
final.
Jimin se encontraba parado frente a la puerta de la casa de los Jeon, su expresión llena de desconfianza mientras contemplaba la casa con recelo. No había querido venir inicialmente, ya que Jungkook no le agradaba, pero después de pensarlo mejor, decidió que podía ayudar ya que sabía que Taehyung realmente amaba a Jungkook, pero su orgullo no dejaba cederlo.
Llamó a la puerta y esperó a que alguien respondiera.
La puerta se abrió lentamente, revelando a Jungkook con una sonrisa nerviosa en el rostro al ver a Jimin parado frente a él.
―Jimin, gracias por venir ―dijo Jungkook, tratando de ocultar su nerviosismo.
Jimin frunció el ceño, su expresión llena de desconfianza mientras estudiaba a Jungkook con atención.
―No estoy seguro de por qué estoy aquí ―murmuró Jimin, su tono lleno de desconfianza mientras buscaba los ojos de Jungkook en busca de alguna señal de sinceridad.
Jungkook asintió con la cabeza, sintiendo cómo la tensión crecía en el aire ante la idea que tenía que convencer a Jimin para que lo ayudara.
―Lo entiendo ―dijo Jungkook―. Pero necesito tu ayuda, Jimin. No puedo hacerlo solo.
Jimin frunció el ceño, su expresión llenándose de duda mientras contemplaba a Jungkook con atención.
―¿Por qué debería ayudarte? ―preguntó Jimin, su tono lleno de desconfianza mientras esperaba ansiosamente una respuesta.
Jungkook suspiró, sintiendo cómo la presión aumentaba al tener que explicar sus motivos a Jimin.
―Porque necesito recuperar a Taehyung ―confesó Jungkook.
Jimin se quedó en silencio por un momento, sus ojos oscuros buscando los de Jungkook en busca de alguna pista sobre lo que estaba pensando.
―No me agrada la idea de ayudarte, Jungkook ―dijo Jimin, su voz llena de honestidad mientras contemplaba a Jungkook.
Jungkook asintió con la cabeza, sintiendo cómo el peso de sus propias acciones se hundía en su pecho.
―Lo entiendo ―murmuró Jungkook, su voz llena de pesar.
Jimin frunció el ceño, su expresión llenándose de compasión mientras contemplaba a Jungkook con empatía.
―Pero... tal vez debería darte una oportunidad ―añadió.
Jungkook levantó la mirada, sorprendido por el cambio de Jimin, y le dedicó una sonrisa agradecida antes de comenzar a explicarle su plan para recuperar a Taehyung.
Con el apoyo de Jimin, Jungkook se sentía más seguro de que podía hacer lo necesario para traer de vuelta a Taehyung a su vida.
El sol se filtraba a través de las hojas de los árboles del parque, creando una atmósfera cálida y acogedora cuando Taehyung llegó al lugar donde se suponía que debía encontrarse con Jimin. Sin embargo, al acercarse, se sorprendió al ver a Jungkook esperándolo en su lugar.
―¿Jungkook? ¿Qué estás haciendo aquí? ―preguntó Taehyung, su tono lleno de sorpresa mientras contemplaba a Jungkook con incredulidad.
Jungkook le dedicó una sonrisa nerviosa antes de responder, con la esperanza de que Taehyung le diera una oportunidad para explicarse.
―Lo siento, Taehyung. Convencí a Jimin de que te citara diciendo que quería reunirse contigo, pero en realidad el que quería verte era yo, sé que quizás no quieras verme, pero necesito decirte algo importante ―confesó.
Taehyung frunció el ceño, su expresión llena de confusión mientras contemplaba a Jungkook con atención.
―¿Por qué llevas puesta esa playera? ―preguntó Taehyung, su tono lleno de curiosidad mientras contemplaba la playera rosa que le había regalado.
Jungkook bajó la mirada hacia la playera― Porque... porque es un recordatorio de ti, de todo lo que significas para mí. Quiero que sepas que estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para recuperarte, Taehyung ―respondió Jungkook.
Los ojos de Taehyung se suavizaron al escuchar las palabras de Jungkook, y una chispa de esperanza brilló en su interior.
―Jungkook, yo... también lo siento. Cometí muchos errores y te lastimé, y no puedo soportar la idea de perderte. Extrañé cada momento que pasamos juntos ―confesó Taehyung, luchaba por contener las lágrimas que amenazaban con escaparse.
