Capitulo 5: Venganza
❌ ADVERTENCIA: Si eres sensible en temas de violencia explícita leer bajo precaución❌
El reloj marcaba la media noche y el silencio era abrumador a las afueras de la ciudad. Silencio que era compañado por la brisa helada que venía desde Gusu, siendo así una pesadilla para ambos jóvenes que se encontraban detrás de unos arbustos a la orilla de un río completamente desnudos.
- Wei-Xiong.. ¿Cómo terminamos así? - preguntó Huaisang abrazándose a si mismo para calentarse mientras estornudaba.
Wei Ying se encontraba de pie a unos metros intentando secar la ropa de ambos sacudiendola para que el agua saliera después de ya haberla exprimido.
- No iba a dejar que un perro mordiera mi lindo trasero. Eso se lo quiero dejar a mi futuro esposo.
- Sí, pero casi nos ahogamos..
- No tenías que saltar conmigo al río, podías rodearlo. El camino estaba a unos centímetros.
- ¡Yo no salté, tú me empujaste!
- Era para asegurarme que tan profundo estaba el río antes de saltar yo~
- ¡Yo no sabía nadar..!
- Exacto, si era profundo y yo saltaba primero para comprobar no ibas a poder salvarme. Por eso lo más lógico era que tú saltaras primero así yo te salvaba si es que no era profundo.
- Bueno, tienes un punto.. - se rascó la mejilla y Wei Ying río mentalmente. Lo procesó un poco más y se dió cuenta de la gimnasia mental que le estaba haciendo su amigo - ¡Wei-Xiong me sacrificaste!
Su amigo no lo volteó a ver para que no se diera cuenta de que se estaba aguantando la risa. Entre sus manos traía su ropa interior y la de Nie aún húmedas, de todas maneras le lanzó la suya para que se vistiera.
- Terminó siendo pequeño, ya no llores.
- ¿Quieres que hablemos de cosas pequeñas..? - dijo con cierto sarcasmo mirando cierta parte que Wei Ying descaradamente no se molestaba en cubrir, y para Nie era algo que no quisiera apreciar.
Wuxian se sorprendió y rápidamente se puso su ropa interior algo avergonzado por las palabras de su amigo.
- No es pequeño, es que tiene frío.
- Wei-Xiong.. no hablemos de eso, mejor volvamos a casa..
- No seas aburrido, pareces un Lan~ Quiero divertirme esta noche~ - dijo con un tono infantil mientras se terminaba de vestir con su ropa aún húmeda.
- Podemos divertirnos en mi casa jugando videojuegos.. horneado galletas.. o ya si quieres podemos ir a molestar a Jiang Cheng...
- Huaisang - se sacudió un poco y se paró frente suyo haciendo que el pequeño cobarde levantara la mirada. Le extendió su mano con una sonrisa llena de confianza y rebeldía mientras que su cabello se ondeaba por la helada brisa - Disfrutemos nuestras vidas al máximo hasta el día en que muramos, hermano.
A Huaisang le brillaron los ojos ante tal comportamiento, a pesar de lo que había sucedido momentos antes aún confiaba y quería seguirlo a dónde fuera. Su día a día se había vuelto más interesante desde que Wei Wuxian llegó a su vida.
Nie tomó su mano y se levantó para terminar de vestirse. Se estiraron un poco y emprendieron rumbo nuevamente a la fábrica de los Lan. El camino se acompañó por las risas de ambos amigos que no querían desperdiciar ni un minuto de su juventud.
Gracias a las habilidades de Wei Ying lograron infiltrarse a través del muro blanco que daba al estacionamiento saltando por encima de esta. Primero pasó Wuxian, y de ahí este mismo ayudó a su amigo a pasar tomándolo del brazo para lanzarlo por encima del muro. La caída no fue la más agradable.
- Debías caer de pie, no de cara~ - le regañó Wei Ying viendo a su amigo que seguía estampado contra el suelo.
- Wei-Xiong..
Wei Ying sonrió. Se acercó a su amigo y lo levantó rápidamente, le sacudió el polvo, lo peinó y le dió un beso en la frente. A la vista de cualquiera se podría mal interpretar este tipo de relación, sin embargo, ellos se querían como hermanos. Wuxian había optado por una actitud similar a la de su Shijie con su amigo ya que sentía ese mismo sentimiento de protección con él.
