09
—Ah mi cabeza... Donde estoy!!!
Me despierto gracias a sus quejidos y el movimiento que hace en la cama.
—Bajale volumen Leo, es muy temprano...
—Raph?! Me trajiste a la alcantarilla?!! Maldito traicionero!!!
—Ey! Tranquilo hombre, nadie sabe que estás aquí, pero si sigues gritando ten por seguro que vendrá Splinter y te encerrará en el dojo.
—... —se tranquiliza un poco, y mira a otro lado.
—Ah mucho mejor, ahora acuéstate y déjame dormir, anoche me dormí muy tarde por tu culpa...
—... Porque me trajiste aquí? —pregunta.
—Nunca mencionaste dónde dormías, y como te quedaste dormido sobre mi, no sabía a dónde llevarte.
—...
—Aun no quieres volver?
—... —no contesta, solo me mira con un poco de pesadez en su mirada.
—No te preocupes, los chicos se duermen temprano, como no estás no hacemos patrullaje nocturno. Te ayudaré a salir en la madrugada.
—Porque lo haces? No quieres que me quede? —pregunta jalando un poco las cobijas y volviendo a acostarse.
—Humm... Tal vez.
—Mientes, si así fuera no te la pasarías jodiendome todo el tiempo para que regrese —se envuelve jalandome más la cobija hasta destaparme.
—Entonces para que preguntas si es tan evidente, bobonardo?!... —jalo con fuerza la cobija haciéndolo girar y desenvolverse.
—Vas a seguir durmiendo? —pregunta tapándose de nuevo.
—Si te callas sí.
—... Y yo que are?
—Dormir.
—No tengo sueño —susurra en mi oído para molestar.
—Mierda Leonardo! Déjame dormir!! —me giro para verlo.
—Shhhhhhhh!!!!!! —me tapa la boca con ambas manos.
—Hummmm!!! Uhum! Mm!! —enpezamos a forcejear, el intentando callarme y yo intentando quitar sus manos para respirar, me pongo de cuclillas sobre la cama, y él hace lo mismo teniendonos ahora frente a frente, se abalanza sobre mi, y caigo de espaldas contra el piso con él encima.
—Ah~ gime al caer sobre mi.
Mi mano queda sobre la suya en mi pecho, sus glúteos sobre mi entrepierna y entre mi otra mano que los aprieta con fuerza. Leo me mira sorprendido y sonrojado.
—Amm... Es tu culpa... —me apresuro a decir en mi defensa, e intento incorporarme.
—Auch! Al menos suelta mi nacha! —dice molesto y más sonrojado.
—A si... —lo suelto y se me quita de encima —Vaya, lograste espantarme el sueño... Iré a desayunar.
—Si, Mikey vendrá a llamarte si no te apuras. Y tráeme algo —ordena mientras vuelve a acostarse.
—Agh, me arrepiento de haberte extraño mandon —susurro.
—Jaja, me alegro que me extrañarás —contesta coqueto y guiña un ojo.
Salgo de mi habitación y a unos pasos me encuentro a Mikey.
—A, ya iba a hablarte para que vengas a desayunar —dice sonriente. Siempre está de buenas cuando cocina.
—Voy —contesto, y camino detrás de él.
.
.
.
Intenté no tardarme mucho desayunando, termine mi comida y fingí estar tan hambriento que volví a servirme otro plato, otro vaso de café y más pan. Solo que esta vez les puse la excusa de que terminaría de comer en mi habitación, porque estaba leyendo un cómic muy importante, y me creyeron.
—Ya estoy aquí Leo, te traje sopa.
Me doy cuenta que no hay nadie en mi cuarto, ¿Dónde está ese líder mandon? Quizá fue al baño... Poco probable, ya que si de verdad no quisiera que los demás se enteraran de que está aquí, no se habría arriesgado, a no ser que de verdad le andará ir urgentemente.
Dejo la comida sobre la cama, salgo de mi habitación y camino al baño para asegurarme. Pero los baños también están vacíos, busco por el resto de la casa, pero no hay nada...
¿De verdad volvió a irse?
Entiendo que lo iba a hacer en algún momento, pero pensé que al menos me dejaría ayudarlo... O que mínimo pasaría más rato conmigo...
Regreso a mi habitación, y me doy cuenta que mi T-phone está sobre la cama, no lo noté la primera vez, pero... Yo lo había dejado en mi cajón... Eso significa que... Leo usmeo entre mis cosas.
Maldición, sabía que debí ponerle contraseña a esta cosa!!
Prendo el aparato; se encuentra en la configuración de ubicación...
Leo... Se enteró de que lo rastreo todo el tiempo...
Reviso su ubicación, pero ya no aparece, debió haberla apagado de su teléfono.
—No pude ser... —me siento sobre la cama aplastando mi cara con mis manos.
Leo debe estar muy molesto conmigo, no volverá a hablarme, no volverá a confiar en mí!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro