Segunda Parte
Los personajes de Naruto no me pertenecen. La historia es de mí autoría.ᕦ( • 益 • )ᕤ
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3 de Febrero Lunes
Hinata lo observó llegar, esta vez solo. Ladeó el rostro cuando no lo vió con su característica sonrisa de lunes, tenía ojeras oscuras bajo los ojos y las cejas fruncidas. Su aura también parecía algo opaca. En seguida se preocupó.
Algo malo había pasado con Naruto y ella no entendía qué. Sabía que su familia estaba bien, por lo menos hasta ayer.
Lo siguió con la mirada, hasta que se sentó en su asiento habitual. Más que sentarse se desplomó, pasando su mano por su cara desganada. Faltaba poco para que él maestro entrara, pero estaba demasiado preocupada por él para importarle.
Un golpe de valentía surgió y caminó hacia él.
-B-buenos días, Naruto- lo saludo cuando estuvo frente a su pupitre.
No pasó por alto como sus hombros se tensaban y levantaba rápidamente su mirada a ella, asombrado. Ella sonrió algo cohibida, ya que él tardó en contestar.
- Buenos días Hinata.
Ella se mordió el labio inferior cuando Naruto desvío la mirada a la mesa cuando empezó a sacar sus útiles. Todo su cuerpo tenso, se dio cuenta, hasta su voz no era como la de antes.
-Y-yoo...- dudo, ¿Debería preguntar qué le pasaba? o ¿sería muy obvia que lo había notado mal?
Naruto la salvó.
- Ya que estás aquí Hinata. ¿Puedo hacerte una pregunta'ttebayo?
-Dos-, susurró ella, ahora curiosa.
-¿Podríamos estudiar en otro lado que no sea mí casa? - Su cara con una mueca de disgusto-. ¿En la tuya o un parque?
-S-supongo que sí-, contestó con un encogimiento de hombros. Aprovechó la oportunidad-. ¿Sucedió a-algo?
-No quiero hablar de eso- contestó mirando a un costado, sus labios en un mohín.
Hinata entendía que no quisiera contarle, después de todo ellos hacía poco tiempo habían empezado a hablar. Pero aún así le dolió su forma cortante de responderle. Ocultó su tristeza y asintió aunque él no la haya mirado. Se volteó y camino otra vez a su pupitre.
Se sentía triste, no por ella, sino por Naruto. Estaba segura que algo había sucedido y de corazón esperaba que pronto volviera a la normalidad.
§•ΩΩ•§
4 de Febrero Martes
Naruto se detuvo para tomar agua en la clase de gimnasia. Estaba justo al borde del alambrado que separa de las chicas. Miró distraídamente a las mujeres haciendo sus actividades.
Su mirada encontró a Hinata sonriendo mientras corría y hacía esas extrañas volteretas que hacían las chicas en su clase. Seguía usando su habitual uniforme y estaba contento por eso. Se dio cuenta que Hinata ocultaba mucho con su ropa holgada...
Sacudió la cabeza con fuerza, puede que Hinata sea muy bonita...
Demasiado.
Pero ella era muchas cosas más que un cuerpo casi perfecto para su gusto.
Frunció el ceño cuando Sakura paso por su campo de visión. Su mirada clavada en su amiga ahora. Físicamente hablando, su mejor amiga no se parecía a Hinata. Particularmente en al delantera, además de su extraño color de pelo. Pero también se percató que lo que había sentido por Sakura había sido distinto. Una clase de competencia con Sasuke, que siempre tuvieron, tenían y tendrían una rivalidad. Él simplemente se había convenido que si Sakura podía gustar de Sasuke, también podía gustar de él. Un pensamiento muy infantil, ahora que lo reflexionaba.
-¡Vamos Uzumaki!- Naruto saltó cuando el profesor Asuma le llamó la atención-. ¡No podemos esperarlo todo el día!
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Las cejas de Naruto se fruncieron cuando lo vió de nuevo sentarse junto a Hinata.
Está vez, Toneri no se sentó frente a ella, si no a su lado. Estaba consternado, Hinata le sonrió al chico y comenzaron a hablar como si fueran viejos conocidos. Tal vez se le ocurrió que se conocían de algún lado, pero le parecía extraño. Sabía que Hinata no era abierta a personas desconocidas, era demasiado tímida. Pero la observó mejor y se dió cuenta que sonreía con lo que sea que le decía el chico y no parecía molesta ni avergonzada por su atención.
Apretó los puños cuando Otsutsuki tomo un mechón de su pelo y se lo puso detrás de la oreja. No entendía qué pasaba. Hinata no se sonrojó, no se puso toda cohibida por eso, sólo le sonrió y siguió comiendo y hablando como si nada.
Algo no cuadraba y lo iba a averiguar.
§•ΩΩ•§
5 de Febrero Miércoles
Hinata guardo rápidamente el papel que estaba memorizando y corrió a abrir la puerta.
Naruto ya había llegado. Los exámenes estaban cada vez más cerca y no podían sólo dejarlos para los fines de semana. Ese día y al día siguiente repasarían todo lo de matemáticas para el examen del viernes.
Hinata se detuvo en la puerta y se acomodó la ropa rápidamente, bajándose la remera para después volver a subirla porque le hacía que mostraba mucho el escote. El pantalón elastizado resultó ser una buena compra, ya que aunque era como tener una tela de segunda piel, eran cómodos y no se enredaban en sus piernas cuando corría, como lo habían hecho sus faldas largas. Se pasó las manos temblorosas por el pelo, comprobando estar peinada y abrió la puerta después de exhalar fuertemente.
-Hey Hinata-, saludo Naruto.
-Naruto- sonrió ella, haciéndose a un lado para dejarlo pasar.
-Con permiso ttebayo- murmuró mientras daba unos pasos al interior y miraba todo con curiosidad.
Hinata cerró la puerta, su corazón golpeando fuertemente en su pecho. Era la primera vez que Naruto estaba en su casa.
-¡Hey! Hola amiguita.
Hinata observó que Naruto alzaba a Hime entre sus manos. Su gata blanca lo miró fijamente hasta que maullo pareciendo reconocerlo, aunque era una tonta fantasía de ella. Hinata se sintió algo celosa cuando Naruto acercó la cara de su gata a la suya y golpeó levemente su nariz con la de Hime. Ella se perdió en su pensamiento, imaginando que Naruto podría saludarla de la misma manera y sonrió soñadoramente.
Hinata parpadeó cuando una mano pasó por su cara, enrojeciendo hasta la raíz cuando vio que Naruto la observaba curioso.
-¿Todo bien?- preguntó aún con la gata en una de sus grandes manos.
Hinata desvío la mirada y asintió.
-Va-vayamos a estudiar-, tartamudeo.
Naruto asintió y dejó la gata en el suelo y le hizo una seña para que pasará primero. Hinata era muy consciente de su cuerpo mientras caminaba hacia las escaleras y las subía. Ella tropezó con un escalón y Naruto cerró su mano en su brazo, para sostenerla.
-¿Estás bien ttebayo?- preguntó preocupado.
-Si-, Hinata casi gritó su respuesta.
