CAPITULO 8: PARÍS.
YEON JUN.
Debo admitir que Soo Bin es muy bueno "controlando" a las personas con sus encantos o ¿es que soy el único que accede a todos sus caprichos con solo hacerme ojitos y pucheros?, si esto último es cierto, entonces el problema soy yo por no ponerle un alto a un niño de diecisiete años.
Es que aún no logro entender entender ¿Cómo es que dentro de unas horas estaría abordando un avión hacia París con Soo Bin por casi todo un mes? y completamente solos. Sí, el niño me obligó a pedirle a su mamá que me firmará un permiso especial para que saliera del país conmigo, debo decir que no fue fácil convencer a la señora Hye Jin, a fuerzas quería venir con nosotros con el pretexto de que ella no conocía París y que era uno de sus sueños ir con su "bebé", claro que al principio no me opuse, pero Soo Bin me suplico, por no decir que me obligó, a decirle a su madre que no podía ir, que yo cuidaría de él.
Por supuesto que la señora Hye Jin hizo un alborotó al no dejarla venir con nosotros, aunque al final terminó aceptando por unos cuantos billetes, pero eso no es lo más sorprendente que Soo Bin me obligó hacer, si no fue "cumplir su deseó" cumpliendo con tres requisitos más, primero fue convencerme ir a París con todos los gastos incluidos, segunda fue hablar con su madre y tercero fue hablar con su escuela para que le "adelantarán" sus vacaciones, ,muy astuto ¿No?
— Yeon Jun — chilló Beom Gyu haciendo un puchero al mismo tiempo que se acostaba en mi cama. — Yeon Jun — me miró seriamente — No sabes cuanto te envidio en estos momentos, pasarás casi un mes entero a lado de "Baby Binnie", eso algo que no pasa todos los días, el sueño de todo phiballs, te odio — me avienta una de mis almohadas.
— ¡Cállate! — le gritó mirándolo molesto — Todo esto es tu culpa, de no haber apoyado a Soo Bin, no estaría por viajar a París por todo un mes con un adolescente bipolar, es como ir directo al infierno, gracias por nada — habló molesto guardando mis cosas en la maleta.
— ¿Ya terminaste? — preguntó molesto — No te hagas la víctima, que no te queda, yo pude ir con ustedes, pero tú te negaste, ni siquiera dejaste que la madre de Soo Bin fuera.
— ¡Porque fue Soo Bin quién me lo pidió! — le gritó.
— ¿Y por qué accediste a su capricho?
Me quedé quieto mirando mi maleta llena, ni yo mismo sabía porque soy débil ante Soo Bin. Debo estar loco o enfermo para no negarle nada a un adolescente.
— Como sea, solo espero no regresar más viejo — dije cerrando el cierre de mi maleta.
— ¡Ay por favor!, no seas tan exagerado, si lo dices por la actitud tan "agresiva" de Binnie hacia ti, debe haber alguna razón. Por que ahora que estarás con él un largoooo tiempo te das el tiempo de conocerlo mejor, veras que Soo Bin es pura ternura andante, y no solo eso él es muy amable, atento, divertido, trata de acerca a el, tal vez lo único que necesita es hablar, ¿Sabías que Soo Bin sufre de ansiedad?
Mire a Beom Gyu sorprendido, Soo Bin no parecía una persona que sufre de alguna enfermedad mental, él transmitía seguridad y mucho amor propio, pero supongo que así son algunas enfermedades, por fuera puedes verte bien pero por dentro uno está luchando por vivir, o como le suelo decir, "Cada quién lucha contra sus propios demonios"
— No lo sabía, ni él ni su madre me han comentado nada — dije sinceramente, el solo imaginar que Soo Bin está luchando el solo, me duele.
— Es por eso que te digo que trates de comprenderlo, claro que nada justifica que se comporte así contigo, tal vez lo único que necesita es ayuda, tu ayuda — Beom Gyu me sonrió genuinamente.