- No me beses.. es raro. Ya no somos niños.. somos hombres adultos..
- Perdón, era para que no empieces a llorar.
Huaisang frunció el seño ante este comentario. Sabía que era un llorón, pero no le gustaba que se lo recordaran.
Wei Ying le desordenó el cabello para que quite esa expresión que no le quedaba bien y lo guío hacia dentro.
El olor a humo y sangre recién derramada hacía presencia en el lugar de una manera asfixiante. Y gracias al disturbio que estaba sucediendo en ese momento las entradas habían sido destruidas ahorrándole el trabajo a Wuxian de encontrar alguna manera de atravesar las puertas.
Estaban en la primera planta de la fábrica, debían cruzar la zona dónde se ubicaban los transportes para llegar a la segunda planta ya que ahí se encontraba su gran botín. Pero el único problema es que justamente en esa zona es dónde se estaba armando el enfrentamiento por lo que lograban oír, y las entradas estaban rodeadas de llamas ardientes, bloqueando su paso hacia su felicidad.
- No podemos quedarnos aquí por mucho tiempo o vamos a morir ahogados por el humo.. - dijo nerviosamente Huaisang mientras se ocultaba detrás de Wei Wuxian, y se cubría el rostro con su polera que gracias al calor ya estaba seca.
- Tengo que pensar en un plan - respondió Wei Ying mirando a todos los puntos que no estuvieran en llamas.
- Pensé que ya tenías uno..
- Sí, pero también hay una gran probabilidad de que nos atrapen y nos usen de tapete para su baño.
- ¡¿Qu-qué?! ¡M-me prometiste que sobreviviríamos! - exclamó asustado. Sus palabras lograron hacerlo entrar en pánico y el ambiente del lugar no ayudaba en calmar la situación.
- Lo haremos, pero es una probabilidad muy grande el morir también. Debemos estar precavidos para todo - Wei Wuxian volteó a verlo y sonrió - No te asustes, estás conmigo. Si quieres para que pierdas el miedo puedo llevarte de la mano~
- No bromees..
- No lo hago - y tal como dijo lo tomó de la mano con delicadeza y fuerza a la vez, y lo llevó hasta una zona segura del sitio, detrás de unas máquinas de destilado. Huaisang no sabía que decir - Soy tu hermano mayor, estarás bien.
- Wei-xiong, eres-
Antes de que pudiera terminar su frase Wei Wuxian lo jaló para sí y le tapó la boca evitando que siguiera hablando. Había escuchado a alguien hablar a unos pasos de ellos. Para su suerte la gran máquina bloqueaba el ser expuestos.
- Aún hay sobreviventes del clan Lan aquí, los escuché hablar - dijo uno de los hombres altos y fornidos que vestían ropas color lila con rojo, características de su clan.
- Ubíquenlos y dególlenlos, no pueden quedar ninguno de ellos vivos.
- Sí comandante - dijieron al unisono.
Wuxian se asustó ante esta declaración.
¿Acaso el clan Lan había perdido la batalla? No lo podía creer. Hanguang-Jun no podía estar muerto, él no podía morir.
Wei Ying acomodó a Huaisang a un costado y le dijo que guarde silencio. Sacó un pequeño cuchillo que traía amarrado a su pierna y saltó por encima de la máquina para atacar a ambos individuos. Wuxian no lo dudo ni un segundo y atacó directamente al cuello de aquellos que estaban amenazando su supervivencia, salpicando algo de sangre en su mejilla en el acto. Esto hizo que ambos cayeran al suelo retorciéndose por el intenso dolor e intentando gritar mientras se ahogaban en su propia sangre.
Una figura esbelta y con la respiración agitada de un bello hombre que los miraba con unos ojos provocadores y una expresión que resultaba atractiva pero tenebrosa a la vez esperaba ahí pacientemente hasta que ellos dejaran de respirar y sea seguro para ambos jóvenes poder avanzar.
Sin embargo, aún en ese estado, uno de esos hombres agarró el tobillo de Wei Ying para intentar derribarlo y clavarle una navaja que traía en su otra mano en el pecho. Wuxian rápidamente se dió cuenta del plan de ese individuo, así que lo pateó en el rostro con fuerza cuando sintió su mano en su pierna. Lo pateó una y otra vez en la cara. Su zapatilla ahora ya no estaba húmeda por el agua, sino por la sangre de ese hombre moribundo.
Huaisang podía escuchar el sonido de carne siendo reventada a golpes sin piedad, un sonido que era acompañado por pequeños alaridos de dolor que nunca podría olvidar. Él sólo se cubría la boca para no gritar por lo aterrado que estaba.
- No puedes tocarme sin mi permiso ¿Acaso no sabes lo que es el consentimiento, imbécil? - susurró Wei Ying rematando con un último golpe que dejó irreconocible a su víctima, su nariz estaba destrozada por completo y la sangre cubría todos su rostro aplastado- Tú no eres Hanguang-Jun para tocarme.
Al ver que ninguno de los dos se movía regresó rápidamente a la parte trasera de la máquina. Tomó a Huaisang y lo llevó a la planta de arriba para que no viera lo que acababa de hacer. Su amigo no conocía ese lado salvaje que tenía, y no quería asustarlo más. Tendría que darle muchas explicaciones después que quizás pongan en juego su amistad.
Se agacharon para esconderse nuevamente y calmar sus corazones. Nie estaba temblando, y Wuxian ahora se sentía culpable de haberlo involucrado en esto.
- ¿Los.. mataste..? - preguntó aún pasmado.
- Escúchame, Huaisang. Ellos querían herirnos primero. Eran ellos o nosotros. Prometí protegerte, ¿no?
- Sí, pero.. - dijo temblando, a lo que Wei Wuxian tomó con fuerza sus manos.
- Estaremos bien. No tendré mi arma pero tengo esta pequeña - mostró su navaja aún manchada de sangre que había sido un obsequio de Yanli para defensa personal - Es como si mi Shijie nos protegiera.
- Wei-Xiong...
- Confía en mi, ¿sí? Todo estará bien, te lo prometo. Regresaremos con todo ese dinero y nos iremos a un table dance para que se te pase el susto viendo lindas chicas, y yo viendo chicos atractivos ¿Qué te parece? ¿Te gusta la idea?
- No dudo de ti, sólo que..
- ¿Qué pasa?
Huaisang levantó la mirada en dirección a su amigo que lo veía preocupado.
- Yo ví dos cuerpos, pero.. - tartamudeo y lo miró directamentea los ojos con una expresión de terror - Escuché tres voces.
El sonido de un fuerte golpe hizo eco en el lugar aturdiendo a Huaisang y haciendo que cayera de espaldas. Al abrir los ojos vio como un hombre estaba encima de su amigo mientras apretaba sus manos contra su delgado cuello con furia. Wuxian, sangrando por un lado de la cabeza por haber sido golpeado por un arma sin munición, le daba golpes en el rostro intentando zafarse de él. La desventaja era enorme.
Huaisang se quedó congelado del miedo sin poder reaccionar.
- Tú.. pequeño bastardo ¿Quién mierda te crees que eres para matar a mis compañeros? - gruñó aquel hombre de lila con rojo. Wei Ying no podía responder porque su cuello estaba siendo apretado con fuerza y el aire no pasaba - Hijo de perra.. lo vas a pagar con tu vida por meterte dónde no te llaman.
Sus piernas se movían intentando zafarse de aquel hombre que era el doble de grande que él, y que tenía más fuerza, pero sus esfuerzos resultaban en vano. Aún así, él no se pensaba rendir. Había estado en situaciones de este tipo antes y no sería la primera vez que sea derrotado.
- Wei Ying... - susurró Huaisang aún en shock.
El tipo al momento de escuchar su nombre lo reconoció al instante
Recordó porqué se le hacía conocido su rostro. Era aquel hombre famosillo de las redes sociales que era tema de conversación regularmente en diferentes clanes por su espectacular belleza y sensualidad. Lo cuál sólo era común ver en mujeres de sus clanes, ya que la mayoría de hombres resultaban ser rudos e intimidantes. No como ambos muchachos de aspecto delicado que tenía en sus manos en esos momentos.
- ¿Acaso veniste a documentar tu muerte aquí, niño? - dijo burlándose.
Wei Ying estaba empezando a ponerse azul por la falta de aire, y saliva bajaba por la comisura de su labio.
- Ve..te.. a la.. mier..da.. - dijo entre cortado para finalmente escupirle.
- Que mal educado eres con tu verdugo. Aunque.. apreciandote de cerca.. sin duda eres más hermoso en persona, sólo por eso puedo perdonarte la vida. Si me obedeces, claro.
- ¡Ja..más!
- Nadie me dice que no.
Bajó su mano hasta tocar la entrepierna de Wei Ying y metió su mano por debajo de sus shorts para empezar a manosear su miembro por encima de sus boxers. Haciendo que este forcejeara aún más fuerte por lo incómodo que se sentía, golpeándolo en la cara con las pocas fuerzas que ya le quedaban.
- ¡Su..él..tame...! ¡No me toques..!
El tipo ignoró a los pedidos de Wuxian, sólo jugaba con su miembro mientras que con su otro mano mantenía a Wei Wuxian contra el suelo apretando su cuello queriendo romperlo de una vez para que se callara.
El tipo volteó en dirección a dónde se encontraba Huaisang que los miraba aturdido y con los ojos totalmente abiertos, intentando procesar lo que veía.
- Chico, ya que te gusta tanto mirar.. presta atención.
- ¿Eh..? - balbuceó Huaisang.
- Vas a observar como violo a tu amigo.
El tiempo se detuvo para el par de amigos en busca de una aventura desenfrenada esa noche.
El coraje y la desesperación se adueñaban de aquellos hombres de ropas blancas, sus municiones poco a poco se iban acabando y parecía que no hubiera fin para aquel enfrentamiento.
El rendimiento de Hanguang-Jun en esta batalla no había sido la mejor, normalmente este no tendría ni un solo rasguño. Sin embargo, ahora se encontraba lastimado por todos lados con golpes y heridas que tardarían en curar. Con los restos de su camisa hizo vendas para detener el sangrado de sus brazos, dejando todo su torso al descubierto. Sus subordinados se habían reducido hasta casi la mitad y su tío ya estaba perdiendo la compostura.
Se encontraban frente a frente con los miembros del Clan Wang. Un hombre robusto era quién iniciaba la formación, y junto a él se encontraba una joven de cabello largo y una apariencia atractiva. WangJi la observó detenidamente, sentía que la había visto en algún lugar, pero no recordaba dónde.
Ese Clan estaba formado de pura gente repudiable y miserable. Según las palabras del tío "Asesinos en serie, estafadores y violadores". No sólo habían miembros de China, sino también habían extranjeros entre ellos. Tenían más años de experiencia y muchos de ellos eran soldados retirados, con mucha más experiencia en armas y habilidades de pelea que los que tenía su Clan. Solamente Hanguang-Jun podía superarlos, pero eran demasiados para un solo individuo y esto lo volvía imposible.
Se encontraban parados sobre la pila de transportes que habían quemado y juntado junto al muro blanco que rodeaba la fábrica. Parecían hyenas en el bosque esperando a su próxima presa.
La joven le dió una palmada al gran hombre que estaba a su lado y este empezó a hablar.
- ¡Clan Lan de Gusu! - exclamó alzando los brazos y captando la atención de todos - Pueden aceptar nuestra propuesta o simplemente.. morir.
Lan Qiren apretó el puño con la poca fuerza que ya le quedaba. Está situación era un completo desastre, en todos sus años nunca había perdido.
El líder del Clan Wang continúo:
- Será beneficioso para ambos clanes el compartir nuestra fortuna, véanlo como un plan de negocios y no sólo como un matrimonio forzado. Mi hija Wang Lingjiao - señaló a la joven de su lado - tuvo la grandiosa idea de unir ambos clanes. Y su único requisito es casarse con el subcomandante de la segunda división, Lan Xichen. Y así ambos clanes serán socios, es una magnífica idea que nos enriquecerá a todos.
Lan Qiren escupió al suelo algo de sangre y esbozó una sonrisa de molestia.
- ¿Nuestra fortuna? - preguntó enojado Qiren viéndolo desde su posición - Ustedes nunca han tenido fortuna. Nunca han sabido administrar su dinero y no tienen ahorros. Sólo son unos criminales que se la viven arruinando la vida de los demás, y siendo unos inútiles.
Estas palabras ofendieron al líder del Clan Wang poniéndolo rojo de la ira. Pero antes de que empiece a maldecir su hija habló.