Naruto asintió y la soltó lentamente, ella se volteó y comenzó a caminar de nuevo, casi corriendo hasta la puerta de su habitación. Para alivio de Hinata, no tuvo otro tropezón. Ella se mordió la uña del pulgar mientras Naruto pasaba y mirada detenidamente toda su habitación. Hinata dejó la puerta entre abierta sintiendo su cara caliente cuando notó que su habitación tal vez parecía demasiado de niña. Las paredes eran de un rosa fuerte y las esquinas y techo de un blanco impoluto. Jugó con sus dedos mientras Naruto daba una vuelta completa, observando todo con curiosidad hasta que terminó frente a ella.
Naruto acomodó su mochila y sonrió.
-Es bonita tu habitación ttebayo-, dijo con sinceridad.
-Es... Muy de niña-, murmuró Hinata mientras se mordía el labio inferior y bajaba los ojos al suelo.
-Bueno-, Naruto se rascó la nuca mientras miraba la ventana con marco blanco y cortinas casi transparentes con flores lilas-. Eres niña ¿o no?
-Uhmm-, Hinata llevó a sus temblorosas manos hacia atrás, intentando ocultar su nerviosismo-. Si, pero ya soy una mujer-, reflexionó mirando el estante que tenía sobre su cama llena de peluches pequeños.
Naruto murmuró algo que ella no llegó a escuchar y lo observó con curiosidad justo cuando el desviaba la mirada a la cama también.
-¿Qué?- le preguntó.
-Nada-, respondió rápido Naruto y se volvió a la mesa redonda que tenía cerca de la ventana-. Vamos a estudiar ttebayo-, casi gritó mientras se movía hacia allí.
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Una hora después, Hinata estaba concentranda, corrigiendo los ejercicios de ecuaciones con fracciones que le había dado a Naruto, mientras él comía y bebía un refresco. Estaba tan concentrada que se dió cuenta algo tarde que Naruto le estaba hablando.
Hinata lo miró con un leve parpadeó.
-¿Qué? Am, no te escuché. Lo siento.
Ella notó como el rostro de él se volvía un poco rosado y bajaba la mirada a las Cheetos que estaba llevándolos de un lado hacia otro con sus dedos.
-¿Tú, umm.. tienes novio, Hinata?
Hinata parpadeó asombrada con su pregunta y sintió su cara explotar en un rojo tan caliente que por un momento la vista se le distorsiono.
-Y-yoo...
- Lo siento-, dijo rápidamente Naruto cortando su respuesta-. Sólo me entró la curiosidad, ya sabes-, él se metió un Cheetos en la boca-. Tal vez, estás saliendo con alguien y...
Hinata parpadeó al ver cómo el revolvía ahora las hojas de estudios. Naruto se levantó de golpe.
-¡Debo irme ttebayo!- agarró sus cosas y las puso en su mochila con rapidez.
-¡Ah! Pero ...- ella quería detenerlo, pero no sabía cómo hacerlo
Naruto se tomó su soda de un trago y tosió cuando se ahogó, casi sacando líquido por la nariz. Él pasó la manga de su campera por la mitad de su rostro mientras Hinata también se levantaba con torpeza.
-Ah, pero...- ella le mostró las hojas sin terminar de corregir.
Naruto se colgó su mochila y empezó a dar pasos hacía atrás, hacía la puerta asomada. Él hizo un extraño movimiento de manos.
-Oh, si. Deja, puedes llevarlo a la escuela mañana-, dijo con nerviosismo.
-P-puedo ir a tu casa más tarde-, sugirió Hinata dando un paso más lejos de la mesa.
-¡No!-, Naruto se detuvo y su rostro se pudo serio de repente. Hinata retuvo la respiración cuando observó sus ojos celestes entrecerrados-. No vayas a mí casa, Hinata. Dattebayo.
Hinata se sintió herida sin saber el por qué y bajó la mirada, se sentía como si Naruto no quisiera que supieran que ella se juntaban con él. Ella parpadeó hacía atrás las lágrimas.
Naruto suspiró y se llevó las manos a la cabeza.
-Lo siento, Hinata. No quería decirlo de esa manera ttebayo.
Ella asintió pero no levantó la mirada. No podía dejar que él notará cuánto le afectaba todo lo que él hacía. Aunque, cuando lo pensó mejor, se dijo que por lo menos tendría que decirle que no tenía novio.
-Y-yo.. no tengo no-novio. Naruto- murmuró.
Hinata jugó con sus dedos mientras los segundos pasaban tortuosamente lentos y silenciosos, levantó la mirada cuando no obtuvo respuesta y parpadeó al ver qué la puerta estaba totalmente abierta. Ella corrió a su ventana y vió a Naruto corriendo hacia la calle para luego correr en dirección a su casa.
¿Qué había pasado?
§•Ω•§
8 de Febrero, Sábado
Naruto suspiró mientras miraba por su ventana, observando las hojas de los árboles removerse con el fuerte viento y las gotas de las lluvias caer.
Aún se sentía avergonzado. Había tenido un tonto impulso de preguntar a Hinata si tenía un novio. Era obvio que ella estaba con Toneri.
Naruto los había visto todos los descansos juntos, hablando y riendo. Jamás los vio tomarse de las manos o besarse, pero también sabía que ella era tímida. Además estaba el hecho que ella había dudado en contestarle y Naruto no estaba listo para escuchar que ella estaba con alguien.
No sabía por qué le ponía algo decaído pensar que la dulce y tranquila Hinata estaría con alguien más.
Si, a él ya no le gustaba Sakura de esa forma, pero estaba seguro que tampoco le gustaba Hinata. Él estaba... Preocupado. Eso es. Naruto estaba preocupado por si Hinata resultaba herida por ese chico que parecía un canalla... Aunque nunca lo había visto haciendo algo raro.
Naruto volvió a suspirar con su barbilla apoyada sobre el talón de su mano, su codo en el filo de la ventana. Él ladeó el rostro cuando vió una pareja caminando por la vereda del frente de su casa y casi pegó el rostro al vidrio cuando reconoció a Hinata bajó un paraguas rosa claro. Sus manos se apoyaron en el vidrio mientras pegaba más su rostro allí, su nariz casi aplastada contra la ventana. Sonrió al verla con uno de sus viejos vestidos, una bonito y holgado. La pollera llegaba hasta la mitad de sus pantorrillas, dejando ver qué tenía un pantalón abajo, sus botas de lluvia sobresalían con el color naranja chillón. Su campera enorme color crema y su pelo suelto. Hinata era muy bonita así también, sin que necesitará mostrar sus curvas a los demás, él no sé había dado cuenta antes.
Su ceño se frunció cuando se dió cuenta quién la acompañaba. Toneri llevaba bolsas de compras y ambos reían por algo que parecía haber dicho él. Naruto hizo una mueca de asco, no sabía que le veía Hinata a un chico como él. Sus ojos se abrieron asombrados y se dejó caer al suelo con rapidez cuando la mirada de Hinata fue a su casa. Su corazón latía con rapidez mientras se quedaba sentado en el suelo, rezando para que ella no lo hubiera notando husmeando como una vieja chismosa.
