Breve sinopsis:

Si amas a alguien que se encuentra en una relación tóxica...Sabrás que es tan difícil para ti que lo ves desde fuera como para aquel que amas que lo vive en carne propia, ya que ambos sufren en silencio sin poder hacer nada al respecto.

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Mashiho

No sé ni cuánto tiempo ha pasado ya desde que entré en esto. En este maldito círculo vicioso del que aunque lo intente, no puedo salir.

Todo porque me enamoré de él. Y no comenzó como mucho más que dos chicos pasándola bien en una fiesta. Pero luego todo se fue intensificando. Empezamos a tener citas, y realmente la pasaba bien a su lado. Me hacía sonreír y despertar sentimientos dentro de mí. Hasta que Haruto me abrió los ojos, diciéndome que él, el chico del que estaba enamorado, tenía una relación con un peligroso cassanova, Kim Doyoung, y yo no era más que un tercero en esa relación abierta.

¿Por qué Park Jihoon se dejaba tratar así? Al lado de Doyoung no era más que un objeto, como si fuera un premio para él, y sin embargo, yo lo trataba bien, con respeto, porque estaba enamorado. ¿Qué acaso él no se daba cuenta de ello? Y si lo hacía, ¿por qué no terminaba con esa relación tóxica de una vez?

Hemos tenido tantas citas que ya perdí la cuenta. Pero siempre acaban en lo mismo. Yo saco el tema de Doyoung y él lo esquiva, y cuando insisto demasiado me dice que espere un poco más, que él lo dejará, que me ama, pero yo me estoy cansando.

Lo peor es que no puedo hacer nada, solo sufrir en silencio. Mas tengo ganas de partirle la cara a Doyoung por tratarlo como una basura. Por serle infiel múltiples veces y porque sé que hasta más de una vez lo ha golpeado. Lo sé bien porque Jihoon ha intentado cubrir sus moretones sin éxito alguno, y eso me hierve la sangre.

Pero mis amigos me hicieron entrar en razón. No podía continuar atado a algo que ni siquiera me pertenecía. Debía soltarlo, porque sino me metería en mayores problemas, no importa lo mucho que lo amaba. Él no se dejaba ayudar por mí, y parecía estar perfectamente sufriendo por esa relación que no lo valía.

Lo cité en la noche para hablar a solas en el parque. Dijo que vendría sin falta, y que buscaría la forma de huirle a Doyoung.

Con todo el dolor de mi corazón... Lo iba a dejar ir.

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Jihoon llegó puntual, emocionado por verme, y le dije que se sentara a mi lado, por lo que me miró preocupado.

—Jihoonnie...Debo decirte algo. Yo...

—¿Sí? -Dijo casi en un susurro-.

—Creo que es momento de dejarte ir.

—¡No! ¿Por qué dices eso Mashi? ¿Ya dejaste de amarme? -Me miró con ojos llorosos-.

—Claro que no. No sería capaz de dejar de hacerlo, ni aún después de muerto. -dije acariciando su mejilla-.

—Entonces...¿por qué? -hizo un puchero-.

—Me duele no poder hacer nada por ti. Y no veo que pienses dejar a Doyoung. Sé que es difícil para ti, pero piensa en cómo yo me siento cada vez que te imagino en sus brazos. No me perteneces, ni tú ni tu corazón, y en cambio, él sí lo hace. Y no te merece y sigues permitiéndole sus malos tratos. Date cuenta, valórate Jihoonnie, porque aunque yo te ame, no puedo seguir esperándote más si no piensas dejarlo, ya ha sido demasiado tiempo. -Dije dejando escapar algunas lágrimas-.

—Mashi...-suspiró-. Solo te pido que me esperes un poco más, y quizá no me creas, pero definitivamente prometo dejarlo. Es solo que... -sostuvo mis manos con fuerza y comenzó a lllorar-. Siempre has querido saber la razón por la que le permito tanto a Doyoung cuando yo estoy consiente de que no cambiará...Nunca te lo he dicho, pero ahora te lo contaré.

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Jihoon

Él me salvó.

He intentado borrar ese día de mi mente pero continúa persiguiéndome en mis sueños.

El día en que había salido a buscar pan muy en la noche porque mi abuela tenía hambre y no teníamos nada para comer. Ya lo había comprado, recién horneado y yo estaba feliz dando brinquitos mientras caminaba. Lo único que me faltaba era ir por el callejón sin luces por el que había venido para llegar a mi casa, siendo esta la única ruta posible. Me daba un poco de miedo, pero pensaba que, si iba a prisa sería más fácil.

