Capítulo 16 "Una nueva vida"
Capítulo 16 "Una nueva vida"
El rubio ni siquiera tocó la puerta, así sin más la abrió, solo que en ese momento pudo ver la imagen de Hermione tomando una cuchara mientras su cuerpo giraba y desaparecía.
Se fue, sin poder hablar con ella, sin poder solucionar el problema. Solo se dejó caer de rodillas al suelo, derrotado, lamentándose el haber tardado en buscarla, permitiendo que su orgullo cegara su razón. Sintió la mano de Luna Lovegood posarse en su hombro, tomándole con fuerza.
...
Al tomar la cuchara que le ofreció el jefe del departamento de trasladores, sintió un tirón desde el ombligo. Aterrizó en un callejón desierto, ruidos del exterior la desconcertaron un poco mientras lograba quitarse la sensación de mareo en su cuerpo tomando respiraciones profundas logrando así su cometido. Una vez que logro estabilizarse por completo, comenzó a caminar tratando de orientarse para llegar al lugar.
Logró avanzar unos veinte metros, cuando sintió que alguien la jaló del brazo, instintivamente llevo su mano a su varita, pero cuando estaba a punto de sacarla de su bolsillo trasero del pantalón, unos fuertes brazos le abrazaron con fuerza, se tranquilizo al percibir el olor tan familiar a madera y cítricos que emanaban del cuerpo de su casi hermano Harry Potter.
-Harry, me has dado un susto de muerte- exclamó cuando se separó de él.
-No olvides lo que nos enseño Alastor- le respondió su amigo.
-Alerta permanente- respondieron ambos al mismo tiempo, con una sonrisa nostálgica al recordar al auror.
-Te hemos extrañado mucho- dijo el azabache mientras tomaba la maleta de su amiga.
-Yo también, pero platícame cómo ha estado Ginny.
-Esta bastante emocionada por tu llegada, ya está en la etapa final del embarazo y casi no puede ni moverse. He de confesar que tu llegada es de mucha ayuda en estos momentos. Ginny está muy sola porque he tenido muchísimo trabajo y no quiere regresar a Inglaterra, por más que Molly le supliqué, no quiere dejarme solo aquí-. Comenzó a relatarle su vida en Manhattan, Nueva York. Mientras se encaminaban a su hogar.
Harry le comentaba que estaba trabajando en el Edificio Woolworth, ubicado no muy lejos de su casa, de esta manera estaba más al pendiente de su esposa ya que le preocupaba que en su estado, le pasara algo sin estar él presente. Por lo tanto, decidieron mudarse a aquella isla para evitar perder tiempos esenciales al momento de entrar en labor de parto.
De igual manera el hospital estaba cerca de su casa, Harry ya lo tenía todo previsto y Hermione no pudo estar más que completamente orgullosa de su amigo al ver que podía hacerse cargo de todo sin necesidad de buscar apoyo de otras personas. Él ya era un hombre hecho y derecho.
Llegaron a una casa que, a simple vista se veía grande, tenía enormes ventanas laterales. Subieron las escaleras hasta llegar a un pequeño porche, en cuanto se pararon ahí, una puerta color marrón se abrió mostrando a una pelirroja y su gran barriga de embarazo. Abrazó a Hermione con efusividad quien de pronto se alarmó al creer que estaba aplastando la panza de su amiga.
-Oh Ginny, te miras realmente hermosa-. Le dijo mientras sobaba con fascinación la barriga de su amiga.
-Tonterías, no ves éstas grandes ojeras que me cargo, ya me es imposible dormir, he intentado de todas las posiciones habidas y por haber y ninguna, óyelo bien, ninguna me permite dormir más de 15 minutos seguidos-. Exclamó quejándose mientras se apoyaba de un pie a otro. -Además estoy totalmente hinchada, ya no puedo utilizar zapatos normales porque no me entran. Pero pasa, vayamos a sentarnos que no puedo estar parada tanto tiempo.
-Ginny, recuerda que tu madre te recomendó estar en constante movimiento, dijo que sería muy bueno para cuando llegara la hora del...