Mientras se calmaba, se dió cuenta que iba a ser difícil para Hinata haberlo notado en la ventana, así que respiró más tranquilo y suspiró.
-¿Qué haces en el suelo?
Naruto prácticamente saltó cuando su primo habló desde la puerta abierta. Él lo miró con el ceño fruncido.
-Que te importa, ttebayo-, murmuró mientras se levantaba.
Menma rió cuando se apoyó en el marco de la puerta y se cruzó los brazos. Naruto observó sus brazos construidos con poderosos músculos, él agitó los suyos, más delgados para sacarse el polvo invisible de su pantalón de chandal.
-Parecias muy entretenido con lo que veías en la ventana-, se burló mientras caminaba hacia allí.
Naruto se dejó caer en la cama, sin animarse a ver otra vez por si Hinata estaba allí. Él agarró una de las revistas que tenía a mano y se hizo el desentendido mientras la hojeaba sin ver en realidad. Levantó la mirada cuando su primo abrió uno de los vidrios de la ventana, el aire frío entro por allí junto con unas cuantas gotas de lluvia.
-¡Hola muñeca!- gritó mientras agitaba la mano.
Naruto tiró la revista y saltó de la cama, corriendo a su ventana y dándole un empujón a Menma para ver a Hinata. Las gotas frías de agua cayeron en su cara mientras veía la vereda del frente totalmente desierta y escuchaba la risa de su primo. Naruto gruñó mientras cerraba la ventana con fuerza y se volteaba para empujar fuerte a Menma.
-¡Sal de mi habitación!- gritó enojado sobre las risas de su primo.
Volvió a empujar a Menma, con ganas de golpearlo, mientras él retrocedía unos pasos y alzaba las manos en son de paz.
- Deberías decirle que te gusta-, dijo Menma divertido.
-¿De qué hablas ttebayo?- murmuró Naruto desviando la mirada y apretando los puños.
-A la niña linda, la que te enseña cabeza de chorlito.
Naruto miró a su primo, pero este le daba la espalda mientras caminaba despacio hacia la puerta.
-¡Hinata no me gusta dattebayo!- se defendió, aunque las palabras supieron amargas en su boca.
Menma lo miró por arriba del hombro mientras se detenía.
- Eres un mentiroso...
-¡Tu eres un metido ttebayo! ¡Vete! ¡Nadie te dió vela en este entierro!
Menma le mostró el dedo medio.
- Eres un miedosito. Gallina. Entonces me la quedaré yo.
Naruto se lanzó hacía Menma, lo empujó con ambas manos, a penas pudo moverlo. Menma le devolvió el empujón, él dió unos pasos hacía atrás. Naruto gritó mientras le hacía un tacle y ambos caían con un sonido sordo al suelo, pero no llegó a golpearlo cuando Menma hizo que girará y él quedó con la espalda en el suelo. Naruto quiso hacer lo mismo, pero al ver qué no podía, lanzó su puño al rostro burlón de su primo, él lo esquivó sin esfuerzo.
Pronto eran una maraña de extremidades y Naruto gritó cuando le hizo una llave dolorosa a su brazo.
-¡¿Qué están haciendo ttebane?!- gritó Kushina mientras entraba a la habitación corriendo-. ¡Menma deja a Naruto!
Naruto gimoteo cuando su primo lo librero e intentó golpearlo en el rostro, pero él volvió a esquivarlo.
-¡Naruto Namikaze!- gritó su madre.
Él gritó cuando su madre tiró de su oreja, separándolo de su primo.
-Ite, ite-, se quejó mientras Kushina lo obligaba a levantarse desde su oreja.
-¡Dejen de pelear!- gritó Kushina.
Naruto se tapó la oreja adolorida cuando su madre lo soltó y dió varios pasos hacía atrás para estar lejos de su alcance. Vió con ojos entrecerrados como Menma se levantaba del suelo y lo daba una expresión llena de burla.
-Se puede saber qué pasa aquí-, exigió Kushina con la voz algo elevada todavía.
Menma se metió las manos dentro los bolsillos y alzó una ceja para que Naruto contestará. Naruto se cruzó de brazos y miró hacia otro lado. Kushina miró a ambos y frunció más el ceño.
-¡Quiero una respuesta ttebane!
Naruto se mordió el labio y estuvo a punto de contestar, pero su primo habló antes.
-Nada tía. Estaba provocando un poco a Naruto, pero se ve que no está de humor para bromas pesadas.
Kushina observó a su hijo con ojos filosos.
-¿Es verdad Naruto?
Naruto miró a su primo una vez más, notando su expresión en blanco. Él asintió, prácticamente era verdad. Kushina suspiró y se relajó.
-Ya estoy grande para estás cosas- murmuró-. Menma vete a tu habitación.
Su primo asintió y ni siquiera miró a Naruto mientras se volteaba y salía. Naruto también se sintió más relajado,pero se tensó cuando su madre le dió toda la atención.
-Ya estás muy grande Naruto para pelearte con las manos con tu primo. Eso lo entiendo de un niño, pero ya eres adolescente Naruto- lo regañó-. Además nunca pudiste ganarle a Menma con la fuerza-, Naruto apretó los dientes pero no dijo nada-. Agradece que tu primo no quería lastimarte. Intenta llevarte mejor con él ¿si?
Naruto no contestó, miró así madre con expresión en blanco. Kushina suspiró.
-No quiero más peleas, ttebane-, sentenció para después salir de la habitación y cerrar la puerta.
Naruto inspiró por la nariz y exhaló por la boca, intentando relajarse y se movió a la cama, dejándose caer de espaldas.
Hacía mucho que no se peleaba de manos con Menma y se sintió un idiota, porque sabía que su primo mayor tenía la fuerza de su lado. Pero que él hablará de Hinata lo había enceguecido.
Naruto se pasó las manos por el cabello y suspiró.
¿Hinata lo estaba volviendo loco?
§•Ω•§
10 de Febrero. Lunes
Hinata esperó hasta que vió a Naruto pasar con su brazo por arriba de los hombros de Sakura. Ella ya estaba acostumbrada a esas muestras de afecto entre ellos, por eso no sintió celos de lo expresivo que podía ser Naruto con su amiga pelirrosa, sin importar que supuestamente él la amará desde niños.
Ella se armó de valor para mantener su mirada clavada en Naruto y su columna se tensó cuando sus ojos celestes la miraron. Hinata sonrió con las mejillas calientes y levantó levemente la mano para saludarlo, pero que quedó congelada cuando Naruto desvío la mirada rápidamente. Hinata apretó la mano y la bajo hasta abajo del pupitre escolar. Ella mantuvo la mirada en su cuaderno cuando Naruto pasó por al lado de ella.
Hinata lo había notado raro después del miércoles, los estudios del jueves habían sido un poco tensos y después del exámen de matemáticas Naruto ya no le había hablado. Ella suspiró mientras apoyaba su mejilla en la mano y miraba el cielo celestes y las nubes esponjosas y blancas surcar el cielo con lentitud.