Sin embargo, alguien me detuvo. Un hombre alto y robusto se atravesó en mi camino y me empujó, provocando que me cayera al suelo y a mi lado quedara la bolsa con los panes.

Casi no veía nada debido a la oscuridad, pero recuerdo que el hombre se acercó y me sujetó, mientras se comenzaba a desabotonar el pantalón. Yo esperaba lo peor, ya sabía lo que ocurriría porque lo había visto en numerosas películas y series, pero jamás pensé que me llegase a pasar a mí. El hombre me sujetó con fuerza las muñecas, y aunque lloré muchísimo y le pedí que se detuviera, que no lo hiciera, él sólo me abofeteó.

Cerré mis ojos porque ya no tenía escapatoria, pero, metafóricamente, una luz llegó a mí.

Un chico quitó al hombre borracho de encima mío y comenzó a golpearlo y patearlo, mientras le gritaba que como se atrevía a ponerle una mano encima e intentar propasarse con un chico indefenso y en contra de su voluntad. El hombre quedó en el suelo, y yo no sabía que hacer, pero el chico me dijo que recogiera mis cosas y me dio su mano, para que nos echáramos a correr, porque no faltaría mucho para que el hombre retomara la consciencia y fuera a por nosotros.

Corrimos hasta llegar a mi casa donde pude ver a mi salvador con más claridad. Tenía el cabello rojo y las mejillas regordetas, además de una sonrisa sincera. Le agradecí dándole un abrazo y pregunté su nombre. Era Doyoung.

No me quedaba tranquilo dejándolo ir de noche y más con ese hombre rondando por ahí, por lo que le dije que pasara la noche en mi casa. Él intentó negarse, pues no nos conocíamos, pero después de tanto insistirle, acabó aceptando. Conoció a mi abuela y los tres terminamos la noche viendo la televisión. Como solo habían dos camas y no teníamos sofá, y no quería que mi invitado durmiera en el suelo, esa noche acabamos durmiendo juntos, aunque casi no lo hice, debido al trauma y a que me la pasé contemplando la hermosa imagen del chico que me había rescatado.

Después de eso, comenzamos una relación. Y cuándo le pregunté porqué me había salvado esa noche, dijo que fue porque no soportaba a ese tipo de personas, que le daban asco. Él me salvó y estaré eternamente agradecido por ello.

Por eso le debo tanto, además de que estuvo a mi lado incluso cuando mi abuela falleció y quedé solo porque mis padres lo habían hecho tiempo atrás. Doyoung era lo único que tenía, y por eso estaba dispuesto a aguantar todo por mantenerlo a mi lado.

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Con el paso del tiempo nuestra relación se volvió tóxica, porque Doyoung se convirtió en un cassanova y me convenció para que nuestra relación se tornara una abierta. Yo no lo entendí al principio, pero se trataba de que ambos podíamos estar con quien quisiéramos mientras dijéramos que éramos el dueño del otro, algo así. Y estaba bien con eso, con saber que aunque no siempre su cuerpo fuera mío, él sí lo era.

Al principio lo consideré una experiencia divertida, aunque me dolía verlo con alguien más, pero luego comencé a verlo como algo común y corriente. Al menos estaba a su lado.

Pero me trataba como una basura. Constantemente me menospreciaba. En ocasiones me golpeaba cuando no conseguía ligar con alguien y llegábamos a casa, y yo solo estaba junto a él como un premio de consolación, y fueron muchas las veces en las que me tomó a la fuerza. Pero yo lo amaba, y yo fui quién le permití que hiciera lo que quisiera conmigo, porque él era mi dueño.

No fue hasta que conocí a Mashiho que las cosas comenzaron a cambiar para mí. Mashiho me dio una razón para sonreír, y aunque lo conocí pensando en que fuera un ligue más, me fui enamorando de él por la forma en la que me trataba. Era dulce y jamás permitió que llorara, pues solo me sacaba sonrisas.

Comenzamos a tener citas, a escondidas obviamente, porque según Doyoung eso no era parte del trato. Él supo acerca de mi relación porque al parecer Doyoung se metió con el hermano de uno de sus amigos y nos vio juntos, no entendí bien, pero fue entonces cuando le expliqué. Que Doyoung era mi pareja, pero que yo consideraba que lo había dejado de amar hace mucho, pero debía quedarme a su lado, por una razón que no podía contarle, ya que él llegó para hacerme olvidar la experiencia más traumática de mi vida.

