Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 3

La luz del atardecer bañaba los campos del bosque con sus últimos destellos dorados cuando Jungkook, Nam y Tae retomaron su camino. La visita a la tumba del padre de Jungkook había sido un momento de reflexión y promesas silenciosas, una pausa necesaria en su viaje para honrar el pasado y fortalecer su determinación para lo que estaba por venir.

El viento traía consigo una calma que contrastaba con la tormenta de emociones que aún resonaba en sus corazones. Los tres compañeros avanzaban en silencio, cada uno perdido en sus propios pensamientos, cuando un ruido inesperado rompió la tranquilidad del crepúsculo.

Un rugido desgarrador, profundo y resonante, llenó el aire, haciendo que los pájaros alzaran el vuelo y que los pequeños animales del bosque huyeron aterrorizados. Jungkook, Nam y Tae se detuvieron en seco, intercambiando miradas de aprehensión. Algo se acercaba, algo grande.

-¿Qué fue eso?,- Murmuró Nam, su mano instintivamente buscando el mango de su espada.

-Sea lo que sea, viene hacia nosotros,-Dijo Tae, sus ojos escudriñando las sombras que se alargaban con la llegada de la noche.

Jungkook asintió, preparándose mentalmente para el encuentro. Recordó las palabras de su padre, que le había enseñado que cada criatura, cada espíritu, tenía una historia.

-Estemos alerta, pero no agresivos,-sugirió. -Puede que solo esté asustada o herida.

No tuvieron que esperar mucho para descubrir la fuente del rugido. De entre los árboles surgió una bestia colosal, con garras del tamaño de espadas y ojos que brillaban con una luz fantasmal. Era un león, pero uno como nunca habían visto, con mechones de su pelaje que parecían arder en un fuego azul pálido y etéreo.

El león los miró fijamente, su rugido se suavizó hasta convertirse en un gruñido bajo. Jungkook notó algo extraño en su mirada había una inteligencia allí, pero también un dolor profundo.

Es la bestia de la que hablaban los ancianos del pueblo,- Dijo Tae, recordando las historias de un guardián de la naturaleza que protegía un secreto antiguo.

Nam dio un paso adelante, mostrando una postura firme pero no amenazante.

-Hemos venido en paz,- Pronunció claramente. -Y vemos que llevas una carga pesada.

La bestia bajó la cabeza, y fue entonces cuando vieron un brillo tenue en su pecho. Un fragmento de la perla, incrustado directamente en su piel, emanaba un suave resplandor que parecía latir al ritmo del corazón de la criatura.

-La perla de las almas,- susurró Jungkook, sintiendo cómo la energía del objeto resonaba con algo dentro de él.

El león parecía dudar, pero luego, con un gesto casi humano, se echó hacia atrás, exponiendo el fragmento de la perla. El mensaje era claro necesitaba ayuda.

-La perla debe estar causándole dolor,-Dedujo Nam. -Quizás si la liberamos, podremos aliviar su sufrimiento.

A pesar del peligro, los tres compañeros se acercaron lentamente a la bestia herida. Jungkook extendió su mano, permitiendo que la energía de la perla fluyera hacia él, y comenzó a entonar un antiguo cántico transmitido por su familia, una melodía que hablaba de liberación y curación.

El león cerró sus ojos y se relajó. El fragmento de perla vibraba, y una luz más intensa comenzó a irradiarse de él. Con un último esfuerzo conjunto, Nam y Tae ayudaron a Jungkook a extraer el fragmento. La bestia dio un bramido, no de dolor, sino como un suspiro de alivio largo y prolongado.

Cuando el fragmento de perla quedó libre, la bestia se transformó

La liberación del fragmento de perla había traído una calma pasajera sobre el grupo. La bestia, ahora libre de su dolor, se transformó ante sus ojos en un ser de luz, ofreciendo una reverencia de agradecimiento antes de desaparecer en la bruma creciente del bosque. El fragmento de perla, ahora en manos de Jungkook, brillaba con un resplandor intermitente, como si contuviera el pulso de innumerables almas.

.....

Nam observaba la perla con una intensidad que no pasó desapercibida para Tae. Algo en la mirada de Nam había cambiado donde antes había determinación y camaradería, ahora había un brillo de codicia y un destello oscuro de ambición.

-Nam, ¿estás bien?,- Preguntó Tae, notando la tensión en los hombros de su amigo.

Nam, que parecía haber estado perdido en sus pensamientos, se reincorporó con un sobresalto.

-Sí, claro. Solo estoy pensando en el poder que contiene este fragmento,-Respondió, pero su voz traicionaba un matiz de ansiedad.

Jungkook, sintiendo la extraña energía entre sus amigos, ofreció la perla a Nam.

-Debemos decidir qué hacer con ella. Juntos. Como siempre lo hemos hecho.

Al tomar la perla en sus manos, Nam sintió una oleada de poder recorrer su ser, un susurro de promesas de fuerza y dominio que lo llenó de un deseo abrumador. La perla le hablaba, seduciéndolo con visiones de convertirse en la criatura más poderosa, un ser invencible y respetado por todos.

Tae, viendo la lucha interna en el rostro de Nam, puso una mano en su hombro.

-Nam, recuerda quiénes somos. No debemos dejar que la perla nos corrompa.