-Harry- dijo la pelirroja interrumpiéndolo. -Cuando tengas una barriga que pesa lo mismo o más que una bludger, hablamos. Ahora estoy cansada, me duelen los pies y la cadera también, por favor vayamos a sentarnos.
Harry dio un suspiro mientras levitaba las maletas de Hermione quien estaba siendo dirigida por su esposa a la sala.
Los grandes ventanales llenaban de luminosidad la sala principal, donde los sofás color hueso brindaban armonía a la habitación. Ginny se sentó en el sofá de dos plazas junto a Harry, acomodándose en éste hasta posar sus pies encima de las piernas de su esposo, quien gustosamente le brindaba un masaje mientras se ponían al día con la castaña.
-Ahora platícanos Hermione, qué novedades hay en Inglaterra- preguntó la pelirroja, mientras hacía caras de satisfacción ante el masaje recibido.
-Bueno, quizá deba comenzar por decirles el verdadero motivo por el cual me encuentro aquí- comenzó tomando un poco de aire para narrar todo lo acontecido con respecto al tema del otro trabajo.
Les platicó desde el momento que partió a buscar a sus padres, siendo más detallada en su relato, el cómo intentó ayudarles a recobrar la memoria sin éxito alguno hasta que tuvo que internarlos indefinidamente en San Mungo. También les contó sobre su trabajo en el Ministerio y sus intentos de proyectos, los cuales se les habían negado por falta del apoyo de algún miembro del Wizengamot perteneciente a los sagrados veintiocho. Y aunque Ginny y Harry ya sabían un poco sobre la falta de apoyo dada la condición de sangre de su amiga, asumían que su inteligencia haría que poco a poco, fueran notándola más y que su trabajo hablara por ella, "que ingenuos habían sido".
-¿Quieres que regrese Hermione? tal vez pueda ayudarte en algo.
-No es necesario Harry, mi vida no es en el Ministerio, me gustaba mucho mi trabajo, pero no me apasionaba y terminó consumiéndome.
-Aquí podrás buscar un empleo que te apasione Hermione y estaremos juntas ¿hay algo más que necesites decirnos?- preguntó Ginny mientras sobaba su barriga.
La castaña asintió y les relató todo lo acontecido con el ex novio de Luna, lo que ella tuvo que hacer para ayudarle a su amiga rubia a descubrir al Rolph. Y cómo a partir de eso obtuvo otro trabajo ayudando a otras mujeres a desenmascarar a sus novios. Así como el avance que se ha obtenido en la recuperación de memoria de sus padres y como con el "otro trabajo" fue pagando los medicamentos y terapias. Les platico sobre Astoria y como ella le manipulo para engatusar a Draco Malfoy y así obtener el apoyo del Sr. Greengrass, creyendo que con la aprobación de su proyecto su vida cambiaría. El cómo terminó con Malfoy de quien se había enamorado completamente al haber visto los cambios que el hombre había tenido. Todas las cosas que él estaba haciendo para intentar ser una mejor persona.
Harry terminó con la boca completamente abierta al escuchar la última parte y el cómo su casi hermana terminó enamorada de su enemigo escolar. Ginny, su esposa prácticamente tuvo que cerrar la mandíbula de su esposo con la mano.
-Harry, te entrará una mosca- le dijo con burla.
-Estamos hablando del mismo Draco Malfoy- preguntó Harry dirigiendo una mirada incrédula a su amiga.
-El mismo- respondió ella con un suspiro, bajando la mirada al piso.
Harry colocó sus dedos pulgar e índice en su cabeza, olvidándose por completo del masaje a su esposa y dándoselo a el mismo en la sien, parecía que había recibido demasiada información.
Un llanto en el piso de arriba, hizo que el azabache saliera de sus cavilaciones sobre aquel hurón albino, un escalofrío le recorrió la espada solamente de pensar en que su mejor amiga hubiese hecho algo con él. Por lo que gustoso subió al segundo piso, agradeciendo la distracción del momento.
-Con toda la emoción por verte, olvidaba que James estaba en su hora de siesta, a veces es sumamente cansado andar con mi panza persiguiendo a un niño de tres años, que se la pasa corriendo por toda la casa. Pero quiero que sepas algo, yo te apoyaría con tu decisión si de alguna manera estuvieses con Malfoy. Porque te conozco y te creo, y si tu dices que él cambio, yo estoy contigo.
Hermione le dio una sonrisa a su amiga y fue a sentarse con ella, -lo sé y te agradezco tu apoyo, pero creo que ya es tarde para eso-, le dijo mientras miraba como su amigo llegaba cargando a su hijo de tres años.
-Harry cada vez que miro al pequeño James se parece más a ti- le comentó con emoción, intentando cambiar de tema.
-Sin duda sacó su cabello, me es imposible que le dure el peinado-. Exclamó Ginny quien comenzó a reírse acompañada de la castaña, Harry solo les dio una mirada indignada y se fue al comedor a prepararle algún aperitivo al pequeño, quien trataba de zafarse de los brazos de su padre.
...
La semana había pasado y Draco estaba totalmente desesperado. No tenía noticias de Lovegood, mucho menos de Hermione, la rubia le había dicho que era mejor darle un tiempo para que se enfriaran las cosas y pensara mejor qué iba a decirle. Draco ya sabía lo que quería decirle desde el inicio, más bien quería escucharle, así que la dejaría hablar y que se explicara. Él podría escuchar toda la historia de Hermione sin quejarse. Si eso haría, pero pasaba el tiempo y sinceramente le extrañaba. Por lo que se decidió a contactar (de nuevo) a Luna Lovegood, ya era el momento.
Sabía por Luna que Hermione estaba en Estados Unidos, en Manhattan específicamente, y que se estaba alojando en la casa del mismísimo Harry Potter. Eso no iba a ser impedimento él iría y la buscaría, y Lovegood lo acompañaría como se lo había prometido cuando le vio derrotado aquel día en el Ministerio.
...
Los días pasaban y Hermione sentía que era útil en la casa de los Potter, pero extrañaba considerablemente a Luna, e incluso extrañaba a su amigo Ron asaltando su refrigerador. Y extrañaba enormemente las conversaciones sarcásticas del rubio, sus coqueteos, su voz, sus besos. Sacudió esos pensamientos, estaba claro que él ya no quería saber de ella, desde hacia varias semanas, después de haber sido descubierta, había perdido el contacto con él y ella sabía que si él no la buscaba era porque no le iba a perdonar el engaño. Y si tal vez ella lo hubiese buscado y pedido perdón ¿le hubiese perdonado? Volvió a sacudir la cabeza de nuevo, lo hecho, hecho estaba ya. Con tristeza y resignación termino de lavar los platos a lo muggle y se dirigió a la sala para ver cómo jugaba su amiga pelirroja con su hijo pequeño, quien se dedicaba a apilar cubos por tamaños.
-Es un niño muy inteligente- le dijo la castaña.
-Lo es- contestó su amiga. -Y aunque en ocasiones es algo cansado ser mamá tiempo completo, estos momentos, los que comparto con él, el jugar los atesoro muchísimo, al igual que Harry. Desde que llega del trabajo no se despega de James en todo el día, puedo verlos juntos y me siento al fin completa-. Ginny sonrió y Hermione corrió hacia ella para darle un gran abrazo, se sentaron juntas mientras jugaban a hacer torres junto a James.
De pronto Ginny se levantó para ir al baño cuando dejó un charco de líquido en el piso.
-Oh por Morgana Ginny, te hiciste pipí-. Acusó Hermione tapándose la boca con las manos.
-N... no, el bebé, el bebé ya viene Hermione, rompí fuente- exclamó la pelirroja. -Iré a darme un baño-. Dijo mientras subía las escaleras dirigiéndose al segundo piso.
Hermione tomó a James en sus brazos, persiguiendo a su amiga. -No se supone que deberíamos ir al hospital o hablarle a Harry.
-No es la primera vez que tengo un niño Mione, voy a lavarme y tomar un baño relajante con agua caliente antes de ir al hospital. Por favor mándale un Patronus a Harry y avísale que nos vemos allá.
Hermione estaba sumamente desconcertada por la actitud de su amiga, pero quién era ella para juzgar, nunca había tenido hijos, así que solamente apoyaría a su amiga.
