levantó y camino hacía una ventana en la parte de atrás del terreno, ayude a mis hermanas a ponersen de pie y seguimos a Vladimir- Allá- señalo uno de los árboles del cual colgaba mí hermano, solté un sollozo al verle en ese estado- Está el lobo, vayan por él, salen por está puerta y corren fuera de aquí, tal vez Macriten no demoré pero es mejor prevenir.

-¿Cómo los mataste?- pregunté.

-Balas de plata Anais.

-¿Qué pasará contigo?- preguntó Elif.

-No me pasará nada, ¡Ahora vayan!- exclamó.

Corrimos hacia donde se encontraba Aaron, mí corazón empezó a palpitar desenfrenado mientras las tres corríamos, mí respiración acelerada y la adrenalina recorría mí cuerpo enviaba conrrientazos de valentía a todo, de vez en cuando miraba hacia atrás para que nadie nos estuviera persiguiendo y por suerte no lo hacían. Seguimos hasta llegar donde Aaron, su cabello rubio estaba mojado y pegado a su frente, su cuerpo empapado, tenía marcas de lo que parecía un látigo en el cuerpo, uno de sus ojos estaba inflamado y de una tonalidad morada.

Estaba amarrado con cadenas y colgaba se sus brazos se una de las ramas. Elif soltó las cadenas, mientras Tessandra y yo lo sosteníamos para que no cayera contra el piso, el parecía estar inconsciente pero en el momento en el que su cuerpo chocó contra el nuestro reaccionó, soltó un gemido de dolor y supe que realmente le dolía algo. Alzo un poco la cabeza y nos miro a cada una, la lluvia mojaba nuestro cuerpo y golpeaba con fuerza el suelo mientras tratábamos de caminar con Aaron en nuestro cuerpo.

-Anais- balbuceó- No, no vayansen- ordeno.

-No, por supuesto que no, no te dejaremos aquí- negó Elif.

-Solo trata de ayudarte hermanito- dijo Tess.

-No.

-Por favor Aaron, tenemos que irnos- supliqué.

-¿Ah Dónde van?- preguntó un neófito saliendo de la oscuridad- la diversión apenas comienza, con un velocidad que no percibimos se abalanzo hacia nosotras y nos hizo caer al pantano que se formaba por la lluvia- y se llevan mí entretenimiento- agrego.

Mis hermanas lo miraron irradiando irá pura, la ventaja era que por la caía Aaron había despertado un poco más, no pusimos de pie como pudimos mientras el vampiros se divertía con nuestro sufrimiento, Aaron aún estaba muy débil demasiado diría yo. Pero, podía sentir como la rabia recorría cada poro de su cuerpo, sus musculos se contrían, su quijada apretada, sus ojos estaban cambiando de color a un amarillo tan casual en él cuando se iba a convertir, su vestuario ó lo que quedaba de el se rompió mientras su cuerpo sufrían esa trasformación. Era la primera vez que veía a mí hermano convertirse en lobo tan cerca, como su cuerpo se fusionaba con las celular animales que tenía dentro de sí.






Hooooola chicos 😈😈😈😈 próximos capítulo el gran final. Reitero no les gustará, que los abandoné pero... Estaba preparando está sorpresa para vosotros, cuentemen cómo va la historia dejen sus comentarios.

Alguna sugerencia para el gran final, lo subiré está noche ó a más tardar mañana... No leemos pronto. 😈😈😈






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