MiYoung entró a la casa con los ánimos por el suelo, sólo quería encerrarse en su cuarto a hacer sus deberes como si eso podría cubrir el vacío que había dejado su lindo Kim TaeHyung, habían cerrado el contrato y nada más les ataba. Dirigiéndose a las escaleras se detuvo al identificar a su padre en el último escalón de ésta.

— Oh, no sabía que estabas en casa, papá.

— Acabo de llegar, hace minutos para ser exactos—bajó los escalones— ¿Dónde estabas?

— En la escuela—contestó con tono obvio.

— ¿Y luego de eso?

— Tomé el autobús para venir aquí...—MiYoung calló al ver a su padre negar con la cabeza. El hombre sonrió irónicamente sin creer porque su hija mentía— ¿Qué sucede?

— ¿Por qué estabas con el señor Kim? —exigió saber tomándole desprevenida a la chica—Te vi con él en la cafetería, no sé de qué hablaban, pero por la seriedad de ambos no puede ser algo bonito. ¿Por qué te subiste a su auto?

— Papá, yo...

— Responde y punto, MiYoung—ordenó.

— Yo...—los nervios la atacaron, tragó con dificultad aclarando su garganta—Nosotros...estábamos...hablando de algo.

— Dame tu celular.

— Papá, por favor...

— ¡Dame tu celular! —alzó la voz extendiendo su mano a ella, MiYoung no quería dárselo, sabía que iba a revisar allí— ¿Quieres que yo mismo lo busque? —advirtió amenazante.

La joven tuvo que ceder entregándolo, el señor Yoon revisó el teléfono, específicamente la agenda de contactos, al ver uno de nombre "daddy" salieron todos los mensajes, absolutamente todos, MiYoung no vio venir aquella bofetada en su mejilla izquierda, la pobre comenzó a temblar sollozando en ese instante, su rostro veía al suelo.

— Lo siento, lo siento—susurró, pero su padre la tomó del brazo con fuerza lastimándola.

— ¡¿Qué demonios es esto?!—la zarandeó— ¡Responde!

— Lo siento, por favor no le digas a mamá, no hice nada malo...—y otro golpe llegó a su rostro, éste la hizo caer al suelo, MiYoung no pudo evitar recordar los abusos del colegio, ¿No debería estar acostumbrada? Como deseaba que TaeHyung la abrazara en ese momento.

— ¡Te acostaste con él! —lanzó su celular al suelo, éste por suerte no se rompió, pero si causó unas grietas en su pantalla— ¡Eres una niña, MiYoung! ¿Qué clase de niña tiene mensajes eróticos con un chico? Ese tipo es mayor que tú. ¿Por qué lo hiciste? ¿Desde hace cuánto estás haciéndolo? —la joven tardó en hablar— ¡Responde!

— Hace un año, hace un año, por favor, no me golpees de nuevo—suplicó sin ser capaz de mirarlo a los ojos—Él no me obligó a nada, lo hice por decisión propia—no le diría del contrato, claro que no—TaeHyung no me obligó.

Su padre respiró profundo sin creer lo que estaba escuchando, no quería imaginar la reacción de su esposa cuando lo supiera.

— Ve a tu cuarto, no te quiero ver hasta mañana...

— Papá...

— Te quedarás sin cenar, hablaré con tu madre y buscaremos una solución—pasó a su lado dejándola allí. MiYoung tomó su celular subiendo a su habitación con su mejilla izquierda adolorida.

Estaba en graves problemas.

♦♦♦

TaeHyung miraba por la ventana de su oficina sin creerse que MiYoung había tomado por cuenta propia cerrar el contrato, tampoco podía creerse que ella le había confesado lo que sentía, ¿Se había enamorado de él? Bueno no usó esas palabras, pero... ¿En qué momento su pequeña MiYoung tenía tanta valentía para confesarle aquello?

Suspiró girando su silla intentando enfocarse en los informes que debía leer o los documentos que debía firmar. De repente de la nada la puerta de su oficina se abrió de golpe dejando pasar a un hombre que conocía perfectamente, Joy, la secretaria de TaeHyung había intentado detenerlo.

— Tranquila, cierra la puerta, creo que el señor Yoon tiene algo que decirme—asintió en dirección a la chica, ésta se retiró obedeciendo.

— ¿También se folla a todas las mujeres de su personal?

Tae ya sabía lo que había pasado o lo dedujo porque era obvio, pero se preocupó por MiYoung.

— Señor Yoon...

— ¿Sabe que puedo denunciarlo por haber abusado de mi hija? —amenazó—Es una menor de edad.

— Si ya sabe la verdad de todo entonces debe saber que su hija cedió, eso no es violación—aclaró—Nunca haría eso a su hija, señor Yoon.

— No me interesa, debería enfocarse en su empresa y dejar de jugar con jóvenes que no conocen de esto—comentó—Será mejor que sea la última vez que mi hija y usted se ven porque soy capaz de meterlo preso o matarlo yo mismo.

— Hágalo, hágalo ahora mismo—se levantó asintiendo—No me opondré, no volveré a ver a su hija, pero lamento decirle que estoy enamorado de ella—soltó—MiYoung me gusta, a diferencia de lo que usted dice, ella no es una niña, sabe muy bien lo que quiere.

— Maldito hijo de...

— Dígame, ¿Su esposa y usted saben que la pobre sufre de bullying en la escuela?

— Eso es mentira.

— No lo es, he visto los golpes en MiYoung y he sido testigo de todo eso, ¿Sabe por qué no se lo dijo? Porque dice que ustedes siempre están ocupados, no pretendo decirle que hace un mal trabajo como padre porque nadie es perfecto, pero le hago saber que sé más de ella de lo que ustedes creen saber.

El señor Yoon caminó a la puerta dispuesto a irse, pero al tomar el pomo decidió contarle.

— Espero que haya disfrutado lo suficiente porque MiYoung saldrá de Corea a un internado, eso les hará pensar mejor a ambos.

Recuerden que sólo habrán diez capítulos 💜