—Y porque no? –contesto.

Hace expresión de asombro— Amm...

—Jaja —golpeo sin mucha fuerza su hombro— Sabes que es broma.
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Reímos y bromeamos el resto de la noche, mi parte baja se calmo, y no volvimos a mencionarlo el resto de la noche....

De nuevo corro feliz por los techos, las noches se han vuelto como un obsequio muy grande para un niño ilusionado como yo, y mi regalo es... Pasar tiempo con Leo
—Hah Leo~... —suspiro.
Y ahí está, sentado exaltando humo de los pulmones en vez de aire.

—Al fin te encuentro Leo —camino hasta donde se encuentra, y él está entretenido en el t-phone.

—Hola Raph, que te trae por aquí? —contesta sin despegar la mirada del teléfono.

—Nada nuevo, ya sabes porque estoy aquí.

—Por mi —contesta.

—Ja! —maldito egocéntrico, le encanta escuchar halagos directos, lastima que soy tan orgulloso y lleno de inseguridades para hacerlo.

Me siento junto a él. Intento acomodarme, pero no logro mantenerme quieto, estoy nervioso, hoy es una noche especial.

—Y que tienes hoy para contarme... —dice casi en una pregunta, sin despegar la mirada del teléfono.

No lo había visto tan viciado, pero supongo que hoy paso algo importante para que esto ocurra. Cómo sea, eso no arruinara nada. —Ammm... No lo sé, quizá yo esté enam-

Me detengo gracias a las luces de un carro que destellan en él.
Fueron pocos los segundos, pero puede notar todos los moretones y pequeños rasguños en sus brazos y parte de sus piernas.

—Aja? Tu, que?

—Amm... Estás bien? —pregunto.

—Claro, yo siempre estoy bien. —si, es su típica respuesta aunque sea evidente que no lo está.

—De que son estos rasguños? —sujeto su brazo.

—... A... Emm... No es nada, de echo ni estoy seguro de que son...

Okey, jamás lo hare hablar sobre lo que le ocurrió, así que no me queda más que esperar alguna pieza del rompecabezas que deje al descubierto.

—Okey... Bueno, yo quería hablarte... Amm... —como se lo digo?!— Emmm... No lo sé, tu... Te has enamorado de alguien aparte de Karai?

—Que? A qué viene esto? La vez pasada hablaste de boda, luego de besos, y hoy de esto? Todo bien?

—Si...

—O... Acaso... estás enamorado? —pregunta prestando en mi toda su atención.

—Amm... Creo que sí...

—Enserio?! De quién??! —pregunta, y gracias a su movimiento de asombro el t-phone cae de su mano, y me deja leer un poco de sus mensajes de texto.

"Ame como gemias, espero verte la próxima semana"

—Ups... —recoge el t-phone lo más rápido que puede. No tuve ni tiempo de leer de quién era el mensaje. Pero ahí está la pieza del rompecabezas que necesitaba.

Tragó saliva con dificultad, estaba tan decidido a declararle mis sentimientos, pero aunque suene tonto o lo que quieras, duele, duele saber que él es como es.
Quizá por ser como es me rechase,
Quizá prefiera su "amistad" con los demás que a mí.

—Aja? Me ibas a contar de quién estás enamorado Raph —dice haciéndome señas con la mano para sacarme de mi trance.

—A... Si. —Ahora, ¿Sigo queriendo decirle?... —Amm... La verdad, no era eso a lo que me refería, Emm.. es que estoy algo distraído y no sé ni lo que digo.

—Amm... Si, te entiendo creo que me pasa algo similar hoy —dice un poco nervioso, y después de eso se crea un largo silencio.

—Es por haberte acostado con ese tipo? —Pregunto.

—Que?

—No soy tonto, leí tu mensaje, y de echo era una de las mil razones por las que imaginé que tendrías el cuerpo lastimado. Pero supongo que estuvo bueno el show, si no fuera así no creo que te dignarias a leer los mensajes... O eso quiero pensar...

—... —se dedica a guardar silencio y a bajar la mirada a la nada.

Su forma normal de escapar de una conversación no es intentando negar las cosas ni mucho menos aceptarlas si son cosas malas: a él le funciona de maravilla callar, escuchar y seguir callando hasta que la otra persona se canse y termine cambiando el tema por incomodidad.

—Así es... Justo esa respuesta esperaba. Silencio absoluto... —ni de broma cambiaré el tema, ya no quiero escuchar su voz por hoy, pero al menos le daré un castigo, así como el lo hace al callar, cree que te castiga con incomodidad, y te demuestra que el tema que estás llevando no es el adecuado, pero si él cree haberme castigado ahora, entonces también lo haré, lo castigarte por su estúpido silencio! Y como lo haré? Simple: más silencio y mi presencia...
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Y así fue durante dos horas enteras, silencio cepulcral entre él y yo. No miradas, ni toques, ni roces, ni ningún tipo de cercanía que pueda ser considerado un acto de perdón o algo que cree un tema de conversación.
Y después de media hora más, no aguantó.

"Voy a regresar a casa..."

Puso su mano en mi hombro, y la recorrió por mi espalda y cuello hasta llegar a el nudo de mi cinta, y acaricio un poco mi cabeza mientras me miraba sonriendo.

Bueno, y ahí se fue a la basura mi esfuerzo de castigarlo, no supe cómo reaccionar... Simplemente trague saliva y le sonreí de vuelta con la cara roja como tomate.

Leo me gusta...
Realmente me gusta todo de él...
Es perfecto manejando situaciones para dejar todo a su favor, es un ser espectacular...
Muero por volver a verlo en casa...