- Suegro, por favor no diga esas cosas - apartó a su padre y se puso en frente - Por esa misma razón estoy estudiando para así ayudar a mi esposo con sus ingresos. No seré un estorbo.
- Cállate mocosa ridícula. No porque te acepté en mi universidad significaba que te hicieras esperanzas. Era para evitar justamente este tipo de problemas - dijo Lan Qiren enojado intentando mantenerse de pie. Todos sus subordinados empezaron a gritar para apoyar sus palabras.
»¿Universidad?« WangJi finalmente lo recordó, aquella chica era la que lo detuvo aquel día en la puerta para obligarlo a qué le diera su número. Ahora entendía de dónde había sacado esa actitud tan arrogante y déspota.
Pensó que no sabía quién era, seguramente había llegado a un acuerdo con su tío que finalmente rompió.
- Suegro, por favor.. déjeme hablar con mi futuro esposo.. - miró a todos lados - ¡Xichen.. por favor.. ven aquí! Mira todo lo que hice por ti..
Al no hacer caso a su llamado, tomó del cabello a un subordinado del Clan Lan que estaba moribundo a sus pies después de haber sido golpeado repetidamente. Lo sujetó con fuerza y le puso un cuchillo en su cuello para seguir gritando.
- ¡Lo voy a degollar! ¡Y será tu culpa, Xichen! ¡Ven aquí ahora mismo!
No hubo respuesta nuevamente. Wang Lingjiao ya frustrada soltó al miembro del Clan Lan para tomar su mano y cortarle los dedos. Los gritos de dolor del joven adolescente retumbaron en los oídos de Lan Qiren. Sus palabras se quedaron atoradas en su garganta al ver al niño que crío estar siendo mutilado frente suyo.
Se había quedado sin munición y sin fuerzas. Se sentía impotente, pero al sentir una mano apoyarse en su hombro se relajo. Su sobrino mayor al fin había aparecido.
Se acercó lentamente al medio de la zona de batalla y se paró mirándola fijamente con una sonrisa cálida. Wang Lingjiao al verlo lanzó al joven a un lado y bajó corriendo a los brazos de su amado. Quién ante tal acción sólo reaccionó en acariciar su cabello.
- Xichen, ¿por qué rechazaste mi propuesta de matrimonio si sabes lo mucho que te amo? - dijo separándose un poco de él mirándolo a la cara - Por favor, quiero estar a tu lado siempre.
Xichen sonrió más ampliamente con los ojos cerrados y la tomó de los hombros apretando cada vez más fuerte.
- ¿Y tú quién mierda eres?
Todos quedaron conmocionados por las palabras de Lan Xichen. El hombre más educado y fino estaba manchando su propio nombre con tal comportamiento.
Nunca había tenido un vocabulario tan vulgar, aunque se entendía la frustración.
- ¿Qué-?
- Eres solo una niña, yo soy muy viejo para ti. ¿Cómo te puede gustar un viejo como yo? Todavía afirmar ferozmente que es amor.
- ¡Claro que es amor! ¡No me importa tu edad, quiero ser tu esposa!
- A mí si me importa la edad y el carácter de mi pareja - se mordió la lengua mentalmente - No soy niñero, no estoy para juegos de niños.
- ¡No es un juego de niños!
- ¿Y todo esto qué es? Mis colegas están muertos a causa de tu inmadurez. ¿Creiste que eso iba a conquistarme?
- Quería que vieras lo fuerte y decidida que soy al querer comprometerme contigo y tu familia.
Xichen se agachó lentamente hasta llegar a su oreja, y le susurró con tranquilidad.
- Cuando seas mejor persona y en todo que el líder del Clan Jiang, llámame. Así tal vez me quiera casar contigo - sobó su cabeza y se dió media vuelta para regresar a su puesto y acabar de una vez con esto.
Wang Lingjiao, por su lado, se sentía furiosa. Claramente se sentía mucho mejor que la líder del Clan Jiang. Jiang Yanli no era nadie a comparación de ella. Después de esto en definitiva la asesinaría a ella y a todo su clan por meterse en su camino. Ella no iba a permitir tal falta de respeto y humillación hacía su persona.
Antes de que Xichen pudiera dar siquiera un paso sintió cómo un arma afilado lo atravesaba en la zona del pulmón repetidas veces hasta dejarlo sin aliento.
