Expediente médico

Paciente: Dana Ramírez Medina.

Edad: 17 años.

Candidato(a) para cirugía de: Mastectomía.

Datos en el perfil psicológico del paciente:

Describa con sus propias palabras el motivo por el que desea someterse a esta cirugía y si está consciente de los riesgos de la misma:

¿Alguna vez ha despertado con un peso gigante en sus hombros, sin ganas siquiera de abrir los ojos un día más, que abra los ojos para escapar de las pesadillas nocturnas y al final de cuentas, la realidad es peor que lo que le atormenta cuando no puede descansar?

¿Sabe lo que se siento al tomar una decisión importante sobre mi cuerpo y tener que soportar los prejuicios de la gente como si lo que yo hiciera fuera problema suyo?

Usted no tiene ni la más remota idea.

No es una confusión por la que estoy pasando, no es una etapa de rebeldía mía. No es un capricho de alguien que no sabe lo que quiere. Esto es mi vida y estoy seguro de lo que estoy solicitando.

Si pudiera hacer este proceso por mí mismo, le juro que lo haría. Pero no puedo hacerlo solo, por eso estoy rellenando este documento, otro requisito más, como los miles que me han pedido y todos los he pasado.

Ustedes dudan tanto, por mi corta edad. Venga aquí la noticia, para ustedes mi vida es corta, para mí ha sido una eternidad.

Estoy perfectamente al tanto de los riesgos que corro con este procedimiento. Me he informado lo suficiente para saber que no habrá vuelta atrás. Tengo miedo al dolor físico, no lo niego, soy humano, pero el riesgo que corro para mí vale la pena.

Sé lo que soy, un hombre y quiero que respeten mí decisión de hacer los cambios que yo considere en mi cuerpo, yo tengo mis motivos y ustedes no tienen el derecho de exigirme explicaciones. Es mi vida y repito, son mis decisiones.

Y por medio del presente informo que no he venido a este hospital a ser juzgado ni a ser enjuiciado por lo que soy. Vine a solicitar un tratamiento al que tengo derecho.

Quiero ser feliz, y tengo los mismos derechos de serlo tal y cual lo tienen todas las personas.

Ah, y por favor díganle al responsable de los expedientes, que mi nombre es Dan, no es Dana. Ahórrense una vocal.

El doctor Ramírez cerró el expediente médico de su sobrino, él estaba consciente de que Dan estaba más que listo para iniciar con su tratamiento. Lo único que faltaba a ese documento era la firma de su hermano, ya que Dan era menor de edad todavía, para tales procedimientos, era obligatorio la firma del tutor.

Ronald pasó la mano por su cabello con pesadez y nostalgia. Por un lado entendía perfectamente a su sobrino y, apesar de que sus colegas le advirtieron que no era una buena idea atender su caso, él sabía que era el mejor en este ámbito, no dejaría en otras manos el bienestar de su sobrino.

Por otro lado estaba su hermano, quien amaba a su hijo, pero no podía aceptar todavía, que Dana es un chico.

Se sentía entre la espada y la pared.

Tomó su teléfono y envió un mensaje a su hermano, ya era momento de tener una plática larga y tendida.

Este mundo sería mejor, si en vez de criticar y juzgar a los demás, nos tomáramos el tiempo de ponernos en sus zapatos.