Este especial si va en la línea de la historia.

Este es un especial Jeff x Slenderman y un poco de Zalgo x Offenderman.

Espero que lo disfruten.
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Pronto sería el tan esperado y ansiado día para la sorpresa que todos le tenían a ese respetado y querido ser de cuerpo blanco y proporciones alargadas tan descomunales ya que  todos habían estado de acuerdo en que querían darle las gracias de alguna manera a su protector y amigo por siempre ayudarlos y apoyarlos.

Para la celebración organizaron un banquete con todo lo que se pudiera comer, en serio todo, habían desde órganos humanos y animales hasta platos finos y postres caros, por supuesto, todos los platos habían sido tomados a la fuerza de restaurantes altamente reconocidos y los órganos habían sido tomados de algunos animales de exhibición y los de humano de algunos clientes del lugar. Armaron un gran revuelo en aquella instalación pero lo había válido, todo lo hacían por el jefe de proxys.

Y además de la fiesta todos le habían llevado algunos regalos significativos ,que le recordarían momentos importantes que había vivido con cada uno de ellos, todos tenían su regalo ya listo, todos a excepción de un cierto pelinegro de orbes celestes, que caminaba en círculos por el bosque, desesperado por no saber que darle una ocasión tan especial y para el que faltaba sólo un par de días.

Y de repente se le vino a la mente una idea tan descabellada y que no concordaba para nada con él y por eso el sólo pensar en él haciendo algo como aquello le causó gran incomodidad, pero en realidad ya no tenía mucho tiempo y no sabia que hacer, así que ya rendido de no encontrar un buen regalo para el ser que le gustaba, decidió volver a la mansión, sólo para encontrarse en el camino de vuelta a la pelinegra con máscara que al verlo tan decepcionado, aprovechó para burlarse un poco de él.

Jane: Oh, ya veo que el novio perdedor aún no tiene regalo, siempre creí que eras patético, pero esta vez has aumentado tu nivel de inútil- dijo la joven deteniéndose al frente del de remera blanca, mirándolo como un insecto, igual que siempre- supongo que Slender se decepcionará de que no puedas ni darle ni un regalo, pero no es de extrañarse de ti, porque, sólo te preocupa tu bienestar y...- las palabras de la enmascarada se vieron detenidas por la voz del muchacho frente a ella, que había dicho un ronco y peligroso "detente" con sus ojos siendo cubiertos por su cabello y su cuerpo tenso, como esperando recibir algún golpe o más bien, darlo, aunque la muchacha de tez blanca no se diera cuenta de esto.La joven de cabello negro dudó unos segundos si seguir molestándolo, pero muy rara vez se le presentaba una oportunidad de hacerlo, así que siguió.

Jane: Y todos se darán cuenta cuando todos le den su regalo y tu no le des nada, inútil- dijo con odio y burla hacia el muchacho que no se había de su lugar, pero que había levantado la mirada y dejó congelada a la joven, que segundos antes había estado molestando e insultando, la mirada celeste del joven se transformaba en una roja, llena de ira, pero no sólo de ira, también tenía maldad en ella.

Una brisa empezó a formarse alrededor de ambos jóvenes, del que la provocaba y de la que no sabía que hacer.

Cuando la azabache quiso reaccionar e irse se dio vuenta de que un fuerte torbellino los rodeaba, sin embargo no los movía de su lugar, sólo era como una barrera que le impedía retirarse de ahí.

Jeff: Tú...- dijo acercándose a la joven que no tenia lugar al cual huir- No eres nada no nadie para hablarme de esa manera- su voz sonaba gruesa y mucho más tétrica que antes- eres sólo una pequeña e ingenua puta- la empezó a alzar del cuello, haciendo que esta no logrará para oxígeno a sus pulmones y su cuerpo se comenzara a retorcer buscando una forma de liberarse- No, ni siquiera llegas a ser eso- sus ojos se volvían de un rojo oscuro.

La muchacha que empezaba a sentir sus ojos pesados y en un intento de liberarse, sacó su cuchillo y trato de cortar la mano de la persona, más bien del monstruo que tenía en frente, errando en todos los golpes y cuando logró alcanzar el ángulo correcto para hacerlo algo pasó, el cuchillo ni siquiera rozó la blanca piel de la muñeca del muchacho, porque este se evaporó y se convirtió en polvo- Eres sólo un insecto, tonto y débil- el joven de ahora ojos carmín rozando el negro, apretó aún más el cuello de la joven, causando en ella un fuerte gemido de dolor y pudo haber roto ese fino y blanco cuello, de no ser por los gritos de una pequeña.