¿Puede que Naruto la hubiera usado para pasar los exámenes?
Hinata negó con la cabeza y volvió su mirada al frente cuando Kurenai entró.
-Buenos días, clase- saludó mientras dejaba papeles en su mesa.
- Buenos días, Kurenai-Sensei-, saludaron al unísono.
Ella sabía que Naruto no era así, él era sincero y si tenía algún problema con ella ya se lo habría dicho... ¿o no?
Hinata mordió su lápiz y miró distraídamente hacía atrás, su mirada cruzándose con la de Naruto, que estaba clavada en ella. Se volvió rápidamente hacía adelante, sintiendo que el color rojo reventaba en su rostro y se toco las mejillas muy calientes. Hinata sonrió mientras bajaba la mirada.
¡Naruto la estaba mirando!
Hinata se acomodó el cabello, creyendo que tal vez estaba despeinada y por eso la miraba. Ella se pasó el dedo por los dientes frontales, ¿tal vez un residuo del desayuno? No tenía nada. Hinata se llevó un mechón atrás de la oreja y volvió a mirar disimuladamente hacía atrás.
Naruto la seguía mirando y esa vez, sonrió y movió sus dedos en un saludo corto y disimulado. Hinata bajó la mirada mientras se mordía el labio, su corazón latiendo dolorosamente en su pecho. Sus ojos volvieron a Naruto para devolverle el saludo y volvió a mirar hacía adelante.
Toda la mañana tuvo la sonrisa de tonta enamorada como si la tuviera tatuada.
•
Hinata estaba guardando sus útiles cuando vió a Karin husmear en la puerta del salón. Ella suspiró y se desinfló, ya que sabía lo que vendría.
-Hola Hinata-, ella saltó cuando Naruto se apoyó en su pupitre, sentándose en la silla vacía del frente de ella-. ¿Tienes algo que hacer hoy?- le preguntó.
Hinata se quedó con los ojos abiertos en par en par, sus mejillas se colorearon mientras se perdía en los profundos ojos celestes de Naruto. Por su parte, Naruto se rascó bajo la vincha que usaba para mantener sus mechones algo largos separados de sus ojos, su mirada curiosa.
-Ho-hola Naruto-, nurmuro bajando los ojos a su morral y jugando con sus dedos detrás de éste.
-Me preguntaba si podías tomar un helado conmigo-, sus ojos se abrieron más y levantó de golpe la cabeza para mirar fijamente a Naruto. Él sonrió mientras le mostraba una hoja. El examen-. Me saqué una excelente nota y quería festejarlo contigo. Después de todo si no me hubieras ayudado no lo habría logrado ttebayo-. Naruto desvío la mirada a un lado mientras se rascaba con un dedo la mejilla-. Y también...
-¡Hinatita!
Hinata saltó cuando Karin se colgó de su primo, poniendo su rostro a la misma altura que su primo. Ella sonrió, haciéndose la desentendida de que Naruto también estuviera allí.
-¿Cómo estás Hina? ¿Sabes?-, Karin pudo una expresión deprimida-. Te quería contar que mi madre está muy enferma y justo hoy tengo que acompañarla al médico. Pero tengo que limpiar y yo...
-¿De verdad?- le interrumpió Naruto con la mirada llena de escepticismo-. Yo vi ayer a la tía-, dijo pensativo-. No parecía mal en ningún momento.
Karin se separó de Naruto y lo miró lleno de odio por un momento, pero luego volvió a ver a Hinata con una sonrisa.
-Se puso muy mala anoche...
-No lo creo-, dijo Naruto mirando a su prima con los ojos entrecerrados-. Hoy fue a buscar a mamá en el auto y se veía radiante.
Karin golpeó a Naruto en el hombro y él se quejó.
- Cállate-, dijo entre dientes y luego volvió a mirar Hinata-. Es que de verdad, necesito salir hoy de la escuela...
-Y-yoo-, Hinata dudó, sin saber que hacer.
-Hinata ya tiene cosas que hacer hoy ¿no, Hinata?- dijo Naruto antes de que ella pudiera contestar.
Karin dejó de disimular y miró mal a Naruto, sus manos en las caderas.
-¿De verdad, sabelotodo? Hina siempre me ayuda.
-Pues hoy no-, Naruto alzó una ceja.
-Chicos...- murmuró, pero ellos no le prestaron atención.
-¿Ah, si? ¿Y qué tiene que hacer, idiota? ¿Salir contigo?
Hinata se mordió el labio cuando Naruto abrió la boca y la cerró, sus mejillas bronceadas se volvieron un poco más oscuras.
-No te importa, manipuladora-, contestó él-. Lo único que tienes que saber es que Hinata no podrá cubrirte hoy, dattebayo.
Karin puso su dedo medio en medio de la cara de Naruto.
-¿Es verdad, amiga? De verdad necesito que me cubras-, rogó Karin poniendo su mejor rostro de súplica.
Hinata se estaba comiendo las uñas cuando ambas miradas fueron a ella, estaba dividida. Quería salir con Naruto a comer un helado, pero tampoco quería dejar a Karin. Sus ojos fueron de la pelirroja hasta Naruto, ambos mirándolos fijamente.
Hasta que Naruto suspiró mientras guardaba su papel del exámen.
-¿Sabes qué? Dejémoslo para otro día, Hinata.
Ella lo observó con ojos grandes mientras se levantaba y caminaba rápido hacia la salida.
-Naruto...-, ella se levantó, con ganas de correr hacia él, pero Karin se interpuso en su camino y la abrazó.
-¡Gracias Hinatita! Sabía que podía contra contigo-, le dió un beso en la mejilla y salió corriendo por la puerta.
Hinata se quedó allí, en el salón completamente sola y suspiró desanimada mientras se sentaba. ¿Por qué ella tenía que ser así? Por sus ansias que no querer lastimar a nadie, había terminado decepcionando a Naruto y quitándose ella misma la oportunidad de una cita con él.
•
Naruto estaba jugando a la consola, con el ceño fruncido sobre la pantalla, sus dedos moviéndose con furia sobre el mando. Gruñó cuando perdió y dejó a un lado el mando mientras se dejaba caer de espaldas al puff que usaba para jugar frente a la televisión de su cuarto.
Estaba enojado. Hinata no tenía ni idea lo que le había costado a él ir a su pupitre y pedirle ir a tomar un helado, y ella había elegido limpiar los salones antes de salir con él.
Naruto miró el techo de su habitación mientras mantenía sus manos en sus cabellos, pensando en esos tontos nervios que le habían surgido. Había tenido que esperar que la mayoría se marchara para acercarse a ella y no era porque tuviera vergüenza que lo vieran con Hinata.
Temía que ella lo rechazará.
Su pecho se apretó con un dolor extraño y él hizo una mueca mientras se frotaba el torso, sin saber qué le pasaba. Sakura le había rechazado de maneras muchísimas más dolorosas, con palabras hirientes y hasta golpes, pero jamás se había sentido así.
Suspiró mientras ponía las manos bajo su cabeza y fruncía el ceño de nuevo.
