Evangeline

Es tan, esta sensación, es tan familiar, es la sensación que siento desde hace años que estoy detrás de alguien que ni siquiera se como luce su rostro, viajo por el mundo guiada por algo inexplicable que me mueve.

   Llegué aquí hace más de 7 meses y mi sentir me llevó hasta ese bar y la conocí. Me pasó lo mismo que esa noche hace más de 6 años en Londres, ella se marchó dejándome atrás, huyó de mí ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué?

   Theia es... no tengo palabras para explicar lo que me hace sentir, su cabello corto rubio, con puntas rosadas, los aritos en sus orejas y el piercing en el medio de su nariz debajo de la punta, le queda tan bien, aparte de que sus ojos color café y ese tatuaje de flores en su brazo derecho del hombro al codo me encantan, todo de ella me encanta. Cada vez que la veo quedo embobada en su mirada, en su voz, en sus ojos, en su sonrisa.

   Estuve a punto de besarla, nos interrumpieron y llegó ese tipo ¿Su exprometido? Yo no me como ese cuento de que solo estás de vacaciones justo donde está ella.

   —Se sienta en la cama con lágrimas en los ojos— Lo he arriesgado todo, nunca pude tener una relación a la que le viese un futuro, sabía que si ella aparecía lo dejaría todo, absolutamente todo por ella y de hecho así lo hice en Hawai. Alison, Catherine, Jennifer... ¿Theia podrías ser tú a quien busco? Espero que seas tú, daré lo mejor de mí para enamorarte para que ya no huyas más, quiero demostrarte que en mis brazos tendrás amor, tendrás seguridad y un hogar al cual ir cada vez que quieras venir a mí, que siempre te esperaré con los brazos abiertos.

   Jamás te obligaré a estar conmigo, aunque me muera de amor y aunque dejarte ir me desgarre el alma, siempre querré tu felicidad.

Londres

No tenía ganas de salir a bailar, pero mis amigos me llevaron obligada. Me había pasado días estudiando y merecíamos celebrar haber aprobado una de las materias más difíciles de la carrera.

   Entramos al bar y una sensación rara me mantuvo en alerta apenas llegamos al lugar, me tocó a mi ir a buscar las bebidas a la barra y entonces la vi, tenía el cabello negro recogido, usaba una remera negra también, pero no vi sus facciones, ella hizo contacto conmigo y tenía que llegar a ella. Todo lo demás a mi alrededor desapareció, solo existía ella y nadie más. Intenté llegar lo más rápido posible abriéndome camino entre la multitud, pero al llegar no estaba, la vi alejarse apurada hacía la puerta.

   —¡Oye no la toques! —le dije al imbécil que intentó secarla en la zona de sus pechos.

   —Tranquila fue ssssin queeerer —mientras discutíamos ella buscaba su casco— le iba a ayudar a secarse a tu ammmiga... ¿O novia? Si es así quiero eeentrar... —balbuceaba borracho y ella aprovecho a salir rápido.

   —¡ESPERA! ¡EY ESPERA! —salió a la calle y se puso el casco, mientras se tambaleaba. Logré tomarla del hombro— ¿Quién eres...

   El mundo, las sensaciones, todo se abrió ante mí. Era como ver todos los colores cuando siempre había sido todo gris, todo a mi alrededor cobró sentido. Pero el foco de mi atención era ella, podía escuchar sus latidos, sentir su perfume, su calor, como una gota de sudor bajaba por su nuca.

   Ella rompió el contacto antes que yo, la vi alejarse tambaleándose y cuando pude respirar y salir del trance, salí gritando al medio de la calle, me tropecé y caí.

   —¿Estás bien? —me ayudaron a pararme— ¿Estás ebria?

   —Solo me descompuse no estoy ebria, no tomé, a.. ayúdame a llegar adentro —Una vez adentro me abrí  paso hasta la barra—. ¡OYÉ TÚ! la chica que acaba de irse, necesito hablar con ella urgente, dame su número.

   —No sé... —miró su teléfono.

   —¡NO TE HAGAS EL IDIOTA CONMIGO! tu compañera que se acaba de ir ¿Es ella con quién hablas? —intenté tomar su teléfono— necesito hablar con ella.

   —Mira acaba de renunciar y no puedo darte su número.

    —¿Cómo se llama? —dije con impaciencia— ¡¿Cómo se llama?!

   —Alison, pero no puedo decirte nada más.

   Mis amigos me sacaron antes de que me cruzará por encima de la barra a arrebatarle el teléfono. Un amigo me consiguió su número, pero ella ya lo había cambiado, solo tenía su nombre, Alison.

Escocia

Estaba de vacaciones fui a comprar a una panadería, una sensación extraña me llevo ahí. Fui por varios días cuando al fin me di cuenta a que se debía la sensación, tome valor y pregunte por ella, se había marchado.

Hawái

Había logrado meterme por mi beca y buen promedio en el cupo de gente que viajaba a una de las conferencias más importantes del año. Bueno mi novia,  dos amigos y yo.

   Entré al hotel y ya comenzaba a creer que de casualidades nada, yo estaba ahí y ella estaba ahí, tenía que encontrarla. Uso esta sensación como buscador.

   —¿Evangeline qué pasa? ¿A quién buscas?

  —¡Sandy, solo déjame buscar okey! —le grite alterada— lo siento es que tengo que encontrarla.

   Di vueltas por todo el hotel, hasta que la vi alejarse otra vez huyendo en moto, tomé un taxi que se desocupó y le ofrecí pagarle el doble si alcanzaba a esa chica en moto. Dejó su moto cerca de un mercader y la vi correr entre los puestos, bajé detrás de ella que se perdió entre la naturaleza que rodeaba a la costa.

   —¡Alison! ¡ALISON! No me iré hasta que hablemos —grité y sabía que estaba cerca podía sentirla.

   Salió detrás de mí corriendo al mar, y claro que no iba a dejarla ir, corrí detrás de ella, pero era mucho más rápida, la perdí de vista en el mar entre tanta gente, entre las olas. Salí frustrada y no pude evitarlo, caí una vez en la orilla de rodillas llorando ¿Por qué siempre huyes?

   Lo mismo pasó en Irlanda. En Italia pude tenerla tan cerca, ella negó conocerme, al menos esta vez pude escuchar su voz, aunque no sé cómo luce su rostro realmente.

   Hasta aquí me dije a mí misma, no sé porqué siempre nos encontramos, pero ya no voy a perseguirla más, es obvio que ella no quiere estar conmigo, aunque me duela y no lo entienda, ya que ni siquiera me ha dado la oportunidad de encontrarnos y hablar de esto que nos pasa.

   Muchas otras veces nos hemos encontrado a través del mundo y lo he sentido, mi instinto de buscarla era más fuerte pero lo ignoré, la ignoré.

   Hace meses que llegué para enseñar las técnicas que aprendí a los doctores de aquí, pero me he quedado por ella. Si es ella o no, quiero ver a donde me lleva, sino me iré y continuaré con mi vida o lo intentaré al menos, porque lo que siento por Theia no lo he sentido antes por ninguna.