Sally: !Jane¡ !Jeff! !¿Dónde están?¡- gritaba la pequeña castaña, haciendo que la pelinegra pudiera safar el agarre de su cuello, cayendo al suelo tratando de recuperar aire, con grandes bocanadas, Jeffrey por su parte la veía aún con ese color carmín en sus ojos y esa aura maligna alrededor de él, esto no era normal, ambos lo sabían, pero uno de ellos no tenia ni la más remota idea de qué es lo que había hecho, del miedo que había causado en el corazón y en la mente de aquella joven él consideraba otra de sus "aprendices".

Jeff se sujeto la cabeza, acto seguido se agachó  un chirrido se escuchó por la fuerte mordida que tenia el joven para no dejar escapar ningún quejido de su boca.

Jane: Jeff.... ¿Te encuentras bien?- dijo la enmascarada acercándose al mencionado, viendo como su cuerpo caía al suelo inconsciente, acción que la hizo preocupar, por lo que rápidamente llamó a la pequeña castaña para que consiguiera ayuda. No demoró mucho que llegaran al lugar E. Jack y Ben, aunque era un poco sospechoso que el rubio siempre andará a lado del mayor, pero eso realmente no era lo que más importaba ahora, lo importante era encontrar la razón por la cual tan fuerte muchacho había caído al suelo de aquella manera.

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Al llegar a la mansión el amante del muchacho lo atendió y comunicó a todos los presentes que el afectado no poseía ningún tipo de daño grave, sin embargo que aún entendía la razón por la cual se había desmayado.

Y debido a que todos sospechaban que la pelinegra había sido la causante de aquella acción, no le dirijan la palabra, hasta que les mostró la ahora, morada casi rozando el negro, marca de su cuello.

Todos dejaron pasar la situación, porque presentían que, de algún modo.... si se enteraban de lo que en verdad pasó, no podrían ver al joven o tal vez ni siquiera dirigirle palabra alguna.

Slenderman logró desinflamar un poco la hinchazón del cuello de Jane y le dio unas cuantas pomadas para lograr que la marca desapareciera por completo, mientras que Jeff seguía en cama sin señal alguna de despertar, cosa que preocupaba a todos los presentes de la mansión.

Pasó una semana con lo mismo, los creepys comenzaron con los preparativos para la fiesta, aunque estaban seguros de que si el pelinegro con el que ahora mantenía una relación no despertaba antes del día del festejo, este no prestaría atención alguna a sus enormes esfuerzos. Ahora la joven "aprendiz" de mechón rosa era la que más se desvelaba cuidando de su maestro.

La pelinegra que aún no entendía los acontecimientos de la semana anterior en el bosque, usaba diariamente bufandas para no dejar ver su cuello, aún hinchado y marcado.

Slenderman se ocupaba de regular el suero y la medicación de su pequeño para que despertara lo antes posible.

Y justo un día antes de la celebración despertó pesadamente el muchacho de orbes azules, con imenso dolor de cabeza que luego paso a todo su cuerpo y mientras él soportaba aquel dolor, el resto estaba feliz porque por fin estaba bien.

Nina: Me alegra que estés bien Jeff- mencionó con una suave sonrisa para acto seguido soltar una largo bostezo, demostrando frente a todos lo cansada que se encontraba.

Jeff: Gracias Nina- dijo con su mano derecha en su frente y la otra la colocó en su estómago, al sentir su estómago retorcerse encogiéndose un poco para apaciguar sin mucho éxito el dolor.

Nina: Te encuentras bien?- dijo al ver a su mentor de aquella manera.

Forzó una sonrisa mientras miraba a todos sus amigos ahí, notando la preocupación que les había provocado y llegando a estar confundido por el horror que reflejaban los ojos de cierta pelinegra con bufanda.

Jeff: Claro que estoy bien- dijo reincorporadose, sintiendo nuevamente aquella punzanda de dolor en su vientre- después de todo soy el gran Jeff the Killer- dijo logrando hacer reír a los presentes. Todos diciéndole que su típico estado de humor e idolatración hacia si mismo, comprobaba que se encontraba bien.

Pero aquello no era cierto....