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04: Academia Real Para Chicas

La familia del Príncipe Heredero se encontraba alistándose para un día muy especial, el ingreso a clases de la Princesa Sygin. El orgullo no cabía en el pecho del Príncipe Iroh y lo dejaba notar al hablar con todo el mundo de su amada hija, Umi estaba eufórica tanto que no le importó recorrer el mundo para encontrar los listones que irían en el cabello de su niña, y LuTen se encargó de explicarle como sería todo allí dentro de la institución, a la que él llamaba Prisión de la Clase Alta.

— Tengo miedo, mami, ¿No puedo quedarme?— Preguntó Sygin mirando a la pelinegra que rió levemente mientras la peinaba

— Por supuesto que no, cariño, sé que da miedo todo, pero para crecer hay que enfrentar nuestros miedos — Explicó con suavidad Umi dejando un sonoro beso en su mejilla.

— Pe-pero yo no quiero crecer, mami — Puchereó la infante y su madre rió completamente enternecida.

— Yo tampoco quería crecer, cielo, pero mírame, lo hice y conocí a tu padre, nos casamos y tuvimos dos hermosos hijos, ¿No te gustaría encontrar a tu príncipe? — Pregunta y la menor asiente con los ojos brillantes. — Entonces estudia y crece, pero siempre sé de buen corazón y ama a todos.

La niña ya feliz y entusiasmada se levantó de un salto de su lugar para correr a los brazos de su padre, mientras Umi reía, Iroh la alzó riendo alegre.

— ¿Que sucede, cariño?, ¿Faltarás a clases? — Preguntó lo último entre susurros y ella negó.

— ¡Ño!  — Negó y él la miró sorprendido. Pues la niña estaba haciendo berrinches desde la semana pasada para persuadir a sus padres de dejarla tomar clases en su hogar, logrando convencer a su hermano y padre.

— ¿Segura? Puedo decirle a tu madre que te duele el estómago — Aseguró y ella rió besando su mejilla.

— Quiero ir porque ahí creeré y conoceré a mi Príncipe como mami — Explicó sonriente y él abrió la boca sorprendido.

— ¿Un príncipe? — Preguntó y ella asintió sonriente.

— ¡Y me casare con él! — Chilló haciéndolo reír ante sus ocurrencias. Besó su mejilla y la bajó mirando con reproche a su esposa.

— ¿Cómo es eso de que mi hija está buscando novio? — Bromeó fingiendo estar molesto y su esposa rió divertida.

— Era la única manera de que ella quisiera ir a clases — Se defendió haciéndolo reír y abrazarla cariñosamente.

Mientras tanto Sygin corrió a los aposentos de su hermano mayor, quien la alzó en brazos al verla llegar entre tropezones.

— ¿Que sucede, hermanita? — Preguntó sonriente LuTen — ¿Estás emocionada por tu primer día de clases? — Preguntó y ella asintió.

— ¡Shi, encontraré esposo! — Chilló Sygin con emoción y su hermano frunció el entrecejo.

— Mmm, mejor primero te gradúas y conviertes en una Guerrera ¿No te parece mejor? — Preguntó con recelo y ella lo miró con sorpresa.

— ¿Puedo pelear? — Preguntó y él asintió. 

— Cuando sea Señor del Fuego haré que todas las mujeres que deseen ser guerreras lo sean — Prometió y ella sonrió alegre.

— Entonces ¡Seré como tú y papi!, y mi esposo será como mami — Asintió con más emoción que antes horrorizando a su hermano.

¿Quien había sido el que metió esas horripilantes ideas en su cabeza? Ella debía tener novio a sus sesenta años.

Alterado y horrorizado observó a la causante de esos pensamientos tan feos, y le echo una mirada molesta a su mamá. Era la mejor mamá pero eso no le daba el derecho a meterle ideas tontas en la cabeza a su hermana. Ella sería diferente a las demás damas de la Nación, ella no necesitaría de un hombre para subsistir y de eso se encargaría él como hermano mayor y futuro Señor del Fuego.

Llegó la hora de dirigirse a la Academia, la Familia Real del Principe Heredero al Trono se dirigió al Balcón Real, donde la familia de su hermano ya estaba presente esperando por su Padre.

— Hermano...— Saludó Iroh con un apretón de manos, como protocolo era obligatorio — Cuñada, Sobrinos — Saludó a los otros presentes.

Para disgusto de Ozhai, el protocolo real dictaminaba que su esposa e hijos debían reverenciarse frente al Príncipe Heredero y su familia. La primera en hacerlo fue Ursa, siendo imitada por Zuko, la pequeña Azula lo hizo riendo levemente, pero Izumi se quedó inerte sonriendo de costado. No iba a inclinarse delante de nadie además de y Abuelo y su Padre. Ozhai sonrió orgulloso de su hija. Iroh soltó una carcajada ante eso, no podía creer lo mucho que se parecía su sobrina a su hermano menor.

Umi, LuTen y Sygin sonrientes saludaron con ademán suave de manos y dirigieron su mirada a la gente en el jardín Real.

— El Señor del Fuego, Sol de nuestra Nación — Presentó un vocero y todos los presentes reverenciaron hasta el suelo cuando Azulon se abrió paso en el Balcón Real.

— Amada Nación del Fuego, me complace anunciar el inicio de clases. Está vez la Academia Real del Fuego para Chicas tendrá el grandísimo honor de tener como alumnas a las a princesas Sygin e Izumi. — Anunció y todos los nobles aplaudieron con emoción.

El Señor del Fuego dió unas palabras más, para darle fin a su discurso y el Inicio de clases. Sus hijos se dirigieron con sus hijas menores en dirección a la Academia Real del Fuego para chicas, despidiéndose de ambas.

— Esto es genial, seremos amigas ¿Cierto, Izumi? ¿Izumi? — Dijo Sygin cuando se adentraron al enorme lugar, pero la ojiverde ya no estaba junto a ella.

Nerviosa y sola decidió comenzar a buscar a su prima, pero está parecía haber sido tragada por la tierra porque no se hallaba en ninguna parte.

Con temor comenzó a caminar entre la muchedumbre, enseguida un grupo de niñas se acercó a ella con interés, tomando su brazo amistosamente.

— ¡Eres la Princesa, hija del Futuro Señor del Fuego! Ven con nosotras — Prácticamente la arrastraron un grupo de niñas nobles.

Todo el día no pudo hacer nada por ella misma porque se ofrecían a hacerlo por ella, incluso los maestros, eso la abrumó un poco. Pero para su estatus social eran normales esas situaciones, por más que Umi no permita tener servidumbre en su hogar porque ella realizaba los quehaceres por si misma y Iroh igual pero no estaba en su hogar así que debía fingir que eso estaba bien.

— Me encanta tu cabello ¡Deberías llevarme al Spa del Palacio Real, quisiera tenerlo igual al tuyo — Una de las niñas acarició su cabello castaño incomodandola por el exceso de atención.

— De-debo ir al baño — Tartamudeó nerviosa y las niñas asintieron, ofreciéndose a acompañarla pero ella negó amablemente saliendo del lugar

— ¿Realmente te gusta su cabello? — Preguntó una de las niñas nobles y la "líder" de ellas negó

— Para nada, es una niña muy fea y desaliñada que ni con los mejores especialistas del Reino se vería bien porque su rostro es horrible — Se burló haciendo reír a todas.

— Eres mala — Rió otra y asintió — Pero tienes razón, no es nada bonita y se nota la falta de clase, ¿Vieron su postura al caminar?

— Ni hablar de sus gustos horribles por la música — Se burló otra riendo aún más fuerte.

— Pufff, como si fuéramos a ser amigas de una huérfana impura  — El Grupo de niñas se rió burlándose de la pobre Princesa, quien estaba detrás de la puerta cerrada oyendo todo. — ¡Ahh!

Con lágrimas en los ojos Sygin corrió lejos de allí, esquivando a toda esas perosnas falsas que solo la trataban bien por su posición económica.

Se sentía tonta, ella había creído que les agradaba, creía que finalmente podría tener amigas. Era una completa tonta.

Llorando se escondió en el Jardín de la Academia, sin querer ver a nadie, escapó por agujero que había escondido y corrió sin mirar atrás solo quería desaparecer.
Solo quería ser aceptada por alguien que no sea su familia.

Sin darse cuenta se perdió, no conocía la Ciudad porque ella salía con sus padres o con guardias. Tenía miedo.

— ¿Ahora que haré? Quiero a mi mami — Fue lo que dijo asustada soltándose a llorar aún más cuando notó lo tarde que empezaba a ser.

Por otro lado estaba Zuko, quien estaba en clases moviendo su pie impaciente, quería que terminarán las clases para ver a su prima Sygin, quería que le contara como ke fue. La conocía y también a las niñas tontas de la Nación, temía por su seguridad.

Así que ni bien tuvo oportunidad se acercó corriendo a su primo LuTen, quien lo miró sonriendo.

— ¿Que pasa, Zuko? ¿Apresurado por ver a mi hermana? — Se burló y el menor se sonrojó hasta las orejas. Claro que era así pero no lo admitiría

— ¡Claro que no! Solo quiero ver a...a mi hermana, ¡Si! Izumi comenzó las clases hoy y quiero saber si se metió el problemas — Respondió astutamente y antes de que el contrario pudiera mencionar palabra alguna fue interrumpido por alguien más

— ¡Niños aquí están! — Para sorpresa de ambos una desesperada Umi se acercó a ambos.

— Ma, ¿Que sucede? Te ves asustada — Dijo LuTen con confusión y preocupación, comenzando a preocuparse al ver que sus ojos tenían lágrimas — ¿Pasó algo con papá?

Después de todo era el único que podría estar en peligro, su hermana estaba protegida en una Academia muy custodiada ¿Cierto?

— Seguro estará bien, él es el mejor luchador — Aseguró intentando calmar a su madre, pero está se veía aún más desesperada al ver que estaban solo ellos dos.

