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Capitulo 14: Celos


⚠️Advertencia: Contenido explícito+🔞⚠️

La noche era cálida y acogedora en Yunmeng. Sin duda era un distrito bastante grande, con excelentes lugares para perder el tiempo por lo agradable y carismática que era la gente del lugar. Aunque sí, también tenía sitios lindos y elegantes como Gusu que no eran muy transitados por sus ciudadanos ya que llegaban a ser aburridos.

No era de sorprender que Hanguang-Jun lo llevó justo a estos lugares de clase alta y muy sofisticada, específicamente a las tiendas más caras para comprar ropa de alto valor. 

El lugar estaba ya cerrando, pero al ver a tremendo hombre con manchas de sangre visibles encima de su traje y esa mirada asesina, los dejaron entrar y los atendieron como a reyes. Logrando a los minutos conseguir un nuevo vestuario blanco para Hanguang-Jun, justo su estilo.

En cambio, todo eso era demasiado para Wei Ying y para su ropa que compraba en el mercado por el valor de un kilo de huevo. No estaba acostumbrado a tanta etiqueta, además que el ambiente no era algo que le gustara porque era muy aburrido y silencioso. Además ¿Dónde estaban las señoras que te decían "Mi amor" y demás piropos para que te pruebes su ropa? Hacían que uno se sienta querido y el más guapo del lugar sin parecer presumido.

Aún así, no quería desaprovechar la oportunidad de ser consentido por su mafioso aún si seguía en deuda con él.

Digo, ¿quién en su sano juicio desperdiciaría una oportunidad así?

Estás misio, pero un sexy hombre que podría ser el futuro padre de tus hijos, que le gusta el BDSM pero es tan discreto nunca lo sabrías si no lo vieras con tus propios ojos, y que además quiera consentirte cumpliendo tus caprichos.. ¡Deberías estar completamente loco si rechazas algo así!

— Hanguang-Jun~ ¿Qué tipo de ropa crees que debería usar esta noche? — tomó un traje negro que se encontraba a unos metros de él, y con su otra mano agarró unas mallas que eran pegadas al cuerpo y resaltaban la figura — ¿Elegante o sexy? ¿Hoy quieres que tu cita se vea como un elegante traficante de sonrisas del emperador, o como un ardiente "cariñoso" que sólo te servirá a ti está noche? 

"Joder, joder, joder, joder" que ganas tenía de molestar a ese hombre, quería ver su reacción y que sus lindas orejas blancas como el jade se pusieran rojas. Amaba eso de él.

— Con lo que a ti te guste y te sientas más cómodo — habló viéndolo fijamente y bajó la voz — Igual deslumbras.

— Eh.. — sus mejillas se sonrojaron por esa respuesta inesperada, pensaba que le seguiría la broma. Se cubrió el rostro y tomó varias prendas al azar para dirigirse al probador dejando confundido al mafioso — ¡Quédate tranquilito ahí y no asustes a nadie mientras me pruebo todo esto! 

— Mmh — afirmó.

Wei Ying podía visualizar cómo este movía su colita emocionado aún si su rostro no demostraba nada.

— ¡Buen chico!

Ingresó ya con el corazón en la boca, tiró toda la ropa sobre la banca de madera y corrió la cortina. 

¿Cómo es que ese hombre podía alborotarlo de esa manera? ¡Al menos debía avisar cuándo iba a decir algo así! ¡Sino moriría de 3 tipos de infartos por la subida de "Mi amor, si nadie estuviera viendo te besaría la poronga aquí mismo" que le dió! 

Levantó la mirada hacia el espejo que lo iluminaban con las fuertes luces que habían en ese pequeño espacio, pudiendo apreciar con más claridad ese mismo aspecto que tenía al llegar a casa después de rebotar contra el pavimento y los protestantes aquella noche que se endeudó. 

— Con razón mis amigos ya no quieren beber conmigo, si me ven así hasta yo siento que se me desaparece la cartera.. — se desvistió lentamente para probarse lo que había traído. Empezó poniéndose un top negro que dejaba al descubierto la espalda, y le siguió con un short negro de cuero que lo subió lentamente por sus piernas — Todavía quiero impresionar a Hanguang-Jun está noche, aún si parezco que acabo de escapar de un psiqui-... ¿Pero qué carajos?

Bajó su mirada a la parte de su entrepierna, y cómo lo suponía, este no subía más. Incapaz de poder pasar la vestimenta por sobre su carnoso y gordo trasero, cómo él mismo calificaba, quiso quitárselo y probar otro, pero para su mala suerte.. este tampoco quería bajar.

— ¡¿Esto es en serio?! — ya un poco entrando en pánico se sentó en la pequeña banca y empezó a tirar hacia abajo con más fuerza por unos cuántos minutos hasta caerse contra el suelo — ¡¿Cómo es que me entró en primer lugar?! 

— ¿Joven se encuentra bien? — preguntó una empleada del lugar que se encontraba al otro lado de la cortina escuchando como alguien estaba batallando con algo ahí dentro — ¿Necesita ayuda?

— ¡Sí! — respondió aún tirando del short que parecía haberse achicado a propósito —  ¡Por favor, dígale al chico sexy que está afuera que venga aquí para que me lo abra! ¡Esto necesita lubricación!

— ¡¿Disculpe?! 

— ¡¡O pensándolo bien que me lo rompa aquí mismo con sus fuertes brazos porque mi sangre no está circulando!!

— ¡¡¡Degenerado!!!

— ¡¿Eh?!

La chica sentía sus mejillas arder y salió corriendo de ahí hasta dónde se encontraba el hombre que mencionó. Aún con la respiración agitada se armó de valor para ver a Hanguang-Jun a los ojos y gritarle: "¡No sé qué tipos de fetiches raros tienen su novio y usted, pero por favor compren lo que necesiten y váyanse de una vez!"

Tenía los ovarios más grandes que la deuda de Wei Ying.

— Mi novio..

Parecía ser que lo único que Hanguang-Jun logró procesar es que la gente veía a Wei Ying como su novio sin necesidad de decirlo, eso para él era un logro que lo ponía feliz. Aunque el tono en el que se lo dijeron era de preocupación. No lo pensó dos veces, se levantó e ingresó a los vestidores para ir a buscarlo. No tuvo necesidad de preguntar ni pedir permiso, al verlo los empleados se hicieron a un lado y no lo enfrentaron por temor a interrumpir a la pareja, solo enseñándole temblorosos dónde se encontraba el pobre desgraciado.

— Wei Ying.. ¿Sucedió algo? — abrió lentamente la cortina para toparse con una escena bastante erótica antes sus ojos.

Un detalle que Wuxian olvidó mencionar es que llevaba puesto por debajo de su ropa una fina lencería roja que remarcaba muy bien sus atributos en esa posición que lo acababan de meter en un aprieto. Quería que fuera una sorpresa para más tarde, pero ya había sido descubierto en esa situación un tanto vergonzosa. No sabía porque lo había llamado, quizás por instinto o desesperación, el que su ser amado lo salve de esa situación ahora le había arruinado la sorpresa. 

»Wei Wuxian, ¿no te cansas de siempre hacer el ridículo? Desde que lo conociste te superas cada vez más« Evitó mirarlo y siguió en su lucha contra ese short de cuero que de verdad hacía que ya no sintiera las piernas.

— Hanguang-Jun.. no mires.. esto es vergonzoso.. — le dió la espalda — He engordado tanto últimamente que..

— Wei Ying.. — entró completamente a la pequeña habitación y se puso en cuclillas para estar cara a cara con él — ¿Qué es lo vergonzoso exactamente?

— Que yo.. ya sabes.. 

— No lo es.

— Pero-

— Eres perfecto.

— Lan Zhan.. — su corazón nuevamente se aceleró con intensidad y le sonrió cálidamente — Lan Zhan, Lan Zhan, Lan Zhan, seguramente lo dices porque "entre más carne mejor", ¿no? Jajajajaja tu mente debe ser un lugar súper indecente~

— Y siempre estás haciendo travesuras ahí — respondió sin chistar. 

— ¡Desvergonzado!

— Te ayudaré, no te muevas — tomó las esquinas de aquel short de cuero e intentó bajarlo lentamente.