Después de que Soo Bin y yo nos despidiéramos de nuestras respectivas familias, bueno, solo yo me despedí de Beom Gyu, por qué la señora Hye Jin solo me dejó a Soo Bin sin decirme alguna palabra, Soo Bin por su parte no dijo nada. Un par de minutos después abordamos el avión, lo más extraño es que Soo Bin no parecía muy feliz al contrario se veía muy serio y triste, las palabras de Beom Gyu vieron a mi, "Soo Bin solo necesita ayuda", quise hablar con él, pero no tuve idea de cómo iniciar una conversación, Soo Bun vio mis intenciones por lo que se acomodó en su asiento para dormir.
No tardó mucho en quedarse dormido, y yo no desaproveche la oportunidad para admirarlo con más detalle, tiene una cara preciosa y muy bien cuidada, cejas delineadas, pestañas largas, una nariz pequeña, pómulos altos y unos labios muy bonitos.
Desde mi última relación seria hasta con las personas que he salido ninguno ha tenido unos labios como los de Soo Bin, sus labios son lo primero que tienes que ver si o si cuando lo miras, son voluptuosos y esponjosos, besarlos debe sentirse tan bien.
— ¡Yeon Jun! — me llame golpeándome la cabeza para borrar esos pensamientos — ¿Qué pasa contigo?, él puede ser tu hermano — me dije a mi mismo apartado mi vista de Soo Bin para acomodarme en mi asiento y dormir.
— Yeon Jun, Yeon Jun.
Oí una suave y dulce llamarme.
— Señor Choi despierte — Soo Bin me movía suavemente de mi brazo izquierdo.
— Mmm... — solté abriendo y cerrando mis ojos lentamente para despertar completamente — ¿Qué pasa? — pregunte con la voz ronca mientras lo miro.
— Ya llegamos, has dormido todo el viajé — me sonríe
Abrí los ojos con demasiada sorpresa, no se si fue por la sonrisa sincera que me regaló o saber que dormí más de veinte horas, o ambas cosas. Soo Bin y yo nos miramos un largo tiempo sin decirnos nada.
El llanto de un bebé nos hizo me hizo reaccionar, no me hubiera importado perderme en esos hermosos ojos color miel el resto de mi vida.
— ¿Enserio dormí todo el viaje? — pregunte levantándome de mi lugar.
— Sí, realmente me sorprende que durmiera todo el viaje, es un dormilón jaja — Soo Bin comenzó reír y sin quererlo reí con él.
Su risa es tan linda, podría escuchar todos los días y jamás me aburriría.
Bajamos del avión, fuimos por nuestros equipajes y salimos del aeropuerto para ir a tomar un taxi. Durante la espera el silencio reino pero no un silencio incómodo, sino uno tranquilo.
— Señor Yeon Jun...— dijo Soo Bin mirándome extraño mientras se mordía su labio inferior, al parecer quería decirme algo.
Lo mire sin decir nada para que continuará, él me veía y bajaba la mirada.
— Yo...— soltó un pesado suspiro — Nada olvídelo.
Lo miro un poco decepcionado, pero no digo nada, quiero demostrarle que puede confiar en mí y que puedo ayudarlo, no pude evitar imaginar cómo se siente Soo Bin en estos momentos, debe ser difícil para el siendo adolescente el no sentirse comprendido y lidiar con su síndrome de ansiedad el solo.
Esperamos un rato más el taxi hasta que por fin apareció uno vacío, le hicimos la parada, metimos nuestras maletas en la parte atrás del carro y subimos.
— Al hotel Royal, por favor— digo con un perfecto francés, el chofer solo asiente y pone en marcha el auto.
—¡Wow! — exclama sorprendido y emocionado Soo Bin mirándome — No sabia que podía hablar tan bien el francés.
— Soy un hombre de negocios Soo Bin, es obvio que tengo que hablar por lo menos tres idiomas perfectamente y entre ellos el francés — le sonrió —Si quieres te puedo enseñar, seré un excelente profesor, puedo enseñarte muchas cosas.
— Jaja — bufa mirándome divertido — Oh, lamento tener que decepcionarlo, no hace falta Choi pero se lo agradezco, yo se hablar cuatro idiomas — borra su sonrisa — Después de todo de algo me tiene que servir todas esas clases de idiomas que la señora esa me ha obligado a tomar desde los tres años — frunce el celo mirando en dirección a la ventanilla del auto.
No te su cuerpo tensarse.
— Pero eso es bueno ¿No? ¿o acaso no te gusta? — pregunté con cautela, Soo Bin me ha demostrado que puede ser impredecible.
— No y si, quiero decir, sé que debo estar agradecido por todo lo que da, pero si he aprendido todo lo que sé no es por gusto sino por obligación, pero eso es algo que no puedo decidir, no puedo llevarle la contra a ella por que es peor, terminamos pelando y gritándonos, no sabe cuanto la odio.
— ¡¿Odias a tu mamá?! — pregunté impactado mirándolo.
Soo Bin me miró con nostalgia a mismo tiempo que se relajaba. Soltó un suspiro.
— No la odio, digo, nadie nace sabiendo ser madre y aunque no es la mejor madre del mundo, y tengamos problemas al final es mi mamá y por mucho que trate de odiarla por como es y por como me trate, no puedo. Así odie que me vea y me use como una fábrica de dinero, quiera controlar mi vida desde lo que como, como me visto hasta como debo ser, no puedo, no sabe cuantas veces desee perder todo para que mi madre fuera "normal" — sus ojos se cristalizaron y por un momento quise abrazarlo.
¿Cómo es que su madre puede vivir tan tranquila sabiendo que su hijo esta sufriendo?, ahora entiendo porque cuando le ofrecí tanto dinero para que no viniera con nosotros, ella acepto tan fácil.
— Me ha manipulado por años, pero apenas cumpla la mayoría de edad, dejaré todo y por fin podré ser feliz, pronto saldré de este infierno.
Fue sus palabras lo que me hicieron reaccionar finalmente, ya entendía porque deseaba tanto dejar le empresa, Kim Soo Bin se convirtió en alguien importante sin quererlo y sin desearlo. Beom Gyu tenía razón, detrás de esa "agresividad" había algo más, pero no imagine todo esto.
— Entonces, ¿Tú nunca has querido ser famoso? ¿Ser lo eres ahora? — pregunté angustiado, decepcionado, culpable y con lastima, era una mezcla de muchos sentimientos.
Sin quererlo, obligue a Soo Bin a seguir con esta vida que lo hace tan infeliz, al final era igual o peor que su madre. Me sentí horriblemente.
— Soo Bin, yo lo...
— ¡¡Usted no lo entiende señor Choi, desde que nací y hasta ahora mi mamá solo me utiliza para ganar dinero y poder darse la vida de lujos que su familia y mi padre no le pudieron dar!!, ¿sabe lo horrible que es no conocer a mi familia y a mi papá?, desde que nací no he conocido a mi padre, ni siquiera se si vive o sabe de mi existencia, ¿sabe lo horrible que se siente que solo te utilicen y te vean como un objeto más? — Soo Bin lloró en silencio por unos minutos y yo juro que verlo así, me destruyó. — ¿Sabe?, cuándo por fin pensé que la vida me estaba sonriendo, llego su propuesta para ser su imagen principal y todo se fue a la basura — amargas lágrimas bajaron por mejillas.
Yo era parte del sufrimiento de Soo Bin, en lugar de hacerlo brillar, estaba apagando su luz.
— Soo... — no supe que decir, esto me ha tomado por sorpresa.
— Llegamos — dice el taxista estacionando el carro frente al hotel, al momento que lo hace Soo Bin abrió la puerta y salió corriendo.
— ¡SOO BIN ESPERAAA! — le gritó bajando del auto — Por favor no se vaya, le pagaré el triple pero no sé mueva — le dijo al taxi antes de correr detrás de Soo Bin. — ¡¡CUIDADO!! — grito al verlo chocar con alguien mas — Binnie — corro lo más rápido hasta él y lo ayudo a levantarse — ¿Estas bien? ¿Te hiciste daño? ¿Te duele algo? ¿Quieres ir al hospital? — pregunto, él solo asiente antes de abrazarme. — Tranquilo — le correspondo el abrazo — Oiga te... ¿Woo Young? — preguntó sorprendido al verlo después de tanto tiempo, no esperaba verlo después de todo lo que paso en entre nosotros.
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