Después de unos minutos Ginny salió del baño y se vistió, Hermione aprovechó para preparar un cambio para la pelirroja y para el bebé por llegar, mientras James comía un bocadillo.
Cuando iban bajando las escaleras Ginny se dobló de dolor, mientras apretaba la mandíbula.
-Ya...-dijo tomando una respiración mientras cesaba el dolor de la primer contracción- ya viene el bebé. Tenemos que irnos. ¡Aghhhhhhhh!
Hermione regresó de sus pasos ayudando a su amiga colocando el brazo de Ginny sobre su cuello, abrazándola y acomodando a James del otro lado de su cadera mientras también lo cargaba.
Bajaron con cuidado cada escalón y cuando estuvieron abajo, la pelirroja volvió a emitir otro grito de dolor.
-Ginny ¿cómo vamos a ir al hospital?- Preguntó la castaña al percatarse que nunca había preguntado a su amiga sus planes ante la llegada de su bebé.
-No podemos por Floo, sería peligroso- contestó Ginny- Toma las llaves del auto de Harry, casi no lo utilizamos, pero él quiso estar preparado, llegaremos en... Ahhhhhhhghhhh...- tomo una respiración. -pocos minutos.
Hermione no demoró en buscar las llaves y colocar a James en la sillita de seguridad, sus manos temblaban un poco debido a los gritos que daba su amiga y al llanto del niño asustado.
-Tranquilo James, todo estará bien- dijo mientras terminaba de colocarle el cinturón de seguridad y la pelirroja subía al asiento del copiloto. Siguiendo las indicaciones de Ginny no tardaron en llegar al hospital. Buscaron a Harry con la mirada, pero éste no se encontraba por ningún lado.
-¿Dónde esta el maldito niño que vivió? Lo voy a matar yo misma Aaghhhhhh- gritaba entre jadeos la pelirroja.
-Calma Ginny, no te preocupes- intentaba tranquilizar la castaña a su amiga mientras buscaba una enfermera o alguien que les ayudara.
De pronto Llegó su amigo azabache acompañado de varios enfermeros y una silla de ruedas donde colocaron a la embarazada quien comenzó a pujar en ese momento.
-Aguarda un momento Ginny- dijo Harry quien estaba tomando la mano a su mujer, mientras esta le apretaba con todas sus fuerzas.
-Ya había olvidado el dolor que se sentía al dar a..... Aaaghhhh.
-Ya esta coronando, hay que llevarla urgentemente a la sala de parto- exclamó una enfermera.
Todos se apresuraron a llevarse a su amiga, mientras ella se quedaba con James en la sala de espera. Harry miraba hacia los lados, no sabía si quedarse o seguir a su mujer.
-Ve Harry, es tu esposa y te necesita, yo cuidaré del pequeñín- le hizo saber Hermione mientras se sentaba con el niño en sus piernas.
Harry no demoró en seguir a la multitud de médicos y entró a la sala de parto. En ese momento Hermione no había caído en cuenta, debería haber llamado a los familiares de Ginny. Sacó su celular y se comunicó con Ron, quien era el único que tenía un aparato además de Luna.
-Ron- saludó la castaña.
-Hermione cómo estas, no hemos tenido noticias de ti ¿todo bien?
-Ron, Ginny esta dando a luz, avísale a tu mamá por favor, Harry está acompañándola y yo estoy esperando en el hospital junto al pequeño James, diles que están bien, yo estaré al pendiente de ellos ¿de acuerdo?
-Parece que no conoces a mi mamá Hermione, no tardará en solicitar un traslador, Luna y yo también iremos lo antes posible, le avisaré que se prepare y nos vemos allá.
Con un suspiro colgó la llamada, quería hablar con Luna, pero sabía que Ron por ser el hermano de Ginny, tenía el derecho de saber sobre el estado de su hermana y comunicarse con sus familiares.
1 hora más tarde.
Harry se acercó a su amiga quien le dio un fuerte abrazo. -Ya nació, fue otro niño. -En un momento podrás pasar a conocerlo.
-Muchas felicidades Harry.