- ¡¡Xichen!! - gritó WangJi en pánico al ver a su hermano caer contra el suelo.
Wei Ying sentía como el alma se le salía del cuerpo mientras que su vista se iba oscureciendo poco a poco. Podía sentir como una lengua pasaba por su cuello hasta sus pechos, dejándole marcas en el camino. Le habían mordido con fuerza entre su hombro y cuello para dejarlo marcado, zona que estaba sangrando y él lamía saboreando la dulce sangre del menor.
La mano de ese individuo que antes estaba en su cuello ahora se encontraba en la parte de su miembro siendo masturbado con brusquedad. Y su otra mano había bajado a su trasero para seguir manoseandolo como se le plazca. Su entrada estaba siendo explorada por unos dedos asquerosos queriendo ingresar a su agujero sin invitación previa. Wuxian quería que se detuviera, pero la falta de oxígeno y la perdida de sangre lo dejó casi inmóvil a la merced de aquel sujeto.
- Eres más delicioso de lo que imaginé. Te llevaremos a nuestro Clan como trofeo por haber ganado esta noche.
Wei Ying estaba a punto de perder la conciencia. No quería rendirse, no quería perder contra una bestia que estaba dejando huellas en él. En ese momento sólo podía recordar, sólo recordaba y recordaba los mejores momentos que tuvo a lo largo de su vida. Hasta que.. llegó a los recuerdos de sus padres.
La distancia los mantenía separado todos estos años, sin embargo, quería que ellos regresaran y le dijeran que todo estaría bien. Quería que lo abrazaran y le dijeran que esto ya pasaría. Que podía regresar con ellos y ser nuevamente la familia unida que siempre fueron. Que lo protegerían a pesar de sus malas decisiones.
Wei Ying estaba a punto de cerrar los ojos y ceder, pero una voz angelical en su cabeza lo hizo despertar. Esta voz parecía un recuerdo lejano, pero aún lo reconocía perfectamente.
Era su madre.
»A-Xian, mi niño hermoso. Tú eres fuerte y astuto, siempre sabes cómo salirte con la tuya. Nunca te rindas ante nada ni nadie«
Su corazón vibró y su pecho emanó calor por el sentimiento que lo dominaba. Hace años que no escuchaba la voz de su madre, y si la viera ahora nuevamente no quería que viera a un hombre débil.
Wei Wuxian cerró los ojos y dejó de forcejear. El tipo al verlo desmayado se entusiasmó y se puso de pie. Empezó a quitarse la ropa lentamente entre risas de satisfacción por tenerlo sólo para él ahora que no se estaba resistiendo.
En la parte del fondo Nie Huaisang seguía presenciando la escena perturbado. Le estaban haciendo daño a su mejor amigo y él no podía ni moverse por el miedo. Vio la mano de su amigo caer tendida a un lado y pensó que estaba muerto. Quería llorar, gritar de impotencia pero no podía.
Antes de derrumbarse sus ojos se abrieron al ver pequeños movimientos ligeros de la mano de Wei Ying, lo cuál captó por completo su atención. Sus dedos hacían un ademán de unas piernas caminando en puntillas. Cuando se detuvo, señaló a la puerta. Ahí se encontraba su arma que se le había caído al momento del ataque. Regresó a hacer el ademán de las piernas con sus dedos cómo si estuviera recogiendo algo y luego haciendo un salto golpeando algo.
Wei Ying había sido lo suficientemente astuto para predecir que el sujeto lo soltaría si se hacía el muerto. Conocía perfectamente a ese tipo de personas y sus movimientos. Debían aprovechar esta oportunidad antes de que el sujeto termine de desvestirse.
Huaisang dudó al principio, pero su amigo estaba pidiéndole ayuda y no podía seguir quedándose como un idiota a esperar a que Wei Ying termine siendo lastimado por una bestia desquiciada.
Se arrastró lentamente y tomó la navaja entre sus manos temblorosas. Por fuera sabía que no podía hacerlo, pero por dentro se repetía a si mismo que debía dejar de ser un cobarde en estos momentos. En otras ocasiones él dejaba que los demás hicieran todo por él usando una discreta manipulación, como fue en el caso de ese día de sabotear el dinero de los Lan para un beneficio compartido. Sin embargo, por primera vez en su vida, iba a actuar por cuenta propia.
