¿Alguna vez te has encontrado en medio de esa abrumadora tormenta de sentimientos al darte cuenta de que estás solo en el mundo? Esa sensación de vacío, cuando no hay nadie a tu lado y no tienes ni siquiera un refugio al que llamar hogar.

Sin embargo, en medio de la oscuridad, surge una luz que ilumina el alma. Una sensación de alivio y gratitud que te inunda cuando las cosas empiezan a mejorar, haciendo que cada pequeño detalle cobre un valor incalculable.

—Vámonos, hermoso —susurró Jungkook, su voz cargada de cariño mientras sus labios rozaban los de Taehyung con ternura, como si quisiera transmitirle todo su amor en un solo beso. Con delicadeza, se apartó para depositar un beso reconfortante en la frente del rubio.

Tomando la mano de Taehyung con gentileza, Jungkook entrelazó sus dedos con los suyos, sintiendo la aceleración del pulso de su amado.

—¡Espera! —la voz de Taehyung tembló ligeramente mientras limpiaba las lágrimas que aún resbalaban por sus mejillas. Se detuvo un momento para recoger la bolsa que había caído al suelo, aferrándose a ella como si fuera su única posesión. Luego, volvió hacia Jungkook y se fundió en un abrazo desesperado, como si quisiera grabar cada instante en su memoria para siempre. Después de unos minutos que parecieron una eternidad, Jungkook volvió a tomar su mano con suavidad, entrelazando sus dedos con los de Taehyung, y juntos abandonaron el aeropuerto, encaminándose hacia el hogar que compartirían en adelante en la casa de los Jeon.

—¿Me dejarás quedarme? —Taehyung pregunto nervioso en cuanto Jungkook estacionó enfrente de su casa, ambos se bajaron y Jungkook bajo las maletas de Taehyung para caminar hacia él, el rubio estaba nervioso.

—No te dejaré solo —acaricio la mejilla del menor— Mas bien... —sonrió— no te dejaremos solo —con su pulgar desapareció las lágrimas que se habían escapado de los ojos de Taehyung.

—Te amo Jungkook —el rubio se colgó del cuerpo del azabache y escondió su rostro en su pecho.

—Te amo Tae —susurro el azabache en el oído del rubio.

Jungkook acomodo las maletas de Taehyung en el living y en solo dos segundos ya estaba abrazando al rubio.

—¿Sana y Hoseok? ¿Dónde están? —le pregunto Taehyung rodeando su cuello con sus brazos.

—Me detestan.

—Eso es imposible —Taehyung paseo su mano por el cabello de Jungkook.

—No, no lo es, Sana esta resentida conmigo y Hoseok la apoya —el azabache oculto su rostro en el cuello de Taehyung donde comenzó a dar pequeños besos.

—¿Y por qué esta resentida? —algo le decía que él era responsable.

—Le grité —saco su rostro y miro hacia abajo— Pero seguro se pondrán muy felices cuando te vean.

—Ven —le dijo el rubio tirándolo del brazo para caminar hacia la sala.

—¡No! —gritó el azabache, pero Taehyung ya había entrado y había visto la mesa central hecha pedazos, el rubio se giró hacia él con los ojos abiertos.

—Si me ponía a recogerlo, no hubiera llegado s tiempo al aeropuerto —subió los hombros restándole importancia.

—¡Eres un tonto! —Taehyung lo golpeo— ¡Te pudiste haber lastimado! —Jungkook soltó una carcajada, Taehyung no le encontró la gracia. La sala estaba llena de vidrios.

—Tengo que levantarlo, los niños se pueden lastimar. —Taehyung lo soltó.

—¡Hey! —Jungkook lo tomo de la cintura —Tenemos que limpiar más aparte de eso— señalo la mesa que estaba partida a la mitad— pero solo tenemos tres horas para nosotros solos y las quiero aprovechar.

A Taehyung le dio escalofríos.

—¿Que no es lo único que rompiste? —Taehyung pregunto sorprendido tratando de no caer ante la insinuación de Jungkook.

Jungkook lo abrazo por la cintura y comenzó a dar leves mordidas al cuello del rubio.

—¡Jeon Jungkook! —el rubio soltó un quejido— ¿Qué hiciste?

—Mi cuarto... también esta hecho un desastre.

—Gguk.

Jungkook se separo de Taehyung y lo miro directo a los ojos— Tae... — suspiro acariciando el brazo del rubio de arriba abajo— no me vuelvas a lastimar así.

Taehyung sintió una horrible punzada en su pecho— Jamás me lo perdonaré Gguk —el rubio comenzó a llorar, sintiéndose la peor persona de nuevo, tomo la el rostro del azabache y lo miro a los ojos— Eres lo más valioso que tengo y no te quiero perder —hipo— nunca.

—Ya —Jungkook limpio las lágrimas del rubio— A partir de hoy queda todo olvidado —le dio un largo beso para calmar a Taehyung— Vamos —el azabache regreso por las maletas y subieron las escaleras.

Llegaron al piso de arriba mientras Jungkook lo guiaba hacia su antigua habitación. Entraron y dejaron las maletas en el piso, el azabache rodeo por la espalda con sus brazos el cuerpo de Taehyung, el rubio se giró sobre sus talones para poder verlo de frente, le iba a dar un beso cuando el celular del azabache sonó.

Jungkook cerró los ojos molesto y Taehyung soltó una carcajada.

—No le encuentro la gracia —el azabache rodo los ojos sacando su celular.

—Por eso mismo te digo "Am" —Taehyung hundió su rostro en el cuello de Jungkook y lo mordió suavemente, Jungkook aprisionó su propio labio inferior y lo mordió, a Taehyung le encantaba que hiciera eso.

El teléfono dejo de sonar y una picara sonrisa apareció en el rostro de Jungkook, mientras que Taehyung continuaba jugando en su cuello. Jungkook cerró los ojos disfrutando de sus besos y caricias.

Una vez más el celular de Jungkook comenzó a sonar, esta vez bufo molesto.

—Responde —Taehyung le dijo riendo mientras se daba la vuelta para comenzar a acomodar sus cosas.

—Esto no se queda así ¿estamos? —lo señalo.

—Claro que no se quedara así —el rubio le sonrió mientras subía una de sus maletas a la cama.

—¿Bueno? —Jungkook respondió de mala gana— ¿Para qué? —silencio— ¡Mierda! lo olvide —dijo frotando sus ojos— Si, si ya —dijo con fastidio— En cinco minutos estoy ahí —colgó y el aparato regreso a su bolsillo— Me tengo que ir a la tienda, ¿Vienes conmigo?

—Creo que me quedare a limpiar el desorden de abajo —Taehyung se acercó al azabache— ¿Está bien? —Jungkook asintió.

—Nos vemos más tarde —Jungkook unió sus labios— Te amo — susurro sobre estos y salió corriendo sin siquiera dejar contestar al rubio.

Jungkook salió con prisa mientras que Taehyung lo miraba con cariño, estaba agradecido de que nuevamente estaba con el amor de su vida, esta vez haría las cosas bien.