Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Nunca más seré igual

Todos hemos estado en esa delgada línea, donde sientes que tu vida va a cambiar. La delgada línea de una decisión, yo Dakota Evans me encontré ahí. Sentí como una parte de mí se desvanecía, era arrancada sin pedir permiso; solo porque si. Diría que las decisiones son caminos que no tienen vuelta atrás y siempre vivirás con la duda de: "¿Qué pudo haber sido?"

Ellas transforman el rumbo de tu vida y saber que tenemos la opción de elegir ciertamente nos da paz. Pero no siempre es así, hubo muchas cosas que yo no elegí. Simplemente el destino me arrebató esa oportunidad.

Salgo del carro en el que me encuentro, observo el cielo en su tono gris y el aire húmedo pega en mi rostro desordenando mi cabello castaño. Camino sobre el pasto verde que llena el lugar y los árboles me hacen compañía. Mis ojos hacen contacto con su nombre; ese nombre que me ha dolido por meses. El nombre con el que aún sueño y es culpable del dolor que siento ahora mismo en el pecho.

Tomo una gran bocana de aire y me siento junto a él. Es inevitable no recordarle y quebrarme. Reconozco que mis momentos favoritos en el día es cuando pienso en sus ojos verdes y su cabello rubio.

  —Te amo —me dice con una sonrisa en su rostro—, amo el azul de tus ojos en un día soleado.

  —No te pongas poeta Nick —bromeo.

  —¡Ah no! —alza sus cejas y se acerca a mí con paso lento—. Di que me amas

  —No —me río.

  —¿No lo vas a decir? —se cruza de brazos, cuál niño pequeño. Niego con mi cabeza.

Corta toda la distancia que hay entre nosotros y las mariposas en mi pecho se hacen presente.

Hecho esos recuerdos al fondo de mi cabeza. Bajo la vista a mi regazo y miro el ramo de rosas blancas que reposa sobre mis piernas. Levanto nuevamente mi mirada para encontrarme con su lápida. El nudo en mi garganta se va haciendo más grande y me inclino un poco para cambiarle las flores.

  —Hola Nick —le hablo con voz ahogada por primera vez—, hace seis meses que te perdí y no he podido superarte —se amontonan las lágrimas en mis ojos—. ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué todo tuvo que ser de este modo?

Siento como si un fuego consumiera mi pecho y mi fuerza se ve interrumpida por mi debilidad. Lo he intentado todo, pero sigue doliéndome como el primer día. Las lágrimas resbalan por mis mejillas.

  —Papá me dijo que no dolería por siempre —tomo una respiración—. Hace seis meses que no veo tus ojos, que no siento el calor de tu cuerpo, extraño tu voz, tu olor. Daría lo que fuera por escucharte una vez más decirme que me amas.

Llevo mi mano al colgante de plata que llevo puesto, hace menos de un año que me lo había regalo. Es lo único que me queda de él.

  —Nunca cambies —me dicen sus ojos verdes que ya habían perdido su brillo de esperanza—, sigue sonriendo y amando —acaricia mi mejilla.

Intentar ser fuerte ante los ojos de una persona es jodidamente doloroso.

  —Lo siento —le digo—, rompí la promesa que te hice —saco un pañuelo de mi bolsillo—. Ya no me parezco a la chica de la que te enamoraste. Me he vuelto fría y solitaria —trago grueso—, dejé de brillar y sonreír porque gran parte de mí murió contigo. No entiendo Nick, ¿por qué me arrebataron esa decisión?

Guardo silencio por unos segundos jugando con mi mano en mi regazo.

  —Nick —digo más calmada—, después de tu muerte todo en mí se perdió. Mis padres se desesperaron muchísimo y me llevaron a un psicólogo —resopló con fastidio—. Supongo que se sentirían culpables y una parte de mí quería no mejorar solo para hacerlos sufrir, como ellos me hicieron sufrir contigo —relamo mis labios—. La psicóloga me pidió que viniera a verte, me he negado a venir desde aquel 30 de mayo. No sé, ¿qué clase de terapia te causa tanto dolor? Pero he venido a decirte todo lo que viví a tu lado pero nunca te conté —pierdo mi voz y mis lágrimas se hacen presente nuevamente.

  »Cuando aquel doctor el 21 de febrero nos dijo la verdadera razón por la que te habías desmayado —siento el nudo en mi garganta—. Todo mi mundo se derrumbó, darte tres meses de vida era muy poco tiempo para mí. ¿Cómo te iba hacer sentir en tres meses todo lo que tú me diste en años? Yo entiendo que no fue decisión tuya, pero no te imaginas lo que duele.

  »Nunca supiste la verdad, las noches que pasé llorando, las noches que pase discutiendo con mis padres; ¡qué odio! Para ellos ser la novia de una persona con cáncer terminal era una pérdida de tiempo. Nunca te conté que abandoné la universidad solo para poder cuidarte.

  »Aunque me duele reconocerlo —respiro—, no todas las decisiones están en nuestras manos. A veces hay cosas que solo suceden —reprimo mis lágrimas—, esta fue una de ellas. Solo quiero decirte que fue un placer compartir mi amor y mis alegrías contigo.

Paso mis dedos por las letras grabadas en su lápida.

  —Nick rompí la promesa que te hice —seco mis lágrimas—, pero ahora vengo a hacerte una nueva porque ya no puedo volver a ser la misma —sonrió con tristeza—. Te prometo que voy a superarte, que voy a levantarme —tomo una bocanada de aire—. Nunca más seré la misma, porque tú partida me cambió, tú me hiciste cambiar —me pongo en pie y seco mis lágrimas—. Entendí que las mismas decisiones de la vida son las que nos hacen diferentes. Perderte no fue la decisión que tomé pero fue la que me tocó

Miro su lápida una vez más.

  —Te amo amor mío.

Fin

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro