Tan pronto como terminaron los exámenes parciales, Jimin no podía esperar para salir a divertirse.

Tomamos una ducha rápida, y nos arreglamos frente al mismo espejo, luchando por acapararlo, que fuera el último viernes del mes nos dió más tranquilidad para salir a festejar. Mis calificaciones fueron mejor de lo que esperaba, y aunque Taehyung no podía decir lo mismo, no había reprobado ninguna materia.

Cuando decidí que estaba listo, miré a Jimin, todavía debatiendo en si llevar botines negros de punta o al estilo militar. Finalmente nos reunimos con Taehyung y algunos compañeros en uno de los bares más populares de Hongdae.

Me deje caer en un sillón de piel color oscuro mientras llegaba la tercera ronda de botellas, Taehyung se acostó a mi lado y recargo su cabeza en mi estómago en una posición demasiado incómoda. No tuve la suficiente fuerza de voluntad para alejarlo y solo pase mi mano por su cabello.

Él me detuvo de forma abrupta después de los cinco segundos.

—Me dará sueño si sigues —dijo y enseguida bostezó.

Muchos se ponían un poco locos cuando el alcohol tocaba su sistema, mi amigo Kim era diferente, él se relajaba al punto de ponerse flojo y agotado.

Decidí ignorarlo por un rato y tome mi vaso para terminar el líquido que quedaba cuando un chico se sentó en nuestro lugar.

—Oh Yoongi —Jimin dijo y sonrió demostrando que estaba lejos de tener sus cinco sentidos—, ¿Has traído mi disco?

Taehyung se enderezó en el asiento, se cruzó de brazos y miro de forma abrumadora al que respondía a nombre de Yoongi.

—¿Y tú eres? —pregunto con hostilidad, que hizo que los vellos de mi piel se erizaran.

¿Qué estaba pasando... Acaso eran celos?