Mashiho me entendió, o al menos lo intentó. A él sólo le bastaba con tenerme a su lado y hacerme feliz, y yo me estaba enamorando de él muy rápido, y sabía que si Doyoung se enterara de eso iba a tomar medidas drásticas.

Y yo de veras quería dejarlo ir, pero una parte de mí simplemente no podía. Porque más que amarlo, estaba en deuda con él.

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Comencé a contarle todo esto a Mashiho mientas lloraba y él me besó. Pero no sabía que Doyoung nos había seguido.

—Así te quería agarrar.

Doyoung intentó golpearme, pero Mashiho se puso de pie y se lo impidió.

—No te atrevas a ponerle una mano encima.

—¿Y tú quién eres para decirme lo que tengo que hacer? ¿Me engañas con este enano de pacotilla, Park Jihoon, después de todo lo que hice por ti?

Escuchaba con miedo a que me golpeara, pero Mashiho tomó mi mano y eso hizo que fuera más sencillo lo que le solté.

—Él me merece más que tú. Harto estoy de la forma en que me tratas. De que me veas como un objeto y no como una persona. De haber sabido que te convertirías en alguien así jamás hubiera empezado una relación contigo. Tú no eras así, entonces, ¿por qué cambiaste? Te agradezco muchísimo lo que hiciste por mí y el cuidado que tuviste, pero ya no puedo más Doyoung. Al lado de Mashiho encontré el verdadero amor, una persona que jamás me lastimaría, que ha esperado pacientemente por mí a que te deje ir. Y tengo que hacerlo. Te estoy dejando ir porque mi corazón no aguanta más esta relación tóxica que me está consumiendo cada vez más. Me haces daño y tengo que soltarte si quiero volver a ser feliz. Y confío en que tú también podrás serlo de nuevo. Vámonos Mashiho.

Me fui de aquel lugar con el que ahora era mi novio, después de haber sido valiente y plantarle cara al que hacía mucho tiempo había dejado de serlo para convertirse en mi captor, en una persona que me impidió ver lo que tenía delante. Pero ya no más. ahora era libre y estaba dispuesto a escribir una nueva historia al lado de Mashiho.

Porque Doyoung me había salvado cuando lo necesité, pero Mashiho lo hizo cuando yo no podía aguantar más.

Doyoung

Yo...Simplemente no lo entiendo.

Él se fue.

La persona de la que realmente me había enamorado se había marchado de mi vida para siempre, porque se había cansado de mí.

Debí haberme dado cuenta antes de lo equivocado que estaba. Debí valorarlo más y entender sus suspiros y sus lagrimas. Debí haber estado más ahí para él, y de esa forma quizás nunca me lo hubieran arrebatado.

La razón por la que cambié...Ni siquiera él lo sabe. Y probablemente nunca lo sabrá, pues es algo con lo que aún vivo, ya que nunca podré superarlo.

Deseo de todo corazón que Mashiho lo haga feliz.

Espero algún día poder volverlo a ser como lo fui al comienzo a su lado.

Nota:

Perrísimo esto 💃

Me pongo algo triste por Doyoung,  pero no se preocupen, les tengo una sorpresa, una vez termine el especial de Airi y el Harukyu. Solo que aún no la revelaré obvio 🌚

Al fin el MashiHoon está junto. Que hermoso :3 aunque me quedé con ganas de que Mashiho le diera una buena paliza a Doyoung por cabeza de maní :) espero que este último reflexione acerca de sus acciones.

Creo que ha sido el especial que más dejará pensando a las personas. Las relaciones tóxicas son horribles, y aunque no he vivido ninguna abierta como la de Doyoung y Jihoon, sí tuve una tóxica que me hizo sufrir mucho :(

Pero en estas situaciones, siempre llegará alguien como Mashiho que te demuestre que puedes darle una nueva oportunidad al amor.

Así esto queda, casi terminamos:

—Su primer amor. (Harukyu) ✔️

—Asahi aceptando a Yedam(Adam)✔️

—El chico de la parada del bus(JeongHyuk) ✔️

—Finalmente... lo dejó ir. (MashiHoon) ✔️

—El chico rechazado también merece ser feliz (Yoshi x ?)

—Es nuestro turno(Harukyu vs Airi)

—Sorpresa🌹❤