Tomó aire y corrió en dirección al tipo que les estaba dando la espalda para saltar sobre él a traición. El mayor se sorprendió y rápidamente intentó quitárselo de encima moviéndose con brusquedad. Huaisang con torpeza enterró el cuchillo en su cuello hasta desgarrarsela por completo. En todo momento tenía los ojos cerrados. Por la adrenalina sólo podía gritar mientras daba golpes cada vez más profundos »¡¡No seguirás hiriendo a mi hermano!! ¡¡No lo volverás a tocar!!« Palabras que llegaron al corazón de Wei Ying haciéndolo esbozar una pequeña sonrisa de satisfacción. Se sentía orgulloso, pero a la vez demasiado culpable por hacer que su mejor amigo hiciera algo así. Se odiaba por eso.
El gran hombre cayó de lado mientras se retorcía de dolor. Huaisang se levantó y acomodó la ropa de Wei Ying para cubrirlo, estaba húmedo por todos lados y era desagradable pensar en porqué estaba así. Lo cargó en su espalda y lo llevó lejos de ahí a paso lento hasta encontrar un lugar seguro. No era físicamente fuerte, por lo que cargarlo se le hacía complicado, pero por él haría hasta lo imposible.
En la planta más alta del lugar que por lo destrozado que estaba daba una vista a la zona de guerra a través de un gran agujero que tenía la pared. Dejó a su amigo en el suelo mientras con delicadeza y corrió hacia la entrada para poder bloquearla con lo que sea que encontrara que sea pesado. No iba a dejar que nadie los lastimara, no de nuevo.
En su mente el suceso de él cobrando la vida de un ser lo mantenía perturbado y sudando frío, no dejaba de repetirse a si mismo: "Acabo de matar a alguien. Acabo de matar a alguien. Acabo de matar a alguien"
Wei Wuxian abrió los ojos despacio, se sentó con dificultad tosiendo y escupiendo algo de sangre. Huaisang salió de sus pensamientos al escuchar que se había despertado y fue corriendo a su lado.
- Me duele la cabeza.. como si tuviera resaca - dijo Wei Ying cubriéndose la boca ya que se sentía mareado.
Nie lo revisó, y como lo suponía, la herida de su cabeza no dejaba de sangrar. Rompió una parte de su camisa y lo vendó torpemente para detener el sangrado.
- Hay que irnos, ahora.. - dijo Huaisang con miedo en su voz terminando de ajustar la tela.
- No, estoy bien - afirmó Wuxian sacudiendo la cabeza - Todavía puedo continuar.
Intentó ponerse de pie pero fue detenido por Huaisang.
- ¡¡Wei-xiong, casi abusan de ti!! ¡¿Cómo puedes siquiera pensar en seguir?! - gritó al borde de las lágrimas - Y yo no reaccioné hasta mucho después, casi dejo que te hagan más daño..
- Estoy acostumbrado - confesó Wei Ying sin sentimiento alguno asustando a su compañero que lo miraba con una expresión de angustia - En el bar me han hecho cosas similares cuando mis hermanos no están. Me han drogado tantas veces para tocarme que ya perdí la cuenta. Eso ya no me afecta, créeme. Siempre termino ganando los enfrentamientos, por eso sigo aquí.
Huaisang sentía que el tiempo se detenía al rededor suyo.
- ¡No digas algo así tan a la ligera! ¡¡No deberías estar acostumbrado a que te hagan ese tipo de cosas!! - gritó exaltado al escuchar las palabras tan frívolas de su amigo.
No lo podía creer. ¿Cómo es que nunca se lo había contado? Sabía que habían personas que lo acosaban cuando trabajaba porque era atractivo y su personalidad coqueta enamoraba a cualquiera. Pero no pensó que fuera más allá de molestarlo en el bar.
Wei Ying agachó la mirada.
- Lo sé, perdón - suspiró - Fue estúpido lo que dije. No me hagas caso.
- Yo no tengo nada que perdonarte.. sólo.. estoy muy preocupado por ti ahora..
- Soy un hombre fuerte, siempre lo he sido, y lo sabes. ¿Crees que algo así puede derrumbarme?
- Podrás ser fuerte pero sigues siendo humano. Un humano muy idiota.
