Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 26 Daxson

Quede congelada en mí sitió tenía miedo y mucho. Creo que hace meses no sentía éste miedo de perder a alguien, trague saliva, limpié mis lágrimas y me dispuse a volver a bajar.

Seguí de largo al comedor donde Helena ya estaba despierta, todos estaban sentados con cara de tragedia. Retuve mis lágrimas y fui hacía ellos, nunca había visto tristeza en los ojos de Tess, hoy estaba apagada, no tenía esa alegría que la catacterizaba. Yo era testiga de cuanto adoraba a sus hermanos, me dio una sonrisa forzada y la abracé tratando de darle un poco de consuelo.

-Ahora sí, explicanos que sucedió exactamente Mildre- hable.

-Era la madrugada, Aaron, Dylan y Alán perdieron el control, escuchaba sus aullidos pero sabía que sería muy peligroso salir, escuché un estruendo y cuando miré por la ventana los tres corrían hacía el bosque- explicó.

-Anda con Dylan y Alán tal vez este guntos los tres- dijo Helena.

-No, Dylan y Alán llegaron a casa cuando la luna llena se escondió pero Aaron no, lo buscamos antes de venir aquí pero no lo encontramos, ahora los chicos lo están buscando por el bosque.

-¿Ya hablaron con la Manada?- preguntó Elif.

-No, primero quise venir aquí- contestó Mildre.

No sabia que era una manada, pero si ayudaría a Aaron en algo pues antes estamos perdiendo el tiempo.

-Bien vamos hablar con ellos- dijo Claudia.

-Mamá todos sabemos que Aaron se retiro de la manada desde que Anais llego aquí- Hablo Tess.

Sonaron tres golpes en la puerta trasera de la casa, nos levantos juntos y fuimos juntos hacia la cocina, Marco abrió la puerta y entraron un joven de aproximadamente veinticinco años, cabello rubio platinado, ojos oscuros y piel blanca. Un anciano de unos secenta años, barba, cabello canoso y piel mestiza, traía un bastón con símbolos y unas plumas en la punta.

-Dsh Sandey Bdio brint accad- habla el señor en otro idioma.

-Puede hablar cacique él es mí esposo y ellas mis hijas- le dice Claudia. El hombre pasa su mirada por cada una de las personas presentes y se detiene en mí.

Me mira de arriba hacia abajo, el joven que lo acompaña me mira como si yo fuera una escoria de las peores del mundo, mientras el hombre tipo; “¿Y está qué hace aquí?” por lo menos así me lo está dando a entender, por que de verdad que me siento rara.

-Nos a contado Dylan y Alán que Aaron a escapado- repite el señor.

-Sí señor, de verdad estamos muy preocupados- Claudia y Mildre muestra respeto hacía él hombre.

-Ya mandamos a las Gaorias a peinar el bosque no se preocupen aparecerá pronto- dijo el chico.

-No hace falta, Aaron ya no pertenece a la manada no tiene que preocuparse- Comento Mildre.

-Bien es cierto que decidió retirarse de la manda por decisión propia, pero sigue siendo de nuestra tribu y un hombre lobo por naturaleza, por ende lo que le pase a él también es nuestro problema.

-No sabe como se lo agradezco cacique, de verdad- Claudia estaba muy feliz.

Elif era la que estaba más cerca a mí, ellos seguían hablando no les seguí prestando atención. Tome del codo a mí hermana y sin que los demás se dieran cuanta la traje conmigo hacía el comedor, bien, no sabía por donde empezar.

Estaba dispuesta a sacrificarme, si eso requería mantener a salvo a lo único importante que tenía en mí vida, porque bien es cierto que antes sólo vivía por mí madre pero ella ahora ya no está, ahora está era mí familia y la protegería con mí vida si era necesario. Respire hondo y mire a Elif a los ojos.

-¿Qué sucede Anais?- pregunta.

-Yo se dónde está Aaron- dije después de pensarlo un momento.

-¿¡Qué!? ¿Anais porqué no haz dicho nada?- pregunta muy enfada.

-Elif no lo entiendes, dejame te explicó- ella me mira con el ceño fruncido- Lo tiene el cazador.

-¿¡Qué!?- exclamó.

-Lo... Lo tiene el cazador yo no lo sabía, me sito hoy en la estación del tren abandonada al caer la noche, iré.

-No, Anais no irás, es... Es muy peligroso, Aaron no lo permitiría.

-¿Qué quieres que haga? No me quedaré aquí de brazos cruzados mientras él está en peligro.

-Anais tiene que haber otra manera, le diremos a los Cranwel que nos ayuden ellos pueden ayudar. Anais no tienes que exponerte.

