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Un pequeño de seis años caminaba efusivamente hasta el cuarto de su mayor, había tenido aquella pesadilla, abrazando a su conejito de peluche, llegó hasta la cama y con pequeñas lágrimas en sus ojitos, lloró enfrente de la cama. 

ㅡ Kooㅡ el hombre que yacía dormido, era movido de su hombro frenéticamente, sus manitas pequeñas apenas podían realizar la acción. 

Jungkook al escuchar una dulce vocecita quebrada en llanto, abrió los ojos de inmediato, Hae-Won estaba enfrente de su cama, con lágrimas en sus ojos. 

Se levantó y tomó en brazos a Hae-Won, lo abrazó con cariño, era la única forma que tenía para consolarlo. Ahora iniciaba el preescolar-parvularia, no sabía qué más hacer, solo sabía que era mejor abrazar a los demás. 

ㅡ ¿Estas bien? 

ㅡ Soñe con Mamiㅡ salió como un susurro, Jungkook lo escuchó perfectamente, ese día, era el mismo de hace tres años, donde aquella fatídica noticia llegó y cambió su vida. 

ㅡ Debemos alistarnos, tienes tu primer día. 

ㅡ No quiero.

ㅡ Un Jeon siempre debe estar listo, además tienes que vivir la vidaㅡ analizó levante lo que dijo, es solo un niño pequeño ㅡ lo que quiero decir… es que no puedo llevarte siempre a la oficina conmigo. 

ㅡ ¿Poque? 

ㅡ Porqué estas creciendo y debes aprender cosas que no te puedo enseñar. 

ㅡ Tu me enseñasㅡ el pequeño se aferraba en la pijama de Jungkook. 

ㅡ No Hae-Won, no puedo enseñarte, debes ir al preescolar-parvulariaㅡ dijo bajando al pequeño de su cama. 

Jungkook tenía la creencia que seis años ya no es un número para tratarlo como un bebé, ¿ya no requerían de múltiples cuidados como los bebés, verdad? O al menos así decían los consejeros empresariales del magnate. 

Hae-Won aún esperaba que Jungkook le enseñara a cambiarse de ropa, ya que el mayor no había sacado su uniforme escolar y él tampoco sabía cual era. 

El empresario mientras se cepillaba los dientes, vio al pequeño sin poder bañarse, y mucho menos alistarse. Lo ayudó esta vez y lo vistió, sus empleados le habían “enseñado” a cuidar y criar un pequeño niño. Cosa que él sigue aprendiendo pero a la vez cometiendo errores, nadie lo había preparado y no tenía ayuda. 

Ambos estaban en su auto, no le preparó la lonchera al pequeño, a duras penas salió con su mochilita, no iban tarde, pero asumió que todo eso se lo darían en la escuela. Escuela realmente cara, era para niños cambiaformas de varias razas, Jungkook sabía que Hae-Won era un pastor alemán por lo que debía aprender a socializar y quizás si encontraba a otro del clan perruno que lo ayudará. 

Manejo su auto, no llevaban prisa, el pequeño Hae-Won iba en los asientos traseros moviendo sus piecitos, su cinturón de seguridad bien colocado, observaba el vidrio de la ventana, Jungkook no lo veía por el retrovisor solo observaba el parabrisas. 

Sin embargo para Jungkook quien sus manos apretaban el timón, sentía nervios, Hae-Won iría al preescolar-parvularia por primera vez, había recordado como fueron los primeros días al cuidarlo hace tres años cuando le dieron la fatídica noticia que su hermana había tenido un accidente de tráfico y tanto ella como su pareja murieron. Hae-Won estaba con su abuela, aunque no muy contenta de cuidarlo pero aún así lo hizo, como el favor que le estaba pagando a su hija. 

Cuando todos llegaron al hospital, el abogado de Kira llamó a Jungkook haciendo mención de su petición, pero en letras grandes decía por nada del mundo que su abuela cuidara de él. El pequeño le cambió la vida rutinaria, controlada y ordenada en un abrir y cerrar de ojos. 

Paso de dormir tranquilo, desvelos constantes, su cocina era un desastre porque el pequeño lanzaba su comida al suelo y no quería comerla, no sabía cambiar un pañal y tenía que llevarlo a la oficina. 

Él es el presidente ejecutivo de una empresa de entretenimiento, tiene que rendirle cuentas a los accionistas y mantener inversionistas y patrocinadores, hacer muchas gestiones, el pequeño era tranquilo por unas cuantas horas, luego se desesperaba y quería atención, lloraba demasiado. Todos decían que a los seis o siete años las cosas cambiaban. 

Para él seguía siendo difícil, todo lo hacía empíricamente o seguía manuales de la Internet, y claramente no es muy afectivo. 

Llegando al preescolar-parvularia Jungkook abrió la puerta para que Hae-Won saliera del asiento, a tomarle la mano iba cuando una llamada importante llegó. 

ㅡ ¿Qué sucede Hoseok?ㅡ contesto un poco molesto, no era la hora y ya lo estaban molestando. 

ㅡ Tienes una reunión en menos de quince minutos Jeon. 

Jungkook vio su reloj y no recordaba de esa reunión. 

ㅡ Lo siento Hae-Won, volveré por tí luego. Ten un buen día. 

El pequeño solo lo vió alejarse y suspiro, entró cuando escuchó el sonido de la campana, las caricaturas decían que eso significaba entrar. 

ㅡ Bienvenidos a su primer día pequeños, soy su maestro, Park Jimin. 

¿Qué les pareció?

En verdad haré todo lo posible para actualizar esta historia y finalizarla.

Melichi.