Entraron a una pequeña habitación completamente blanca, el cabello desarreglado de Ginny contrastaba con la sala. Una muy cansada pero feliz pelirroja la recibió con una sonrisa mientras cargaba a su bebé.
-Ven a conocer a Albus.
-¿Cómo el director Dumbledore?
-Y espera a que conozcas su segundo nombre, Severus.
Hermione soltó una risa y se tapo la boca para no despertar al bebé que reposaba en los brazos de su madre.
-¿Quieres cargarlo?- preguntó Ginny.
-¿Puedo?
Ginny le paso con mucho cuidado el bebé, mientras Hermione intentaba sostenerle la cabeza con mucha delicadeza.
-Definitivamente es otro Potter- confirmo con una sonrisa la castaña.
-Oh sin duda lo es.
-Por cierto, le llamé a Ron, él se encargará de informar a tus padres y hermanos, dijo que tu mamá vendría cuanto antes.
-No lo dudo ni un poquito- respondió la pelirroja rodando los ojos y acomodándose mejor en la camilla.
El bebé comenzó a moverse un poco entre el pecho de Hermione.
-Creo que es tú llamado, dale de comer al bebé. Estaré afuera cuidando a James mientras descansas un poco junto a Harry.
-Muchas gracias por todo, amiga- le dijo mientras le tomaba la mano.
-Gracias a ti, estos días, el hecho de brindarte ayuda me ha servido para no pensar tanto y creo que lo necesitaba-. Se despidió con un beso en la frente a su amiga y salió de la habitación para encontrarse a James dormido en los brazos de su padre.
...
Al día siguiente, Hermione escuchó que tocaban la puerta de la casa de los Potter. Debido a que su amiga seguía en reposo y Harry se encontraba bañando al pequeño James. La castaña no dudó ni un segundo en atender el llamado. Una cabellera rubia y otra rojiza se abalanzaron sobre ella para abrazarla.
-Cómo has estado Hermione-. Preguntó Luna quien estaba muy pegadita a su ahora novio Ron.
-Bien, con mucho trabajo ahora que estoy de niñera con James, pero no se preocupen, el pobre Harry es quien está de un lado para otro, el trabajo de papá nunca se le termina.
-Disculpa el atrevimiento, pero hemos traído a alguien con nosotros- interrumpió Ron.
La castaña frunció el ceño en señal de extrañamiento y giro un poco su cuello para ver quien estaba detrás de sus amigos, quienes se abrieron paso y entonces vio al rubio platino, con su usual porte aristocrático, traía sus manos dentro del bolsillo y su típica sonrisa ladeada.
Hermione se quedó sin aliento, parecía como si alguien le hubiese lanzado un Petrificus no se había puesto a pensar el qué pasaría si volvía a verlo, mucho menos que sus amigos se aliarían con éste para visitarla.
-Eh... nosotros pasaremos a conocer a mi sobrino, si nos disculpas-. Dijo Ron llevándose a Luna consigo. -Aún sigue sin gustarme, así que grita si necesitas ayuda-, le susurró al oído a la castaña; Luna, quien había alcanzado a escuchar esto último le dio un golpe en la nuca con la mano.
-Que.. es cierto, ya pues, que conste que lo hago solo porque es mi amiga y la quiero- le respondió bajito Ron a su novia mientras se sobaba la nuca.
Un carraspeo hizo que Hermione volteara de nuevo hacia Draco, sus manos comenzaban a sudar de expectación ¿Qué hacía aquí? ¿Acaso vendría a reclamarle?
-Te fuiste-. Le dijo el rubio mientras daba unos pasos acercándose a ella, Hermione asintió mientras miraba hacia el suelo.
-Huiste-. Le reclamó tomándole la barbilla para que lo mirara a la cara. -La Hermione Granger que yo conozco no huye de sus problemas, los enfrenta como la Gryffindor que es.
-Los Gryffindors luchamos hasta el final cuando hay un motivo para luchar-. Dijo mordiéndose el labio contendiendo el llanto. -Yo ya no tengo nada por lo cual luchar allá, mi trabajo me desvaloriza, mis padres aún no recuerdan por completo y tú... tú ya no me querías ver, no me querías en tu vida, comentó mientras una lágrima traicionera rodaba por su mejilla.