Wei Ying, sin una intención doble, abrió sus piernas para ponerla a ambos lados del mafioso, mientras que este batallaba con aquel vestuario. ¿Con qué carajo lo habían fabricado? Era duro y parecía haberse enamorado del castaño porque se negaba a dejarlo ir. Oh, eso no se lo iba a permitir. Nadie sufría más por amor a Wei Ying que él. Con un poco más de esfuerzo y viendo la posición que tenía ahora Wei Wuxian, no midió su fuerza y terminó destrozando por la mitad aquél short nuevo. Dejando al descubierto por completo el encaje que el pequeño delincuente traía puesto.

Ambos se miraron fijamente, Lan Zhan tragó saliva con dificultad por lo caliente que empezaba a sentirse. Wei Ying hizo un puchero esperando el siguiente movimiento de WangJi. Ninguno de los dos sabía si debían seguir o quedar apreciándose el uno con el otro, que con la potencia de esos focos se podía apreciar con más detalle sus rostros.

No lo había notado antes, quizás por el maquillaje que casi siempre traía puesto, pero ahora que estaba completamente al natural podía ver detenidamente que el castaño tenía pecas en gran parte de su cara.

Otra vez, debía decirlo, era perfecto.

Se inclinó levemente hacía él para seguir apreciando y capturar en su memoria ese momento, hasta que una ráfaga de viento los sacó de su mundo a ambos. 

La cortina había sido tirada de un jalón, quedando al descubierto aquella escena que se podría malinterpretar rápidamente. Ambos chicos se quedaron observando a la misma empleada de hace un rato que traía algo entre sus manos muy enojada.

No sabían cómo, pero en cuestión de segundos ya se encontraban afuera del local como si un huracán los hubiera arrastrado y echado de ahí. Con Wei Ying usando una faldita y con sus caras impresas en la puerta que decía "Personas no deseadas".

Esa mujer tenía habilidades ocultas cuando la hacían enojar.

— Nunca más podremos volver ahí — dijo el castaño aún estupefacto y con su cabello alborotado.

— No, nunca.

— Al menos la falda fue de regalo y combina con mi top~ — lució su pequeña falda negra que le quedaba un poco por debajo del trasero.

— Vamos a otro lado a comprarte algo más.

— Nah, no me molesta, así se me ventila ahí abajo que hace un caloooorrr~ sino a ese paso se me iban a freír los huevos~ — exclamó "la doncella" echándose aire ahí abajo.

— Está bien.

— ¿Entonces.. qué sigue amo~? 

— Lo que tú quieras.

Wei Ying lo pensó un poco y respondió:

— ¿Y si asaltamos una tienda de mascotas, nos llevamos todos los conejos para entrenarlos y armar un ejército de ellos y conquistar el mundo? Vamos, hay que meternos en problemas — Hanguang-Jun lo pensó por unos segundos, hasta que Wei Ying siguió agarrándose el estómago— ¡Ah, pero antes tengo hambreeeee~! Vamos a comer algo~ que así no puedo convertir a todos en mis esclavos.

Lan WangJi asintió.

—  ¿Qué deseas comer?

— ¡Sólo sígueme, amo! — caminó triunfante hasta el auto blanco —  Yo te llevaré hasta allá~

— Pero yo conduzco.

Se detuvo y giró lentamente.

— Hanguang-Jun.. yo sólo soy asesino de automóviles de dos ruedas, no de cuatro.. No tengo licencia, pero mientras la policía no nos atrapé.. 

— Por precaución. 

El chico de ojos plateados hizo un puchero e ingresó al automóvil junto con Hanguang-Jun. Cruzó sus piernas desnudas al igual que sus brazos mirando hacia la ventana algo "fastidiado". En realidad no lo estaba, pero quería la atención total de su amo. 

Y claro que lo consiguió.

Lan Zhan, aunque intentó ser discreto, no podía evitar dirigir su mirada hacia las piernas de Wei Ying que eran bastante atractivas y firmes, aún si tenía vello claro y un tatuaje se veían bastante suaves.

Wei Ying sonrió ante esto.

— Puedo sentir cómo me coges con la mirada, Hanguang-Jun. Mantén tu vista en la autopista o nos chocaremos. Luego no digas que fue por culpa mía.

Este no respondió ante tal acusación, apretó con fuerza el volante y aceleró.

Emocionado, y hambriento, Wei Wuxian lo dirigió hasta el McDick's (cómo lo llamaba él) más cercano que abría hasta la 1 am. No era un sitio al que Lan Zhan había planeado llevarlo, sino a uno de los mejores restaurantes en Gusu con la mejor atención y platillos, pero si eso era lo que él quería entonces así sería.

No habían carros en la fila del autoservicio, así que aprovecharon la oportunidad para adelantarse y poder irse rápido de ahí.

— ¡Yo quiero ordenar, Lan Zhan! — dijo como un niño pequeño visitando su lugar preferido para comer — ¿Puedo~?

— Claro.

Wei Ying emocionado se desabrochó el cinturón de seguridad, y se puso encima de Lan Zhan para asomarse por la ventana. Sin intención alguna, su trasero quedó a la altura de su amo, a quién se le pusieron las orejas rojas por tal festín frente suyo.

El joven que atendía, con el nombre de Ouyang ZiZhen pegado en su pecho, se quedó asombrado al ver al castaño moviendo su cabello y sosteniendo una tarjeta entre sus dedos de manera elegante y seductora.

— ¿Qué.. se le ofrece ordenar? — preguntó el joven aún con la boca abierta. 

— Quiero.. — lo pensó durante unos segundos — Deme dos hamburguesas grandes, y.. ¿Podría ponerle un juguete también? Por favor, pero que sea discreto, igual le pagaré por eso~ Hoy no tengo límites de gasto~

— Vaya, yo también pido juguetes. Pensé que era el único de 18 años que le gustaba aún.

— ¡Oh, qué genial conocer a más personas que les gusten los juguetes de colección!  — se acercó un poco más a la ventanilla sin ocultar su emoción — Mi nombre es Wei Wuxian, aunque muchos me llaman "Wifi" y no precisamente porque sólo estoy disponible si es que tienes dinero.

— Ouyang ZiZhen, un gusto. — asintió —  Aunque igual ya lo decía en mi mierda está que tengo en el pecho. 

— Tengo una colección de estos juguetes que llevo juntando desde que era pequeño, quizás en un futuro valga una fortuna.. o los terminé usando para tirarlo al enojón de mi hermano cada que esté distraído, lo que ocurra primero~

El joven río.

— Yo que trabajo aquí a veces me llevo algunos a mi casa.. va en contra de mi contrato pero es un secreto.

— ¡Yo no diré nada! — sonrió.

— Quizás te podría enseñar los mejores que tengo en mi habitación. No es por presumir, pero tengo la colección completa de Tian Guan Ci Fu. 

— ¡¿De verdad?! ¿Incluso al tuerto?

— ¡Sí!

— ¡Nunca me ha tocado una de sus figuras, que suertudo! Solamente tengo del que se atoró comiendo un bollo y estiró la pata, aunque debo admitir que sus diseños me encantan~

— De ellos también tengo bastantes, me gustaría enseñartelo. 

Hanguang-Jun elevó una ceja en dirección a ese chico. Desde hace rato se estaba empezando a impacientar y no sabía cómo interferir.

— ¡Claro que sí! — aceptó sin cuestionar — Si tienes fotos-

— No, me refiero a ir a mi casa a pasar el rato. 

— Ah..

— Es interesante encontrar chicos con mis mismos gustos. Mi turno está por acabar, podríamos pasar la noche juntos.

— Oh, hoy no puedo, imposible. Quizás otro día-  — su voz fue interrumpida cuando Hanguang-Jun sin pensarlo dos veces, pasó su mano por sus piernas hasta llegar a sus glúteos, masajeando lentamente para sentir toda esa sabrosa carne sobre su mano. Wei Wuxian sintió que se le subía la temperatura ante esta acción tan desvergonzada. El mafioso no dudó en jugar con la entrada de su sumiso por sobre la tanga roja que tenía intentando ingresar su largo dedo en ella. Quería recordarle que él aún seguía ahí — Digo.. no creo que sea.. buena idea.. 

— Tranquilo, no soy un mal chico. No tengo malas intenciones, sólo quiero divertirme y pasarla bien un rato.

— Bueno, yo.. 

