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26.

¿Por qué se lo había dicho?

Se maldijo así mismo por haberle dicho a Taehyung que le gustaba, realmente se había esforzado para evitar que pasara, pero simplemente no lo había logrado.

Le gustaba Kim Taehyung. Y mucho.

Jungkook llego a la cafetería, se escuchaban los murmullos de los estudiantes, la mesa del fondo reía a carcajadas, era el grupo de Minho, que siempre trataban de llamar la atención del resto, el azabache simplemente los ignoro y se sentó en una mesa que estaba desocupada.

—¡Jungkook! —era la voz de Eunwoo, el azabache sintió que lo tomaba por el hombro, pero ignoro a su amigo, ya que Taehyung había entrado a la cafetería, lo vio sentarse solo en una mesa sin siquiera tocar su comida, se veía afligido.

—¿Qué pasa? —pregunto esta vez poniendo atención a su amigo.

—Habla con él, ¡Convéncelo! —dijo en tono de súplica, Jungkook no lograba entender nada.

—Explícate.

—Taehyung —lo señalo con la mirada —¡cancelo nuestra cita! —Jungkook lo miro con burla— ¡No te burles! —golpeo su brazo.

—No creo que pueda hacerlo cambiar de opinión.

—Realmente pensé que saldría conmigo...

—Así es la vida —Jungkook le dio dos golpecitos en la espalda tratando de consolarlo.

—No —lo miro con enojo— Así es el, se cree que es...

—¡Hey! —Jungkook lo interrumpió— Mucho cuidado con lo que dices —con la mirada le dejo en claro que si se atrevía a decir algo sobre Taehyung no evitaría golpearlo.

—Y tú... ¿por qué lo defiendes tanto? —Eunwoo lo enfrento, de verdad no sabía lo que estaba provocando.

—¡Que te importa! —le contesto Jungkook de mala gana.

Fue hacía la máquina de bebidas, compro una lata de refresco y una botella de agua, Jungkook debatía entre ir o no ir hacía la mesa de Taehyung.

¡Al diablo!

Una botella de agua apareció frente a Taehyung por lo que por instinto levanto su mirada.

—Hola —lo saludo Taehyung sin ganas.

—¿Estás bien? —pregunto Jungkook haciendo hacia atrás una silla para poder sentarse.

No.

Taehyung se sentía mal por estar jugando con él.

—Si estoy bien.

—No parece —le dio un gran trago a la lata de refresco— Si es porque querías salir con Eunwoo, hazlo —dijo mirando hacia abajo— Yo no soy nadie para impedírtelo.

—¡No es eso! —el rubio le sonrió— De verdad estoy bien.

—Entonces ¿No querías salir con él?

—No era algo que me alegrara, pero tampoco que me molestara.

—Entonces —mordió su labio inferior con nerviosismo— Entonces ¿Tienes libre este viernes?

Taehyung lo miro incrédulo— ¡Jeon Jungkook! ¿Me estas invitando a salir? —no lo podía creer.

—Algo así.

—Pues sí, estoy libre —Taehyung apoyo los codos en la mesa y su cabeza en sus nudillos, tomo la lata de refresco de Jungkook y bebió de esta— Y bien —dijo expectante.

—Y bien ¿Qué? —el azabache pregunto sin entender.

—Invítame bien Gguk.

—No me compliques las cosas —frunció el ceño y negó con la cabeza.

—Recuerda que no es fácil invitarme a salir.

—Lo fue para Eunwoo.

Una mala decisión de palabras.

Taehyung levanto su ceja izquierda, tomo su bolso, el bote de agua y se puso de pie.

Jungkook se levantó de golpe evitando que el rubio se fuera— ¡No! —se arrepintió de inmediato— ¿Te gustaría salir este viernes conmigo? —cerro los ojos, parecía que pronunciar esas palabras le quemaban la lengua, dos segundos después volvió a abrirlos.

—Me encantaría. —Taehyung le dio un beso en su mejilla para después caminar hacia la puerta de la cafetería.

Taehyung se aplicó brillo labial cuando escucho el claxon del auto de Jungkook, se colocó un par de gotas de perfume y bajo por las escaleras corriendo.

—¿A dónde vas? —Su madre pregunto desde la sala, estaba leyendo unos papeles.

—Jungkook me invito a cenar —contesto con una enorme sonrisa.

—¿Y cuándo me pediste permiso? —sabía que su madre lo hacía con la intención de joder, no le daría la satisfacción de arruinar su noche.

—Te lo dije el martes —mintió, aun así, no lo recordaría.

—Está bien —dijo sin despegar la mirada de las hojas.

Taehyung simplemente la ignoro y salió de su casa.