Naruto no había querido poner en una encrucijada a Hinata, pero eso había hecho. El hecho que ella dudara en vez de decir claramente lo que quería le molestó. Que ella fuera tímida con él, y no con Toneri, le hizo hacer otra mueca. Quería golpear algo.
Él quería que ella sonriera como lo hacía con él.
Quería que le hablara con ligereza como lo hacía con él.
Quería que ella actuará normal, como lo hacía con Toneri.
¿Él tenía algo malo? Se preguntó mientras miraba el techo como si tuviera la respuesta.
Se sentó de golpe cuando un ligero sonido vino de la puerta y su madre abrió la puerta, asomando la cabeza.
-Naruto, te buscan.
Él frunció el ceño, no tenía ganas de ver a nadie.
-¿Quién es?- preguntó mientras agarraba el mando de nuevo-. Dile que no estoy.
Kushina le frunció el ceño y puso sus manos en las caderas.
-Baja ahora mismo, ttebane- le regañó.
Naruto tenía la mirada fija en la televisión mientras reiniciaba la partida.
-No quiero...
-¡Naruto!- su madre dió un paso adentro de su habitación y Naruto dejó rápidamente el mando en el suelo y se levantó.
-Voy, voy- murmuró.
Kushina se movió a un lado, dejándole espacio para que pasará y le dió una palmada en la nuca. Naruto la miró con el ceño fruncido mientras se frotaba la nuca que le picaba.
-Eso dolió-, susurró mientras bajaba las escaleras.
-Eso te enseñara ha hacerme caso cuando hablo. Mocoso mal aprendido- le gritó desde arriba de las escaleras.
Naruto rodó los ojos y terminó de bajar las escaleras. Caminó a la cocina, esperando ver a Sasuke o Sakura, pero se detuvo de golpe en la puerta cuando vió a Hinata. Su mirada la recorrió, para ver qué tenía una remera holgada y una pollera que llegaba hasta sus pies. Su largo cabello caía liso hasta su cintura y Naruto sintió cómodo corazón saltaba en un galope salvaje.
-¿Hinata? ¿Qué haces aquí?- preguntó asombrado.
Hinata se mordió el labio, sus mejillas sonrojadas mientras jugaba con sus dedos frente a ella.
-Y-yo.. quería, umm-, ella se hizo a un lado y le mostró una pequeña cajita en la mesa-. Es.. para ti-, tartamudeo.
Naruto frunció el ceño y dió unos pasos adentro de la cocina. Él observó el logo de la caja, notando que era de su pastelería favorita. Sus cejas se alzaron y volvió a mirar a Hinata. Ella se estaba mordiendo las uñas de nuevo, y las sacó de su boca cuando se dió cuenta que él la observaba.
Era tan linda cuando estaba nerviosa...
Naruto agitó su cabeza cuando ese pensamiento llenó su cabeza. Hinata pareció triste después de eso.
-¿No lo quieres?- murmuró mirando la caja, Naruto notó como sus ojos se ponían brillosos-. ¿Estás...? Enojado.
Naruto se dió cuenta que ella mal interpretó sus acciones y caminó hacia Hinata, hasta ponerse a su lado.
-No estoy enojado, dattebayo-. Le aclaro con una sornisa-. Gracias, Hinata. Pero no tenías que hacerlo.
-¡Si!- ella gritó y sus ojos se abrieron grandes mientras todo su rostro se coloreaban de rojo y luego bajaba la mirada-. Quería pedirte disculpas, por lo del salón y festejar tu triunfo-, susurró está vez, con la voz muy baja.
Naruto tuvo que acercarse un poco para escuchar sus palabras y sonrió más mientras miraba la caja. Él la tomó y la abrió. Adentro había un mini pastel con las palabras "Sabía que podías" escritas con chocolate negro. Él se quedó con la mirada fija allí.
- Yo.. sabía que aprobarias los exámenes. Eres.. eres más inteligente de lo que crees- murmuró Hinata. Naruto parpadeó cuando sintió un escozor en sus pupilas-. ¡Además!- siguió nerviosamente ella ya que él no se movió-. Eres muy tenaz. Y.. y brillante a tu manera. Yo confío en ti...
Naruto levantó la mirada con sus últimas palabras y la observó. Ella estaba sonrojada,pero sonreía. Naruto tragó el nudo que se le había formado en la garganta.
-Gracias-, contestó con la voz ronca. Él carraspeó un poco-. Eres la primera que dice que soy inteligente, ttebayo-. Bromeó con ligereza para que el ambiente raro que se había instalado entre ellos desapareciera.
Hinata apretó sus manos a la altura de su pecho y negó fervientemente con la cabeza.
-¡Eres muy inteligente!- gritó ella asintiendo, con fuerza, los mechones que tenía tras su oreja se escaparon llendo a su cara.
Naruto rió un poco, mientras inconscientemente alzaba su mano y ponía los mechones de nuevo en su lugar. Ambos se quedaron congelados en su lugar, mirándose fijamente a los ojos con seriedad. Los dedos de Naruto se movieron a su mejilla, notando el calor que desprendía su piel suave y algo enrojecida. Su mirada fue a sus dedos, su rostro acercándose lentamente a una muy quieta Hinata. Sus ojos se clavaron en sus labios rosados levemente abiertos y supo que iba a besarla, allí en la cocina de su casa. A Naruto no le importaba...
-Hinata..-, murmuró suavemente con ganas de preguntarle o decirle, como mucho, que iba a besarla.
-¿Quieres quedarte a cenar Hinata?
Ambos pegaron un salto, separándose rápidamente cuando escucharon la voz de Kushina. Naruto miró hacia la puerta justo cuando su madre entraba con las manos llenas de ropa.
Kushina se detuvo de golpe al sentir el ambiente tenso y miró entre los dos jóvenes, ambos sonrojados. Naruto se rascaba la nuca mientras Hinata tenía la mirada muy baja.
-¿Sucede algo, ttebane?- preguntó curiosa.
-Amm.. Tengo que irme- tartamudeó Hinata y corrió a la salida.
Kushina miró asombrada a la pequeña niña correr y luego su mirada se entrecerró en su hijo.
-¿Qué le hiciste?- le demandó enojada.
Naruto reaccionó, ya que había quedado tan sorprendido como ella y miró enojado a su madre.
-¡Nada!- gritó mientras tomaba la caja de la mesa y salía corriendo a su habitación.
-¡Naruto Namikaze!- gritó ella asombrada por su respuesta mirando su espalda subir por las escaleras. Ella terminó suspirando-. Estos niños de hoy...
§•Ω•§
12 de Febrero. Miércoles.
Naruto se mordió los labios mientras veía a Hinata pasar con su bandeja de almuerzo a sentarse a su habitual mesa alejada.
-¿Por qué no hablas con ella?
Naruto desvío la mirada para clavarla en Sasuke, pero este ni siquiera lo miraba, su celular tenía toda su atención. Él suspiró mientras volvía a verla.
-Ella es muy tímida-, murmuró.
-¿Y?- preguntó Sasuke antes de llevarse la soda a la boca y tomar.
-No quiero asustarla idiota-, gruñó ligeramente él.
-¿Por qué crees que la asustarías?
-Porque no puede mantenerse normal a mí lado, parece que va a tener un ataque cerebral o algo así, ttebayo- suspiró Naruto mientras agarraba su hamburguesa y le daba un mordisco.
-¿Y por qué crees que ella reacciona así a ti?
-¿Por qué es tímida?- respondió, aunque más que una respuesta parecía una pregunta. Naruto miró confundido a Sasuke mientras su amigo suspiraba-. ¿Estás intentando psicologíar mí cabeza?
Naruto notó que la comisura de su boca tenía un tirón.
-¿Cómo te hace sentir eso?- le pregunto en cambió.
-¡Eres un idiota, ttebayo!- le gritó tirándole una papa.
Sasuke le gruñó cuando la fofa papa golpeaba en su mejilla, él la agarró antes de que cayera en su ropa. Se la lanzó de nuevo y Naruto la atrapó y lo metió en la boca mientras su amigo hacía una mueca.
-Eres asqueroso-, se quejó para volver la vista a su celular.
Naruto rodó los ojos y volvió al ataque a su hamburguesa, pero se detuvo cuando vió que Toneri se sentaba una vez más al lado de Hinata.
-¿Crees que es su novio?- preguntó a su amigo con la mirada fija en la sonrisa de Hinata.
Sasuke miró disimuladamente por sobre su hombro y volvió a su celular. Naruto creía que sí, o sino por qué otra razón ella había huido cuando no habían podido besarse y ella lo esquivaba de todas las formas posibles después. Él hizo una mueca cuando Toneri tomó algo de la bandeja de Hinata y se lo metió en la boca mientras ella hablaba libremente.
¿Por qué Hinata no podía actuar así con él?
-¿Le preguntaste?- habló Sasuke sacándolo de sus pensamientos.
-¿Te preguntaría si lo hubiera hecho?- preguntó a su vez Naruto frustrado.
- Deberías hacerlo...
-¿Qué cosa?- preguntó Sakura mientras se sentaba al lado de Sasuke.
Naruto dudó, sin saber si era sabio decirle a Sakura de lo que estaba hablando con Sasuke. Pero su amigo se adelantó.
-Dobe quiere saber si Otsutsuki es el novio de Hyūga.
Naruto miró mal a Sasuke y lo pateó debajo de la mesa. El azabache no hizo ni una mueca, pero Sakura saltó.
-¿¡Por qué me pateas idiota!?- Sakura se estiró por arriba de la mesa y le dió un puñetazo en la sien.
-¡Auch!- gritó casi cayendo en el suelo. Su amiga era delgada, pero tenía fuerza en sus puños huesudos.
- Imbécil-, murmuró mientras se sentaba de nuevo.
-Lo siento Sakura-, murmuró mientras se frotaba la sien afectada-. Era para el Teme-, aclaró lo obvio.
Sakura lo miró mal mientras también atacaba su almuerzo. Naruto miró disimuladamente a la mesa de Hinata y su corazón se detuvo un segundo cuando sus miradas se cruzaron. Hinata fue la primera en desviar la mirada, él desde allí podía ver cómo sus mejillas se coloreaban.
-Hinata no tiene novio-, habló Sakura llamando su atención-. Deben ser amigos o algo así-, dijo encogiéndose los hombros y masticando su comida. Naruto notó como Sasuke la miraba haciendo una mueca, pero no dijo nada. Sakura tragó-. ¿Por qué te interesa?
Naruto parpadeó, buscando una escusa. Pero no fue necesario ya que Sasuke volvió a hablar por él.
-Le gusta Hyūga.
Sakura y Naruto abrieron grandes los ojos, la chica de sorpresa, Naruto de horror porque su amigo se hubiera dado cuenta tan rápido. Aunque tenía que admitir que no hacía un gran trabajo disimulando.
-¿Te gusta Hinata?
Naruto entrecerró los ojos sobre su amiga al escuchar el tono. No sólo estaba lleno de sorpresa, si no de algo más que no le gustó del todo. Sasuke también separó la mirada de su celular para mirar a Sakura. Ella se mordió el labio al darse cuenta que tenía la atención de ambos.
-¿Qué quieres decir con "Te gusta Hinata"?- preguntó Naruto usando el mismo tono que había usado ella.
Sakura hizo una mueca.
-No quise decirlo de ese modo...
Naruto entendió porque el tono que había usado le había molestado tanto. Ella parecía totalmente escéptica. Cómo si fuera imposible que a él le gustará Hinata.
-Pero lo dijiste de ese modo-, habló Sasuke bloqueando su celular y dejándolo al lado de su bandeja casi sin tocar.
-Yo pensé que...-, Sakura se detuvo mientras se mordía el labio y Naruto frunció el ceño sin saber qué quería decir.
-¿Qué?- preguntó Sasuke, sin apartar la mirada de Sakura-. ¿Qué estaría enamorado de ti todo su vida?- casi gruñó.
Naruto abrió grande los ojos, viendo cómo sus dos amigos se miraban. Sakura parecía algo culpable, mientras Sasuke tenía una expresión en blanco.
-¿En serio, Sakura?- preguntó él con el tono helado.
-¡No! No es eso...
- Pensé que no disfrutabas de sus constantes intentos de salir contigo.
-No lo hago...
-Pero te pones celosa de saber que él comienza a sentir sentimientos por alguien más.
-Eso no es verdad...
-¿Entonces qué? ¿Esperas...
Naruto se levantó de la mesa con su bandeja y se alejó de sus compañeros que tenían una discusión como si fueran un viejo matrimonio y él el niño. No pensó que estaba haciendo hasta que se detuvo en la mesa de Hinata y Toneri. Ambos alzaron la mirada cuando él llegó.
- Hola-, saludo con una sonrisa algo tensa.
Hinata se sonrojó apenas lo vió, él notó como su postura relajada se tensaba. Toneri, por otro lado, lo miró de arriba a abajo y se relajó más en el banco.
-Hola-, respondió Toneri.
-Na-Naruto-, murmuró Hinata.
-¿Puedo sentarme aquí?- la pregunta fue mera apariencia porque se sentó frente a Hinata antes de que uno de los dos dijera algo-. Mí amigos están discutiendo y quiero comer tranquilo, ttebayo- explicó haciendo un pequeño movimiento con la cabeza a la dirección de su antigua mesa.
Toneri dió una mirada hacia allí, pero Hinata bajó la cabeza mientras jugaba con sus papas fritas. Cuando ella levantó los ojos, sólo un poco, Naruto le sonrió. Hinata bajó rápidamente la mirada a su plato de nuevo y él odió que ella se quedará callada.
Todo el maldito almuerzo.
§•Ω•§
13 de Febrero. Jueves
Hinata se pasó la pequeña toalla por la frente cuando su clase de danza terminó. Estaba toda sudada, pero feliz. El baile la llenaba de energía y buena aura. Sonrió cuando Toneri se acercó.
-Bailaste muy bien hoy-, la halagó.
Hinata rió mientras guardaba la toalla y sacaba una botella de agua de su bolso.
-¿Lo crees?- preguntó algo insegura.
Toneri asintió en seguida.
-Lo sé-, admitió mientras ella tomaba y él acomodaba su bolso-. ¿Volverás a practicar para mañana?- ambos comenzaron a caminar a la salida.
Hinata asintió mientras se abrochaba su larga campera.
-Si, estoy muy nerviosa. Pero quiero hacerlo. Tal vez mis sentimientos no lleguen a él, pero...- ella suspiró.
Toneri rió un poco mientras le abría la puerta para que ella pasará primero.
-No lo sé. Creo que pueden llegar-, dijo con un toque místico.
-¿Lo dices por lo que te conté el otro día?- Hinata hizo una mueca-. Él no se ha comportado igual desde allí. Creo que piensa que soy rara..
-Eres rara-, admitió Toneri. Hinata lo miró con una mohin-. Pero una rara buena- aclaró mientras le revolvía el moño suelto que tenía en el cabello-. ¿Quieres que te ayude con los últimos detalles?
Hinata lo miró esperanzada-¿Lo harías?
-¿Para que están los amigos?- respondió sin dudar mientras pasaba su brazo por arriba de su hombro y la apretaba a su costado, dándole un beso en la frente mientras ella reía.
Ninguno de los dos notaron la mirada de un rubio, que miraba todo con ojos grandes desde la vereda del frente. Ni mucho menos fueron conscientes de como sus ojos se volvían dolorosos y sus hombros se caían. Mientras la pareja de amigos se dirigían a la casa de Hinata, el rubio caminó hacia el centro.
§•Ω•§
14 de Febrero. Viernes.
San Valentín
Naruto miró toda la decoración de la escuela con desinterés. No entendía porque la gente le daba tanto poder al amor.
Estar enamorado era una mierda, pensó con un gruñido. Por lo menos para él.
Justamente ayer había tenido una conversación con su papá. Le había preguntado cómo se había dado cuenta que le gustaba su mamá y todo lo que dijo le estaba pasando a Naruto, con Hinata.
Piensas todo el día en ella. La ves y sonríes. Tu corazón se acelera, sientes ganas de estar el mayor tiempo con ella. La extrañas cuando no la ves. A veces, sueñas con ella.
Quieres que te vea como algo más que un amigo o conocido...
Naruto había decidido declararse, no tenía nada que perder ¿no? Había corrido al centro para comprar algo para Hinata y se había encontrado esa desagradable escena de ella con Toneri. Naruto apretó sus dedos en su locker y dejó los libros de su última clase. Sólo habían tenido las dos primeras de la mañana, y luego tendrían todo el día de feria y algunas cosas en el teatro de la escuela. Ahora todos se dirigían hacia allí, pero él frunció el ceño mientras cerraba su locker porque no había visto a Hinata en las clases.
-¿Irás al teatro?- preguntó una voz que hizo saltar a Naruto.
Miró a un lado y entrecerró sus ojos celestes en los grises. Toneri lo veía con una sonrisa, no parecía notar las dagas que le enviaba el rubio. Naruto no confiaba en sus palabras, así que asintió a su pregunta.
-¿Nos sentamos juntos?
Naruto apretó los dientes.
-¿No irás con Hinata?- preguntó molesto.
Toneri alzó una ceja, notando su voz llena de rencor y él ocultó su sonrisa.
-Ella actuara-, le explicó, cosa que hizo que Naruto se sorprendiera-. No tengo muchos amigos-, Toneri se encogió un hombro-. No deseo sentarme solo.
Naruto desvío su mirada al pasillo lleno de estudiantes que iban al teatro, y luego volvió a Toneri. Había pensado escaparse del teatro y ver si podía irse a su casa, no estaba de humor para el amor. Pero las palabras de Toneri le hicieron dar curiosidad.
-¿Hinata actuara? ¿En la obra?
Naruto sabía que algunos alumnos harían unas escenas de Romeo y Julieta, le parecía una historia estúpida, como ambos protagonistas habían muerto al final. Ahora entendía que no ser correspondido tal vez era mas doloroso.
Toneri negó.
-Ella actuara casi al principio.
Naruto alzó una ceja. Según el itinerario, varias chicas se habían anotado para hacerles un gesto a sus novios, había un par de chicos también. Naruto apretó sus labios con fuerza. ¿Lo haría para Toneri?
-Esta bien- dijo para poder tener la oportunidad de ver con sus propios ojos que Hinata no era para él.
Tal vez de esa forma, el amor se iría.
Naruto siguió a Toneri, tenía ganas de sentarse cerca del final, pero él chico que le había explicado que había reservado asientos Casi adelante de todo. Naruto apretó sus puños en los bolsillos de su pantalón de escuela. La cazadora larga la tenía algo aremangada y se rascó atrás de la vincha cuando el sudor se instaló allí. Sintió sus orejas calientes mientras se sentaba tan adelante, pero eso le daba una vista completa al escenario. Toneri se sentó de su lado izquierdo y él observó la cortina roja que tapaba todo.
Naruto sintió que su corazón comenzaba a golpear más fuerte y rápido pensando que Hinata subiría allí para confesarse a Toneri. Él parpadeó el escozor atrás. Las luces se apagaron, dejando todos los asientos a oscuras y la directora Tsunade caminó hasta terminar en el centro dónde había un micrófono con su pie.
-Buenos días alumnos. Hoy es un día especial y queríamos que ustedes lo disfrutarán..
Naruto miró a los costado cuando todos comenzaron a aplaudir y él imitó a los demás. Aunque no tenía nada de especial para él... O tal vez si. El dia que le romperían el corazón por primera vez.
— Primero veremos a unos valientes que se animaron a mostrar su amor tan juvenil y lleno de esperanza—. Naruto estaba tan cerca que pudo ver cómo Tsunade rodaba los ojos—. Luego—, siguió—, estarán los alumnos de teatro interpretando a Romeo y Julieta.
Naruto volvió a aplaudir con los demás. Tsunade también lo hizo y sacó una hoja de sus bolsillos. La directora primero presento una chica que bailo una canción que hablaba de amor correspondido y eterno. Naruto rodó los ojos cuando ella terminó y se acercó al micrófono con voz temblorosa diciendo para quien era. Él alzó la ceja cuando dijo el nombre de Kiba.
—¿Qué dices Kiba?—, preguntó la directora con un micrófono pero fuera del escenario.
Naruto miró hacia atrás mientras Kiba se levantaba de su asiento. A pesar de la oscuridad, él notó sus mejillas acaloradas mientras se rascaba la nuca. Se escucharon chiflidos por todos lados. Kiba no dijo nada, pero asintió. La chica gritó de emoción y salió corriendo del escenario. Naruto aplaudió sin entender nada, hasta que vió que la chica salía del costado y corría para abrazarse con el castaño.
Así, Naruto vió a dos más pasar. La mayoría ya eran novios y no tenían temor a ser rechazados. De repente, Toneri tocó su brazo llamando su atención, el chico se inclinó hacía él para hablar bajo.
—Ahora vengo— dijo para levantarse y moverse antes de que Naruto le preguntará a donde iba, ya que Hinata aún no había salido.
