3 Iniciemos el tour
Escocia
Trabajaba en una pastelería, mi marca ardió durante 4 días. Que estuviese en la cocina no le impedía ir a comprar, todos los días, sentía hasta cuándo andaba cerca.
—Buenos días, sé que esta pregunta es rara, pero no trabaja aquí una chica llamada Alison, quizás es de Londres.
—No, no hay nadie con ese nombre... pero si hay alguien de Reino Unido.
—Sus ojos se llenaron de esperanza— ¿Podrías pedirle que venga?
—Claro —se metió a la cocina y salió rápidamente— lo siento señorita, ella renunció hoy.
—¿Cómo se llamaba?
—Catherine —sí, era la misma Theia, nunca daba mi nombre real.
—Gracias —fingió una sonrisa, tomó su compra y se fue triste.
Ese día sentí su desesperación, su esperanza y finalmente su tristeza. Mi compañera me informó por mensaje que ella había ido a preguntar... quizás por mí, pero dió otro nombre Catherine.
Hawai
Trabajaba como camarera en un hotel, recibiriamos a gente que venía a una conferencia de medicina, aparte de tener mucho trabajo, el hotel estaba colapsado.
—Jeny —Theia— ve con la bandeja de bebidas a la entrada para recibir a las personas que lleguen.
—Ok Charly —el gerente.
Tomé la bandeja y me dirigí a la entrada, entonces la vi llegar siempre que la veo me roba el aliento, hermosa está un poco mas delgada desde la última vez que la vi y va de la mano con otra chica, fruncí el ceño ¿Qué esperaba, que se guardara para mi toda la vida?. Ella es simplemente despampanante, sus ojos avellana resaltan, su figura y elegancia que posee, es todo lo opuesto a mí.
Sé que sintió algo, porque yo también, miró hacia todos lados, buscándome con la mirada. Dejé la bandeja en el mostrador de la recepción ignorando a Charly.
—Jeny, Jennifer ¿Qué haces vuelve allí ahora mismo?
—No puedo.
—¿Cómo que no puedo? —me dio vuelta— ¿Qué pasa, porqué lloras?
—Lo siento, lo lamento tanto, pero debo irme, mañana tendrás mi renuncia, gracias por todo.
—Jeny espera, porque así de repente ¿Pasé algo? —ni yo sabía porque lloraba— vete y mañana hablamos cuando estés tranquila —Aunque habláramos no iba a cambiar de opinión.
—Charly, seguramente una mujer pregunte por mí, tiene ojos color avellanas y es... muy hermosa —solté en un suspiro— dile que ya no trabajo aquí, por favor es el único favor que voy a pedirte.
Salí apurada, vi como su novia corría detrás de ella y ella detrás de mí. Gritó el nombre de Alison, la miré de costado, yo iba en mi moto, ella intentó tomar uno de los taxis que se estaba desocupando y salió detrás de mí. Mi corazón me latía a mil, esta vez podría alcanzarme, dejé mi moto aparcada y comencé a correr, por entre los puestos de uno de los mercaderes, para luego adentrarme en la selva al costado de la playa.
—¡Alison! ¡ALISON! No me iré hasta que hablemos.
La primera vez entre los nervios memorice su rostro, pero olvidé su voz, ahora ya jamás la olvidaría, un poco grave, un poco ronca, tan parecida a la voz de Dua Lipa, una de mis favoritas ¿Podría ser más perfecta? Sí, también al parecer es doctora.
Estaba escondida como un niño entre la vegetación, si la podía sentir, ella a mi también. Dejé mis cosas ocultas tapadas con una roca y corrí lo más rápido que pude al mar, sentí como ella corrió atrás de mí, pero soy una escapista rápida, nade a lo largo de la costa lo más rápido que pude, llegue a la otra punta de la orilla y corrí sin detenerme, hasta que ya no pude sentirla.
Irlanda
Festival de San Patricio, me mareé sin haber bebido tanto. La vi, vi como me buscaba desesperada entre la multitud, estaba al otro lado de la valla, me coloqué una máscara e hicimos contacto visual desde ambos extremos, intentó cruzar por el medio del desfile, la policía la detuvo y escapé.
Italia
Marcha del orgullo LGBTQI+. Llevaba unos lentes de sol y mi gorra negra, más una enorme bandera de arcoiris, mí grupo de amigos me acompañó.
—Alison —gritó con esa voz que hacía tanto no oía, tan parecida a la de Dua Lipa, que me pone...— Llevo buscándote desde hace mucho tiempo, por favor solo quiero que hablamos un poco, por favor Alison, por favor.
—La miré de perfil, no te conozco, no sé quién eres.
—Londres a la salida de una disco, ahí nos conocimos, Hawái en el hotel y la playa, ¿tal vez estuviste en Escocia? pero no llegamos a vernos.
—Te has confundido de persona.
—Sé que eres tú... por favor —se acercó y di un paso adelante dándole la espalda— solo quiero hablar saber que es esto que siento, quiero entender, sé que también lo sientes.
—Lo siento, pero no puedo... no podemos.
Una multitud pasó en el espacio que había entre nosotras y corrí, tan rápido y tanto, que hasta logré perderme entre los callejones ¿Les dije que podía sentir todo? Casi podía hasta escucharla llorar, podía sentir su frustración, enojo y sobre todo tristeza, otra vez me perdió.
Así seguimos encontrandonos, ¿O ella encontrandome? Grecia, Nueva Zelanda, Australia, Portugal evité Latinoamérica por un buen tiempo el español se me hacía muy difícil, pero paré en Brasil. Esas veces tenía más cuidado y solo yo pude verla, pero ella a mí no.
Honestamente jugar al gato y el ratón me estaba cansando llevamos así 5 años más, en los que no había dejado de moverme y asentarme mucho tiempo en algún lado, estaba pisando los 30, no había visto a mi familia desde que me fui a Francia con 22 años y la rutina de dejar todo y huir como si me buscará la interpol me tenía agotada.
Si llegando a los 30 ya estoy agotada no me imagino seguir haciendo esto por decadas. Decidí que no podría hacer esto mucho más tiempo, no soy una aventurera, sí, conocí países, personas, culturas, comidas, ¿pero a costa de qué? No había echado raíces en ningún lado, no tenía un lugar fijo al cual ir, no me había quedado el tiempo suficiente en algún lado cómo para estar con alguien, aunque desde que me enlace con ella tampoco quería estarlo, ya que siempre me entregaba a medias y más, después de lo de Jack que abandone en el altar.
Si va a seguir llegando a mí, si tiene que encontrarme, entonces que sea en un lugar que me guste.
Estando en el invierno Canadiense, tomé un avión al verano Griego, Grecia siempre ha sido mi lugar favorito de entre todos los lugares, su paisaje siempre me ha parecido bello, al igual que sus playas y su gente, más la historia que posee.
Busqué empleo con mi viejo amigo que se puso un bar y hasta me ayudó a encontrar un lugar donde quedarme, en vez de pagar alquiler, iba a hacerle los arreglos que le hacían falta a la casa, que estaba apartada de todas. Entonces fue cuando decidí esperar que ella me encontrara pacientemente y luego de tres meses... lo hizo, ella llegó.
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