Un dedo largo ingresó violentamente dentro suyo, Lan Zhan empujó las piernas de Wei Ying para que cayera encima de sus largos dedos hasta sus nudillos, empezando a moverlos. Sacándolos y volviéndolos a introducir, aumentando la velocidad cada vez más. Gracias a las ventanas blindadas y que Wei Ying estaba cubriendo la única entrada de luz, el mafioso se estaba saliendo con la suya.

— ¿Te sientes bien? Tu cara está roja.

— Oh, sí, sí — se tocó las mejillas — Sólo estoy emocionado, eso es todo.. 

— ¿Nervioso? 

— No.. por supuesto que-..

— ¿O es que acaso tu padre no te da permiso? — miró lo poco que se asomaba de Hanguang-Jun por la ventana.

— ¿Mi papá? — soltó una risilla intentando no dejar escapar un gemido — ¿Te refieres al hombre que está.. conmigo?

— Sí — afirmó, aunque lo había visto por una cuestión de segundos, según él la diferencia de edad de ambos era colosal, asumiendo rápidamente que era su padre — ¿Acaso se enojará porque salgas con un chico a solas?

Wei Wuxian se mordió la lengua para no reírse.

— Señor — habló dirigiéndose al pelinegro de traje blanco — Su hijo es carismático y muy guapo, me gustaría conocerlo mejor. Prometo que lo cuidaré bien.

A Lan Zhan le invadió un gran fastidio por esta petición y nalgueo a su sumiso con total recelo. Wei Ying sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Antes de que pudiera reclamar, fue jalado hacía adentro para nuevamente sentarse en su asiento.

El rostro enojado del hombre de ojos dorados fulminaba con la mirada al pobre joven que sintió que ese sería el último día que trabajaría en su vida. En su cabeza ya estaba pidiendo perdón por todo lo que robó en su trabajo.

¡Ese hombre daba miedo!

— Soy su esposo.

Marcó cada palabra para que quede más claro. Wei Ying sentía que su corazón explotaría de la emoción por esa respuesta tan inesperada.

— ¡¿Qué?!

— Si le vuelves a hablar volveré por tí y te desapareceré. 

— ¡Oye, tranquilo amigo! No sabía que estaban-

Lan Zhan aceleró el carro y ambos se alejaron del lugar con destino desconocido.

Wei Wuxian todavía seguía procesando las palabras de Hanguang-Jun, quién no despegaba su vista del camino. El menor jugaba con su cabello mientras miraba a todos lados nervioso, pensando en si debía decir algo o no.

Pero estábamos hablando de Wei Ying, por supuesto que no se iba a resistir en fastidiarlo.

— ¿Entonces ahora estamos casados~? — estiró su mano hacia su amo, este en respuesta puso sus orejas en rojo intenso. Lo había dicho por impulso del momento, se sentía avergonzado de haber soltado algo tan irresponsable — Aún no veo mi anillo en mi dedo~ Primero debes ir a pedir mi mano a mi Shijie. Si logras sobrevivir podrás llevarme al altar, sino tendremos que seguir viéndonos a escondidas a lo Romeo y Julieta, tú decides jajaja.

Lan Zhan frunció el ceño. 

— No me pareció correcto la manera en que se dirigió a tí.

— Eh~ Hanguang-Jun, sólo estaba siendo amigable, nada más~ 

— Al menos tú sí.

— Yo soy así con todo el mundo. Qué ellos se confundan es otra cosa~

— Aún así..

— Lan Zhan..— agachó la mirada — Me estás haciendo dudar.

El mafioso sorprendido bajó la velocidad de golpe para darle más atención a lo que su sumiso quería decir.

— Lo siento.

— ¿Por qué te disculpas? Déjame terminar — río levemente — Me refería a que dudo de cuál es el verdadero tú. Si el sexy e intimidante mafioso que es capaz de dejarme inválido y tiene tendencias sadomasoquistas, o el lindo y tierno Lan Zhan que se le ponen las orejas rojas cuando digo o hago algo desvergonzado.. 

— … 

No respondió, pero la expresión que había puesto resultaba enternecedora y sexy a la vez.  