Wei Ying se impactó por eso. Volvió a agachar la mirada y dió un largo suspiro. Su amigo tenía razón, siempre la tenía. Él actuaba como un idiota siempre, y siempre tendía a justificar todo, ya sea bueno o malo, restándole importancia. Porque según él no importaba. ¿Acaso no era así cómo debía actuar?
Se recostó nuevamente en el suelo y cubrió su rostro con su antebrazo. Sus labios empezaron a temblar y le costaba pasar la saliva. Sentía que su pecho le dolía y que su cuerpo le temblaba.
Huaisang pudo ver como lágrimas bajaban por su mejilla hasta tocar el suelo.
Wei Ying se había quebrado después de tantos años.
- Sé que no es normal, lo sé mejor que nadie. Es asqueroso, lo odio demasiado. Me hace sentir repugnante - dijo intentando que su voz no se escuchara rota.
- Wei-Xiong..
Huaisang se acercó hacia su amigo y le retiró la mano de su rostro, dejando al descubierto sus ojos llenos de lágrimas y sus mejillas rojas.
Wei Ying no quería admitirlo, pero estaba asustado.
Le limpió las lágrimas con su manga y tomó sus mejillas entre sus manos para que lo mirara.
- Buscaremos ayuda después de esto..
- No es necesario.. - desvío la mirada - Puedo sobrellevarlo sólo.
- Hablaremos de esto después. Por ahora sólo salgamos de aquí y volvamos a casa..
- Necesito el dinero. Tú sabes que hago esto no sólo por mí y mis deudas. Todo siempre lo hago pensando en él.
Aunque aún no retomaba la compostura, había seguridad en sus palabras. Wei Ying todavía tenía un compromiso consigo mismo que no podía fallar, y Huaisang lo sabía.
Pero ¿Quién era él?
- Lo sé, pero si no estás aquí ¿Qué tan vacío y desprotegido crees que se sentiría? Yo soy un cobarde que no podría hacer lo mismo que tú hiciste, Wei-xiong. Por eso, debes estar bien en todos los aspectos..
- Tengo que estar bien.. - Estas palabras hicieron eco en su cabeza. Lo que más miedo le daba era a morir y a decepcionar a sus seres queridos. Volvió a mirar a su amigo - ¿Me veo mal?
- No te había visto llorar desde que me contaste que te gustaban los chicos hace años...
- Me siento ridículo.
- Sabes que conmigo puede ser todo lo "ridículo" que quieras. Sólo no te guardes estas cosas...
Huaisang se puso de pie y le extendió la mano a su amigo para ayudarlo a ponerse de pie, el cuál Wei Ying aceptó gustoso.
Se sentía seguro de nuevo después de una experiencia de esa índole. Wei Ying no mentía en que no le afectaba tanto para no seguir adelante porque en verdad estaba acostumbrado a ello. No iba a dejar que algo así lo derrumbara, y tampoco iba a dejar que esos idiotas disfrutaran de algo que no les pertenecía. Él tenía un objetivo y no iba a detenerse hasta conseguir salirse con la suya.
- ¿Entonces cuál es el plan? ¿Cómo salimos de aquí? - dijo Huaisang mirando el panorama en busca de una salida que no estuviera ya en llamas.
- ¿Salir de aquí? No, yo quiero vengarme.
- ¡¿Cómo qué cosa de quién?!
Wei Ying se puso de pie y caminó unos pasos hasta el filo que los separaba de la zona de batalla que les quedaba a sus pies.
- Me voy a convertir en el protagonista de sus pesadillas esta noche - miró a su amigo y le guiñó un ojo con total seguridad - Ayudaré al clan Lan, pero a cambio me llevaré el dinero que haya guardado. Así después no me pueden acusar de robo. Sería un trato justo.
- Wei-xiong ¿Acaso lo que te digo te entra por un oído y te sale por el trasero? ¡VÁ-MO-NOS!
- Huaisang, te lo dije antes de llegar aquí. Esta noche estoy fuera de mi mente - sonrió - Me convertiré en un Lan sólo por esta noche.
Huaisang sólo pudo pensar con los nervios recorriendo todo su cuerpo: "Dios.. soy yo de nuevo.."
Wei Ying no quería ayuda, él quería venganza. Y no sé detendría hasta lograr salirse con la suya.
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