Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🌹Capítulo 8🌹

Haruto

Mi princeso estaba llorando y yo no podía permitir que eso pasara.

Lo estuve consolando en mi habitación viendo películas animadas para que dejara de pensar en el estúpido de Doyoung.

Aish...¿por qué precisamente él?

Tengo que ir a verlo. A mi princeso nadie lo trata así. Y menos una basura como él.

************************************

Le dije a Junkyu que aunque me necesitaba, esta noche no podía quedarse en mi casa porque tenía que resolver unos asuntos personales. Él no entendió a lo que me refería, obviamente, pero de igual forma me comprendió y se fue, sintiéndose un poco mejor a como vino a verme.

En la noche le dije a los chicos que nos reunieramos en el mismo lugar de siempre solo que hoy no iba dispuesto a conquistar a alguien.

Este era mi territorio, pero había alguien que desde hace un tiempo buscaba competir conmigo por él.

Doyoung.

Me acerqué a él a su mesa, dónde compartía con algunos chicos y chicas además de su novio Park Jihoon, con quién tenía una relación abierta. Doyoung era conocido como el otro cassanova más famoso del lugar además de mí, y aunque le había roto el corazón a mi princeso, ahí estaba muy feliz, como si nada hubiera pasado.

La ira me estaba consumiendo. Lo que le esperaba.

—Doyoung, tenemos que hablar. -dije más frío que el polo norte-.

—¡Ala! Pero si no es nada más ni nada menos que Watanabe Haruto. ¿A qué debo tu presencia en mi mesa?

—Sabes muy bien a qué he venido.

—No, la verdad es que no. ¿Puedes refrescarme la memoria? -dijo una sonrisa descarada mientras besaba a Jihoon frente a mí-.

Yo conté hasta 3, pensando en que era un lugar público y no podía matarlo aunque quisiera.

Tiré a un lado todas las bebidas que habían sobre la mesa y empujé esta también. Todos los fragmentos de cristal estaban por el suelo y los presentes dirigieron sus miradas a mí, y Doyoung dejó de sonreír, para tragar en seco nervioso.

Me acerqué aún más a él y lo levanté, tomándolo por el cuello de la camisa.

—No estoy jugando Kim Doyoung. Te metiste con algo que me pertenecía. ¿Por qué lo hiciste?

Doyoung rió nuevamente. Esa risa cínica me daban aún más ganas de golpearlo.

—Simple. Cuando me enteré que era tu querido hermanito y que lo habías dejado solo, vi una oportunidad de oro ante mis ojos y me propuse conquistarlo. Él sólo lo hizo todo más fácil ya que no dejaba de hablar completamente enamorado, lo dejé. Me imagino su cara de estúpido.

No pude contenerme más y le pegué en la nariz, provocándole una hemorragia nasal.

—¡Imbécil! ¿Qué te pasa?

—Sabías perfectamente quién era y aún así decidiste continuar con tu sucio plan. Aún sabiendo que acabaríamos de esta forma, porque no te lo iba a dejar pasar. -dije traqueando mis dedos y cuello-.

—¡Sabes porqué decidí usarlo a él! ¡Robé lo que era más importante para ti así como tú lo hiciste una vez conmigo!

—¿De qué mierda hablas Doyoung?

—Lo sabes muy bien Haruto. De Jaehyuk.

—¿Quién?

—Llevaba trabajando en él meses porque en verdad me gustaba, y decidiste conquistarlo y con dos palabras ya había caído por ti. Desde entonces te odié y llevaba planeando mi venganza, sin saber con qué utilizarla hasta que conocí a Junkyu, que sabía perfectamente lo que significaba para ti.

—No es lo mismo. No tienes una idea de lo que significa Junkyu para mí. Ni siquiera te imaginas como se sintió por lo que le hiciste, y vino a mí llorando. Me creó una impotencia y por eso estoy aquí.

—¿Si era tan importante para ti por qué lo dejaste solo e indefenso en primer lugar, permitiendo que alguien como yo viniera a arrebátartelo?

Me quedé pensativo unos segundos por lo que había dicho. Tenía razón. Si yo hubiera estado a su lado como le había prometido esto nunca hubiera pasado. Y Junkyu no hubiera sufrido al meterse con este imbécil rencoroso. Ni siquiera recordaba a Jaehyuk, no podía compararse con mi relación con Junkyu.

—De cualquier forma, era demasiado estúpido como para hacer algo con él. Y me lo puso bastante fácil. Fue divertido mientras duró ilusionarlo. -decía Doyoung en el suelo-.

Esa era la gota que había colmado el vaso.

Me senté a horcajadas en su regazo y comencé a golpearlo una y otra vez, hasta dejarle los labios partidos y heridas en el rostro. Ahora no iba a poder aprovecharse de su bonito rostro. Nadie podía hablar así de mi princeso. ¿Qué mierda le pasaba a ese inútil? Se estaba metiendo con la persona equivocada.

Cuando acabé con él, me puse de pie y limpié mis manos, que no debían de poseer rastros de la suciedad de ese hijo de... Su madre y su padre.

—Sé que soy una basura. Pero tu también lo eres. Porque eres tan cassanova cómo yo y haces exactamente lo mismo. No tienes ninguna cara como para decirme todo esto y golpearme.

Eso me hizo pensar en la reputación que me había creado yo solito. ¿Era ese ejemplo el que quería darle a mi princeso?

—Discúlpate con Junkyu.

—¿Por qué debería de hacerlo? -Doyoung se limpiaba sus heridas del labio mientras su novio lo consolaba-.

—Porque de no hacerlo te castraré la próxima vez. -dije con una sonrisa cínica y él se asustó, y me rogó que no lo lastimara más, y menos en el rostro, aunque era justo lo que se merecía-.

Me fui a mi casa y mientras entraba a mi habitación me estiré y me dispuse a darme un baño antes de dormir. Estaba cansado. También había recibido uno que otro golpe por parte de Doyoung.

Junkyu me llamó.

Se le escuchaba feliz del otro lado. Me dijo que Doyoung se había disculpado y yo apenas pude decirle que sabía que el tiempo acomodaría cada cosa en su lugar. Que me alegraba por él.

Él preguntó que si había resuelto mis asuntos personales y yo con risa floja le dije que todo estaba en orden ahora. Que mañana nos veríamos y que descansara.

Me di un baño, reflexionando acerca de todo lo que había sucedido hoy, para después caer rendido en la cama. Mañana tenía universidad y honestamente no tenía ni la menor de las ganas de ir. Pero tenía que llevar a Junkyu porque no quería sacarse la licencia de manejar y tampoco sabía.

Ese pequeño princeso requiere mi constante cuidado y atención. No iba a dejar que volviera a pasar algo como esto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro