las amigas de jungkook están en un completo estado de sorpresa.

jungkook no jugará con ellas ese día, porque en lugar de eso acompañará a su chica de las trenzas a caminar por los alrededores de la escuela.

jungkook no las abandonaba ni cuando su hermana menor le pedía que la acompañara a su salón de clases. y ahora sólo hizo falta que la pelinegra se lo pidiera.

tierno e irritante al mismo tiempo.

pero ninguna dice nada cuando ven a jungkook alejarse con la parlanchina y saltarina chica bajita. ¡es una imagen tan linda! no pueden enojarse con lo que están viendo.

— ¡oh, señorita tatuada! — jimin chilló de la nada, abriendo sus ojos exageradamente —¡no le he preguntado s-su nombre aún! — su voz bajó cuando la vergüenza la invadió.
no le gustaba cuando se dejaba llevar por su alegría, pues sabía que algunas personas la consideraban insoportable cuando estaba demasiado emocionada.

— mi nombre es jungkook. — la más alta observó el bonito sonrojo en las mejillas de la pelinegra, intentando descifrar la culpabilidad que ahora expresaba su rostro.

— ¿jungkook? — jimin saboreó el nombre en su boca, sintiéndose afortunada de estarlo pronunciando —. jungkook.

— sé que no es un nombre lindo. — jungkook apartó la mirada, ahora siendo ella la avergonzada —. nunca me ha gustado. las personas me suelen decir que no es femenino.

— pero... — jimin detuvo sus pasos, bruscamente, girando la cabeza en su dirección para mirarla con las cejas fruncidas —. yo pienso que es un nombre poderoso para una mujer poderosa.

jungkook la miró de regreso, sintiendo cómo su corazón enloquecía ante la compañía de esa adorable chica.

— ¿cuál es tu nombre? — pregunta jungkook al quedarse sin palabras para agradecer. sentía la cara caliente y se enojaba por sentirse tan descontrolada y nerviosa.

— soy jimin.

— entonces ese es el nombre más bonito que hay en el mundo.

— u-uh, muchas personas se llaman así...

— pero es más bonito cuando tú eres jimin.