33.
"Me gustan mucho tus manos" Comentó Rubén de repente, a la vez que extendía la palma de Miguel frente a él y la juntaba con la suya. "Son grandes y fuertes"
Miguel ladeó su cabeza con una media sonrisa y observó el rostro de su novio, el cual mantenía sus bonitos ojos atentos a sus manos juntas.
"No es cierto, son horribles" Miguel borró su sonrisa al decir aquello, sólo para llevarle un poco la contraria a Rubén. Le gustaba verlo enojado. Era adorable.
"Retira eso" Rubén tomó ambas manos entre las suyas y las entrelazo, moviendo sus dedos sobre la piel de sus nudillos en una caricia "Tus manos son perfectas"
"¿Cómo puedes saber eso?"
"Porque cuando me tocas, lo siento" Sonrió y miro los obscuros ojos de Miguel "Puedo sentir lo perfectas que son tus manos al momento que me tocas. Como ahora. Se sienten muy bien, amor"
Miguel jaló el cuerpo de su bebé junto a él, hasta poderlo cargar sobre su regazo. Rodeó sus brazos en su cuerpo, hasta dejarlos entrelazados por su espalda baja y hundió su rostro en su exquisito cuello, repartiendo tiernos y castos besos ahí.
"Yo amo todo de ti, hasta el más mínimo detalle de tu ser" Susurró y pudo sentir como Rubén lo apegaba más a él, rodeándolo con sus delgados brazos alrededor de su cuello.
Rubén y Miguel hacían una pareja hermosa.
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