— ¿Ambos? ¡Genial premio doble! — río a carcajadas, para a continuación bajar su mano hasta la entrepierna de su amo y empezar a acariciarlo — Debo admitir que me encanta cuando te pones celoso, verte enojado me excita tanto~

— Estoy conduciendo…

— Es que tengo tanta hambre, y me dejaste sin comer que necesito algo para llenar mi boca en estos momentos.. — abrió la cremallera de Lan WangJi y dejó escapar su pene ya erecto. Había estado así desde el autoservicio — Estuviste jugando con mi culo mientras ordenaba la comida, ¿crees que no me vengaré por eso?

—  Wei Ying..

— La última vez debía pedir permiso para poder chupartela, ¿aún debo hacerlo o puedo servirme solo~?

Ambos sabían el juego que estaban jugando en ese momento, y ninguno quería negarse a seguir esas reglas.

Cómo les encantaba eso.

— Mmh.

— Bien, amo ¿Me darías el privilegio de poder hacerte sentir bien con mi boca? Mi húmeda lengua es muy juguetona~

— ¿Por qué deberías ser premiado? — gruñó — Hablando con otro hombre frente a mí..

— ¿Aún te molesta~? ¿Cuánto te enoja que otro hombre estuviera ligando conmigo en tu cara? 

— Que mereces un castigo por eso.

— Es cierto, merezco ser castigado por hablar con otro hombre sin el permiso de mi amo~ Pero.. para que veas lo arrepentido que estoy.. déjame darte placer~ 

Lan WangJi seguía mirando hacia al frente ignorando a propósito a su sumiso, a lo cuál él al verse rechazado se acomodó e inclinó hasta la entrepierna de su acompañante. Ya había extrañado sentir entre sus manos aquel objeto duro y caliente que literalmente lo había dejado en silla de ruedas unos días atrás. Ahora que lo probaría por primera vez no estaba seguro si sobreviviría a ello. 

La húmeda lengua lamía una y otra vez la hendidura del glande de WangJi, para consiguiente introducirlo en su garganta un par de veces. Succionando y jugando con el pene de su amo, tenía un sabor exquisito que nunca antes pensaba que probaría. Se había enamorado de ese platillo al instante.

WangJi, por su parte, se esforzaba por no quitar su vista de la autopista. Quería observar detenidamente la escena obscena que tenía debajo suyo, pero un descuido y podrían terminar haciendo el delicioso en el cielo.

Con una de sus manos tomó del cabello a Wei Ying para empujar su cabeza hacia abajo, haciendo que el castaño sintiera que se estaba asfixiando. Segundos después fue jalado nuevamente hacia arriba. Joder, eso hizo que su miembro también se pusiera duro por lo cachondo que estaba.

Mientras que con una mano masturbaba el miembro de WangJi, bajó hasta el suyo para hacer lo mismo. Bombeó varias veces, rápidamente llegó a su límite sólo por pensar en que tenía entre sus labios el gran y monstruoso pene de su amo. El líquido espeso se chorreó encima del asiento blanco, también bajó lentamente por sobre sus piernas, ensuciando su tanga y falda por dentro.

— Yo ya me corrí, y tú… — su respiración se agitó, le dió unos besitos a la punta de la polla de WangJi mientras que aún con su mano jugaba con sus testículos — ¿Acaso no te gusta cómo lo estoy haciendo? 

— Wei Ying.. — soltó un ligero gemido.

Le encantaba, por supuesto que le encantaba.

— ¿No? Bien — frunció el ceño enojado al no recibir una respuesta rápida. Se enderezó y acomodó nuevamente en su asiento pegando su espalda contra la puerta y abrió sus piernas de lado a lado enseñando cada detalle de su trasero a WangJi — Entonces mejor hazlo tú. 

¡¿Podría ser que lo estuviera retando!?

— Podrás ser mi amo, pero no creas que eres el único de los dos que debería sentirse bien — agregó — ¿Acaso no puedes hacer dos cosas a la vez? 

Sí, lo estaba retando.

— Tú eres.. — gruñó.

— Sí, soy un completo desvergonzado — lentamente se quitó la tanga roja haciendo unos movimientos de cadera para provocar más a su amo, y se la terminó lanzando a su rostro — Y también puedo ser una perra vil sí no consigo lo que quiero.

Tomó la mano libre de Hanguang-Jun para introducir sus largos dedos dentro suyo. De un porrazo introdujo tres de ellos, haciendo que soltara un lamentable gemido por lo profundo que había llegado. Su agujero ya se veía rojo y eso que aún estaba empezando.

