—¿Una cena?—La azabache se atraganto un poco con el té que apenas había llevado a sus labios mientras Sherlock afirmaba con la cabeza. Ya había pasado una semana desde el ataque del gigante con el aviso de cristales. Desde ese día, ___________ se había negado a abandonar el 221B.

—No sería como una cita.—Se apresuró a corregirse al notar hacia donde iban los pensamientos de la chica.—Tengo información de que supuestamente hay una base de archivos de los los laboratorios, muy cerca de un restaurante que conozco, y pensé que podríamos vigilar desde allí. Mañana en la noche.—Él desvío la mirada algo ruborisado y avergonzado ¿De verdad le estaba empezando a gustar M?—Si no quieres, puedo pedirle a Jhon que me acompañe.

—Esta bien, no es necesario. Creo que me vendría bien salir un poco, y caminar.—Tras dejar la taza vacía en la cocina, pasó por el sofá donde estaba Holmes, dandole una palmadita en el hombro.—Buenas noches, mañana tenemos una cita.—Guiño un ojo, pero al darle la espalda se murió de vergüenza, ¿Porque se le ocurrió hacer eso?¿Habia intentado coquetear con Sherlock?

—¿A donde vamos?—Ya llevaban un rato caminando en dirección al restaurante desde el cual vigilarían la supuesta base de archivos.

—Al 22 de Northumberland. Tiene una buena visita al lugar que controlaremos.—Dieron un par de pasos en silencio, en eo cual solo se escuchaban sus pasos sobre la húmeda acera.—Además claro, de la buena comida y que es gratis.

—¿Como que gratis?—No obtuvo respuesta ya que habían llegado.

—¡Señor Holmes!—Al ingresar al local, un hombre alto de cabello largo atada en una cola de caballo los recibió con los brazos abiertos.—Pasa, pasa, te reserve la mejor mesa justo como pediste. —Sherlock solo respondido con una sonrisa y un gesto con la cabeza, para luego acomodar caballerosamente una silla para _____________.—Les traere el menú, pidan lo que quieran, la casa invita. A tu novia también.—Guiño un ojo en dirección a ella, quien solo solto una risita.

—Ojalá.—Susurro por lo bajo, lo suficiente para que su acompañante no lo escuchara.

—Solo somos compañeros de trabajo. Estamos aquí para investigar un caso. Igual que la última vez, ni ella ni Watson son mi pareja, Ángelo.—Resoplo ya mirando por la ventana en dirección al galpón.

—En mi local, no criticamos los gustos de nadie Sr Holmes, todos son libres de elegir sus pares. Traere una vela, si los ven desde afuera parecerá una cita más romántica.—El dueño se retiró, aun irradiando alegría.

Afuera el sol y ya había caído y apenas pasaban coches. La entrada al supuesto depósito de archivos quedaba justo frente a ellos. Según la información de Holmes, esta noche alguien iría al lugar, y aunque posiblemente fuera el grandote de la otra vez, al menos atraparian al asesino. Dentro, el silencio entre ambos era total, comían en absoluto silencio, y sumando que el local estaba completamente vacío, hacia la situación más incomoda.

—¿Ángelo es el tipo ese que salvaste de la pena de muerte?—Él la miro con una ceja elevada, sin entender porque había salido con dicha pregunta de la nada.—Es que, es la misma dirección que Jhon mencionó en su blog en el caso de estudio y en rosa.—Ignoro su mirada, jugando con su cena sin mucho interes.—Y la verdad estas demasiado en silencio, Holmes.—Ella volvió a mirar por la ventana, mientras un par de ojos claros la miraban fijo, sin saber que bien que responder.

—Si, es él. Si leíste ese caso, deberías saber que me considero casado con mi trabajo.—Ella afirmo sin mirarlo.—Aun así, hay excepciones. La verdad es que últimamente estuve pensando y...—Su declaración fue interrumpida por M quien lo mandó a callar.