—¡Wow! —Jungkook levanto ambas cejas al verlo— Creo que tendremos que ir a un lugar más elegante de lo que había pensado.

—Si quieres me cambio —Taehyung señalo su vestimenta.

—No, no —negó con la cabeza— ¿Vamos? —Caminaron hacía el auto de Jungkook, como todo un caballero abrió la puerta para Taehyung, espero a que subiera y cerró la puerta, al mismo tiempo Tae lo miraba a través del vidrio y le regalo una sonrisa, Jungkook simplemente le sonrió de vuelta mientras negaba con la cabeza.

—Yo sabía que había un Jungkook dulce detrás de esto —hizo un ademan señalando su ropa.

—Ja, Ja —sabía que él azabache quería reírse a carcajadas, era divertido molestarlo.

—¿Y a donde tenías planeado que fuéramos? —Taehyung le pregunto en cuanto puso el auto en marcha.

Jungkook subió los hombros— ¿Mc Donald's?

—¿Es broma? Debiste decirme para no venir tan... arreglado.

—Realmente te ves bien, no importa.

Una vez que llegaron al restaurante de comida rápida, Jungkook abrió las puertas a Taehyung, le indicó que el pasara primero, el rubio simplemente le sonrió y entró, ambos se dirigieron al mostrador para poder ordenar.

—Yo quiero el combo número uno y una malteada de... —Taehyung dijo pensativo tratando de decidir qué sabor elegir— Fresa —contesto seguro y el chico toco la pantalla para poder escribir su orden— ¡No! mejor chocolate —sonrió— Disculpa —estaba apenado ya que él chico había marcado el helado de fresa.

—No te preocupes, tomate tu tiempo —dijo el peli rojo con una coqueta sonrisa, el menor sintió como la mano de Jungkook pasaba por su espalda para llegar hasta su cintura y lentamente lo apego hacía él.

Taehyung ignoro ese detalle.

—Vainilla, si mejor vainilla —Taehyung finalmente se decidió, volteo a ver al chico y su mirada coqueta había sido reemplazada por una de terror— Gguk —llamo al azabache, Jungkook cambió la mirada amenazante por una más suave en cuanto miro a Taehyung, pago y el chico peli rojo le entrego un pequeño letrero con el número de su orden.

—Lo bueno es que llamé temprano para reservar una mesa. —el azabache bromeo pasando su brazo por los hombros de su cita.

—¡Cielos! —Taehyung le siguió el juego mientras fingía estar sorprendido— Escuche que son difíciles de conseguir, te debió haber costado demasiado reservar esta mesa, es una de las mejores del lugar. —ambos se sentaron en su mesa especial.

—¿Se les ofrece algo más? —nuevamente el chico que los atendió se acercó a ellos con su pedido, su mirada se dirigió específicamente en  Taehyung.

—No —contesto Jungkook— Gracias.

—No te pongas celoso. —comento Taehyung en mofa cuando el peli rojo se fue.

—No estoy celoso. —afirmo desenvolviendo su hamburguesa que era dos veces más grande que la de Taehyung.

—¿A si? Porque la verdad parecía que querías demolerlo a golpes —dijo con burla— seguro es mi imaginación.

—Sí, eso es...

Conversaron de cosas sin sentido, si Jungkook le hacía preguntas a Taehyung el las respondía, y si Taehyung le hacía preguntas el azabache también las contestaba, Jungkook no podía parar de reír por las ocurrencias del menor.

El azabache espero pacientemente a que Taehyung terminara de comer, mientras que también robaba papitas fritas del plato del rubio, cuando terminó Jungkook se levantó y fue a dejar las bandejas en el mostrador, espero a que Taehyung arreglara su vestimenta y tomo su mano para que pudieran salir juntos.

—¿Sigues pensando lo mismo sobre mí? —Pregunto Taehyung cuando llegaron al auto.

—¿Por qué preguntas? —Jungkook se recargo en la puerta, sus manos aún permanecían juntas.

—Porque... —miro hacia abajo— en realidad me importa lo que piensas de mí —Taehyung mordió su labio inferior con timidez.

—No —el azabache tomo la barbilla del rubio mientras que al mismo tiempo levantaba su rostro— No pienso lo mismo —se acercó lentamente con un objetivo, sus labios.

Taehyung se acercó hacía Jungkook, pero desvió su rostro y llego a su mejilla donde deposito un suave beso.

—No beso en la primera cita —Taehyung susurro en su oído.

—Me has besado antes sin siquiera tener una cita. —contesto Jungkook con la voz ronca.

—P-pero ahora la tenemos —tartamudeo al notar el efecto que había provocado en Jungkook— Y no hay beso en la primera.

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