— Ah~ Lan Zhan.. Lan Zhan.. Lan Zhan.. — repetía una y otra vez con un tono lascivo mientras arremetía contra sí mismo de manera desespera. Hanguang-Jun estaba estupefacto viendo la escena y cómo Wei Ying se empezó a mojar. 

El pelinegro sentía que su cabeza empezó a dar vueltas y su espíritu se salía de su cuerpo por lo bendecido que se sentía. Si no fuera porque por detrás estaban siendo iluminados por una luz azul y el sonido de una sirena, él hubiera entrado en un coma por exceso de calentura.

Ambos voltearon hacia dónde venía esa luz ya que lo reconocieron al instante por lo acostumbrados que estaban. Hanguang-Jun por de vez en cuando entregar a algunos de sus rivales, y Wei Ying por escapar siempre de ellos. 

— No dejan coger a uno tranquilo — susurró enojado el castaño.

WangJi se aparco a un lado de la carretera. Sin decir nada y cómo una transición de televisión se acomodaron y ordenaron para verse lo más decentes y "niños buenos" posible. Wei Ying silbaba mientras veía por la ventana desinteresado haciéndose el loco cuando la policía tocó la ventana para que la bajaran y pudieran hablar.

— ¿Me permite su licencia? 

El hombre de blanco solamente asintió y se la entregó sin cuestionar nada. Este le dió una ojeada y se la devolvió sin más.

— ¿Sabes por qué los detuve? — volvió a preguntar el oficial.

Ambos chicos empezaron a sudar frío, ¿acaso se había dado cuenta de lo que estaban haciendo dentro? ¡Era imposible!

— No. 

— Estuvieron invadiendo el carril contrario — apuntó su linterna al rostro de WangJi — Todavía tienen 18 años, tienen una vida por delante y no seré yo quién se las arruine arrestándolos. 

— Entiendo.

El menor estaba agradecido con el de arriba por no tener que terminar su noche en el calabozo. Miró en dirección a dónde se producía la conversación y vió que su tanga roja estaba sobre la palanca de cambios. ¡¿Cómo carajo se le había olvidado algo tan importante?!

— Pero díganme ¿Estuvieron bebiendo? 

— No.

— Te escuchas seguro.. ¿Y qué dice tu novia? — apuntó su linterna hacía el rostro de Wei Ying, quién disimuladamente estaba intentando agarrar la tanga y fue captado en el acto, pero parece ser que este no se dió cuenta así que la tomó rápido — ¿Estuvieron bebiendo o es que tu pareja es manco para manejar? 

Evitando cualquier contacto visual con él, respondió con la voz más profunda y varonil que podía hacer: "Yo no bebo, no me gusta el alcohol"

Lan Zhan río mentalmente por eso. Wei Ying se mordió la lengua.

— Esperen.. — el oficial desconcertado analizó a detalle a la "novia" del conductor. En su investigación no sólo se topó con que tenía huevos, sino con el tatuaje de un zorro que acaparaba una gran parte de su pierna — ¡¡¡TÚ!!!

Wei Wuxian giró a mirarlo fingiendo sorpresa.

— ¡¡¡Yo..!!!

— ¡¡¡Tú eres el tipo que nos tiró botellas de alcohol como un simio!!!

Wei Wuxian pronto lo recordó. Y sí, era el mismo policía que lo estuvo persiguiendo aquella noche que conoció al amor de su vida. Nunca podría olvidar ese mostacho tan peculiar.

— ¡Le juro que ya no soy un cavernícola, ahora me baño y soy civilizado!

— ¡¡¡Baja del auto ahora mismo!!!

— Eh~ — se encogió de hombros — ¿Pero no dijo que no sería capaz de arruinarle la vida a dos jóvenes? Él podrá ser un adulto, pero yo soy un adulto chiquito todavía~ 

— ¡¡Baja, es una orden!! — sacó su arma y la apuntó en dirección suya — ¡¡Esta vez no te me vas a escapar!!

Wei Ying, sin pensarlo dos veces, se subió encima del regazo de su amo.

