8.
Miguel coloco la corona de flores rosa sobre la cabeza del castaño que le había regalado hace unos días y la cuál, él no dejaba de usar.
"Siempre tan bonito..." Miguel susurro dando un suspiro y reacomodo los mechones de cabello que Rubén tenía sobre su frente "¿Te he dicho lo mucho que me encantan tus ojos?"
el castaño se ruborizo y coloco sus manos sobre los hombros del pelinegro dándole una sonrisa tímida "Cientos de veces"
Miguel sonrió y acaricio la sonrosada mejilla de Rubén con la yema de sus dedos "Y te lo diría cientos de veces más, mi ojitos de ángel"
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