— ¿Dónde está? ¿No vino aquí? ¿Desde hace cuanto están aquí? ¿La mandaron por bebidas? Por favor díganme que si — Suplicó Umi con desesperación, siendo sostenida por su mejor amiga Ursa, quien estaba igual de angustiada.

Zuko sin entender y asustado por el ataque de histeria que le estaba dando decidió salir a ver dónde estaba susnhermanas y su prima, debía asegurarse de que estuvieran bien.

Pero solo se encontró con una escena que lo desconcertó por completo, era su Tío Iroh arrodillado frente a su hermana Izumi, quien tenía el entrejo fruncido.

— Por favor, sé que me odias pero por favor no hagas que ella pague por mi — Suplicó Iroh y su sobrina quiso replicar pero la interrumpió su hermano.

— ¿Dónde está Syg? — Preguntó preocupado al notar que su padre estaba con Azula en brazos pero que no había rastros de su prima.

— ¿Se creen que la llevo en el bolsillo? — Contestó Izumi fastidiada y antes de que dijera algo más Zuko se acercó tomándola del brazo.

— Estabas con ella, dime ya dónde está, sé que la odiaste siempre pero esto es pasarse de la raya, si quieres que sigamos siendo hermanos dinos su paradero — Exigió furioso creando una llama y ella chaquró la lengua.

Si Zuko quería pelea se la daría. Pero antes de que comenzará una Agni Kai Ursa apareció mirando a su hija con reproche, haciendo que está suspirara rendida.

— Miren, ella y yo no somos no fuimos ni seremos amigas nunca, menos familia — Declaró con molestia — Así que apenas entramos a la Academia la evité totalmente, no quería que crea que podríamos pertenecer al mismo grupo, Pero eso no significa que no la estuviera vigilando de lejos — Comentó comenzando a recordar.

"Seremos amigas, ¿Verdad, Izumi? ¿Izumi — Había dicho Sygin y la nombrada se encontraba detrás de una escultura esperando que se fuera y frunciendo el entrejo cuando vió que un grupo de niñas se la llevaron a rastras.

Sin querer entrometerse en su oportunidad de hacer amigos decidió que buscaría sus sirvientes personales.

Durante las clases miraba de vez en cuando a su prima, la cual estaba rodeada de niñas tontas, a las cuales Izumi ignoraba olímpicamente por no estar a su altura. Hasta que algo extraño sucedió.

— De-debo ir al baño — Escuchó que dijo la tonta de Sygin para irse dejando a ese grupete en el salón.

— ¿Realmente te gusta su cabello? — Preguntó una de esas feas y la estúpida intento de líder negó.

— Para nada, es una niña muy fea y desaliñada que ni con los mejores especialistas del Reino se vería bien porque su rostro es horrible — Se burló haciendo reír a todas.

— Eres mala — Rió otra y asintió — Pero tienes razón, no es nada bonita y se nota la falta de clase, ¿Vieron su postura al caminar?

Izumi había apretado los puños, ¿Quienes eran esas nobles para hablar así de alguien de la realeza?

— Ni hablar de sus gustos horribles por la música — Se burló otra riendo aún más fuerte. Su risa estaba molestandola, era horrible.

— Pufff, como si fuéramos a ser amigas de una huérfana impura  — El Grupo de niñas se rió burlándose de Sygin.

Y sin aviso Izumi se levantó de su lugar y le lanzó una llamada de fuego a esa niña fea, la primera que insultó a su prima, quemando su rostro y sonriendo ampliamente cuando oyó su grito de dolor.

— Ahora veremos si alguien las acepta carbonizadas — Se burló Izumi creando dos esferas de fuego. "

Y esa fue la última vez que ví a esa tonta, Pero conociéndola habrá corrido a esconderse, no debe estar lejos porque es estúpida y teme al mundo. Lo más seguro es que esté en el jardín trasero, allí hay un gran agujero para escapar de clases, lo cree cuando me aburrí de las clases y salí a entrenar — Terminó de contar Izumi con mal humor y su madre la miró con seriedad.

— Hablaremos de eso luego, jovencita — Advirtió Ursa ganándose una mala mirada de su hija mayor, quien se cruzó de brazos

— La Princesa debe estar cerca de la Academia, vayan a buscarla de inmediato — Ordenó el Prinfupe Heredero Iroh a los guardias reales, los cuales acataron la orden de inmediato — La encontraremos, amor mío — Prometió abrazando a su esposa, quien lloraba desconsolada con su hijo en brazos.

Zuko sentía impotencia de no poder hacer nada para poder encontrarla, pues al ser un aprendiz principiante no podía entrometerse o sería un estorbo en la búsqueda.

Resiste, Sygin, van a encontrarte





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Espacio de la Autora☺️

Hola ¿Cómo están?

Hace mucho no actualizo, tuve un gran lío emocional y psicológico por lo que estuve en pausa en todo, pero ya era hora de actualizar, los tengo abandonados🥹

Gracias por su apoyo y paciencia, espero les guste este capítulo, los quiero💞

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