— ¡¡Acelera, Lan Zhan!! — este obediente pisó el acelerador. Las llantas parecían estar en llamas por la velocidad exagerada en la que iban. Y la policía iba detrás suyo en una nueva persecución que quedaría en la lista de "Veces que hice pendejo a la policía" de Wei Ying que tuvo sólo en un año.

— Puedo acabar con él — dijo agarrándose fuerte de las paredes del auto. Incluso alguien como Hanguang-Jun estaba empezando a asustarse. Era como subirse a una montaña rusa con problemas al corazón.

— ¡¡No hay que meternos en problemas!! — gritó mientras maniobraba el volante de manera inexperta y nerviosa.

— ¡Pensé que eso querías..!

— ¡¡Sí, pero no en este tipo de problemas!! — gritó exaltado — ¡¡¡Existen problemas y los problemas!!!

— No lo entiendo.. — se cubrió los ojos porque sentía que empezaba a marearse.

— ¡¡Te lo explicaré después!!

El sonido de disparos resonaron en la carretera desolada con la intención de hacerlos parar. No sabía si era alucinación suya o algún truco de clonación, pero el carro de policía se había multiplicado por cinco. Giró el auto para entrar a las profundidades de un bosque que era la intersección entre Gusu y Yunmeng, hasta llegar a un límite que daba hacia abajo a unas vías del tren.

El auto frenó con desespero, y rápidamente fueron alcanzados por su enemigo, quién ya saboreaba el poder al fin meter a la cárcel a ese individuo que se había burlado de la ley ese día.

— Lan Zhan, hay que bajar. Conozco este lugar.

Aún con la cabeza dándole vueltas, ambos chicos bajaron del auto. Parados en un pequeño barranco, el frío aire que recorría golpeaba fuerte a los amantes que dudaban de su siguiente movimiento. Ninguno de los dos había traído un arma porque pensaron que no sería necesario ya que se suponía que estarían libres de esos problemas, pero parece que estuvieron equivocados. 

A la vida les gustaba joderles en el mejor momento.

Lan Zhan quería proteger a su amado, aún si este se "asustaba" por lo que era capaz de hacer por él, pero no dejaría por nada en el mundo que lo atrapen. Sabía lo desgraciados que llegaban a ser algunos policías cuando interrogaban o tenían cautivos a personas. En este caso Wei Ying no era inocente, lo había aceptado sin dudar, que efectivamente, había sido él. Sin embargo, eso no le importaba, lo defendería sin importar qué.

Se puso unos pasos delante de él para cubrirlo por si a los nuevos oficiales que habían aparecido se les ocurría disparar contra él. El suelo empezó a temblar levemente, parecería imperceptible para cualquiera, pero no para el sentido agudo de Wei Wuxian.

— Está aquí.. — susurró mirando hacia atrás.

— ¿Qué cosa?

— Lan Zhan — tomó su mano y entrelazó sus dedos con las de él, capturando por completo su atención  — ¿Confías en mí?

— ¿Wei Ying..?

— Yo confío en tí — se acercó más a él para estar cara a cara — Decidí confiar en tí y es lo que haré a partir de ahora. Pero quiero saber si tú confías en mí.

— Sí — respondió con una pequeña sonrisa — Confío en tí, y lo haré siempre.

— Lan Zhan.. 

El policía del curioso bigote se acercaba a ellos a paso lento, ya preparado para apretar entre sus manos ese fino cuello de ese delincuente incivilizado. Pero su mandíbula casi se le cae al suelo al ver cómo ese mismo delincuente se paraba de puntillas para capturar los labios del hombre de blanco con los suyos. Besándolo apasionadamente de manera desesperada como si ese fuera a ser el último que tendrían. 

Cuando finalmente se separaron, el suelo empezó a temblar con más fuerza, que era acompañado por el ruido del tren que pasaba por debajo suyo. 

— ¿Estás listo, Lan Zhan?

— Mmh.

Hay que meternos en problemas.

Sin soltarse de la mano, ambos corrieron al borde del acantilado ignorando el llamado del oficial. Y sin miedo a las adversidades y consecuencias de sus actos, por tener a su alma gemela a su lado, saltaron al vacío.

Cómo una noche con un eclipse, la luz carecía de su ausencia y todo se oscureció repentinamente. 

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