22 de mayo. el comienzo de las vacaciones.

jimin no regresó a casa el último día de clases sin estar preparada para sobrevivir el verano.
y esa cosa que necesitaba para sobrevivir era el número de su señorita tatuada.

su vida escolar se pintó de color rosa desde la primera vez que habló con jungkook, porque desde ese entonces comenzaron a reunirse en el almuerzo para charlar y compartir comida.

jungkook siempre terminaba acompañando a jimin hacia las taquillas o la parada de autobuses.

era realmente tierno verlas por aquí y por allá, disfrutando de la compañía que se estaban brindando.

jimin sonreía mucho.
estaba claro que jungkook no necesitaba mucho más que existir para hacerla sonreír.

y jungkook siempre estaba sonrojada, porque también estaba claro que jimin no necesitaba más que existir para hacerla morir de ternura y amor.

jimin podía seguir sonriendo en el verano, porque aún tenía a jungkook.

- koo, necesito que vengas a mi fiesta de cumpleaños.

eso fue lo que dijo jimin la primera vez que llamó a jungkook.

- ¿huh? ¿es mañana? no tengo un regalo que sea lo suficiente bueno para ti...

- ¡oh, no! es después de que se acaben nuestras vacaciones. en octubre. - jimin aclaró, apenada -. es que quería decirte desde hace mucho o sólo hacerlo al volver a clases en agosto, pero siento que me pondré nerviosa y una llamada es mi mejor opción. ¡e-es que no sé si tú querrías ir a mi cumpleaños!

- mimi, por supuesto que quiero. - jungkook le aseguró con una voz suave.

- será un fiesta de disfraces... voy a ser una princesa... - jimin le contó con la voz llena de alegría, sonriendo ampliamente a la vez que sus ojos se volvían húmedos por lo sensible que estaba.

tomaba el teléfono entre sus manos como si abrazara a jungkook.

escuchó la hermosa risa de la señorita tatuada y se sintió en el cielo.

- entonces seré un sapo.

jimin podía seguir sonriendo en el verano, porque aún tenía a jungkook.

y jungkook seguiría sonrojándose.