El pecho de Naruto se apretó dolorosamente cuando la directora Tsunade nombró a Hinata, haciéndole olvidar la falta de Toneri. Él la observó caminar tímidamente desde la esquina detrás del talón del escenario. Ella estaba muy bonita, con un vestido blanco que le llegaba hasta las rodillas, sin tiras, era ajustado hasta la cintura mostrando sus curvas que tanto se había empeñado en ocultar hasta ese momento. Naruto apretó los puños cuando escuchó algunos gritos de los chicos solteros.
Naruto se tranquilizó cuando ella llegó al micrófono, sus mejillas estaban rojas, pero estaba sin maquillaje, él sabía que no lo necesitaba. Hinata tocó con un dedo el micrófono, para ver si están encendido. Ella saltó cuando se escuchó fuerte el ruido por los parlantes. Naruto no se perdió que ella se mordía el labio antes de acercar su rostro al micrófono.
—Umm. Hola—, tartamudeó.
—¿¡Quieres ser mí novia!?— gritó una voz masculina por la parte de atrás y risas se escucharon después.
—¡Silencio idiota!—, gritó Toneri sacando la cabeza del mismo lado de donde había llegado Hinata. Era la primera vez que estaba de acuerdo con Toneri.
—E-esta canción es muy especial. Y-y quiero dedicarla a-a un chico muy especial.
Naruto sonrió cuando la mirada de Hinata fue a la suya, no podía decirlo con claridad, él pensaba que sí, pero podía ser una jugada de su cabeza y corazón. Hinata abrió grande la boca, tomando aire y la música empezó cuando ella apoyó ambas manos en el micrófono.
Pero ella se quedó callada, la música siguió sonando y nada salió de ella. Hinata estaba muy tensa, Naruto podía notarlo y él tenía unas terribles ganas de subirse al escenario para ayudarla cuando la música se cortó.
—Umm, lo s-siento— murmuró con la mirada en el suelo.
Cuando Naruto estaba por levantarse, Toneri salió corriendo hacia Hinata. Él observó como él le decía algo en el oído y ella negaba. Toneri la tomó de los hombros y la hizo girar para que no mirará a los estudiantes, él hizo un movimiento con la mano y la música empezó. Toneri salió corriendo de nuevo, pero volvió con un corazón gigante rojo y dando vuelta en el escenario mientras la dulce voz de Hinata llenaba todo.
Mi corazón se enloquece, sólo cuando vienes tú.Voy a soñar, y pediré que mí sueño seas tu. Te enviaré este corazón que busca por tu amor, pero nunca puede llegar hacía ti.
Me gustas tú, gusta tú, stuturu me gustas tú, gustas tú sturuturu...
Ella seguía tensa, pero poco a poco se estaba liberando y moviendo un poco el cuerpo al son de la música. Naruto estaba dividido, entre lleno de ternura y diversión con el ridículo que estaba haciendo Toneri.
¿Por qué será que nunca estás aquí? ¿Cuándo vamos a confesarlo? Nunca nos atrevemos a expresar una emoción, pero quiero..
Estar más cerca de ti.
Toneri comenzó a tirar papelitos del corazón, al rededor de Hinata. Naruto ocultó su sonrisa, pero sus compañeros no fueron tan buenos.
Como un pétalo que el viento se llevó, no sé dónde vamos a llegar..
Pero hoy decidí confesarte mí amor.
Es mejor si somos dos, Podemos entendernos. Quiero pedirte, que por favor:
Cuides de...
Hinata saltó y se volvió hacia los estudiantes, pero con ojos fuertemente cerrados.
Mi corazón se enloquece, sólo cuando vienes tú. Voy a soñar, y pediré que mí sueño seas tu. Te enviaré este corazón que busca por tu amor, pero nunca puede llegar hacía ti.
Me gustas tú, gusta tú, stuturu me gustas tú, gustas tú sturuturu...
Hinata comenzó a abrirlos mientras movía un poco los pies.
Ahora te veo, tan cerca de mí. No puedo perder esta ocasión. Te prometo construir mil hermosos recuerdos, que nunca vas a querer olvidar.
Cómo la Luna se esconde y sale el Sol, el tiempo sigue pasando.
Pero hoy decidí confesarte mí amor.
Es mejor si somos dos, Podemos entendernos. Quiero pedirte, que por favor:
Cuides de...
Mi corazón se enloquece, sólo cuando vienes tú.Voy a soñar, y pediré que mí sueño seas tu. Te enviaré este corazón que busca por tu amor, pero nunca puede llegar hacía ti.
Naruto retuvo la respiración cuando ella clavó la vista en él y lo señaló.
A tu lado iré... Por toda la eternidad...
Aunque no haya un "Te amo", sé que lo estás pensando y te agradece mí corazón.
No, no no...
Mi corazón se enloquece, sólo cuando vienes tú. Voy a soñar, y pediré que mí sueño seas tu. Te enviaré este corazón que busca por tu amor, pero nunca puede llegar hacía ti.
Me gustas tú, gusta tú, stuturu me gustas tú, gustas tú sturuturu...
El silenció fue casi sepulcral cuando ella terminó, interrumpido por Toneri que estaba algo agitado. Naruto tenía los ojos y la boca abiertos de par en par, sin saber si de verdad Hinata le había señalado casi todo la última parte de la canción. Su corazón golpeaba muy fuerte mientras sentía que sus orejas se prenderían fuego en cualquier momento.
—¿Para quién es la canción, Hinata?— preguntó suavemente Tsunade en el otro micrófono, ya que ella tenía que decir a quién se lo dedicaba cuando terminaba.
—Mierda—, dijo Toneri mientras corría afuera del escenario para salir con un gran afiche.
Naruto lo miró sin creerlo:
Naruto Namikaze, me gustas.
♡Hinata♡
El silencio siguió, él simplemente no podía salir de su asombro.¿Tal vez había muerto?
Toneri tomó el micrófono de Hinata, que estaba muy roja y quieta, con algo de brusquedad.
—Contesta de una vez, cabeza hueca. ¿Quieres ser el novio de mí amiga o no?— casi gruñó.
—¡Yo si quiero!— gritó uno de atrás y eso hizo reaccionar a Naruto.
Él se levantó, y no dió toda la vuelta, peleó un poco para pasar la primera fila por arriba y saltó al escenario. Naruto agarró a una asombrada Hinata de la cintura y la hizo rodar con él, para luego abrazarlo con fuerza. Podía sentir como el corazón de ella latía desesperadamente, igual que el de él.
Cuando Naruto tomó su rostro caliente entre sus manos, y la vió fijamente a los ojos, Hinata parecía a punto de desmayarse. Él sonrió.
— También me gustas, Hinata Hyūga.
Acercó su rostro y le dió un tierno e inocente beso de labios cerrados. Los aplausos y chiflidos reventaron en ese momento y él la abrazó con fuerza, teniendo que se desmayara de verdad.
Pero de algo estaba seguro:
Jamás la dejaría ir.
Fin de la segunda parte.. Está es la canción que cantó Hinata 👇
Habrá una tercera.
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