El sol comenzaba a declinar en el horizonte, tiñendo el cielo de suaves tonalidades rosadas y doradas. Jungkook, el hombre mitad bestia con la mirada penetrante y la fuerza de un ser legendario, y Taehyung de ojos profundos y corazón puro, se adentraban en el bosque de los susurros, un lugar donde las sombras y los susurros de antiguos espíritus se entrelazaban con la brisa.

Desde que dejaron la aldea, su viaje se había tornado aún más arduo y peligroso. La perla de las almas, fragmentada en múltiples pedazos, yacía dispersa por el mundo, y cada fragmento estaba custodiado por pruebas y guardianes que desafiaban la esencia misma de quienes osaban buscarlos. Sin embargo, la determinación de ambos era férrea Jungkook necesitaba redimir su pasado y Taehyung había jurado proteger la balanza de las almas.

La noche cayó sobre ellos como un manto oscuro y estrellado, y fue entonces cuando percibieron una presencia inquietante. Algo o alguien los observaba desde las sombras, con una mirada que destellaba ambición y poder.

-Alguien nos sigue -susurró Taehyung, su mano instintivamente buscando los fragmentos sagrados que colgaban de su cuello.

-Lo sé -respondió Jungkook, sus sentidos agudizándose. Sus ojos, que reflejaban la luna creciente, se estrecharon al intentar discernir quién se ocultaba entre los árboles.

De repente, una figura imponente emergió de la oscuridad. Era un hombre bestia, similar a Jungkook, pero con una presencia que emanaba un poder descomunal y una aura que parecía corrompida por la sed de poder.

-Hermano -la voz de Jungkook tembló al reconocer al recién llegado-. Namjoon...

El aludido, Namjoon, era un hombre cuyos rasgos reflejaban los de Jungkook, pero sus ojos mostraban un brillo insano, como si una tormenta interna estuviera a punto de estallar.

-Así que finalmente te encuentro, Jungkook -la voz de Namjoon era grave y llevaba consigo un filo peligroso-. Y veo que has traído compañía, aún sigue contigo, ¿acaso crees que él podrá salvarte de lo que se avecina?

Taehyung dio un paso adelante, sin miedo, a pesar de la tensión que cortaba el aire.

-Estamos aquí en busca de los fragmentos de la perla de las almas, para restaurar el equilibrio. No buscamos conflictos, Namjoon -dijo con una calma que contrastaba con la situación.

Namjoon rió, un sonido que más parecía un gruñido.

-¿Equilibrio? Yo busco la perla por una razón muy distinta. Su poder es incomparable, y una vez que esté completa, nada podrá detenerme. Me convertiré en el ser más poderoso que este mundo haya visto jamás.

-El poder de la perla no debe ser malentendido ni mal utilizado -advirtió Jungkook, su voz era firme-. La perla puede traer paz o destrucción, y parece que has elegido el camino oscuro.

-El poder es el único camino, hermano. Y no permitiré que tú o tu sacerdote se interpongan en mi camino -amenazó Namjoon, mientras una energía oscura comenzaba a emanar de su ser.

......

La tensión era palpable, y el aire se llenó de electricidad mientras los dos hermanos se enfrentaban, con Taehyung de pie, inquebrantable, a un lado de Jungkook. Pero antes de que los hermanos pudieran chocar, el bosque alrededor de ellos cobró vida. Los susurros de los espíritus antiguos se hicieron audibles, y una luz suave comenzó a fluir desde el suelo, formando un círculo alrededor de los tres.

-La perla de las almas no permanecerá inalcanzable para aquellos cuyas intenciones perturben la armonía del mundo -continuó el susurro de los espíritus, como si la naturaleza misma se negara a permitir la profanación de su sagrado equilibrio.

Namjoon frunció el ceño, evidentemente molesto por la interferencia de los espíritus, pero no disuadido en su determinación. Se preparó para desatar su poder contra los seres etéreos que osaban desafiarlo, pero Jungkook intervino.

-Escucha, Namjoon, no todo en la vida es poder y dominación. Una vez, fuiste noble y justo. ¿Qué te ha llevado a este oscuro sendero? -La voz de Jungkook estaba teñida de dolor y súplica, buscando en lo más profundo de su hermano aquel destello de la persona que una vez conoció.

Namjoon gruñó, sacudido por un momento por las palabras de Jungkook, pero rápidamente se recompuso, su mirada volviéndose más fría y distante.

-El mundo me ha enseñado que la bondad es una ilusión y la fuerza es la única ley. Con la perla, remodelaré este mundo caótico en un orden nuevo, bajo mi mando.

Taehyung observaba la escena, su mente rápida buscando una solución pacífica. Conocía la historia de los hermanos, cómo Namjoon había sido consumido por la oscuridad tras la traición de aquellos que confiaba, y cómo Jungkook había sido desterrado por temor a su poder.

-Namjoon, el poder sin sabiduría es destrucción. La perla de las almas fue creada para sanar, no para someter. Si la restauras con esa ambición en tu corazón, solo traerás más sufrimiento y soledad. ¿Es realmente eso lo que deseas? -Taehyung habló con convicción, su fe inquebrantable en su misión y en la capacidad de redención que todos poseen.

Por un momento, pareció que las palabras del chico habían llegado al corazón de Namjoon, quien vaciló, la aura oscura que lo rodeaba fluctuando con su conflicto interno. Sin embargo, su sed de poder era grande y rápidamente sofocó cualquier duda.

-¡Basta de palabras! -rugió Namjoon, desatando una vorágine de energía oscura hacia Jungkook y Taehyung.

Jungkook se adelantó, listo para proteger a Taehyung y enfrentarse a su hermano si era necesario. Pero antes de que la energía los alcanzara, los fragmentos de Taehyung brilló con una luz intensa, creando un escudo que envolvió a ambos, repeliendo el ataque.

-La perla no será corrompida -declaró Taehyung con firmeza, mientras el bosque respondía a su llamado. De repente, un haz de luz surgió Tae había lanzado una flecha, impactando la perla que Namjoon portaba en su collar, uno de los fragmentos que buscaban.

Namjoon gritó, el contacto con la luz purificadora quemando su piel, y en un acto de desesperación, huyó hacia las sombras del bosque, dejando caer el fragmento de la perla.

Taehyung y Jungkook se acercaron al fragmento caído, sintiendo su pureza y el poder latente dentro de él. Sabían que su viaje estaba lejos de terminar, y que Namjoon, ahora más que nunca, sería un peligroso adversario en la búsqueda de los demás fragmentos.

-Debemos continuar, Taehyung -dijo Jungkook, recogiendo con cuidado el fragmento-. Debemos encontrar a los demás antes de que Namjoon lo haga. Por el bien de todos, debemos restaurar la perla de las almas.

Taehyung asintió, y juntos, con fuerza fortalecida por el encuentro con Namjoon, reanudaron su viaje bajo la atenta mirada de los espíritus del bosque, quienes susurraron al viento una bendición para los valientes viajeros y una advertencia para el hermano.

....

Les dejo un nuevo capítulo
Mis bellas lectoras 💞🥰