Capítulo 6 El plan en marcha.
Malfoy se quedó mirándome sin expresión en el rostro, después entrecerró los ojos.
-Primero arruinas mis llantas y luego me sigues y conspiras con la comadreja para deshacerte de mí cita ¿Acaso tratas de seducirme Granger?
Su voz sonó tan sugerente y dándome esa mirada tan cautivante. <<Maldito macho egocentrista>>.
-Qué, por supuesto que no Malfoy.
-Sabes que eso se puede arreglar fácilmente, vamos a mi departamento y ya.
-Ja, no me hagas reír, no te estoy siguiendo y no me interesa nada contigo.
Qué le pasa a este hombre, es un maldito, como si yo fuera una de esas... fulanas, qué se cree.
De pronto un mesero interrumpió mis pensamientos asesinos hacia el hombre que tenía aun lado.
-¿Gustan un canapé?
Vi que Malfoy tomó uno y me observó, yo entre mi bolso de mano, mi celular y la copa que tenía no podía tomar nada con mis manos.
-Un segundo -, le dije sonriendo hacia el mesero, coloqué mi celular en el bolso del saco de Malfoy y dejé mi copa en la mesa detrás de mí para poder coger el dichoso canapé.
Metí el canapé a mi boca y sutilmente lamí mi labio superior y cerré mis ojos dando un pequeño gemido, porque sí, estaba buenísimo el aperitivo.
-No, no, no, no... si lo que quieres es ligar conmigo, no lo estás haciendo bien-, me dijo el muy descarado. -Debes sacar menos la lengua, estás haciendo tus movimientos muy exagerados. Así parece que te estas relamiendo las migajas.
-¿Perdón?
-Te perdono.
-No, no sé de lo que me estás hablando.
-Ay claro que si sabes, la miradita, la boquita parada, tu lengua lamiendo tus labios. Pero es mejor si me miras directo a los ojos, después a la boca y ahí te lames el labio.
-No imbécil, yo no estoy tratando de ligar contigo.
-¡Ay por favor! si quieres eso, ya sabes que es lo que tienes que hacer, solo di si y una cama nos espera-. Dijo eso para después guiñarme un ojo y sonreírme con picardía.
-¡Que no Malfoy! yo no soy de ese tipo de mujeres que frecuentas.
-Aburrida.
-Bueno ya, lo admito, si te estaba buscando; pero no porque quiero ligar contigo. Necesito tu ayuda Malfoy.
-Escuchen todos, Hermione Granger me está pidiendo a mí, Draco Malfoy ayuda.
Observé que la gente del lugar lo miraba con confusión en sus rostros aristocráticos.
-No estamos en Londres mágico Malfoy, a la gente de este lugar le importa un comino lo que dices sobre mí-. Pude notar como el hurón chasqueaba la lengua con inconformidad.
-Y para qué soy bueno-. Comenzó a acercarse lentamente hacia mi invadiendo mi espacio personal.
-No para lo que crees, mal pensado. Necesito ayuda con una poción experimental y eres la única persona que conozco que puede ayudarme.
Lo vi alzar la ceja, claramente no se esperaba eso.
-Y por qué no le pides ayuda a tu amigo San Potter, por lo que sé en sexto sacó excelentes notas.
Yo bufé rodando los ojos-, Si claro, Harry utilizó un libro del profesor Snape, que contenía anotaciones personales. Así que claramente los méritos no son de él.
-¡Lo sabía, sabía que el muy maldito estaba haciendo trampa!
-Bueno ¿vas a ayudarme? Ambos sabemos que eras muy bueno en la materia.
Y es que, si lograba que me ayudara, mataría dos pájaros de un solo tiro. Uno, me ligaba a el imbécil éste y dos, encontraría una fórmula para lanzar mi proyecto sobre los hombres lobo.
-Uh, Hermione Granger pidiéndome ayuda y dándome un alago. Este día no para de sorprenderme... ¿Y yo qué gano con todo esto?
Buena pregunta, no lo había pensado.
-¿Umm una cita conmigo?
-¿Terminará en la cama?