Pero Nam se sacudió al tacto de Tae, su mirada ahora fría y calculadora.

-¿Corromper? No, Tae. Nos está ofreciendo una oportunidad. Una oportunidad para ser más que simples mortales.

Jungkook intervino, preocupado.

-Nam, no es el poder lo que define nuestra valía. Es cómo elegimos usar nuestras habilidades para ayudar a otros.

-Nam soltó una risa hueca. -¿Ayudar a otros? ¿Qué hemos conseguido con eso hasta ahora? Es hora de pensar en nosotros mismos.

Con un movimiento rápido y decidido, Nam se alejó de sus amigos, sosteniendo la perla firmemente en su puño.

-Si no están conmigo, entonces están en mi camino,-Declaró con una voz que ya no reconocían.

Tae y Jungkook se quedaron atónitos. El hombre que ahora se alejaba de ellos no era el amigo y hermano que habían conocido y confiado, sino un extraño consumido por la sed de poder.

-Nam, por favor, no hagas esto,-Gritó Tae, su voz llena de un dolor palpable por la traición que se desplegaba ante ellos.

Jungkook, con la firmeza que su padre le había inculcado, sabía que debían actuar.

-Tae, debemos detenerlo antes de que haga algo de lo que no pueda volver atrás.

Los dos amigos, ahora unidos por la necesidad de salvar a su antiguo camarada de la oscuridad que lo había envuelto, se lanzaron tras Nam, decididos a recuperar el fragmento de perla antes de que su poder los dividiera para siempre.

......

La traición de Nam se consuma. Con el fragmento de perla en su poder, su silueta se retorcía y se agrandaba, deformada por la codicia que lo había consumido. Jungkook y Tae, impulsados por la necesidad de salvarlo y evitar que el poder destructivo de la perla se desatara, lo perseguían desesperadamente.

-¡Nam, detente!,-Suplicaba Jungkook, esquivando las raíces que emergían como garras del suelo oscuro.

Pero Nam no escuchaba, o quizás ya no podía. El poder de la perla había comenzado a transformarlo, su cuerpo se convulsionaba en un espectáculo grotesco de poder desenfrenado. Su piel se oscurecía como la noche, y de su espalda emergían formas retorcidas que se asemejaban a alas sombrías.

Tae, con la respiración agitada por la carrera, preparó una flecha en su arco, una bendecida ya por su poder sagrado que tenía el poder de purificar la corrupción.
-Jungkook, tengo que dispararle. No puedo dejar que se transforme completamente.

Jungkook asintió, consciente de que era su única oportunidad.

- Hazlo, antes de que sea demasiado tarde.

Con la precisión de quien conoce la urgencia del momento, Tae soltó la flecha. Surcó el aire nocturno, un destello de esperanza, y se clavó en el hombro de Nam, que rugió de dolor y sorpresa. La luz purificadora comenzó a extenderse por su cuerpo, luchando contra las sombras que lo consumían.

Pero Nam, alimentado por la voluntad indomable que la perla había exacerbado, arrancó la flecha de su carne en un acto desesperado de resistencia. La transformación se detuvo, pero no se revirtió por completo. Con un aullido que resonó a través de los árboles, Nam se abalanzó sobre Jungkook y Tae, herido pero aún poderoso.

Jungkook se enfrentó a él, tratando de alcanzar a su hermano que aún creía que estaba dentro.

-¡Nam! ¡Lucha contra esto! ¡Recuerda quién eres!

Las palabras apenas parecían alcanzar a Nam, pero por un momento, sus ojos mostraron un destello de conflicto. Sin embargo, el dolor y la furia lo superaron, y en un violento ataque, hirió a Jungkook, dejando una profunda marca en su costado.

Tae, con el corazón roto por la escena, intervino con rapidez, interponiéndose entre Nam y Jungkook.

-¡No dejaré que lastimes a nadie más!

Con habilidad y determinación, Tae luchó contra Nam, esquivando sus golpes desesperados y buscando una oportunidad para subyugarlo sin causarle más daño. Pero la fuerza de Nam era sobrehumana, y Tae sabía que no podían seguir así por mucho tiempo.

En un momento de claridad, mientras Nam se reagrupaba para otro ataque, Tae vio la herida donde había clavado la flecha purificadora. Con un último esfuerzo, lanzó otra flecha bendecida hacia la misma herida, rogando a los espíritus que le dieran la fuerza necesaria para salvar a su amigo.

La flecha acertó, y la luz purificadora estalló con más intensidad que antes. Nam gritó, su forma oscilando entre humano y monstruo, hasta que finalmente, con un último rugido desgarrador, arrancó el fragmento de perla de su pecho y huyó con ella hacia la oscuridad del bosque, dejando tras de sí una estela de energía corrompida y un silencio abrumador.

Jungkook y Tae permanecieron inmóviles, la realidad de lo sucedido pesando sobre ellos como una losa. Habían salvado a su hermano y amigo de una transformación completa, pero a un costo inimaginable. La perla, ahora despojada de su guardián, sabían que debían actuar rápido y encontrar los demás fragmentos y salvar a Nam.


.....

Espero que les guste
Esté nuevo capítulo
Mis bellas lectoras 🥰🥰

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro