Capitulo 4
El cielo nocturno estaba adornado con estrellas que parecían susurrar secretos antiguos a quienes se atrevían a escuchar. Jungkook y Taehyung, envueltos en capas ligeras, se encontraban al borde de un bosque ancestral que, según los rumores, albergaba uno de los fragmentos perdidos de la Perla de las Almas. La leyenda decía que la perla, una vez completa, tenía el poder de purificar el alma más oscura y traer equilibrio al mundo.
-¿Crees que realmente esté aquí?-Preguntó Taehyung, su voz apenas audible sobre el murmullo de las hojas.
Jungkook asintió con la cabeza, su mirada fija en la oscuridad que se extendía frente a ellos.
-Si los viejos mapas y las historias son correctos, uno de los fragmentos debe estar en el corazón de este bosque.
Sin más preámbulo, ambos se adentraron en la espesura, sus pasos cuidadosos y silenciosos. La luz de sus linternas mágicas iluminaba el camino mientras evitaban raíces que se retorcían como serpientes y arbustos que parecían querer atraparlos.
Durante horas, la pareja avanzó, guiada por un viejo mapa que Jungkook había conseguido en un mercado de antigüedades y por la intuición innata de Taehyung, que parecía sentir la presencia del fragmento como un llamado distante. A medida que avanzaban, la sensación de estar siendo observados crecía, y cada sombra parecía cobrar vida.
De repente, una figura encapuchada emergió de entre las sombras, bloqueando su camino.
-¿Quiénes son ustedes y qué buscan en este lugar olvidado?,-Preguntó la figura con una voz que resonaba como el viento entre los árboles.
-No buscamos problemas,- Respondió Jungkook con firmeza, -solo un fragmento de la Perla de las Almas que, según las leyendas, descansa aquí.
La figura se quitó la capucha, revelando un rostro marcado por el tiempo y los ojos que reflejaban siglos de sabiduría.
-Soy el Guardián de este bosque, y conozco la pieza que buscan. Sin embargo, no puedo permitir que caiga en manos equivocadas.
-No estamos aquí por mal,-intercedió Taehyung, -nuestras intenciones son puras. La Perla de las Almas puede traer paz a un mundo que está en desbalance.
El Guardián los estudió durante un momento que pareció eterno, luego asintió lentamente.
-Si son dignos, el bosque les revelará el camino. Pero les advierto, muchas pruebas deberán enfrentar, pues el fragmento no puede ser obtenido sin sacrificio y verdad.
Guiados por el Guardián, se adentraron aún más en el corazón del bosque. Las pruebas comenzaron con acertijos que exigían una sabiduría profunda y observaciones astutas sobre la naturaleza del alma. Cada acertijo resuelto los acercaba más al fragmento, pero también desenterraba secretos personales que ambos habían guardado en lo más profundo de sus corazones.
En un claro iluminado por la luz de la luna, se enfrentaron a la prueba final. Un espejo antiguo se erguía ante ellos, su superficie oscilando como el agua tranquila.
-El espejo de la Verdad,- anunció el Guardián, -mostrará la pureza de sus almas. Solo aquellos que sean verdaderos consigo mismos podrán alcanzar el fragmento de la perla.
Jungkook y Taehyung se miraron el uno al otro, asintiendo con determinación. Frente al espejo, revelaron sus miedos y esperanzas, sus luchas y sueños. El espejo absorbió sus palabras y, en respuesta, la superficie comenzó a brillar con una luz cegadora.
Cuando la luz se disipó, un pequeño pedestal de piedra surgió del suelo, sosteniendo un fragmento de la Perla de las Almas, resplandeciendo con una luz tenue pero firme. El fragmento era más hermoso de lo que habían imaginado: un cristal perfecto que parecía contener galaxias en su interior, con destellos de luz que danzaban como si tuvieran vida propia.
.....
El Guardián asintió con satisfacción.
-Han demostrado ser dignos. Pero recuerden, esto es un solo fragmento y la perla completa no solo es un tesoro de poder, sino también de gran responsabilidad. Deben proceder con precaución y sabiduría.
Taehyung extendió su mano, y con un temblor de emoción y respeto, tomó el fragmento. Al instante, sintió una ola de calidez y entendimiento fluir a través de su ser. Jungkook lo miró, compartiendo el momento de triunfo y revelación.
-Gracias, Guardián,- dijo Jungkook con gratitud. -Prometemos usar la perla para el bien mayor.
El Guardián simplemente asintió, desvaneciéndose en la bruma del bosque como si nunca hubiera estado allí. Con el fragmento asegurado, Jungkook y Taehyung sabían que su viaje estaba lejos de terminar. Tenían que encontrar los otros fragmentos dispersos por el mundo, cada uno probablemente protegido por sus propios desafíos y guardianes.
La pareja se preparó para partir, pero antes de que pudieran dar un paso fuera del claro, el bosque comenzó a cambiar a su alrededor. La vegetación se desplazaba, los árboles se inclinaban formando un camino que antes no existía.
-El bosque nos muestra el camino,-dijo Taehyung con asombro.
Siguiendo la senda recién revelada, encontraron su camino de regreso al borde del bosque mucho más rápido de lo que habían entrado. La luz del amanecer comenzaba a filtrarse a través de las ramas, pintando el mundo con tonos de oro y rosa.
Mientras caminaban hacia la luz del día, la realidad de su misión se asentaba más profundamente en sus corazones. No solo era una búsqueda de los fragmentos perdidos, sino también un viaje de autodescubrimiento y prueba de su carácter.
-¿A dónde vamos ahora?- preguntó Taehyung, su mirada perdida en el horizonte.
Jungkook sacó otro mapa, este con marcas y notas en los bordes.
-Hacia el norte,- respondió con determinación. -Hay leyendas de un templo sumergido en las Montañas Heladas que guarda otro fragmento. Será peligroso y frío, pero no podemos detenernos ahora
Taehyung asintió, sintiendo el peso del fragmento en su bolsa.
-Entonces, hacia el norte vamos. Para cada prueba que enfrentemos, seremos más fuertes juntos.
Con la promesa del amanecer guiándolos y el lazo de su amistad inquebrantable, Jungkook y Taehyung emprendieron el siguiente capítulo de su odisea, llevando con ellos la esperanza de completar la Perla de las Almas y traer armonía a un mundo fracturado.
El viaje sería largo, las pruebas arduas, y los enemigos, sin duda, poderosos. Pero con cada paso hacia adelante, con cada fragmento recuperado, la luz de la perla crecía, y con ella, la luz dentro de ellos mismos. El eco de las sombras detrás de ellos era un recordatorio constante de lo que dejaban atrás, y el brillo del amanecer frente a ellos, un símbolo de las promesas que aún estaban por cumplirse.
......
Les dejo un nuevo capítulo espero les guste 🥰🥰
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