-Ehh no...
-Entonces olvídalo.
¡Maldito bastardo!, me di la vuelta buscando a Ron el cual ya estaba intercambiando teléfonos con la cita de Malfoy. Menos mal sirvieron de algo mis ruegos al pedirle que adquiriera uno el año pasado ya que esto nos ha sacado de apuros al comunicarnos con mayor rapidez.
-Nos vamos Ron-. Interrumpí el intento de ligue de mi amigo, tomándolo de la chaqueta para llevármelo a rastras de ahí.
-Yo te aviso cuando haya concertado una cita para el casting-. Escuché que le decía a la modelito.
Ya estando afuera del Royal Opera House, Ron me intercepto.
-No salió como esperabas verdad-, me cuestionó.
-Por supuesto que no, es Malfoy. No sé cómo a Greengrass se le ocurrió que él podría caer, es prácticamente el maestro en cuestiones de seducción y ligue.
-Pero tú eres inteligente Hermi. Me encantaría ver a ese cabrón rendido a tus pies mientras tú lo pisoteas cual cucaracha rastrera.
Jamás había visto esa sonrisa maquiavélica en Ron, pero mentiría si dijera que no me agrada esa idea. Después de todo me debe años de humillaciones, una pequeña cucharada de su propia medicina no le caería nada mal.
-Si Ron, pero mi inteligencia no me servirá para eso.
-Y entonces ¿cómo has conseguido ligar a todos esos hombres infieles?
-A ver, en primer lugar, no me los ligo, ellos solitos son los que se me ponen en bandeja de plata, tan fácil sería decirme tengo novia y darse la vuelta, pero no lo hacen-. Hundí mis hombros y confesé mi éxito. -Tal vez utilizo algunas tácticas que he visto en películas románticas.
-Vez, te dije que eras inteligente. Y que quede claro que solo te apoyo en esta absurda idea solo porque se trata de que asciendas en tu trabajo y mejoren tus ingresos para ayudar a tus padres, porque el imbécil de Malfoy me sigue cayendo mal.
-Lo sé y te lo agradeceré siempre.
Una vez llegando al departamento Luna nos recibió con sospecha.
-Y ¿qué tal les fue?
-Pudo haberme ido peor.
Procedí a relatarle la velada a mi compañera de piso, la cual cambiaba su cara de sospecha, a escepticismo y después a incredulidad.
-Y qué tal se puso ¿cambió mucho?
-Pues no es un Ron, pero no esta tan mal.
-Ay por Merlín, Ron está mucho mejor que tú.
-Ya te gustó-. Repitieron al mismo tiempo mis amigos.
-Claro que no me gustó. Aquí el punto es que Malfoy tiene que caer redondito por mí.
-Entonces por qué no fuiste a su departamento-. Cuestionó Luna inocentemente.
-Porque si hubiera ido, hubiera pasado de todo y jamás caería Luna- Le expliqué.
-Yo ya no entiendo nada, si te los tiras no caen y si no te los tiras tampoco.
-Luna, nosotros los hombres somos complejos.
-Vez por eso no agarramos nada.
-No y luego tú acabas soñando que te tiras a Ron-. Me tapé la boca con ambas manos y maldije, ahora Luna no querrá confiarme nada.
-Qué, Luna soñaste conmigo, juntos ¿en la cama?
-No, lo soñé una vez y no fue un sueño, fue una pesadilla ¿podemos hablar de otra cosa?
-No, no vamos a hablar de otra cosa hasta que no me digas, cómo estuve en el sueño, a poco no hubo pasión eh.
-Ya cállate. Mejor preguntémosle a Hermione, ahora qué hará -Preguntó con desconfianza, dirigiendo sus ojos azules hacia mí y sentándose en el sofá.
-Ahora verás-. Dirigí la mirada hacia mi amigo pelirrojo-, Ron préstame tu celular.
-Para qué.
-Necesito hacer una llamada.
-Pero no te vayas a extender mucho tiempo eh, que me gastas el saldo.
-No, ya préstamelo-. Extendí mi mano y Ron me dio el celular a regañadientes.
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