-Entonces no estabas dispuesta a luchar por mí, por nosotros- escuchó que le cuestionaba la voz ronca de Draco quien retiró la lágrima con su pulgar.
-Asumí que no querías que te buscara, lo dijiste la última vez que nos vimos-. Le dijo muy despacio mientras cerraba los ojos.
-Quería que lo hicieras, quería que me buscarás y me explicaras qué sucedió, yo hubiera escuchado. Puedo escucharte incluso ahora, por eso vine hasta acá- le dijo tomando su cara entre sus manos.
Hermione tomó un respiro profundo y se separó de Draco, ven vamos a caminar, prometo contarte absolutamente todo. Y así como lo hizo con sus amigos Harry y Ginny, la castaña comenzó a relatarle desde el inicio toda la historia. Draco no le hacía ningún comentario, su semblante era serio, sus ojos tenían un brillo extraño con un toque de frialdad. Realmente Hermione no tenía idea de lo que pasaba por la mente del rubio, hubiese deseado poder leerla para así saber a que atenerse cuando finalizara la plática.
-... Al final no sirvió de nada, en mi trabajo no aumentaron el sueldo ni mucho menos hubo un ascenso. Draco siento mucho por todo lo que tuviste que pasar, perdóname por favor yo se que no estuvo nada bien lo que yo hice, y de verdad traté de terminar todo antes de...
-¿Antes de que?- cuestionó intrigado el rubio.
-Antes de enamorarme de ti- le respondió Hermione bajando la mirada, esperando que el rubio le rechazara, porque francamente sentía que eso merecía. -Pero Astoria, ella quería que llegara hasta el final, o me retirarían el apoyo para el proyecto por el cual había, habíamos- se corrigió. -trabajado tanto. De verdad perdóname y si ya no quieres volverme a ver lo entenderé.
-Quizá pueda perdonarte-, dijo Draco alzando los hombros mientras volvía a colocar sus manos dentro de los bolsillos del pantalón.
-¿Quizá?- Preguntó levantando la mirada hacia él.
-Pero te tengo una condición- Draco entrecerró los ojos mientras volvía a acercarse a la castaña.
-Cuál- preguntó ella casi sin aliento.
-Regresa a Inglaterra.
-Draco yo, yo no puedo, dejé mi trabajo allá y tengo que seguir pagando el tratamiento de mis padres, yo sé que viviendo aquí podré encontrar algo y mandar dinero desde aquí y...-
-Yo pagaré el tratamiento para tus padres Granger.
-Por supuesto que no Malfoy, son mi familia, mi responsabilidad y de ellos me haré cargo yo-. Reclamó cruzándose de brazos.
Draco soltó una risita mientras sacaba las manos de sus bolsillos y se cruzaba de brazos imitando la posición de la castaña. -Bien me lo aconsejó tu amiga Lovegood, sé muy bien a lo que te refieres en cuanto a tu deber hacia tu familia. Lo que quiero decirte es que, si regresas a Inglaterra yo puedo apoyarte. Te ofrezco trabajo Granger.
Hermione se descruzó de brazos y preguntó esperanzada -Entonces si me perdonarías por todo lo que te hice.
-No he encontrado en todo el continente una mujer tan audaz, inteligente y divertida como tú. Recuerda lo que te dije la última vez, estoy loco por ti, y sigo loco por ti.
Hermione se lanzó a sus brazos y le dio un beso cargado de desesperación, con todo el amor que pudo demostrarle en ese beso, sus disculpas se impregnaban en ese balanceo de labios. -Yo también sigo loca por ti-. Le dijo entre besos.
Draco le abrazo correspondiéndole de manera apasionada pasando su lengua sobre los labios intentando entrar a la cavidad anhelada de la boca de la castaña. -Entonces te regresas conmigo- preguntó.
Hermione se separo de sus labios y le contestó -cuál es el trabajo que me ofreces.
-Veamos, podrías ser profesora Granger de Enseñanza básica en Encantamientos o Profesora Granger de Estudios básicos muggle. Puede ser ambos, también está vacante el puesto de Experimentación con Pociones nivel 1 y Vuelo básico nivel 1.
-Oh no, huroncito, vuelo jamás. Le contestó despegándose más del rubio.
-Entonces que dices, te gustaría dar clases en mi escuela.
-Tengo una condición para ti- le dijo Hermione mientras era tomada de nuevo por la cintura y unos brazos fuertes no la soltaban.
-Ah sí ¿cuál es esa condición?- dijo colocando su frente con la de ella.
-Bueno, si usted accede a ser mi compañero de trabajo, no sé yo, pero creo que se vería muy galante con una túnica negra al estilo del profesor Snape.
Una risa ronca salió del pecho de Draco, quien estaba siendo mimado por las caricias de la castaña, la cual pasaba su nariz rosando con la nariz de él, mientras tocaba su mandíbula con las yemas de sus dedos.
-Si de esta manera me tratarás todos los días en el trabajo, no dudes que lo haré-. Le dijo mientras le daba varios besos pequeños en la nariz, mejillas y boca a su castaña.
-Ah pero primero-, le dijo interrumpiendo sus besos -iremos con mis amigos y conocerás al nuevo miembro de la familia Potter- Hermione tomó la mano del rubio y lo llevó casi a rastras a la casa de su amigo Harry.
-Tenemos que ir, no puedo secuestrarte de regreso a Inglaterra primero.
-Oh no señorito, son mis amigos y si quieres estar conmigo vas a tener que convivir mucho con ellos, aunque estén lejos.
Draco hizo un puchero gracioso dejándose conducir por Hermione a la entrada de la casa.
PoV: Hermione.
Y así fue, como me enamoré de mi rival de escuela, a veces pienso que ese trabajo de alguna forma me ayudo, y si no lo hubiera hecho, definitivamente no habría encontrado el amor. No sé cuanto tiempo vayamos a estar juntos Draco y yo, lo que sí sé, es que hacemos un excelente trabajo en equipo. Ahora soy profesora de encantamientos y de estudios muggle en la nueva escuela que fundó Draco y él es maestro de pociones.
Después de algunos meses de novios, decidimos mudarnos juntos y estamos construyendo una relación, no es perfecta porque sin duda ninguna pareja es perfecta, pero si es una relación basada en respeto y confianza.
Mis padres han recuperado por completo la memoria, pero aún siguen en San Mungo, ya que están tomando terapias Psicológicas las cuales les están ayudando considerablemente. Yo los visito constantemente y Draco siempre me acompaña, tiene una excelente relación con mis padres y estamos planeando mudarnos cerca de la casa que tienen aquí en Inglaterra para cuando logren su alta del hospital.
Ron vive con Luna desde que deje el apartamento, no se separan ni un solo instante, ocasionalmente voy a visitarlos y tenemos nuestros días de juegos y noches de películas donde llevo (ya no tan a la fuerza) a Draco que tiene una relación bastante extraña con Ron, no son ni serán los mejores amigos, pero al menos se soportan entre ellos y son educados.
Y Puedo decir que sí todos los hombres son unos cabrones, menos mi novio, porque confío en él con todo el corazón y sé que me ama, me lo demuestra todos los días, en todo momento, tal como yo se lo demuestro a él.
Fin.
...
~N/A: Disculpen ando medio nostálgica...
Quería y al mismo tiempo no, terminar esta historia, con algunos capítulos más extensos que otros. Quizá a algunos les encantó el final así como lo dejé, tal vez a otros no tanto, Quizá el giro que le di no les pareció y querían que terminase como en la historia original. Pero para Mí Hermione no pasó por lo mismo que Maria Laura, sin duda Hermione sufrió mas porque venía arrastrando consigo otras responsabilidades que Mala no tenía. Por eso decidió irse ella y Luna intervino hablando con Draco y pues bueno creo, que al final sobran las explicaciones.
Quiero agradecer a todos los lectores, a quienes me comentaron en todo momento y a quienes no lo hicieron también, se agradece el solo hecho de que se hayan tomado unos minutos para leerme y por todo el apoyo que le dieron a este fic. Un abrazo enorme y mil gracias de nuevo. Noracg.
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