19 Tus latidos cerca
Eva se acercó a Theia despacio y la rubia no retrocedió ni se movió, esto no era un juego de poder en cual peleaban por marcar quien tenía el dominio, se trataba de dejar que dos almas y corazones al fin se unieran de vuelta.
—No pienso irme a ningún lado Theia —pone su mano en su mejilla y la rubia la toma para que no la aparte de su rostro— pero necesito que confíes en mí, no van a haber una próxima vez, porqué si te vas o me voy, esto se termina definitivamente.
—No quiero irme, ni que te vayas.
—¿Vas a aceptarme? Estás dispuesta a seguir a mí lado, confiar en mí y hacer lo necesario para que esta relación funcione.
—Sí, mi amor —la mirada de Eva se suaviza al escucharla llamarla así de vuelta— haré lo necesario para que sigamos juntas.
Esta vez el beso se lo da Theia, es suave con ternura y amor, como si fuese la primera vez que besa a alguien. Se abrazan, para luego secar sus lágrimas mutuamente.
Luego de que le echara llave al restaurante, Eva tomó de la mano a su rubia.
—¿Tienes algo que hacer ahora?
—No, acabo de recuperar al amor de mi vida y solo quiero estar con ella —Eva sonríe ampliamente.
—¿Quieres venir a dormir a mi casa?
—Por supuesto que sí —Theia cree que aún está en un sueño.
—No estás soñando —le dice mientras ella mira por la ventana del auto.
—¿Cómo sabes? —Eva le toma la mano.
—Solo lo sé —se para en un semáforo y la besa—, ves no es un sueño.
Llegan a un enorme casa, mete el auto al garaje. De la mano caminan adentro del mobiliario.
—¿Quieres bañarte?
—Sí, pero contigo.
Fue a llenar la tina, mientras dejan su ropa, en sus miradas no hay lujuria y no es que no la sientan la una por la otra, pero en este momento necesitan amarse, con cuidados, con mimos y caricias.
Se meten en la Tina, Eva primero tendiéndole la mano a su rubia y luego Theia, la pelinegra le lava el pelo y la espalda, acariciando y besando cada pedazo de piel al cual pueden llegar sus labios. Se quedan un rato en la en el agua, mientras las caricias van y vienen.
—¿Puedo preguntar qué pasó con Jacques?
—Cuando te fuiste entendí y vi realmente quien era en verdad. Dejé Grecia para recuperarte algo que no salió muy bien —sonrío con tristeza—. Me llamó le dije un montón de cosas que tenía atragantadas y volví a saber de él, hasta hace unos meses que me escribió un testamento enorme pidiéndome perdón por instagram.
—¿Qué hiciste?
—Lo perdoné, aunque ambos nos quedamos solos, yo ya te había perdido y no sabía si ibas a volver, no puedo odiarlo ni a él ni a nadie. Le desee que fuera feliz y que nunca jamás volviera a buscarme.
—Pero volví, para ya no irme.
Salen del baño, se visten y acuestan, Theia abraza a Eva, sus cuerpos aún encajan a la perfección, besa su cuello.
—Amor —Dice Eva— "Te ame ayer, te amo hoy, te amaré mañana y hasta el fin de mis días".
Con esas últimas palabras la abraza aún más fuerte. Se despierta varías veces en la noche agitada pensando que era un sueño, Eva sin ser indiferente a esto, cambia de posición abrazándola contra su pecho, una vez que la tranquilidad la invade y escuchando los latidos de su pelinegra, se logra dormir.
—Buenos días —Eva le acaricia el rostro con las yemas de sus dedos— ¿Hacía mucho que no dormías tan bien?
—Desde que dejé de dormir contigo... Debo estar echa un desastre, deja que me arregle un poco.
—No —la toma y la vuelve a acostar a su lado, abrazándola— hice algo que no debería —ella la mira asustada— apague mí teléfono y mi localizador —como médica debe dejarlo siempre prendido.
—¿Pero y si hay una urgencia?
—La única urgencia que estoy dispuesta a atender en este momento es la de estar contigo.
Desliza su mano por su abdomen, recorriendo también su espalda, no necesita más palabras para decirle que necesita hacerla suya en ese preciso momento.
Theia la mira a los ojos, atrayendo su cuerpo al suyo, con la bienvenida del nuevo día, llega también el comienzo del perdón y la promesa de un amor que está vez será para siempre.
—Perdón por eso —besa la marca que le ha dejado en el cuello— hacía mucho que no estaba con nadie.
—Bueno, si estuviste un poco salvaje —se ríe— supongo que tendremos tiempo de ponernos al día más seguido —le da un enorme trago a la botella de agua— supongo que esta marca no es nada a comparación de la que cargas en la espalda —pasa sus dedos por el contorno de la marca y ambas sienten una corriente eléctrica recorrerles el cuerpo— ¿Qué fue eso?
—Te acepté, supongo que eso es lo que sentimos las dos —Eva vuelve a pasar la mano por la marca— por favor ya no la toques.
—¿O sino qué? —le dice desafiándola y vuelve a pasar su mano, está vez más tiempo.
Al pasar la mano sobre la marca sienten lo mismo, es como si la conexión entre ellas fuese una sola.
—Theia se coloca encima— Te lo pedí por las buenas, mi amor —bajó la mano a su entrepierna— Mmm ¿Estabas buscando repetir?
Eva gira el rostro avergonzada. Luego sonríe y vuelve a pasar la mano por la marca, escapándoseles a ambas un gemido, haciendo que el cuerpo de la rubia caiga sobre ella. Están mucho más sensibles, no solo estaban conectando a nivel físico, sino también a nivel emocional y de alma.
No tardan mucho en librar batalla entre las sábanas, cada toque de Eva a propósito por la espalda de Theia, hacía que una corriente eléctrica las recorriera, y que las sensaciones se tomarán más fuerte.
La rubia la sienta colocándola de espaldas hacía ella, en ese momento se da cuenta que una marca se está formando en la espalda de Eva.
Esto simboliza el camino de la vida por el que, como en un laberinto, pasa una persona para llegar al centro. El centro del nudo no es más que el más alto grado de espiritualidad.
El entrelazamiento de las líneas del círculo celta significa ni principio ni fin, la continuidad del amor eterno y la unión, o el entrelazamiento de dos almas o espíritus.
Ambas se han aceptado y por eso es la primera vez que una marca así aparecía en el alma gemela esto marcaría un antes y un después, para entender y que Theia les ayudara a comprender a quienes vinieran luego que nacer marcados no es un padecimiento sino una bendición. Ahora ella podría ayudar a sanar el árbol, enseñándoles que el alma gemela es el complemento que los puede hacer más fuertes y felices, solo deben aceptarla.
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