Jungkook sintió un nudo en la garganta mientras contemplaba a Taehyung con amor― Lo entiendo, Taehyung. Yo también cometí errores y te lastimé, y daría cualquier cosa por volver atrás y hacer las cosas bien. Pero lo importante es que estamos aquí ahora, dispuestos a enfrentar lo que sea juntos ―confesó Jungkook, su voz llena de sinceridad mientras buscaba los ojos de Taehyung en busca de alguna señal de perdón.
Taehyung asintió con la cabeza, una sonrisa tímida curvando sus labios mientras se acercaba lentamente a Jungkook.
―Entonces, ¿podemos intentarlo de nuevo? ―preguntó Jungkook, su voz apenas un susurro mientras buscaba los ojos de Taehyung en busca de alguna señal de esperanza.
Taehyung asintió con la cabeza, una lágrima de felicidad deslizándose por su mejilla mientras se fundía en un abrazo con Jungkook.
―Lo siento tanto por todo, Jungkook. Por cada lágrima que te hice derramar, por cada momento de dolor que te causé. Pero también quiero que sepas que te amo más de lo que las palabras pueden expresar. Y prometo luchar por nuestro amor, a pesar de todos los obstáculos que se interpongan en nuestro camino ―declaró Taehyung entre sollozos, aferrándose a Jungkook con fuerza mientras las emociones abrumadoras lo invadían.
Jungkook envolvió a Taehyung en sus brazos con ternura, acunándolo con delicadeza mientras dejaba que sus propias lágrimas se unieran a las de Taehyung.
―Y yo también lo siento, Taehyung. Por haber dudado de ti, por haber permitido que la desconfianza se interpusiera entre nosotros. Te extrañé cada segundo que estuvimos separados, y mis hermanos también te extrañaron. Pero ahora estamos juntos de nuevo, y nada nos separará nunca más. Te amo con todo mi ser, Taehyung, y prometo estar a tu lado en cada paso del camino, sin importar lo que nos depare el futuro.
Los corazones de Jungkook y Taehyung latían al unísono mientras se abrazaban con ternura, envueltos en la atmósfera cálida y emocional del momento. Las lágrimas que habían brotado de sus ojos se mezclaban en un río de emociones compartidas, mientras se aferraban el uno al otro con fuerza, como si temieran que el otro pudiera desaparecer en cualquier momento.
Los labios de Jungkook temblaban ligeramente mientras contemplaba a Taehyung con amor y anhelo, su mirada perdida en los ojos oscuros del chico que había amado desde siempre. Y Taehyung, con los ojos brillantes de emoción y las mejillas húmedas de lágrimas, devolvía la mirada con igual intensidad, como si pudiera leer cada pensamiento y sentimiento que pasaba por la mente de Jungkook.
En un instante de pura conexión, Jungkook inclinó suavemente la cabeza hacia adelante, acercando sus labios a los de Taehyung con una delicadeza infinita. Sus alientos se entrelazaron en un susurro apenas audible, un eco de promesas susurradas en el aire.
Cuando sus labios finalmente se encontraron en un beso suave y lleno de ternura, fue como si el mundo entero se detuviera a su alrededor. El tiempo se ralentizó, los sonidos se desvanecieron y solo existían ellos dos, unidos en un momento de pura intimidad y amor compartido.
El beso fue lento y apasionado, cada movimiento cuidadosamente sincronizado, cada caricia llena de afecto. Los labios de Jungkook se movían con una ternura exquisita sobre los de Taehyung, explorando cada contorno con devoción mientras sus corazones latían al unísono en un ritmo perfectamente armonizado.
Y Taehyung respondió con la misma pasión y entrega, sus manos aferrándose con fuerza a los hombros de Jungkook mientras se perdía en el dulce sabor y la calidez de sus labios. Cada beso era un recordatorio de su amor compartido, una promesa de un futuro juntos que superaría cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino.
Cuando finalmente se separaron, quedaron respirando entrecortadamente, sus frentes tocándose en un gesto de intimidad compartida. Sus miradas se encontraron en un silencio cargado de significado, intercambiando un millón de palabras sin pronunciar una sola.
Y en ese momento, bajo el suave resplandor del sol que se ocultaba en el horizonte, Jungkook y Taehyung supieron que estaban destinados a estar juntos, que su amor era más fuerte que cualquier adversidad y que nada, ni siquiera el tiempo, podría separarlos jamás.
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