Extra III "Un mal presentimiento"
Sharon Smith
Me había escapado en una de las camionetas especiales para cada empresa, la única que quedaba libre era la que hacía el hotel.
Ayer Murat no se percató cuando le agarré las llaves, el había ido al baño, quite el candado y el seguro de la ventana, para cuando él se fuera mañana a trabajar me pudiera escapar.
Salió del baño y yo me acomode en la cama normal, como si no hubiera pasado nada.
Esa noche me permití dormir como un angelito, porque tenía que recargar muchas energías para mañana.
*Al día siguiente*
Lo dije y lo cumplí, dormí como un angelito, Murat ya se había ido a trabajar, baje a desayunar normal y volví a mi habitación.
Cuando volví , venía lo más complicado porque la ventana ya estaba abierta desde anoche, pero ahora tenía que salir por ahí y saltar al garage y colarme en una de las camionetas.
Estuve observando cada movimiento del exterior, estaba cansada de esperar y que no pasara nada, hasta que volví a observar con detenimiento y bingo, una camioneta estaba apuntó de salir, era mi única oportunidad.
Me fui por la azotea con cuidado baje hasta una de las ventanas del primer piso y brinque, cayendo en el garage, increíble aterrizaje el que di, me escondí en la camioneta.
No tardaron en encender el motor y arrancar.
No se por cuanto tiempo estuvimos andando, pero cuando paro el coche y escuche que el conductor se bajó, yo también me baje como alma que lleva el diablo.
Camine y camine, no tenía un rumbo en específico, se llegó la noche y yo seguía en las calles de Estambul, sin llegar a ningun lugar.
Tuve un mal presentimiento cuando una camioneta negra del año, me seguía en muy baja velocidad, no tenías que ser bastante inteligente para darte cuenta, que eso era obra de Murat, así que corrí.
-Señorita, espere por favor.
No voltee, simplemente seguí corriendo hasta que alguien me detuvo. (Era un chico)
-Suba al carro, por favor, es una orden del señor Murat, no queremos usar la fuerza con usted, así que suba.
-No lo haré así que quítate de mi camino.
-Por favor señorita.
-Dije que no
Apretó mi brazo, lo mire mal y me solté.
-No iré con ustedes a ningún lado, yo no pertenezco a lado de ese criminal.
-Eso no lo puedo discutir con usted señorita simplemente, no quiero que nos pongo en riesgo a todos en nuestro trabajo por su capricho.
Es verdad, no pensé en sus trabajos.
-Por primera vez, me permitiré ser egoísta.
El chico ya estaba arto, así que habló por los audicurales.
-Permiso para proceder.
Me miró fijamente y se empezó a acercar, intente usar mi entrenamiento personal, que practique antes de ser criminóloga, para este tipo de ocasiones, pero no tenía fuerza, por estar todo el día caminando sin rumbo, así que él logró agarrarme y me subió al coche.
-¡¡ERES UN HIJO DE PUTA!!
Me ignoraron todo el camino, hasta que llegamos a la mansión, nuevamente me contraría ahí y ahora no sabía en qué condiciones me dejarían por haberme escapado.
Cuando entre a la mansión, lo primero que vi fue a un Murat furioso.
-ME PUEDES DECIR, ¿EN QUÉ MIERDA ESTABAS PENSANDO?
-ME QUIERO IR CON MI FAMILIA
-AHORA TU ÚNICA FAMILIA SOY YO Y MÁS VALE QUE LO VAYAS ENTENDIENDO.
-NI DE LEJOS SERÍAS MI FAMILIA.
Se acercó a mí y me cargo como si fuera un costal de patatas.
-Pero, ¿Qué coño haces?
Me ignoro y me bajo de su hombro en su habitación.
-Jamás tocaría a una mujer sin su consentimiento, por más loco que esté por tocarte y querer hacerte mía, jamás lo haría a la fuerza.
No tenía ni puta idea de que decir al respecto.
-Pero si se jugar perfectamente con mis cartas, se como demostrarle a las personas que no necesito decir nada para que quieran acceder, hoy verás lo que te pierdes por no obedecer una simple regla, "No huir"
Lo mire fijamente, siempre lo dije él es muy atractivo, es una persona perfecta, pero no era para mí.
Bajo su mano hacia su cinturón, lo desabrocho como si estuviéramos en cámara lenta, bajo el cierre y se deciso de sus pantalones.
Una enorme polla se marcaba en su bóxer.
Lo mire fijamente y sus ojos ya no eran azules, se le habían oscurecido.
Bajo su mano, a su polla y se empezó a tocar enfrente de mí.
-Muchas querrían estar en esta situación.
-Yo no entro en esas "muchas"
Camine hacia la puerta, estuve a punto de salir, pero Murat me pego a su pecho con algo de fuerza impidiéndome la salida.
Su polla estaba en mi espalda, lo hizo a propósito.
Bajo su mano desde mi abdomen hasta mi coño, empezó a estimular mi clitoris, se me salió un pequeño gemido.
Lo hacía tan bien, sus dedos eran mágicos.
No podía controlar mis jadeos y tampoco mis gemidos, salían sin control alguno.
Acercó sus labios a mi oído y dijo...
-Si pides que pare de tocarte, lo haré, pero si me dejas seguir, te daré la mejor follada de tu vida.
Yo esta sumergida en un mundo completamente distinto, mi boca y mi cerebro no estaban conectados.
Mi lado racional decía "PARA", pero de mi boca salió lo contrario..
-No pares.
Sin verlo a la cara, pude sentir como sonrió
Se deciso de mi ropa y de la suya.
Estabamos completamente desnudos.
A Murat solo lo podría describir una palabra "Perfección"
Me miró como un depredador mira a su presa, era como si me fuera a deborar, como si no quisiera esperar más para hacerlo.
Se acercó a mi y me dijo
-Ya tengo tu silla de ruedas preparada.
Lo dijo con completa malicia.
La lujuria estaba en mi, no era racional en ese momento.
Todo se habia ido a la pierda con ese simple coqueteo y toqueteo.
Agarro mi mano, la dirigió a su polla y me dijo..
-Es todo tuyo..
Era enorme, me partía seguro.
-Cuando quieras que paremos esto, me dice y lo haré, pero de preferencia no, porque me moriría, a parte se me pondrían las bolas de todos los colores.
Lo solté, me cargo y me dejó en la cama
-¿Lista?
Asentí.
Me penetro y..
-Ahh, me vas a partir...
-Emm, a caso ¿eres virgen?
-No, pero, te mide más de 25.
-Vale lo haré con cuidado.
Y así lo hizo durante toda la noche.
Me sentía un poco mal porque, había pasado la noche con él, pero es que no me pude resistir.
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