Soo Bin esperaba pacientemente la llegada de Yeon Jun en la entrada de su universidad, como lo hacía desde hace un año. Ya había pasado un año desde que Yeon Jun estuvo al pendiente y cuidando de él, en ningún momento se le separaba más que cuando Soo Bin iba a la escuela o a casa, fuera de eso, lo seguía como a un sombra. No dejaba que nadie en la empresa se le acercarán con otras intenciones que no fuera de trabajo, incluso hasta la señora Nouch, quién con el dinero que generaba su hijo se la pasaba en centros comerciales, y mucho menos dejaba que Beom Gyu y Tae Hyun se le acercarán, Yeon Jun parecía un perro guardián muy celoso y posesivo.

— ¡Binnie! — le grito Yeon Jun desde su auto, con una gran sonrisa.

Le encantaba ir y traer a su chico, le gusta escucharlo hablar de como le había ido en la universidad o de cualquier otra cosa.

— ¿Otra vez usted?, pensé que vendría Beom Gyu o Tae — Soo Bin hablo subiendo al auto, molesto, pero una sonrisa lo traiciono. — ¿Cuándo dejará de acosarme? — le preguntó cerrando la puerta del auto.

— Nunca, ni por qué aceptes mis sentimientos — le contesto besando rápidamente la mejilla de su chico, Soo Bin se sonrojó pero no dijo nada, ya estaba acostumbrado a este tipo demostraciones.— Eres el amor de mi vida y te acosare hasta el día que me muera, y si se puede en la otra vida también lo haré.

Soo Bin sonrió por la respuesta, era imposible que en un año no cayera antes los encantos de Yeon Jun, el hombre lo trataba como el ser más delicado y precioso del mundo.

— Espero que cumpla su promesa...¡Oiga! ¿Y mi rosa? — pregunto Soo Bin viendo hacia todos lados del auto. — Yeon Jun, ¿Dónde esta mi rosa? — le exigió molestó haciendo un puchero.

Yeon Jun sonrió orgulloso, había creado a un niño consentido, el cuál estaba dispuesto a seguir consintiendo más.

— Hoy — lo miro encendiendo el auto. — No va a haber rosa ni dulces.

— ¿Qué? ¿Por qué no? — el menor hizo un puchero cruzando los brazos.

Ya se había acostumbrado a que todos los días, sin falta le regalará una rosa, y el que no le haya traído  molesto mucho a Soo Bin.

— Mas te vale que tengas una buena explicación, por que si no lo nuestro no va a funcionar, pff y así quiere que sea su novio.

— Jajaja, lo nuestro va funcionar, pero hoy quiero que cumplas mi último deseo.

~YEON JUN~

Llevaría a mi chico a una vieja casa de campo que no visitaba desde hace mucho, desde hace mucho tiempo que tenía ganas de ir, pero no tenía a esa persona especial a mi lado, aquella casa es muy especial para mi. Era donde viví con mi familia cuándo era niño, mi infancia fue la mejor, tantos recuerdos buenos. Ahora qué tengo a Soo Bin a mi lado, quiero compartir todo con él, quiero conozca todo de mi, hasta mi lado obscuro.

Tengo planeada una cena romántica y pasar un rato solo, viendo películas o cualquier otra cosa, nada sexual, cuándo lleguemos a algo más íntimo, será el día que Soo Bin acepte ser mi novio.

Claro que la idea de la cena no fue del todo mía, sino del novio de mi hermano, Tae Hyun. Jamás me pasó por la cabeza que esos dos terminarían juntos, son tan diferentes pero tan iguales al mismo tiempo. Ellos son lo que han estado ayudando todo este año para conquistar a Soo Bin, cuándo ya no tengo más idea para sorprender a mi chico, ellos me ayudaban. En verdad les estoy muy agradecido por querernos tanto a Soo Bin y a mi.

— Yeon Jun, por favor, dime ¿A dónde vamos? — preguntó curioso mirándome con esos precioso ojos que amo.

— Es un secreto, y si te digo ya no seria un secreto, niño — sonrió sin dejar de ver hacia la carretera.

— ¿Ah si? — hablo, callando por un momento. — ¿Sabes?, tengo una muy buena memoria, y si no mal recuerdo, aún me debes dos deseos, así que deseo que me digas a donde vamos.

— Mmmm... No — detengo el vehículo aún lado de la carretera, durante los veinte minutos que llevo manejando, no ha dejando de preguntar a dónde iremos. — ¿Por qué tienes que ser tan pregunto y querer arruinar toda sorpresa que te tengo? — pregunte viéndolo divertido.

— Por que así soy, te encantó y así me quieres.

— Claro que te quiero y me fascinas, y  ¿Tu me quieres? — pregunte acorralándolo en el asiento del vehículo.

— Yo... — parpadeo un par de veces sin dejar de verme. — ¡Deja de ponerme nervioso! — se quejó.

— Ya no estoy haciendo nada, hagamos esto, si me dice que me quieres, te diré a donde vamos, es cruel pero justo — le sonrió besando su frente antes de volver a mirarlo — Te escucho.

— Te quiero ¿Feliz?  — hablo viéndome a los ojos y muy sonrojado.

— ¡Vez que fácil!, ahora sí no es mucho pedir, dame un beso, ya me lo merezco — cerré los ojos.

Espere un par de segundos sin abrir los ojos, sé que lo que estoy pidiendo es mucho, pero no pierdo nada con intentarlo, estaba por alejarme cuando sentí las manos temblorosas de mi lindo chico tomarme del rostro y unir nuestro labios, en un dulce y tímido beso.

— Yo no te quiero Yeon Jun, te Amo.

— También te amo Soo Bin.

¡FIN!

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