—¡Shh! Mira por la ventana.—Apuntó a la esquina de la cuadra de enfrente, donde un hombre delgado y alto, ingresaba al depósito.—¿Nos aproximamos o esperamos?—Con solo un simple gesto, ambos se entendieron y solo continuaron observando al desconocido. Dicha persona solo se limitó a entrar y cerrar la reja detrás de si. Solo restaba esperar a que se fuera.—¿Que estabas diciendo, Sherlock?

—Oh, nada importante.

Había pasado hora y media desde que estaban en el restaurante, llevaban 45 minutos esperando a que el sujeto misterioso saliera del lugar. Habían cenado, comido postre, y ya iban a pedir un café cuando vieron que la reja se abría y el hombre salía rapidamente. Despidiéndose a las apuradas de Ángelo, ambos salieron corriendo en la dirección que había tomado dicha persona.

Pero como si fuera arte de magia se había desaparecidos. Solo ____________ noto que esta persona había perdido algo en su fuga. De la puerta de reja del depósito había un pequeño papel colgando, atrapado entre esta y el marco.

"Carrera de caballos a beneficio de la ciencia, la medicina y los más necesitados. Todas las donaciones seran donados a varios lugares.
En el Hipódromo de Ascot. Más info al reverso del panfleto."

M leyó la nota en voz alta. Al darle la vuelta vio la fecha, la cual era en dos semanas. Más abajo había una gran lista en letra diminuta de los lugares a los que iría destinada la recaudación, por orden alfabético. Siendo así, que no tardó demasiado en encontrar el nombre de BioTec entre los laboratorios que necesitaban donaciones.

—Bueno, parece que tendremos una segunda cita.—Se carcajeo Holmes mirando el papel.—En fin, mientras tu leías eso abrí la puerta ¿Me acompañas a revólver archiveros?—Hizo una exagerada reverencia para darle paso.

—Con mucho gusto señor detective.—Con una delicadeza sobreactuada tomo la mano que este le tendía y entro en el lugar, seguida por el mencionado.

Ambos quedaron sorprendidos al encontrar el lugar vacío, a excepción de un solitario, magullado y oxidado archivero en el medio del inmenso lugar. Al abrir los cajones, todos se encontraban vacíos, salvo el último que tenía un post-it pegado al fondo.

"La policía viene y defiende al malo, los roles se invierten. Hora de que el bueno sea perseguido."

Rezaba el pequeño papel amarillo, el cual acababa de activar la alarma del lugar,  al ser retirada. Tan rápido como pudieron abandonaron el lugar, para salir corriendo antes de que la policía llegara. Cuando llevaban una cuadra comenzaron a escuchar las sirenas. Lo cual les hizo acelerar el paso aún más.

Al llegar al 221B agotados por la corrida, M se sento en la escalera y solto una fuente carcajada.

—Eso fue muy estúpido.—Dijo todavía entre risas. El azabache estaba confundido.—Eres amigo de Lestrade, incluso si la policía nos paraba no habríamos tenido ningún problema.—A la chica le estaba costando mantener la calma, ya que continuaba riendo.—Huimos de la policía como si hubiéramos matado a alguien y con solo decir que Lestrade nos envio nos habríamos librafo de ellos.—En ese momento Sherlock reaccionó y comenzó a reir junto a ella. No solo por lo que había ocurrido, sino porque noto en lo humano y tonto que se convertia cuando estaba con ella.

Luego de esa agitada noche, Holmes se retiró enseguida a dormir dejando a ____________ en el living hablando con Jhon.

—¿Cenaron en lo de Ángelo?—Watson solto una risita.—Apuesto a que pensó que estaban en una cita.—Tomo un poco de la cerveza que tenía a su lado, aun divertido por la situación.

—Efectivamente. Fue bastante insistente con el asunto.—La chica dudo un segundo entre si decir lo siguiente o no.—Aunque ciertamente, me gustaría que fuera la verdad.—Sin mirar al canoso, pudo escuchar como tosia tras ahogarse con la bebida.—PorfavornoledigasaSherlock.—Soltó atropelladamente.

—Secreto guardado, lo prometo. Aun así, jamás vi a Sherlock con una pareja, serias la primera, suerte con eso. Creo que se verían bien juntos.