-Él dijo que si iba con alguno de los Cranwel lo mataría- le explico.

-Anais tiene que haber otra forma.

-No la hay Elif.

-Bien, iré contigo te acompañaré.

-¿Estás loca? No te voy a exponer olvidalo.

-Si no me dejas ir, le diré a papá y mamá- dice decidida.

-Elif...

-También es mí hermano- me interrumpe

-Está bien- accedo después de un rato.

...

Tome una garbandina del perchero en mí habitación abrí la puerta y con cuidado fui a la habitación de Elif, traía puesto una leggins negro, una blusa blanca de tiras, un garbandina hasta más arriba de las rodillas y unos botines. Toque dos veces y ella salió.

-Sigo pensado que es un locura- dice en un susurro, yo le pongo los ojos en blanco.

-No vengas, mejor así- le digo bajando las escaleras.

-¿Y dejarte sola? Olvidalo, si morimos, morimos juntas.

-No moriremos- le digo... Oh eso esperó.

Bajamos las escaleras y salimos por la puerta trasera, son las 8:00 PM en punto. Marco, Claudia y Tess están muy ocupados buscando a Aaron, Helena fue a dar una vuelta al pueblo en su auto por si lo veía en algún lado, aún así decidimos salir por la puerta de atrás para no ser vista, el taxi nos espera en la esquina.

Corremos a toda velocidad hasta el final de la cuadra, existía la posibilidad de que mí padre llegará en cualquier momento y nos viera, así que en cuanto llegamos al taxi nos subimos como si huyeramos de pleno homicidio. Elif dio la dirección y el auto arrancó, estaba nerviosa mis manos temblaban, tenía miedo no por mí (ó tal vez un poco) pero más que todo por Elif ella no tenia nada que ver en esto. Pero aún así aquí estaba exponiéndose.

Mí cuerpo enviaba corrientasos, la adrenalina era mucha. Miraba de vez en cuando a Elif por el rabillo del ojo ella tenía la vista pérdida en la ventanilla, está noche me enfrentaría a una de mis peores pesadillas. Al hombre que me a estado observando desde que llegue aquí, el causante de que todo en mi normal vida se volviera caótico he impredecible.

Llegamos después de un rato a la estación, era una edificación muy antigua, con algunos carriles, todo estaba cubrido por maleza y daba un aire espeluznante. Trague saliva y salimos del auto, la luna llena iluminaba nuestro camino, el viento soplaba con furia estaba en contra de nosotras y eso bueno no ayudaba mucho. Pagamos al chofer y él de inmediato prendió el motor y se fue.

Respiré profundo, Elif me miro y fingió un sonrisa me tomo de la mano y juntas entramos a la edificación los zapatos de Elif y los míos resonaban entre la paz, había carriles, oficinas de tiquetes que estaban abandonadas. Las grandes maquinas de hierro estaba estacionadas llenas de polvo, podía imaginar los gloriosos días de está estación, todo lo cubría una fina capa de maleza. Todo era jodidamente macabro, nos detuvimos cerca de uno de los trenes, me tome un momento para admirar el silenció que traía la noche. Un silenció que me hacía poner la piel de gallina.

-¿Ah quién exactamente estamos buscando?- preguntó Elif. Su voz resonó por todos lados haciendo eco.

-Pues la verdad no he visto su rostro, pero la primera persona que veas aquí es él- contesté burlona, la verdad quería bajar la tensión del ambiente.

Sonaron pasos muy rápidos como las de un animal, mi hermana y yo nos miramos creo que podía escuchar su corazón desenfrenado, sin contar que yo ya no tenía corazón. Pasos sonaron en el techo de la máquina abandonada, una silueta humana se hizo presente en la oscuridad de la enigmática noche que nos rodeaba, él estaba subido encima del tren. Como siempre sus ojos resaltaban, su mirada socarrona se esfumó ahora sonreía macabra mente.

-Creo que te dije que vinieras sola- su voz me dio escalofrío.

-Ella... Ella es mi hermana...

-Se quién es- me interrumpió.

-No la dejaré sola- Hablo Elif.

-Pues yo no les entregaré al perro si ella no viene conmigo.

-Claro que no- contestó Elif decidida.

-Bien, haremos algo- dijo él saltando hasta nosotras- ella vendrá conmigo hasta el amanecer después será libre.

-¿Qué me asegura que no me matarás?- pregunté.

-Te doy mí palabra.

-La palabras de un vampiro cazador no vale nada- dijo Elif.

-Sí no la traigo con ustedes al amanecer los Crawel harán conmigo lo que les plasca, sí ellos no lo hacen me entregarás ante el cónclave de los cazadores para me impogan el castigo máximo.

-¿Sabes lo que le hacen a las criaturas como tú?- pregunta Elif.

-Exilio- responde, pude ver como tragaba saliva.

Ella me miró, sabía que le costaría dejarme ir, tenía miedo y mucho ella me abrazo muy fuerte jamás me había dado un abrazo así. Jamás le dije que sentí su lágrima en mi hombro, sí no volvía al amanecer me arrepentiría toda mí vida porque salí de casa sin decir que los quería, sin decirle un “Te amo” a Marco. Sin agradecer a Claudia lo que a hecho por mí, porque aunque ella lo niegue sé que le costó recibirme en su casa siendo hija de otra mujer.

-¿Tanto lo quieres como para arriesgar tú vida por él?- preguntó ella aún abrazandonos.

-Haría esto por cualquiera de los tres, por que son mis hermanos, porque los amo- dije rompiendo el abrazo.

-Lo mataré con mis manos si no vuelves al amanecer.

-Se que lo harás- dije con una sonrisa apuntó de derramar una lágrima- bien, vámonos.

Él me tomo de los brazos y en movimiento rápido me puso en sus hombros como un bulto de papas, corrió vi como me alejaba de mi hermana, vi su mirada. Su rostro pálidos, no reflejaba nada sólo tristeza, cerré mis ojos y deje escapar una lágrima, si no los volvía a ver por lo menos pude saber que se sentía tener una familia por primera ves en mi vida. Pude saber que se sentía ser sobre protegida por tu hermano mayor, pelear con tú hermana menor.

El vampiro se detuvo, estábamos lejos de la estación no sabía a que hora habíamos llegado aquí, en orilla de la carretera se podía ver un auto último modelo. No pude ver nada porque él me vendo los ojos con un pañuelo.

-¿¡Qué mierda haces!?- exclamé.

-no puedes ver a donde nos dirigimos tendrás los ojos vendados hasta que lleguemos allí- dijo guiándome hasta el auto, me metió en el asiento de copiloto.

-Nadie nos seguirá en serio- trato de convencerlo para que me quite la cosa de los ojos.

-Mejor prevenir que lamentar- él auto se puso en marcha.

...

El auto se detuvo en algún lugar en especia, escuche que la puerta de piloto se habría y se cerraba, sentí como la puerta a mi lado se abrió. El hombre me quito el cinturón y me ayudo a ponerme de pie, el corazón lo tenía a mil, mis pies estaba entumesidos por tanto tiempo que pase sentada, las piedra crujían al son en el que iba caminando, gracias a que tenia un sentido inmovilizado tenía los demás más alertas.

Él me quito la venda de los ojos me costo un segundo acostumbrarme a la luz, estábamos en una habitación no sabía dónde exactamente pero era espeluznante. La habitación era toda blanca parecía de hospital.

-¿Dónde estamos?- pregunte.

-No te lo puedo decir, por eso mismo te vende los ojos, si te lo digo sería muy estúpido- contesta encogiéndose de hombros, él está de pie bajo el marco de la puerta.

-¿Dónde está Aaron jodido chupa sangre?.

-Haber primero me llamo Daxson, segundo creo que omiti el pequeño detalle de decirte que yo no lo tengo- contesta con una sonrisa en su rostro.

-¿¡Qué!?- exclame.

-Sí, sólo fue un pretexto para que vinieras conmigo, pero si te reconforta se que él está bien pronto aparecerá.

-¿Dónde está? Quiero verlo se que tú lo tienes.

-No lo tengo, tranquilizante te necesito relajada- los ojos de Daxson se vuelven más rojos- verás yo no sólo quiero tú sangre, ó bueno en parte sí, pero lo que de verdad quiero es que te des cuenta de toda la verdad oculta.

-¿Qué verdad?¿qué ahí un lado oscuro del mundo manejado por criaturas como vampiros, hombres lobos y todo eso? Pues dejame decirte que se te adelantaron.

-No mi querida Anais esa sólo es una cuarta parte de la verdad, yo vengo a ofrecerte la verdad que jamás te contaron, la versión aleatoria, la verdad que muchos conocen y tú no.

-¿De qué me estás hablando?- preguntó irritada.

-De la verdad que se esconde tras los cazadores de demonios.

-¿Eso que tiene que ver conmigo?.

-¡Oh mucho mi querida Anais, mucho! Porque resulta que tú eres una de ellos







Hooooooola chicos cooooomo están.

Oigan ando muy inspirada por fin volvió mi imaginación, ya la extrañaba.

¿Qué tal el fin de año?

¿Cómo los recibió el 2018? Pues les cuento que a me recibió con acosador incluido.

Sep acosador.

Bueno chicos esperen el próximo capítulo pronto.

 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro