"Estupido!"

"Tonto!"

"Maldito Murphy!"

"Has nos un favor y...

Suicidate"

Eso y más era lo que la gente le decía a nuestro protagonista, Milo Murphy, por eso mismo todos lo odiaban. Al menos todos los de su escuela. Cada maldito día, Milo se levantaba, ponía medicamento en sus golpes por sus "compañeros" de clases.Odiaba este mundo. Odiaba a todos. Odiaba su vida. Odiaba cada persona que lo molestara. Odiaba todo. Excepto lo único que le quedaba, su familia.

Tal vez estés retrasado en lo que está pasando, te preguntarás... "¿Y el Milo alegre? ¿Y sus amigos? ¿Lo abandonaron?" Pues, no. Mudanza. Tenía que pasar tarde o temprano, no todo es perfecto.

"Mi vida era perfecta"

Se lamentaba cada día. Y así era, es decir... Tenía amigos, tenía a su hermana, nadie le hacía bullying, tenía a su "hermano" Zac, la tenía a ella... Melissa. Nunca supo que sentía hacia ella, empezó como una amistad de apoyo, se convirtió en una GRAN amistad, hasta llegar al punto en el que Milo no paraba de sonreír al pensar en ella.

Y ahí se encontraba Milo Murphy, sentado en su cama, con los codos sobre sus rodillas viendo sus muñecas, sus recién marcas.

-¿Tengo que?-suspiro- Nunca pensé que iba a decir esto...-dejo saltar una pequeña risa, mirando hacia el suelo- Cuando la gente se va, es cuando te das cuenta de que tanto los necesitas-se recostó en su cama mirando el techo

-¡Milo! ¡Ya llevas 6 horas en tu cuarto! ¡Ve a pasear o algo!-grito su madre desde la cocina

-¡Ya voy!- grito levantándose

Decidió salir de su casa, caminar al menos, con la mirada baja. Después de minutos de caminar, sin darse cuenta estaba en el centro de la ciudad. ¿A donde ir? Ya son más de las 8:30 pm ¿Cenar algo? No, nuestro protagonista no tenía hambre... desde hace 2 días... Simplemente decidió dirigirse al parque más cercano. Sentarse y reflexionar. Si... Era lo que necesitaba... Finalmente llego. El clima era frío. Mucha gente llevaba chamarras lo suficiente para estar abrigados también guantes, gorros, etc. Pero Milo... Por suerte traía su sudadera, bueno no por suerte más bien no se la había quitado desde que la encontró en su closet, pues para el esa sudadera negra con toques morados era especial

FlashBack

-Pues... mi amigo secreto es un chico que desde que lo conocí supe que era una muy buena persona...-tomó el regalo entre sus manos- Esa persona es Milo- Le da el regalo

-Wow!- abre la bolsa, es una sudadera- Gracias, Melissa!

Fin del FlashBack

Inconscientemente, Milo estaba sentado en una roca un tanto grande enfrente del lago (aún en el parque), viendo su sudadera con una sonrisa. Volvió a la realidad quitando completamente su sonrisa. Esos recuerdos no los podía quitar de su mente, no importa que tanto tratara para no llorar

-Hay Melissa...- dijo tallándose su ojo derecho, pues de este casi sale una lagrima- Porque tenía que enamórame de ti...

Finalmente, lo acepto. Llevaba meses, casi un año, sin aceptarlo. Amor. Ese sentimiento que te hace saltar de un acantilado por esa persona. Pero no en modo "me quiero morir" si no "es ella/el o yo" Pero Milo en algún sentido sentía los dos. Suicidio. Había pensado en esa palabra hace meses. De niño simplemente pensaba que esas personas estaban locas por pensar algo así, pero... ahora lo comprende, nada es como antes

"Estás cansado, estas herido, los meses rompieron tu camisa favorita, ahora usas algo formal"

Acerco sus piernas a su pecho, las abrazo y hundió su cabeza en el pequeño espacio que quedaba, y lloro. Todo lo que no había llorado al fin lo hizo. Debería reconsiderar la palabra suicidio

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-Amigo...-escucho una voz femenina bastante familiar, está tocó su hombro- ¿Estás bien?

Levanto lentamente su cabeza, todo estaba oscuro por la noche, solo reconoció a una chica con el pelo anaranjado y ondulado enfrente de él.

-Un poco...- respondió desviando la mirada- ¿Te conozco?- pregunto un tanto frío

-No...Esque estoy perdida y... te vi aquí... Hace un día que llegue a esta ciudad y no veo nada

-Deacuerdo...prenderé mi teléfono

Milo saco de su sudadera su teléfono, al prenderlo iluminó un poco el lugar, lo suficiente como para verse el uno al otro. Al instante que se prendió la luz la chica emocionada señaló la sudadera del chico

-Wow! Esa sudadera es igual a la que yo le regale a mi amigo...-levanto la mirada hacia el rostro del chico-...Milo...-dijo en shock y con la boca un tanto abierta

- M-Melissa...?

Los dos chicos al verse el rostro no podían creerlo, se quedaron sin palabras. Milo no creía qué tal vez era uno de los poco ataques de esquizofrenia que había tenido las últimas semanas, pero al sentir la mano de la otra chica en su mejilla... Supo que esto era real

- ¡Milo!- grito la chica emocionada, con una gran sonrisa y lágrimas en sus ojos

Esta abrazo al ya mencionado. Milo no podía moverse, estaba tan impresionado. Poco a poco correspondió al abrazo de Melissa, llorando en el hombro de esta.
Melissa corto el abrazo, y lo tomo de los hombros

- ¡No puedo creer que eres tu!-dijo con una gran sonrisa- Ha pasado tanto tiempo, Milo...

- Ha pasado 1 año, 6 meses y 9 días, Melissa-comentó con una leve sonrisa

- Wow... Vaya que llevas la cuenta- dijo con una risa

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Ya había pasado 2 horas desde que se encontraron y no paraban de hablar sobre todo lo que había pasado en estos años, bueno Milo no comento el tema del bullying. Se enteró de que Melissa había conseguido una beca en la escuela de esa ciudad por lo que tuvo que mudarse y recién llego a esa ciudad.

Hablaban tranquilamente de como fue que Melissa días después de que se separaran fue a una montaña rusa a conquistar su miedo, hasta que el sonido del teléfono de Milo con una vibración los interrumpió. En la pantalla se leía "Mensaje de Numero Desconocido"

-¿Quién es Milo?-pregunto curiosa la chica

- No tengo id--

No pudo acabar de hablar pues otro mensaje llegó, seguido de otro y otro, y otro, sin parar.

"Soy Hector"

"Vales mierda"

"Suicidate, nos harías un gran favor"

"No vales nada"

Y mensajes de ese tipo, Milo no dijo nada solo veía como llegaban cada vez más mensajes. Melissa curiosa decidió ver los mensajes, estaba muy confundida y preocupada

-¿Milo...?- lo mira al rostro, este estaba apunto de soltar en llanto

Melissa tomó el teléfono y silencio el contacto, y lo apago. Milo veía hacia el vacío con lágrimas apunto de salir de sus ojos.

- ¿Quien era?- no resintió respuesta- Milo, ¿Porque te mando esos mensajes?

-...-suspiro- Todos me odian...-sollozo- Me quiero suicidar

Y con eso volvió a llorar tapándose el rostro. Melissa al escuchar eso se quedó con los ojos como platos, reaccionó, lo abrazo y con una voz suave le empezó a cantar

- Amigo... Por favor... Remueve tus manos... De... Tus ojos por mi... Se que quieres irte... Pero amigo... no alejes tu vida de mi...

Milo dejo de soltar lágrimas por sus ojos y miro a Melissa, esta tenía una sonrisa que, para el, enamoraba a cual quiera pero más a el, un leve sonrojo se hizo presente en sus mejillas.

- Me tienes, Milo...-empezó a decir Melissa- No estás solo...

- Ahora no lo estoy...-respondió- Por ti, Melissa...-rió- No se que me has echo... Pero desde que me mude... No paraba de pensar en ti... Melissa Chase...-Hizo una pausa, mirando a los ojos de la chica, esta un poco confundida y con una sonrisa dijo- Me has enamorado, Meli

Enseguida, tomó a Melissa de los hombros y junto sus labios con los de ella. Melissa no sabia que hacer, el amor de su vida estaba enamorado de ella, casi al instante correspondió, haciendo ese beso lleno de amor. Sin duda se necesitan el uno al otro, los dos estaban en verdad felices por poder, al fin, sentir los labios del otro.

-Te amo, Milo

-Yo te amo más

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A continuación haré una explicación de este One-Shot